KISI, un proyecto musical de matrimonio católico austriaco que evoca Sonrisas y lágrimas

El nuevo capítulo de Hagan lío está dedicado a un lío con niños. Se llama KISI y nació en Austria, por iniciativa de Hannes y Birgit, jóvenes recién casados. En su infancia no vivieron una relación cercana con Dios, sino más bien fría, lejana, institucional. Cuando descubrieron, siendo jóvenes, la intimidad con Dios a la que estamos todos invitados, decidieron mostrarla a los niños: a sus propios hijos y a los pequeños de su parroquia. Pero la cosa explotó… de su pueblo pasó a toda Austria y hoy ya están en varios países del mundo. Enseñando la belleza del amor de Dios, a través de la música y el baile. ¡Un espectáculo de alegría y fe!
¿Cómo nació KISI y con qué objetivos?
Después de nuestros estudios, nos incorporamos a la parroquia y nos encargamos de trabajar con los niños. Queríamos que estos niños disfrutaran de la fe y aprendieran y experimentaran que Dios les ama, quiere tener una relación personal con ellos y que la celebración de la misa es un encuentro con el Dios vivo. Cantar con los niños y ensayar pequeños musicales y conciertos era nuestro «método». En aquella época, no pensábamos que KISI se extendería y existiría durante tanto tiempo.
¿Cómo era su relación con Dios cuando eran niños y cómo afectó a su forma de enseñar a los niños en KISI?
A Hannes le enseñaron de niño que Dios existe y nunca lo cuestionó. Pero nunca tuvo una relación personal con Dios. Más bien pensaba que tenía que ser bueno para que Dios estuviera contento con él y pudiera ir al cielo. Le gustaba hacer el servicio del altar en la iglesia y tenía una buena relación con el capellán de entonces.




