Weigel alza la voz contra el desastre de la Iglesia en Alemania

George Weigel es todo un personaje. Conocedor como pocos tanto de las grandes tendencias como de los entresijos de la Iglesia, pertenece al minoritario club de los estadounidenses con mirada y preocupaciones que van mucho más allá de sus fronteras, como lo atestigua su presencia de modo regular en Europa. Su nombre, además, ha quedado vinculado al de san Juan Pablo II, a quien conoció en profundidad y del que nos dejó la que es hasta el momento la mejor biografía. Uno puede no compartir el cien por ciento de lo que dice y escribe, pero hay que reconocerle que cuando mete el bisturí, lo cual hace con esa libertad y ausencia de precaución con que suelen escribir los norteamericanos, acostumbra a cortar por donde más duele (seguramente porque es la zona que está infectada). Puede ser afilado y cortante, un jab directo a la mandíbula que deja K.O. a sus rivales. Es lo que acaba de suceder con su último post en el blog de First Things titulado La crisis alemana de la Iglesia católica.

La revista Cristiandad ha dedicado su número del mes de abril a la figura de San Juan Bosco en el segundo centenario de su nacimiento. Es un número especialmente recomendable, ahora que la educación católica parece, en muchos casos, haber perdido el rumbo. Como hace notar la
Leo un importante artículo del periodista italiano Ricardo Cascioli en La nuova bussola quotidiana y llego a la conclusión de que tenemos que rezar más, mucho más, y confiar en que el Señor, como nos prometió, no nos abandonará ante la avalancha de estulticia que amenaza con ahogarnos. 






