26.06.23

Dios actúa con fuerza hoy y aplasta las miserias nihilistas. Me ha impactado leer Misión de audaces

He de reconocer que hacía mucho tiempo que un libro no me impactaba tanto como Misión de audaces de Óscar Rivas, excelsa recopilación de testimonios apasionantes en torno a los colegios Juan Pablo II de la Fundación Educatio Servanda.

Nueve testimonios vibrantes, de alto voltaje emotivo, en donde el barro del que estamos hecho se transforma en fuego del espíritu gracias al alfarero divino.

Vivencias vitales que enganchan desde el primer momento y hacen que te metas de lleno en la piel de cada protagonista. Me gusta la sencillez y a la vez profundidad con la que los personajes van contando su historia, casi siempre dramática, pero con un final rebosante de esperanza. Me fascina como los va guiando Óscar, con guante de seda y mano de hierro. Se percibe a raudales como ha cincelado a conciencia cada testimonio, todos ellos seleccionados con paciencia de orfebre y con una profunda implicación personal.

Esencialmente el recorrido es siempre el mismo, un damasco pedregoso, un desierto de desolación, que desemboca en tierra fértil de promisión. Aunque lo atrayente al paladar del alma es que es guisado de diferente manera cada vez. 9 platos exquisitos, aderezados con el buen gusto del que cocina con amor e ingenio.

La enseñanza es clara, la densa tiniebla que es vivir alejado de Dios y cómo la apertura a la gracia, a la conversión, va inundando de haces lumínicos la existencia más gris o más negra, que se difumina como azucarillo en las neblinosas galerías del pasado.

Desde el pozo sin fondo que es el egoísmo y la desesperación humana se divisa en lontananza un caleidoscopio multicolor de profunda felicidad, antesala del paraíso. Son 9 historias de superación, pero de superación a lo divino, sin caer en voluntarismo, con la cooperación necesaria que requiere la irrupción torrencial de la gracia.

Un libro que te hace comprender en profundidad la maldad intrínseca del pecado, lo frágil que es la naturaleza caída y que todos podemos sucumbir ante las mismas o parecidas miserias. Pero a la vez, una vez tocamos fondo, siempre tenemos la oportunidad de volver al buen camino. Con la humildad y la ayuda de Dios, querer es poder. No suele ser sencillo y a veces es lento el proceso de ordenar de nuevo una vida extremadamente calamitosa, pero Dios siempre pone a personas providenciales en el camino, como el P. Ángel Villaplana, que al igual que el Cura de Ars, nos va mostrando poco a poco el camino del Cielo.

Un libro muy edificante y esperanzador para estos tiempos convulsos y un ejemplo eximio de colegios católicos, que no solo transforman la vida de los alumnos sino de toda la familia.

Por Javier Navascués

23.06.23

Misión de audaces, vibrantes testimonios de familias, profesores y alumnos de los colegios Juan Pablo II

Entrevistamos a Óscar Rivas, autor del libro y Director de Comunicación y Relaciones Institucionales de la Fundación Educatio Servanda.

«Dios es la caña. No exagero, de verdad que es la caña. Tú te propones llevar a cabo un proyecto y cuando quieres darte cuenta Él ya te ha sumergido en otro que nada tiene que ver con tu idea original. Ha cambiado por completo tu hoja de ruta, y ni siquiera has sido consciente de ello. Y en el caso de que lo seas, no quieres evitarlo. ¿Por qué? Porque Él conoce mejor que tú lo que es bueno para ti. Si sabes de qué hablo, no te costará entenderme. Pues bien, así surgió este libro». De este modo comienza su introducción Óscar Rivas en esta obra que recoge testimonios de familias, profesores y alumnos de los colegios Juan Pablo II.

Testimonios de vida y de conversión, donde sonrisas y lágrimas se alternan casi sin quererlo. Vidas reales con nombres reales que despiertan ternura, afecto y compasión. Imposible no emocionarse con ellas.

¿Por qué el título Misión de audaces?

Bueno, creo que en cuanto te adentras en su lectura, enseguida comprendes el sentido del título. Los protagonistas desnudan sus vidas. A través de sus testimonios nos abren su corazón. Lo ponen sobre la mesa y nos lo entregan para que entendamos que cuando el Señor entra en nuestra vida la cambia por completo. Y además no se ocultan detrás de un pseudónimo —lo cual sería legítimo— sino que ponen nombres y apellidos. Hay que ser muy audaz para obrar así. Ellos lo son. Es un libro escrito, no solo a pecho descubierto, sino a corazón abierto.

¿Por qué misión?

Porque cuando conocen al Señor se dan cuenta de que no pueden permanecer ajenos a ese tesoro que acaban de recibir. No pueden fingir que no ha ocurrido nada. De hecho, no quieren hacerlo. A partir de ese instante, sienten la necesidad de dar a conocer la Buena Nueva; el deber de comunicar que Él está vivo, de explicarnos que lo único que tenemos que hacer es ir a su encuentro, pues Él nos espera con los brazos abiertos. En un mundo tan ajeno a Dios como el que vivimos, la suya es una misión solo apta para audaces. “Él espera que haga lo que estoy haciendo –nos dice Eugenio, uno de los testimonios– que cuente que le conozco… que cuente que soy su amigo”. Sus testimonios alientan nuestra esperanza.

¿Por qué decidió escribirlo?

Eso es lo más curioso, que cada vez tengo más claro que no fui yo quien lo decidió. Lo explico en el prólogo. Una mañana fui a hablar con Juan Carlos Corvera, presidente de Educatio Servanda, para proponerle un proyecto sobre educación. Fue entonces cuando me asaltó la idea de escribir un libro que explicara lo que sucede en el día a día de Educatio Servanda, en el día a día de los colegios Juan Pablo II: hijos que evangelizan a los padres, padres que hacen la primera Comunión junto a sus hijos, que se bautizan, o que se confirman con los alumnos, familias rotas que se recomponen cuando Dios hace acto de presencia en el hogar… Es que es una pasada, de verdad. Hasta aquella mañana ni se me había pasado por la cabeza. Luego, antes de emprender el proyecto hubo que encomendarlo, queríamos tener la certeza de que hacíamos lo correcto.

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22.06.23

Martín Señas habla de la historia y actualidad de la Adoración Nocturna Española

Martín Señas San Martín. Es de un pueblo de Navarra llamado Urroz-Villa y adorador nocturno en Pamplona. Tiene 42 años, es padre de familia, con 5 hijos, y trabaja en la industria. Su esposa, Alodia, adoradora nocturna, le fue llevando al Santísimo para que Él realizara su total conversión. Desde el año 2006 hasta el día de hoy, ha crecido en la fe gracias a Dios y a esta hermosa asociación de culto al Santísimo Sacramento, la Adoración Nocturna, en la que hoy es vocal del Consejo Diocesano de Pamplona.

Para aquellos que no la conozcan, ¿qué es la Adoración Nocturna?

La AN es una asociación de fieles laicos que, reunidos en grupos (“turnos”), se turnan velando al Santísimo en las horas de la noche. Las vigilias en la AN empiezan sobre las 22 horas y, si es posible, acaban sobre las 6 de la mañana para adorar a Dios, presente en el Santísimo Sacramento, en representación de toda la Iglesia, con espíritu de reparación, expiación e intercesión. Su estructura es diocesana. Los turnos, o el único turno, que hay en un pueblo o ciudad forman la sección adoradora de esa localidad, habiendo varias en cada diócesis de España. La hay también en otros países, como México, donde es muy numerosa.

¿Por qué organizaron recientemente en Pamplona una jornada de conferencias sobre el fundador de la Adoración Nocturna Española?

El motivo fue el amor que tenemos a la Eucaristía y la necesidad de encontrarnos con Jesús Sacramentado. Varios adoradores nocturnos, viendo esta necesidad y la disminución de adoradores en nuestras vigilias, nos vimos lanzados, empujados por Dios, a dar un impulso a la obra y al conocimiento de su fundador, el venerable Luis de Trelles, que en el año 1877, el 3 de noviembre, diera inicio en la Iglesia de San Antonio del Prado de Madrid, con aquella primera vigilia, a la Adoración Nocturna Española. Dentro de poco más de 4 años celebraremos Dios mediante nuestro 145 aniversario de fundación, que se dice pronto, pero que es un milagro. Entendemos también que debemos volver a retomar el espíritu, el carisma y la práctica del ejercicio bien hecho, que el Venerable D. Luis, inspirado por el Espíritu Santo, dio a su obra, lo cual ha ido flojeando de manera muy perceptible en los últimos cuarenta años.

¿Qué frutos ha dado la Adoración Nocturna Española en todos estos años?

Los frutos han sido numerosos: santos, mártires, vocaciones sacerdotales y de todo tipo… No conozco bien los datos, pero me consta de decenas de miles de adoradores nocturnos en toda España. En las horas de la noche velamos al Señor en oración y silencio escuchando lo que Él nos dice. ¡Su presencia es apreciable en todos los sentidos!. En ese rato de adoración, mientras muchos duermen y descansan en sus casas, el buen Dios que nos hace el regalo de admitirnos en su compañía, también nos recompensa el sacrificio de las horas del sueño y el descanso. Nos tenemos que dar cuenta de que la Adoración Nocturna es un camino hacia la santidad, como muchos otros, pero éste es al que hemos sido llamados.

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21.06.23

20.06.23

Conozca la apasionante figura de Luis de Trelles, fundador de la Adoración Nocturna española

Comparto con ustedes la entrevista realizada hace un tiempo a Antonio Troncoso de Castro, Presidente de la Fundación “Luis de Trelles”.

Nos comenta los aspectos esenciales de una vida apasionante. Jurista, político, adorador, editor… pero antes que nada, cristiano ejemplar e infatigable apóstol.

¿Nos podría resumir los principales datos biográficos de Luis de Trelles?

Nace en Vivero, Lugo, el 20 de agosto de 1819 en una familia de profunda religiosidad. Estudia en el Colegio Insigne en un ambiente también de valores religiosos y humanos, que le marcarán de por vida.

En la Universidad, recibido Bachiller con el voto unánime del Tribunal, se le permite impartir docencia en la Facultad de Jurisprudencia y Leyes, como entonces se conocía. Ya licenciado abre despacho en su pueblo natal, es nombrado Fiscal de Distrito, y en la Coruña, a donde se traslada a principio de los cuarenta, Fiscal de Artillería e Ingenieros de la Jurisdicción de Guerra, entonces con funciones instructoras, y años más tarde, a propuesta de la Audiencia, Auditor de la Capitanía General del Viejo Reino en aquellos convulsos años de asonadas e intervención militar en Portugal; catedrático del Notariado y abogado ejerciente, a pesar de su juventud tiene un papel destacado en la vida intelectual y social de aquella Ciudad.

Elegido Diputado por su pueblo, asume la sección de peticiones y reclamaciones y renuncia a pingües nombramientos. Disuelto el Parlamento, establece definitivamente su domicilio y despacho en Madrid, donde vivirá cerca de 40 años de intensa actividad intelectual y religiosa hasta su muerte en 1891, en Zamora, en cuya catedral reposan sus restos.

¿Podría hablarnos de su labor como jurista?

Sobre todas las cualidades que adornaban su persona, deben destacarse tres: jurista, o, para ser más preciso, jurisconsulto, caritativo y católico enamorado de la Eucaristía hasta niveles no alcanzados por seglar alguno en la Historia de la Iglesia.

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