InfoCatólica / Caballero del Pilar / Categoría: Entrevistas

12.07.21

El P. Santiago Cantera hace un análisis exhaustivo sobre el origen de España y su esencia católica

El P. Santiago Cantera Montenegro (Madrid, 1972) es monje benedictino y sacerdote en la Abadía Santa Cruz del Valle de los Caídos, de la que actualmente es prior administrador. Es Doctor en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid y fue profesor de Historia en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Ha participado en diversos proyectos de investigación y labores docentes. Tiene 20 libros publicados en España y en el extranjero sobre Historia de la Iglesia, de la vida monástica y de España, y sobre Teología y pensamiento. Entre ellos resaltan su tesis doctoral “Los cartujos en la religiosidad y la sociedad españolas (1390-1563)” y varios que ya han conocido dos y tres ediciones como “La crisis de Occidente” (Madrid, 2008, 2011 y 2021), “Hispania-Spania. El nacimiento de España” (Madrid, 2014, 2016 y 2021) o “Ángeles y demonios. Criaturas espirituales” (Madrid, 2015 y 2017).

En esta entrevista, con motivo de uno de sus libros ya publicados: Hispania Spania, reflexiona sobre el origen de la patria española y su esencia católica.

¿Por qué un libro sobre el nacimiento de España llamado Hispania-Spania?

La idea se fue gestando a raíz de la lectura de diversos textos de época visigótica en los cuales aparecía claramente reflejada la existencia de un concepto de España. Además, según señaló uno de los más eminentes conocedores del período, como fue José Orlandis, el reino visigodo de Toledo fue el primer reino español. Y varios historiadores españoles y franceses (Luis Agustín García Moreno, Jacques Fontaine, Suzanne Teillet…) habían dedicado también una atención considerable a esta realidad. Si bien existían monografías sobre el concepto de España en la Edad Media como es el caso del magnífico estudio de José Antonio Maravall, faltaba una monografía en España y en español que se ocupara expresamente del tema para la época visigótica. El título del libro responde al nombre que se daba a España entonces: Hispania, como la llamaron los romanos, o Spania en una forma muy típica de tiempos de los godos. No obstante, como bien ha demostrado García Moreno, desde el siglo IV la fonética ya utilizaba la forma “España” que hoy mismo usamos. Era asimismo un tema sugerente, dado el cuestionamiento que hoy se hace de la propia realidad de España, y prueba del interés del tema es que el libro ha visto ahora su tercera edición.

¿Qué importancia tuvo especialmente el III Concilio de Toledo en la consolidación de la unidad católica de España?

El III Concilio de Toledo del año 589 supuso la superación de la división religiosa entre la minoría dominante de los godos, que eran casi todos arrianos, y la mayoría de los habitantes de España, es decir, los hispanorromanos católicos. El Concilio fue convocado por el rey Recaredo, convertido al catolicismo dos años antes bajo la guía de San Leandro de Sevilla, quien presidió el mismo Concilio. Esta unidad religiosa de los dos grupos principales de población en la misma fe católica y asumida desde la monarquía gótica haría posible la mutua integración y el hermanamiento entre ambos. La unidad católica de España, alcanzada en el III Concilio de Toledo, hizo posible un camino de unión política y social desde la unión religiosa.

Era esencial el concepto: una fe, un reino…

En efecto, así se recoge en las actas de los Concilios de Toledo: la unión una fide et regno, es decir, en una misma fe y en un mismo reino. La unidad en la fe católica hace posible la unidad de godos e hispanorromanos en un mismo reino, que es el “Reino de los Godos”, con cuyos destinos pasan a identificarse los hispanorromanos. Esto es algo que se percibe nítidamente en las obras de San Isidoro de Sevilla, hermano de San Leandro: hispanorromano por parte de padre (no es seguro, aunque sí probable, que la madre fuera goda), se siente identificado de lleno con la causa del “Reino de los Godos”, sucesor de hecho y de derecho del Imperio Romano en España. Conforme se lee en las actas de los concilios toledanos y en otros documentos de la época, el “rey de los godos” (rex Gothorum) es el “rey de España y de la Galia” o “rey de las Españas y de las Galias” (rex Spaniae atque Galliae / rex Spaniarum atque Galliarum, entendiendo por “las Galias” la meridional provincia Narbonense que siempre permaneció en manos de los visigodos). Esa España y el sur de la Galia es la “patria de los godos”(patria Gothorum), del “pueblo de los godos” (gens Gothorum); y los hispanorromanos pasan a sentirse parte de este pueblo, pues los godos han asumido el legado de la antigua Hispania romana y la fe católica.

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5.07.21

Javier Barraycoa: “Nuestros congresos son de los pocos bastiones culturales que quedan en Cataluña”

El próximo 9 y 10 de julio se celebrará en Barcelona el VII Congreso de Catalanidad Hispánica. En él participarán importantes personalidades del pensamiento español que no se han rendido ni al pensamiento único ni a la corrección política. Tras el lapsus de un año sin poder celebrarse grandes eventos, la asociación cultural SOMATEMPS retoma sus paradigmáticos congresos. Entrevistamos a su presidente, Javier Barraycoa.

Algunos afirman que lo que hay que hacer es dejar de pensar y discutir ideas y lanzarse a la acción ….

Es cierto que en Cataluña debemos retomar la acción y las calles tras un año de confinamiento y adormecimiento de la ciudadanía. Mientras muchos patriotas se han desactivado, el nacionalismo ha ido consiguiendo sus objetivos impunemente: indultos, mesa de negociación, el 40% del Fondo autonómico de compensación, …

Pero la acción sin ideas, objetivos y estrategias es suicida. Puede que esto es lo que haya pasado en el asociacionismo patriótico en Cataluña. Por eso para nosotros estos congresos son fundamentales. Son de los pocos bastiones culturales que nos quedan. No podemos ganar la batalla política sin antes haber ganado la batalla de las ideas.

Justo su congreso coincide con el de SCC. ¿Es eso un impedimento?

Nosotros ya habíamos programado el nuestro con más antelación. El de Sociedad Civil Catalana (SCC) es muy respetable por algunos de los participantes, pero han invitado a los dirigentes del PP y Ciudadanos, para que le hagan la ola a Salvador Illa (PSC). El problema de esta mezcolanza es que se está legitimando la política del gobierno central en Cataluña. Ahora todo el mundo quiere apuntarse al carro de que hay que retomar las relaciones con “Cataluña”. Pero no, el nacionalismo no representa a Cataluña. El nacionalismo es la cobertura ideológica de una mafia poderosísima y extensísima, que se ha institucionalizado y toma el nombre de Cataluña en vano. Los que secundan la política de Sánchez y el PSC a los catalanes no nacionalistas nos toman como moneda de cambio. Somos el chivo expiatorio de este aquelarre.

El Congreso se ampara en el título “La (Des)memoria histórica. Un mecanismo de control político”, ¿con quiénes cuentan en el evento?

Hemos realizado un vasto esfuerzo por traer personalidades de relieve que se han destacado en su defensa del hispanismo y no se han dejado amedrentar por el nacionalismo. Contaremos con Jesús Laínz, Francisco Caja, Iván Vélez o Ernesto Ladrón de Guevara, entre otros. Creo que es un plantel magnífico. En Somatemps tenemos la convicción de que el nacionalismo quiere “provincializar” Cataluña. Por eso, hemos de conseguir que intelectuales de toda España vengan a nuestra tierra y la sientan como parte suya.

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1.07.21

José R. Barrios: “16.000 hombres se han suicidado en España por la injusta ley de Violencia de Género”

Entrevistamos a José R. Barrios, colaborador de El Correo de España, sobre su nuevo libro Hijos del feminismo, manual de consulta y ayuda, que complementa el anterior sobre ideología de género, toda una referencia: La industria de género al desnudo (SND Editores).

Tras el éxito de su anterior libro, ¿por qué decidió escribir este?

Porque aún me quedaban muchas cosas por decir y escribir. Por otra parte, “La industria de género al desnudo” (SND Editores) es un libro esencialmente teórico que explica en detalle cómo, por qué y para qué han montado aquí el negocio ese género y este nuevo libro,”Hijos del feminismo”, es un libro práctico, de ahí que sea un manual de consulta y ayuda con un contenido bastante completo y útil.

¿Qué relación hay entre ambos?

Son dos libros complementarios. Si usted busca información para conocer el trasfondo de la industria que creado aquí con el cuento ese del “género”, eso se narra y describe en el primer libro, pero si usted necesita conocer cómo afrontar un divorcio, cómo acceder a la custodia compartida o saber qué es el Síndrome de Alienación Parental (SAP), entre otros temas, todo eso y mucho más está recogido en el segundo libro, el que aquí comentamos.

¿Por qué era importante hacer un manual de consulta sobre los hijos del feminismo?

Ciertamente lo es, porque nadie informa a los hombres, sino que están abandonados a su suerte frente a un hembrismo ávido de ayudas y subvenciones, enrocado en un mar de mentiras, denuncias falsas y abusos, acostumbrado a no dar un palo al agua y vivir del dinero que el Estado roba a los ex maridos. Se trata de un matriarcado vengativo, clientelar y opresor muchísimo más lesivo a la cohesión social que el patriarcado del que se sirve y obtiene un bienestar material cimentado en injusticias, en una jurisprudencia feminazi, es decir, inconstitucional y desigualitaria según sexo.

¿Cuáles son estos hijos del feminismo?

Son los hijos del divorcio-denuncia, divorcio-negocio o divorcio a la española; son los hijos de 1.300.000 hombres denunciados desde 2004, año en que pusieron en práctica la LIVG 1/2004, hasta nuestros días; son los hijos de 16.000 hombres suicidados en estos 16 años; hijos de esas 1.000 mujeres asesinadas (40% a manos de extranjeros); hijos secuestrados por sus madres; hijos sometidos día y noche al Síndrome de Alienación Parental (SAP), el mismo síndrome que han prohibido para proteger a las mamás; hijos a los que se les niega la Custodia Compartida…esos son los “Hijos del feminismo”, menores maltratados por un régimen corrupto que trafica con votos a costa del dolor ajeno, votos a cambio de leyes a la carta según el colectivo social que se trate.

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30.06.21

100 películas cristianas. El P. José María Pérez Chaves reflexiona en profundidad sobre cine

José María Pérez Chaves es sacerdote. Entre sus múltiples destinos se encuentran Pontevedra, Murcia y Madrid. Su pasión por el cine se remonta a su infancia, cuando vio por primera vez Dumbo y quedó fascinado por ella. En algún momento de su vida quiso dedicarse al séptimo arte, pero Dios le llamó a servirlo como presbítero. No obstante, ha seguido cultivando esta afición, pues ha colaborado activamente en diversas publicaciones –radiofónicas, de internet o de prensa– dedicadas a ella. Con este libro, pues, conjuga de alguna manera ambas facetas: la religiosa y la cinematográfica.

¿Por qué un libro sobre cine?

El cine tiene un poder educador increíble. No son pocas las personas que forjan sus ideas en base a lo que han visto en una película. Para bien o para mal, tenemos el ejemplo de El código Da Vinci, que, junto con la novela en que se inspira, hizo creer a auténticas multitudes que la Iglesia se erige sobre una gran mentira. De alguna manera, pues, el propósito de mi libro consiste en educar en la fe a través de estos cien largometrajes. En cuanto al número, es solo una cifra redonda. Al principio pensé en presentar 125 títulos, pues en 2020 conmemoramos el 125º aniversario del nacimiento del cinematógrafo, pero creo que esta centena es suficiente para que el lector se haga una idea de lo que ha supuesto el género religioso en los anales del celuloide.

¿Cuáles han sido los criterios de selección?

Los criterios de selección han sido principalmente tres. El primero, el ordenamiento cronológico: como verá el lector, los títulos están dispuestos conforme a su fecha de estreno (de este modo, comenzamos con Vida y pasión de Jesucristo, que fue rodada en 1903, y terminamos con Unplanned, que es de 2019); esto nos sirve para ir conociendo la evolución del género religioso a lo largo de la historia (no son las mejores cintas de las diferentes décadas, pero sí las más representativas o influyentes). El segundo criterio es la temática: con cada título he procurado abordar un asunto de interés para el católico –el aborto, la eutanasia, la historia de la Iglesia, las vidas de santos, fe y razón, etcétera–, de manera que le sirvan de instrucción, como hemos indicado antes. La tercera norma ha sido la exclusividad, es decir, he procurado que estos temas no se repitan, para que cada uno de los cien largometrajes aporte un nuevo conocimiento al espectador (de este modo, por ejemplo, si ya hay una película sobre san Francisco de Asís, no pongo otra, aunque sea mejor –por razones obvias, omito esta regla con los filmes dedicados a Jesucristo–).

Háblenos de la verdadera influencia del cine en la sociedad.

Indudablemente, el cine influye mucho en la sociedad. Gracias a él, se han forjado opiniones –recordemos lo que hemos dicho antes sobre El código Da Vinci– y se han afianzado valores. Por poner solo un ejemplo, el celuloide español de los años 50 fue eminentemente religioso, pues con él se pretendía fomentar los valores morales de nuestra fe (en esa fecha se estrenaron grandes títulos como La señora de Fátima, El Judas, Balarrasa o Marcelino, pan y vino –todas ellas, presentes en el libro–). Actualmente, empero, asistimos a una deconstrucción de esos mismos valores con el fin de imponer otros, y la gran pantalla también está colaborando activamente en esta empresa, con la aquiescencia de los espectadores: ¿en qué cinta comercial no aparece ya una pareja homosexual, una mujer liberada, una familia interracial, etcétera?

Es un hecho evidente la existencia de una ingeniería social anticatólica y el cine es uno de los medios más poderosos.

Es un hecho evidente, sí. A lo dicho con anterioridad acerca de los nuevos valores que se están inoculando a través del cine –y otros medios–, debo añadir la ofensiva anticatólica. Pongamos por ejemplo la cinta Tolkien, que está en mi libro: en ella, se hace solo una mención implícita al catolicismo del escritor, pese a que fue fundamental en su vida y obra. ¿Se avergüenzan de decir que una de las personas más influyentes de la literatura universal era católica?, ¿no quieren que se sepa para restarle importancia a la fe cristiana? Lo que hicieron con esa cinta fue alterar la verdad con fines aviesos. Si está en mi texto es, precisamente, para delatar esa situación que estamos viviendo hoy: se tergiversa la realidad para crear una nueva verdad. Fuera del ambiente eclesiástico, ¿quién sabe actualmente que Tolkien era católico y que su obra está vertebrada por su fe? Son muchos los que piensan que pretendemos alterar la realidad para adaptarla a nuestra fe, pero es justamente al revés: son ellos los que la adaptan para evitar que la fe tenga relevancia.

¿Cuál es a su juicio la película católica más influyente de la historia?

Quizás la cinta cristiana que más influencia ha tenido a lo largo de la historia sea El rey de reyes (no confundir con Rey de reyes). Se trata de una película rodada en 1927 que desterró para siempre el hieratismo con el que era presentado el Señor en la gran pantalla. En efecto, hasta el momento, la imagen de Jesucristo estaba nimbada por un halo de santidad tan extremo –entiéndase lo que quiero decir– que lo hacía completamente ajeno al espectador: ¿dónde estaba el hombre-Dios que se encarnó para ser igual que nosotros? En este filme, sin embargo, vemos a un Mesías que sonríe, que juega con los niños, que hace bromas con los discípulos, etcétera; en definitiva, le otorgó la faceta humana de la que antes se había prescindido. Y esta es la imagen que ha pervivido en la retina del espectador hasta el estreno de La pasión de Cristo –que quizás sea la segunda cinta cristiana más influyente de la historia–, que le ha devuelto a Jesús la solemnidad que evidentemente tenía, pero sin olvidar esa dimensión humana (¿quién no lo recuerda bromeando con su Santísima Madre?).

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29.06.21

Enrique Martínez: “Rezar el Santo Rosario en casa es el arma idónea para la educación de los hijos”

Enrique Martínez García es Catedrático de Filosofía en la Universidad Abat Oliba CEU, miembro ordinario de la Pontificia Academia de Santo Tomás, Director del Instituto Santo Tomás de Aquino de Barcelona. Es a su vez Terciario carmelita y miembro de Schola Cordis Iesu. En esta entrevista nos habla de algunos de los principales aspectos de la familia con relación a la educación de los hijos según Santo Tomás de Aquino.

Santo Tomás de Aquino nos enseña que los padres deben dar fundamentalmente tres cosas a los hijos: el ser, el alimento y la instrucción. ¿Por qué esto que nos enseña el santo debe ser así?

Porque la educación paterna es una prolongación natural de la generación y la crianza. Si lo propio del hombre es vivir según la razón, la generación de los hijos tiende a culminar lo que se ha iniciado al engendrarlos, y eso es darles el debido alimento material para que crezcan según el cuerpo y darles el debido alimento espiritual para que crezcan según el alma. Y esto es educar. Esta continuidad pone de manifiesto algo muy digno de ser admirado, y es el orden de la naturaleza, tan rechazado en nuestros días. Nuestra época quiere precisamente eliminar ese orden natural, porque es el que más claramente manifiesta la huella de Dios creador; e incluso de Dios redentor, pues quiso hacerse hombre para nuestra salvación en el seno virginal de María y formando parte de una auténtica familia. De ahí que se ataque con tanta fuerza la generación y la educación de los hijos.

El Aquinate explica con mucha claridad que si bien para alcanzar la generación del hijo es claro que basta la unión sexual; no es suficiente con dar a luz un hijo, sino que hay que llevarlo a su perfección. ¿A qué perfección se refiere?

Se refiere a la virtud. La definición de educación dada por santo Tomás al afirmar que el matrimonio es algo natural es: “conducción y promoción de la prole hasta el estado perfecto del hombre en cuanto hombre, que es el estado de virtud”. Esta definición luego fue asumida literalmente por el Papa Pío XI en su formidable encíclica Divini Illius Magristri sobre la educación, y que debieran leer los padres y maestros. La virtud es una disposición estable para obrar bien. Que la virtud sea el fin de la educación significa que el niño ha alcanzado con la virtud el gobierno de sí mismo, ya sea en lo intelectual, en lo moral o en lo técnico; ya es capaz de obras de adultos, como dice el Aquinate.

En el orden moral la virtud que identifica esa mayoría de edad es la prudencia, es decir, tener providencia de sus propios actos, tal y como la Providencia divina ha dispuesto que obre el hombre. El hombre virtuoso es el que manifiesta más claramente que es imagen de Dios. Y si atendemos a la virtud infusa, que ordena a la salvación, esa mayoría de edad es la que se da cuando el niño espiritual pasa a dejarse mover por el Espíritu Santo. Por eso suelo decir que la educación cristiana de los hijos debe conducirlos a realizar un día Ejercicios Espirituales ignacianos para discernir ante Dios qué quiere de Él.

Tan importante es esta estabilidad del matrimonio en orden a la educación de los hijos que santo Tomás afirma que debe durar toda la vida, y que, por consiguiente, la indisolubilidad del matrimonio es de ley natural. ¿Por lo tanto el educar a los hijos es un factor clave en
el matrimonio y una gran responsabilidad?

Por supuesto. Si me permite, más que “factor clave” hay que decir que es un fin esencial del matrimonio. Los padres no pueden hacer dejación de esa misión, cediéndola a otras instancias. Son muchos los que consideran que llevando los hijos a la escuela ya han cumplido. No es así. Lo fundamental es lo que los hijos reciben de sus padres. Por eso, una de las intromisiones más graves en el ser del matrimonio es que sea el Estado el que pretenda educar a los niños, y esta es una de las batallas más importantes de nuestros días. Además, lo que el Estado pretende con eso es precisamente eliminar la condición natural del matrimonio y de la educación; por eso no es de extrañar que dicha intromisión se haga por medio de las ideologías más contrarias a la naturaleza, como la ideología de género.

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