Liturgia y rutina

Comprender las partes de la Misa


A alguna gente, románticos de corazón, le gusta pensar que el culto de los primeros cristianos era puramente espontáneo e improvisado. Les gusta imaginar a los primeros creyentes con un entusiasmo tan desbordante que la alabanza y la acción de gracias se traducía en una profunda plegaria en cuanto la Iglesia se reunía para partir el pan. A fin de cuentas, ¿quién necesita un misal para gritar “te quiero”?


En tiempos, yo también creía eso. Si embargo, el estudio de las Sagradas Escrituras y la Tradición me llevó a ver el buen sentido de la ordenación del culto.


Desde los tiempos de San Pablo, vemos a la Iglesia interesarse por la precisión ritual y la etiqueta litúrgica. Creo que hay una buena razón para esto. Suplico paciencia a mis amigos románticos cuando digo que el orden y la rutina no son necesariamente cosas malas. De hecho, son indispensables para una vida buena, piadosa y pacífica. Sin programaciones y rutinas, pocas cosas podríamos llevar a cabo en nuestra labor diaria. Sin frases hechas, ¿cómo serían nuestras relaciones humanas? Todavía no he encontrados padres que se cansen de escuchar a sus hijos repetir la vieja frase “gracias”. Aún no he encontrado una esposa que esté harta de escuchar “te quiero”.


La fidelidad a nuestras rutinas es una forma de mostrar el amor. No trabajamos, o agradecemos, o mostramos afecto sólo cuando realmente nos apetece. El amor verdadero es el amor que vivimos con constancia, y esa constancia se manifiesta en rutinas.


La liturgia es formadora de hábitos


Las rutinas no son una buena teoría. Funcionan en la práctica. El orden hace que la vida sea más pacífica, más eficiente y más eficaz. De hecho, cuantas más rutinas desarrollamos, más eficaces somos. Las rutinas nos libran de la necesidad de ponderar pequeños detalles una vez y otra; las rutinas permiten adquirir buenos hábitos, liberando la mente y el corazón para que puedan expandirse.


Los ritos de la liturgia cristiana son las frases hechas que han pasado la prueba del tiempo: el “gracias” de los hijos de Dios, el “te quiero” de la Iglesia, Esposa de Cristo. La liturgia es el hábito que nos hace altamente eficientes, no sólo en la “vida espiritual”, sino en la vida general, puesto que la vida hay que vivirla en un mundo que ha sido hecho y redimido por Dios.


La liturgia compromete a la persona entera: cuerpo, alma y espíritu. Recuerdo la primera vez que asistí a un acto litúrgico católico, una celebración de las Vísperas en un seminario bizantino. Mi pasado y formación calvinistas no me habían preparado para la experiencia: el incienso y los iconos, las postraciones e inclinaciones, el canto y las campanas. Todos mis sentidos estaban elevados. Después, un seminarista me preguntó: “¿qué te parece?”. Todo lo que pude decir fue: “Ahora sé por qué Dios me dio un cuerpo: para dar culto al Señor con Su pueblo en la liturgia”. Los católicos no sólo oyen el Evangelio. En la liturgia, lo escuchamos, lo vemos, lo olemos y lo gustamos.

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Texto tomado de “La Cena del Cordero”, de Scott Hahn.


Otros textos del mismo autor pueden verse en entradas anteriores aquí y aquí.

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12 comentarios

  
Norberto
Refrescantes palabras de S.Hahn,en medio de tanta polémica estéril,y,tanta pueril porfía sobre el rito A o el rito B: “Ahora sé por qué Dios me dio un cuerpo: para dar culto al Señor con Su pueblo en la liturgia”
29/07/09 10:57 AM
  
José Ángel Antonio
Soy fan de Scott Hahn y tengo 6 de sus libros. Pero... ¿por qué habla de usar el cuerpo para dar culto a Dios "en la liturgia"? ¿Acaso no lo usa aún más para dar culto fuera de la liturgia?

Y habla de la misa bizantina, con muchas inclinaciones y que se persignan mil veces, cada vez que se menciona la Trinidad... es una misa bastante física...

Yo no dudo de que Dios ha dado cuerpo al hombre para que el hombre lo use en el culto: en la liturgia y fuera de él. Pero en la cultura latina, el miedo al cuerpo es exagerado: recordemos la nota de 1975 ("noticia de orientación", lo llamaba el cardenal Arinze) de doctrina de la fe sobre danza en la liturgia: viene a decir que "para sirios y etíopes está bien, pero en Occidente lleva al desenfreno de los sentidos, que la danza quede fuera de la liturgia latina".

¿En qué quedamos? ¿El cuerpo da culto a Dios o no? ¿Sí para todos los seres humanos excepto los de cultura Occidental?

Por lo demás, estoy de acuerdo en que la rutina crea hábitos y eso es bueno. Pero debe combinarse con cierta creatividad: buena música (de diversos estilos, por qué no) y buena predicación (con algo de pasión, por favor) ayudan a que la misa de cada domingo a las doce en la misma parroquia tengan algo nuevo y renovador para el alma.


29/07/09 11:23 AM
  
rastri
¡Ay de esa vida contemplativa! que tanto complace a Dios y tanto es diferente de la histeria colectiva de algunos ritos.

...tenía ésta una hermana llamada María, la cual -contemplativa- sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra,... Marta, Mara, tú te inquietas y te turbas por muchas cosas; pero pocas son necesarias o más bien una sola. María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada. (Lc.1028,42)
29/07/09 12:33 PM
  
P Nicolás
Si me permiten un comentario decirles que el problema de la Liturgia Romana es que muchas veces se ha desacralizado tanto el lugar donde se celebra como lo que se celebra. Se olvida muchas veces que lo que celebramos es el sacrificio tremendo de Cristo en la Cruz mediante el cual nos da la vida y se ha pasado a una simple comida de hermandad.

En la Liturgia Ortodoxa, cuyo textos siguen invariables prácticamente desde el siglo VIII, cuando el fiel entra en la Iglesia, deja atrás las preocupaciones de este mundo para adorar a la Santa Trinidad. (himno de los querubines) No hay monotonía ni anquilosamiento porque se entra dentro de la dimensión de la eterna Liturgia Celeste, eterna, siempre nueva. El fiel no está en este mundo está en el cielo acompañado de los Santos y de los ángeles, participando de la adoración de la Santa Trinidad. En ella participa de los Divinos y Terribles Misterios, se postra en adoración ante el Cuerpo y la Sangre del Redentor vivo y resucitado que sale a su encuentro en la Santa Comunión como el Médico de las almas y de los cuerpos que nos da la vida eterna. Y así fortalecido sale de nuevo al mundo para transmitir con sus obras lo que ha vivido, para continuar la continua metanoia (conversión)la continua adoración (Proskinesis) hasta el momento de la Parusía.

No es necesario explicar nada, sólo es necesario adorar aquello que es superior a todo entendimiento con la actitud humilde del Publicano: "ten piedad de mí que soy pecador" Así se cumple aquello que nos dicen los Santos Padres: No es teólogo aquél que termina los estudios de teología en una universidad, sino aquél que vive el misterio de Dios" y esas pobres abuelas muchas veces analfabetas nos pueden dar clases de la más sublime teología porque viven en Dios y Dios vive en ellas, mientras nosotros llenos de soberbias no perdemos en mil disquisiciones en vez de con humildad reconocer nuestra debilidad y adorar el Misterio.

Perdón por mi intromisión.

P Nicolás, sacerdote ortodoxo.
29/07/09 2:05 PM
  
Norberto
P Nicolás
Le ruego que se siga "entrometiendo",me ha edificado,gracias.
29/07/09 3:21 PM
  
ricardo
Que cunda el ejemplo, del p. Nicolas
29/07/09 3:31 PM
totalmente de acuerdo con el P. Nicolás. Hemos despreciado la sacralidad y eso no ha hecho olvidarla. Ahora nos toca irle devolviendo su preeminente sitio dentro de la liturgia y fuera de ella.
29/07/09 4:06 PM
  
anarico
Mucho de lo que que se ha dicho en los comentarios anteriores me gusta; pero me parece que podemos recordar que la liturgia ha de ser seguida o vivida, como lo queramos decir, con la CONCIENCIA. Todo lo que tiene que ver con la religión hace referencia a la consciencia: las palabras los gesto, etc, sólo son una ayudita para que la consciencia no se salga del carril bueno.

Pero creo entender, que para que la liturgia, pueda ser seguida de forma que cumpla su objetivo con eficacia, es necesario que hayamos, o mejor que tengamos hecho, un trabajo previo de estudio, meditación y contemplación, de cada una de las partes. Es decir; si decimos "Dios Todopoderoso y Eterno...": las palabras no se las puede llevar el viento, sino que nos han de actualizar, aquellos sentimientos o vivencias que ya experimentamos en el tiempo de nuestra oración contemplativa anterior y cotidiana.
Lo dicho; como dice S. Juan de Ávila: la religión tiene que ver con los movimientos de la conciencia, y muy poquito o nada con el parloteo y el cuerpo.
Y bueno, yo creo que esas músicas de locos en las iglesias del país de zp son....Ésto lo veo yo.
29/07/09 4:46 PM
  
Norberto
P Nicolas
Sin embargo el lenguaje simbólico de toda liturgia tiene dos partes.
a)Una permanente,respecto de las verdades eternas que menciona.
b)Otra temporal,lo que es signo para los hombres de una época,siglo VIII nada menos, es ininteligible hoy,¿cómo han solucionado el asunto?.Espero su respuesta,si fuera posible.
30/07/09 9:39 AM
  
Hermenegildo
P. Nicolás: supongo que en la Misa ortodoxa, además de alabar a la Santísima Trinidad, también se actualiza el sacrificio de Cristo en la Cruz.
30/07/09 9:40 PM
Estimado Padre Nicolás por caridad entrométase mucho y que aprendan de Ud muchos sacerdotes nuestros que creen que la Santa Misa es un show,una conferencia o un espacio para proyectar su egolatría.Que santa envidia me dan las Divinas Liturgias que presencié en las Iglesias Ortodoxas de la Argentina.Que sublime belleza al contemplar esos iconostasios comparados con nuestros altares vaciados de cualquier elemento sacro que alguna vez se parecieron mucho a los venerables altares de Oriente.
31/07/09 5:45 AM
Estimados hermanos, me presento:

Soy un monje sacerdote católico bizantino de tradición rusa. vi providencialmente su amable discusión y me permití sumar mi monedita de cobre.

Al haber recibido formación latina y bizantina (trad. ortodoxa) me siento honrado porque en mi camino conocí gente que me enseñó muchas cosas a este respecto de la liturgia de ambos mundos, cosa que es interesante, en verdad. En primer lugar pude experimentar que en nuestro occidente hay una tendencia a contraponer constantemente aspectos que en el Oriente aparecen asociados. tal vez sea una guía para que al conocer la tradición espiritual cristiana oriental (y espiritual inplica todo lo que atañe al espíritu, la psiquis y el cuerpo, desde la fe) el occidente aprenda a reconciliar, en su tradición el rito y la soltura, la fidelidad y la adaptabilidad. En mi país (Argentina) he visto como se esteriliza tanta buena intención sin una adhesión profunda a la Iglesia, a su doctrina por parte de algunos, o cómo una aparente fidelidad y tradicionalismo lleva a muchos a ser personas incapaces de transmitir lo que viven, de entusiasmar a otros. en nuestros tiempos se ve cómo muchos están buscando esa perla escondida, que tanto cuesta encontrar...
Creo que algo a favor de la Liturgia Bizantina es su profunda presencia mariana, su inmensa capacidad de recapitular lo que le pasa al hombre y ponerlo en comunión con Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Disculpen la interrupción. ¡Que el Señor Jesucristo los bendiga a todos y cada uno!
¡que la Madre de Dios los ampare a todos!
Hieromonje Diego, pecador
Monasterio de la Transfiguración de Cristo
(Católico Bizantino)
Pigüé. Argentina
25/08/09 9:26 PM

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