Jaume Vives habla de Los demonios del P. Joan, una mirada diferente a los problemas del hombre moderno
Jaume Vives es periodista y escritor. Ha trabajado principalmente la pobreza en la ciudad de Barcelona y la persecución a los Cristianos en Oriente Medio. Actualmente también trabaja en la ACdP con todo lo relacionado con campañas y comunicación. Lo pueden seguir en Twitter: @JaumeVivesVives
En esta ocasión reflexionamos con él sobre su último libro: Los demonios del Padre Joan (Libros Libres).
¿Por qué decidió escribir una novela de misterio para reflexionar sobre los problemas del mundo de hoy?
Más que una decisión es una inspiración. Una noche tomé un libro de mi biblioteca, una pequeña novela de Chesterton, que ya había leído hace 15 años, La sagacidad del P. Brown, y leyendo uno de los capítulos me di cuenta de que estaba a punto de entrar en una casa que ya conocía, aunque nunca había estado, pues es una casa que no existe en la realidad, solo en la ficción. Me encontré todo tal y cómo me lo había imaginado antes, tal y como lo había dejado en mi cabeza hace 15 años. Tras el recibidor me imaginé la habitación en donde seguía todo igual, el escritorio en la misma orientación, las mismas cosas encima del escritorio, la misma posición de los cadáveres… Me sorprendió la capacidad de almacenar durante 15 años en el cerebro algo que no existe, pero que yo fabriqué leyendo el libro.
Eso despertó en mí algo que llevaba muchos años dormido. Cuando era pequeño escribía cuentos, historietas…en las libretas, en los márgenes de los libros…En esa habitación de la novela estaba el Jaume de hace 15 años y se despertó en mí el deseo de volver a escribir. Cerré el libro y me puse a escribir sin tener idea de qué quería hablar. Solo sabía que quería contar algo. La novela empieza con la descripción de una habitación, la del Padre Joan, pues no había trama y a partir de ahí todo se fue creando en mi mente de manera espontanea. La primera noche estuve como media hora o una hora escribiendo y ya me entró sueño y me fui a dormir. Al día siguiente por la tarde cuando lo pasé a ordenador me di cuenta que eran unas 4 o 5 o 6 páginas de word, que no está nada mal. Lo leí y me interesó. Se lo leí a mi mujer y se lo envíe a mi familia y me preguntaron como continuaba. Y seguí escribiendo y a medida que iba haciéndolo tuve claro en mi cabeza cual sería la moraleja, cuál sería el final… Escribí la novela en una semana y media. Una vez terminada fue cuando leyéndola otra vez me di cuenta para lo que servía realmente la novela y en qué temas se profundizaba. Pero es algo que he hecho a posteriori, no a priori.
¿Cuáles son esos problemas del mundo de hoy?
Al ser una novela muy espontánea de las cosas que se habla en la misma es de las cosas que a mí me interesan, que me preocupan, que me despiertan curiosidad… En la novela se habla de una sociedad en la que todo se convierte en norma, todo está o prohibido o perseguido u obligado…Se trata también de la relación del hombre con los animales, con las mascotas, con los animales salvajes…y como afecta que el hombre haya preferido tener perros y recoger sus excrementos a limpiar los pañales de los bebés.
Habla también de la relación del hombre moderno con el dinero, con el trabajo, con el sexo…También habla de la familia y de la relación con los hijos. Se habla también de la fiesta y de la comida y de la cocina. En definitiva, son temas que a mí me interesan y me preocupan y con los que también disfruto. De un modo más o menos natural estos temas están engarzados en la novela. La idea es entretener, no soltar un discurso. Al hilo de la trama se van tocando esos temas. Son temas que yo llevaba dentro y los fui sacando. El sacerdote protagonista tiene un perro y eso da pie a abordar como es la relación del hombre moderno con los animales, como los tratamos y como nos relacionamos con ellos.
Los inspectores de la novela se reúnen en un bar que vive al margen de la ley y eso me permite hablar de una sociedad hiper normativizada.
¿Cómo quiere el libro ayudar a superarlos?
La mayor parte de los temas que aparecen en el libro, no es que el libro quiera ayudar a superarlos directamente. El libro lo que hace es exponerlos, presentarlos. Son temas de actualidad y muy candentes como el tema de la opinión pública y opinión publicada, el como los medios de comunicación se han convertido en tribunales populares… Me gusta presentar estos temas con una mirada diferente, que se sale de esa mirada única de los medios. El libro no ayuda a superar los problemas, sino a mirarlos de un modo diferente, que quizá es el primer paso para empezar a superarlos.
