Casa Guadalupe organiza procesión y Misa por el fin del aborto, tras proclamarlo derecho en Francia

Piero Viganego. Casado, con cuatro hijos y un nieto. Abogado de profesión, es el Presidente de Casa Guadalupe. En esta breve entrevista nos habla de la procesión y Misa que ha organizado Casa Guadalupe el próximo 1 de junio en el Santuario de Mare de Déu de la Salut para rezar por el fin del aborto.
¿Por qué Casa Guadalupe ha decidido organizar una Procesión y una Santa Misa el 1 de junio?
Muchas personas están consternadas por el reconocimiento en Francia del aborto como derecho constitucional y por la voluntad de gran parte del Parlamento Europeo de seguir esa línea. La gente y las propias organizaciones en defensa de la vida desean hacer algún gesto que permita testimoniar esa preocupación y buscar medios de oponerse a este proceso, que hace años nos hubiera parecido imposible.
¿Por qué es tan grave lo aprobado en Francia?
Se trata de una deriva que intenta anclar el aborto como derecho fundamental ante la nueva corriente contraria que está naciendo en Estados Unidos y que pronto desembarcará en Europa.
El reconocimiento del aborto como derecho fundamental tiene además otras finalidades, entre ellas, la anulación de la objeción de conciencia de médicos y enfermeras y la prohibición de la actividad de entidades de defensa de la vida, que podrán clausurarse por condicionar el libre ejercicio del derecho al aborto.
¿Por qué la oración es la mejor manera para contrarrestar la cultura de la muerte?
Porque la batalla no es meramente política o social, es espiritual. San Pablo, en el capítulo 6 de su carta a los Efesios nos advertía de la existencia de principados y potestades de este mundo de tinieblas y de las armas que había que utilizar frente a ellas.
Cuánta tiniebla encierra el aborto, una tiniebla que las madres descubren justo después de haberse decidido por el aborto y constatar que la liberación ha sido solo aparente y que algo ha dejado de funcionar en sus vidas.




