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5.11.21

Presidente de Una Voce España: "No pedimos privilegios sino ser tratados como todos los fieles”

Juan Manuel Rodríguez es sevillano. Tiene 46 años y fue cofundador de la asociación Una Voce Sevilla en 2004. Ha sido secretario general de la Federación Internacional Una Voce (FIUV), organización de asociaciones de laicos católicos que fue fundada en 1964 para defensa y promoción de la liturgia tradicional. Desde que el año pasado se constituyó la Federación Una Voce España como capítulo español, para proporcionar acceso a la FIUV de todas las asociaciones españolas -ya que el número por país está limitado a tres por sus estatutos-, fue elegido presidente de la misma.

En esta entrevista valora la peregrinación Populus Summorum Pontificum de este año y la presencia de Una Voce de España y de otras asociaciones en la misma.

¿Cómo valora, como presidente de Una Voce España, la X peregrinación Populus Summorum Pontificum?

Para cualquier católico, tener la oportunidad de peregrinar a Roma es una alegría siempre. Para nosotros, además, hacerlo en una peregrinación durante la que podemos vivir las celebraciones con esta liturgia milenaria de la Iglesia en la Sede de Pedro, lo es aún más. Esta edición ha sido la más numerosa de los últimos años, a pesar de las restricciones impuestas por la pandemia a los viajes internacionales. En torno al millar de peregrinos de distintas partes del mundo que literalmente abarrotaron las iglesias en las que se desarrollaron los actos litúrgicos. El sábado, por ejemplo, se llenaron todos los bancos del altar de la Cátedra en San Pedro, teniendo que quedarse muchos fieles de pie. Por lo tanto, numéricamente, yo diría que ha sido un éxito rotundo.

También, así lo espero, en los frutos espirituales que todos los participantes hayan obtenido de esta peregrinación. E igualmente ha servido para volver a dar visibilidad a una realidad viva dentro de la Iglesia, como es la liturgia tradicional, en unos momentos en los que existe mucha preocupación entre los sacerdotes y fieles vinculados a ella. Y, como cada año, ha sido útil también para dar testimonio público de nuestra fe en las calles de Roma. Los viandantes, turistas, se sorprendían al ver tantos peregrinos con banderas de diversos países cantando, rezando, en plena calle. En resumen, yo diría que el balance es muy positivo.

Además ha habido una fuerte presencia de las Una Voce de diferentes países y de otras organizaciones hermanadas en torno a la liturgia tradicional.

En efecto, a esta peregrinación siempre acuden personas de muchos países, que en su mayoría pertenecen a las distintas organizaciones de fieles de la liturgia antigua. Muchos de Una Voce, como indica, de Francia, Inglaterra, Alemania, de EEUU, de Portugal, de Italia… y también de otros grupos tradicionales que pertenecen a la organización de la peregrinación, como Paix Liturgique, el CIEL (Centro Internacional de Estudios Litúrgicos) o Juventutem. Peregrinos que acuden de los cuatro puntos cardinales, lo que nos da la oportunidad, además, de convivir, intercambiar agradables charlas, compartir experiencias, con peregrinos, amigos, de distintas partes del mundo.

Una peregrinación de carácter internacional, como es esta, es siempre una buena ocasión para mostrar la catolicidad, es decir, la universalidad de la Iglesia de Cristo. Algo que se remarca aún más si cabe en el hecho de que nuestra oración, la de todos los peregrinos, se realice en latín, el idioma de la Iglesia Romana, que, como dijese el Papa San Juan XXIII en su encíclica Veterum Sapientia, es «universal e inmutable» y «no es privilegio de nadie». En la oración en latín nos igualamos todos, seamos de donde seamos. Y eso a pesar de que en las asambleas que organiza el Coetus Internationalis, el consejo organizador de la peregrinación, a veces se tenga que recurrir a un traductor para que todos se entiendan (risas).

Entre ellas destaca este año por primera vez Nuestra Señora de la Cristiandad España.

Ha sido una verdadera alegría contar en Roma con una representación de Nuestra Señora de la Cristiandad España. Jóvenes sensatos, comprometidos, enamorados de Cristo y bien formados, que han sido los artífices de la peregrinación a Covadonga. Una Voce España ha propuesto al Coetus que Nuestra Señora de la Cristiandad ingrese como miembro del comité organizador de la peregrinación, al igual que lo está Notre-Dame de Chrétienté, que organiza la Paris-Chartres. La propuesta ha sido aceptada por unanimidad, y creo que, por su magnífico trabajo, lo tienen más que merecido y que era de justicia que ingresasen. Como esta propuesta la hicimos sin haberles consultado a ellos previamente, tenía cierto temor de que al comunicarles la decisión la rechazaran, pero la han aceptado de buen grado. Menos mal (risas). Yo creo que al igual que ha sido importante su presencia este año, tienen mucho que aportar a la peregrinación Summorum Pontificum en ediciones futuras.

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4.11.21

Diana Catalán: “Es un honor para NSC-España formar parte del Coetus del Summorum Pontificum"

Tras el éxito de la peregrinación tradicional a Covadonga este verano se ha revitalizado considerablemente en España el entusiasmo por la liturgia tradicional. Este año en el Summorum Pontificum de Roma había muchos más españoles que el año pasado.

Diana Catalán, presidente de Nuestra Señora de la Cristiandad - España valora la participación de la asociación que preside en la peregrinación Populus Summorum Pontificum de este año y que supone formar parte del Coetus internationalis de la misma. También nos habla del próximo retiro espiritual que organizan en Ávila a primeros de diciembre.

¿Cómo valora, como presidente de Nuestra Señora de la Cristiandad España, la X peregrinación Populus Summorum Pontificum?

Esta ha sido la primera vez que he tenido la oportunidad de asistir. Tenía conocimiento de la peregrinación desde hace algunos años, pero no había podido participar hasta ahora. Por esto, no puedo hacer una comparación con ediciones anteriores, pero sí puedo decir que la experiencia ha sido magnífica. Los actos litúrgicos, excelentes; el ambiente de comunión eclesial, clarísimo; la organización, inmejorable. No puedo decir si han ido más o menos peregrinos que otros años, pero lo que sí he visto es que en todas las celebraciones el espacio se quedaba escaso para el gran número de asistentes que estábamos.

Tras el motu proprio, este evento cobraba especial importancia, y estoy segura de que todas las expectativas han sido superadas con creces. Cientos de peregrinos venidos de lejos, unidos por el mismo amor a la liturgia tradicional, que han podido vivir esta devoción en plenitud en el corazón mismo de la Cristiandad y de la Iglesia.

Era importante tras el éxito de Covadonga de este año y a la espera del que viene, que hubiese una continuidad en defensa de la Tradición y la Cristiandad.

Nuestra experiencia con la Santa Misa tradicional no puede limitarse a unos pocos días al año. Hemos de procurar, como bien dice, una continuidad. Si bien es cierto que estos actos tan especiales contribuyen inmensamente a la difusión y exaltación de la liturgia tradicional, debemos dar un paso más y procurar transmitir lo recibido en estos encuentros. Cada uno según sus posibilidades debe proponerse ayudar al mantenimiento o al establecimiento de la celebración de la Misa tradicional allí donde esté. La Tradición y la Cristiandad no sólo se construyen asistiendo a grandes encuentros, que sin duda nos proporcionan innumerables gracias, sino también construyendo desde abajo, en su parroquia y en su ciudad.

Gracias a la propia peregrinación de Covadonga la presencia española en el Summorum ha aumentado considerablemente este año.

Sí, me han comentado que el número de españoles en ediciones anteriores era menor. Este año nos hemos podido reunir un buen puñado de peregrinos de diferentes puntos de España, destacando Barcelona y Valencia, pero también Sevilla, Navarra, Madrid… Muchos de nosotros ya habíamos coincidido en la peregrinación a Covadonga, y otros manifestaban la intención de acudir el próximo año. También tenemos el propósito de convertir en tradición el asistir todos los años a la peregrinación en Roma.

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3.11.21

La Hostia interlocutora (SND), reedición del libro Diálogos eucarísticos de Mons. Luis Vella

La editorial SND ha sacado a la luz una reedición del libro Diálogos eucarísticos de Mons. Luis Vella, bajo el título de la Hostia interlocutora. Entrevistamos a P. Shaw Mihanovich, que con tanto esmero se ha encargado del trabajo.

¿Por qué decidió traducir y reeditar el libro de Mons. Vella?

Ante todo, aclaro que no existiría esta reedición española sin las gestiones favorables del Prof. José Antonio Bielsa Arbiol, a quien estoy agradecidísimo. Decidí, allá por 1995, traducir reeditar el hombre de Dios y hombre de letras maltés porque no se conoce en ninguna lengua hoy, ni aún en su original, y porque es un cofre muy especial de tesoros místicos, un manantial de pensamientos sublimes y renovadores del alma que generalmente escaparían al conocimiento del católico. En 1995 traduje y reedité el solo tomo primero, desconociendo la existencia de los otros dos. Fue una traducción muy sencilla y literal. Aún así, provocó una ola de entusiasmo entre los lectores: esto me dejó con la idea de retomar el emprendimiento. Habiendo tomado conocimiento, más tarde, de los tomos segundo y tercero, procedí a traducirlos, y a continuación, en una etapa muy larga y meticulosa, a estilizarlos. Para este efecto, no los recorrí como un hilo, sino como miles de fotografías selectivas de miles de aspectos lingüísticos y estilísticos, para trabajar sobre ellos uno a uno. Se puede imaginar lo difícil que sería, en un solo proceso lineal gruesísimo, trabajar sobre cada oración en miles de aspectos. He hecho lo posible por pasar el contenido a un español «hidalgo» como comentaba un amigo, un español rico en arcaísmos y giros calculados para producir elevación, y he transferido varias partes de la prosa a verso. Con esto he querido dar brillo, no solo al autor maltés, sino a la gran lengua española, y al registro elevado de expresión literaria.

¿Qué es lo que aporta este libro a la Fe católica?

Este libro aporta el conocimiento explícito de realidades que estuvieron dadas desde la Institución de la Eucaristía. Actúa como una criba de hallar pepitas de oro en un manantial. Saca a luz la que llamaríamos, si se nos permite el neologismo, «interlocutividad» infinita y constante del Señor hecho Sacramento; —quiero decir, su rango como el Ser por excelencia idóneo para que el hombre converse con Él tendiendo en lo posible a él mismo convertirse en esa conversación. Detrás de la «cáscara» que retira por completo a Cristo del alcance de los sentidos, tomándose datos de la Fe admirablemente a pecho, expone las maravillas de la personalidad del Dios vivo en altares católicos; entre ellas su humildad y caridad extremas; su providencia; su afabilidad; su sabiduría; su infinita abundancia en bienes espirituales; su interés en que nos interesemos en Él. Monseñor Vella muestra, con la potenciación de cercanía y de vitalidad aportadas por la Eucaristía, la conveniencia perfecta que hay entre Dios y el hombre, sobre la cual San Francisco de Sales decía: «De la misma manera que el hombre no puede ser perfeccionado sino por la divina bondad, asimismo la divina bondad, en ninguna cosa, fuera de sí misma, puede ejercitarse tan a su sabor, como en nuestra humanidad. El uno tiene una gran necesidad y posee una gran capacidad para recibir el bien; el otro lo tiene en gran abundancia, y siente una gran inclinación a dárnoslo. Nada es tan a propósito para la indigencia como una generosa afluencia, y nada es tan agradable a una generosa afluencia como una menesterosa indigencia, y cuanto mayor es la afluencia del bien, tanto más fuerte es su inclinación a difundirse y a comunicarse.»

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30.10.21

Summorum Pontificum: La Misa Tradicional luce en todo su esplendor en la Basílica de San Pedro

Había mucha expectación este año con la tradicional peregrinación Populus Summorum Pontificum en tiempos de restricciones, por un lado las del virus que requerían de forma obligatoria el test de antígenos para pisar suelo italiano y por otro lado las del Motu propio Traditionis custodes que viene a limitar la celebración de la Misa de San Pío V, tras el anterior Motu propio Summorum Pontificum, que daba total libertad. Por estos motivos para mí era muy importante participar por primera vez en la peregrinación, que cumple este año su décima edición y que está teniendo lugar en Roma los días 29, 30 y 31 de este mes y lo estoy haciendo con mucha alegría, para dar testimonio público en defensa de la Misa Tradicional.

Quise llegar un día antes para saborear por tercera vez en mi vida la Ciudad eterna, en donde sin duda se palpa la grandeza y la belleza de la Iglesia en cada rincón, en cada esquina, en cada baldosa del empedrado. Vinimos un buen grupo de Barcelona y visitamos varias iglesias teniendo como plato fuerte la Basílica de Santa María la Mayor, realmente impresionante, una Basílica que se construyó en gran parte con el oro que aportaron los reyes de España. Fue un lujo tener como guía a Miguel Ángel Gutiérrez, miembro de la TFP, sin duda un grandísimo conocedor de la historia y el arte sacro de Roma.

Tras velar armas rezando y paseando plácidamente por Roma nos recibió el acto inaugural. La cita era a las 5:30 de la tarde, cuando el sol otoñal se retiraba y las fauces de la noche esperaban su momento.

Como es tradición, la peregrinación se inauguró el viernes por la tarde en la Basílica de Santa Maria dei Martiri del Pantheon, con el rezo de Vísperas cantado de forma solemne por la Capilla musical de Santa María in Campitelli, dirigida por el maestro Vincenzo di Betto,  y oficiada por Mons. Marco Agostini, ceremoniero papal.

La melodiosa música polifónica elevaba literalmente el alma hacia el cielo en un templo imponente que permanece inamovible tras dos milenios de historia.

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29.10.21

P. Barthe: "Hay que conseguir, tras este pontificado, la libertad pura y simple de la misa tradicional"

El Padre Claude Barthe, sacerdote diocesano, es cofundador de la revista Catholica, capellán de la peregrinación Populus Summorum Pontificum, y autor de obras como Histoire du missel, La messe de Vatican II, La messe une forêt de symboles, Les romanciers et le catholicisme, o Penser l’œcuménisme autrement.

¿Qué supone para usted ser el capellán general de la peregrinación Summorum Pontificum?

Es una responsabilidad, porque surgen muchos problemas. Imprevistos de todo tipo que hay que estar resolviendo siempre, y este año aún más, pero también supone una gran alegría que podría calificarse como un gozo espiritual. Esta peregrinación resulta útil, creo yo, para la visibilidad de la misa tradicional y, por lo tanto, para la vida de la Iglesia.

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