Covadonga 2024, reflexiones sobre continuidad y ruptura
Han pasado ya unas semanas desde la peregrinación de Nuestra Señora de la Cristiandad desde Oviedo a Covadonga, en la que ha sido su cuarta edición. Como en anteriores ocasiones fueron unos días de gran gozo, compartidos con el gran regalo que es el capítulo de Santa Eulalia: muchísimos jóvenes congregados en torno a la Virgen (la peregrinación sigue creciendo), reencuentros con antiguos y queridísimos amigos, bastantes kilómetros (que aún resisto) y la centralidad de la Santa Misa, cuidadísima y vivida con enorme devoción. Ya han aparecido diversas crónicas que recogen fidedignamente lo que vivimos quienes tuvimos la dicha de participar este año, así como el vídeo, muy emocionante y recomendable. Un año más he podido constatar cómo la misa tradicional sigue atrayendo a numerosos jóvenes que, en un mundo donde impera lo horizontal, que también se ha infiltrado en la misma Iglesia, descubren la fuerza de lo sagrado.