Marx, Martin y Longenecker sobre las mujeres dando sermones en misa

Por un lado el cardenal Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, declaraba lo siguiente: «¿Solo el sacerdote puede predicar la homilía? Es necesario evolucionar». En un primer momento pensé que sería la reacción del cardenal Marx a los catastróficos datos de la Iglesia en Alemania (justo el día antes había aparecido la noticia de que «el número de personas que abandonaron la Iglesia Católica en Alemania aumenta dramáticamente: 216.078 personas, casi un 30% más que año anterior (167.504) y la segunda mayor caída desde el final de la Segunda Guerra Mundial (en 2014 fueron 217.716)». Uno ya casi no se sorprende ante nada, ni siquiera ante cardenales que creen que poner a no sé quién a dar sermones insuflará nueva vitalidad a la Iglesia.

Pronto me percaté de que no era una ocurrencia del cardenal Marx, sino de que sus declaraciones eran parte de una campaña bien orquestada, liderada por la revista de los jesuitas en Estados Unidos, America, y el P. James Martin, S.J., que ahora se dedican a promover que las mujeres prediquen las homilías en la Santa Misa.

Qué cansino, qué banal, qué penoso es todo esto. Y cómo se parecen a aquellos cristianos, mundanos e incapaces, que entre gritos de júbilo van aceptando las propuestas con las que el Anticristo los seduce en el espléndido y cada vez más profético Relato del Anticristo de Vladimir Soloviev. Confieso que estas campañas, a estas alturas, me producen tal repulsión que evito entrar en detalles. Había descartado, pues, dedicarle más tiempo a algo que me produce un hondo malestar.

Pero entonces apareció el artículo de Longenecker sobre Jame Martin. Y lo leí. Y una vez más me pareció esclarecedor y pensé que sería bueno compartirlo con ustedes. Para ponerles en contexto, el P. James Martin S.J. había lanzado dos tuits, a propósito del artículo publicado en la revista America en la que una mujer llamada Jean Molesky-Poz explicaba cómo solía predicar las homilías en la misa hasta que se lo prohibieran y hacía las siguientes afirmaciones al respecto:

«Me sorprende que las mujeres no puedan predicar en la misa. Tanto los fieles durante la misa como quienes la presiden se están perdiendo la sabiduría, la experiencia y las inspiradas reflexiones de la mitad de sus miembros».

«Piensa en esto. Mujeres con doctorado en teología. Monjas católicas con décadas de experiencia. Mujeres directoras espirituales. Escritoras. Madres. Médicos. Abogadas. Maestras. Abuelas. Mujeres que trabajan con los pobres y marginados. Y así sucesivamente. La Iglesia necesita sus voces en la misa».

El P. Dwight Longenecker reaccionaba así a estas afirmaciones de Martin:

«Desgraciadamente, el padre James Martin lo ha vuelto a hacer, subvirtiendo sutilmente la fe católica con su característica espiritualidad edulcorada.

Primero analicemos lo que parece ser una restricción de predicar en misa aplicable a las mujeres. De hecho, no estamos ante ninguna restricción para las mujeres. Estamos ante una restricción para todos los laicos, que no pueden predicar en la misa. Una vez más el P. Martin mezcla sentimentalidad (¡es tan mezquino y antipático tratar a las mujeres así!) no con una mentira como tal, sino sesgando deshonestamente la verdad al poner un énfasis intencionalmente incorrecto. La restricción no es contra las mujeres, ni es tampoco un agravio contra los laicos. Por el contrario, promueve la adecuada distinción entre los ordenados y los no ordenados dentro del ministerio y la liturgia de la Iglesia.

Es una verdad simple de la eclesiología católica que quien ha sido ordenado está configurado con Cristo de una manera única. El sacerdote está configurado con el ministerio sacerdotal de Cristo y el diácono con el ministerio de servicio de Cristo. Dentro de la liturgia, este carisma único se revela a través de las funciones reservadas a los ordenados. En la liturgia, el sacerdote y el diácono realizan el signo sacramental de Cristo, sacerdote y siervo. Es muy sencillo. Los laicos no pueden hacerlo porque no han sido ordenados.

Esta distinción entre los laicos y el clero es parte de la enseñanza y la tradición católica desde el principio, cuando fueron llamados los apóstoles. El padre Martin lo sabe, o al menos debería saberlo, y pasar de puntillas sobre esta verdad con su mezcla única de sentimentalismo y subterfugio indica que o bien está muy mal formado en la fe católica (pero ¿cómo podría ser eso cierto cuando es un jesuita, una de las órdenes religiosas con mayor formación?), o bien está siendo intencionadamente falso y subversivo.

El segundo punto está relacionado con el primero. La distinción entre el clero y los laicos no existe para oprimir a los laicos, sino para su beneficio. Los laicos participan en el ministerio sacerdotal en virtud de su bautismo. San Pedro enseña que somos un «pueblo elegido, un sacerdocio real» (I Pe 2:9). Pero los laicos comparten ese sacerdocio real como laicos y no como personas ordenadas. Esto es vital porque los laicos «ofrecen sus cuerpos como sacrificio vivo» (Rom 12: 1). Pueden ser sacerdotes en el mundo de maneras que el clero no puede, y ese es su poder y gloria. Cuando las distinciones entre el clero y los laicos son borrosas, son la función y el ministerio en el mundo propios de los laicos los que se debilitan y frustran.

Relacionado con este mismo punto está el problema del clericalismo. La Iglesia ya es demasiado clerical, y cuando los laicos comiencen a predicar en la misa se estará dando el mensaje de que «no eres realmente un católico importante si no te subes al púlpito». Y éste es uno de los principales problemas que afectan a la Iglesia hoy en día. Dar a los laicos una función sacerdotal exacerba ese problema. Por lo tanto, denigra y subestima la verdadera gloria del trabajo de los laicos en el mundo.

Pasemos al tercer punto. Las mujeres, al igual que cualquier laico, no pueden predicar en la misa. ¿Pero tienen prohibido enseñar la fe? De ningún modo. Las mujeres predicadoras y maestras han estado activas en la Iglesia desde los tiempos del Nuevo Testamento. Priscila y su esposo Aquila eran maestros de la fe y amigos de San Pablo. La historia de la Iglesia está repleta de mujeres inteligentes, luchadoras y bien educadas que fueron líderes y maestras. Santa Teresa de Lisieux, Santa Edith Stein, Santa Catalina de Siena, Santa Brígida de Suecia, Juliana de Norwich, Santa Hildegarda de Bingen, Santa Teresa de Ávila, todas fueron grandes maestras y líderes y algunas son doctoras de la Iglesia.

En nuestros días hay muchas mujeres que enseñan la fe y predican con gran celo y pasión. Johnette Benkovic es una poderosa evangelizadora. La Madre Angélica formó una red de televisión internacional para predicar y enseñar. Jennifer Fulweiler y Teresa Tomeo son inteligentes, articuladas y buenas conocedoras de los medios de comunicación. Otras son bloggers, presentadoras de radio, podcasters y escritoras. Abby Johnson, Lila Rose y otras han creado una plataforma internacional pro vida para predicar y enseñar. Otras mujeres son destacadas académicas, maestras, teólogas y filósofas.

Nadie prohíbe a las mujeres predicar y enseñar.

Seamos completamente honestos y acabemos con este jaleo.

Los tuits quejumbrosos del padre Martin no son más que su habitual acoso llorón. Él, y otros como él, quieren mujeres sacerdotes y continuarán usando cualquier artículo empalagoso, tuit, publicación de Facebook y presiones tras los bastidores para salirse con la suya.

¿Cómo debemos responder a esto? Detectando las sutiles mentiras como lo que son, denunciándolas y siguiendo siendo católicos fieles.»

 

45 comentarios

  
Palas Atenea
Sencillamente, en la Santa Misa los laicos no dan homilías: ni hombres ni mujeres. Conferencias de Cristiandad, clases de Teología, etc...las dan personas de ambos sexos.
29/07/19 5:52 PM
  
Desde Argentina
Buen día. Vengo leyendo esta noticia en varios medios hace unos días, y tengo una duda: ¿nadie sabe o ha escuchado que en Argentina, en colegios católicos del interior (salesianos) hace varios años que se invita a mujeres responsables de pastoral a comentar y hacer "una puesta en común" de las lecturas de la misa, así entre todos pueden llevarlo "a la práctica y poder vivenciarlo"?.... Hace años que se viene haciendo....
Otro ejemplo: Un jesuita, al finalizar la misa, invita a una "pastora" a que haga proselitismo de su "iglesia" para que las mujeres católicas vayan a participar de sus reuniones.... Argentina, tierra de misión...
29/07/19 6:26 PM
  
Blanca E Aranguren G
EmLa trilogía de sacerdotes que se citan aquí con toda seguridad forman parte del grupo de infiltrados en la Iglesia del Señor para destruirla. Se suman a este grupo el otro Marx de Alemania, y slgunos que están en el Vaticano desde las más altas, altas, y la punta de la jerarquía de la Iglesia aquí en la tierra, ante quienes pasan y suceden todos los días herejías, blasfemias, sacrilegios, están descuartizando la Iglesia y se la están pretendiendo comer con los paganos e impíos. Y el pueblo católico en lugar de unirnos, andamos cada quien por su lado, como si el, cisma que hay no nos pudiera dividir más d elo que estamos. Hay pecados individuales que se confiesan, y los pecados colectivos qué? Será que somos tan ilusos que pensamos que por no defender la Iglesia, Dios no nos va a tomar. CUENTAS?
29/07/19 7:35 PM
  
Blanca E Aranguren G
En La trilogía de sacerdotes que se citan aquí con toda seguridad forman parte del grupo de infiltrados en la Iglesia del Señor para destruirla. Se suman a este grupo el otro Marx de Alemania, y slgunos que están en el Vaticano desde las más altas, altas, y la punta de la jerarquía de la Iglesia aquí en la tierra, ante quienes pasan y suceden todos los días herejías, blasfemias, sacrilegios, están descuartizando la Iglesia y se la están pretendiendo comer con los paganos e impíos.
Hay pecados individuales que se confiesan, y los pecados colectivos qué? Será que somos tan ilusos que pensamos que por no defender la Iglesia, Dios no nos va a tomar. CUENTAS?
29/07/19 7:36 PM
  
Luis López
El Altar debería estar vedado para cualquier no consagrado.

Esa profunda sabiduría de la Iglesia se ha destruido en nuestro tiempo, y lo único que se ha logrado con ello es rebajar la sacralidad de la Misa.

Menos mal que en la Misa por el rito tradicional se sigue esa práctica. Por eso ahí se preserva con mucha más intensidad la sacralidad.
29/07/19 8:59 PM
  
Silvia Liliana Sueyro
Los jesuitas son tendencia e hicieron bien su trabajo de socavar los cimientos de nuestra doctrina en su orden.Están para deformar no para unir o construir.No les importa más ocultarse por lo que veo, se sienten impunes. Pero esa impunidad es terrenal.¨¨ ¿.De que vale al hombre ganar el mundo si pierde el Alma?¨¨ El cardenal y el Jesuita, ¿se saltaron esa Palabra del Señor?. Muchas gracias por su articulo sr.Jorge, me sirve para mi catequesis.
29/07/19 9:10 PM
  
JUAN NADIE
El que teologas o monjas no den sermones en la misa no supone que se pierda su sabiduría, puesto que muchas de ellas dan cursos en las parroquias. No hace falta dar homilías para enseñar y compartir esa sabiduría.
29/07/19 10:15 PM
  
Josue
De qué autoridad depende que Martin sea o continúe perteneciendo a la Iglesia?
30/07/19 12:12 AM
  
Jk
Pues yo como laico no me siento mal ni menos porque no se me permite subir en la misa a dar homilias, ya sabemos que esto es exclusivo de los sacerdotes y obviamente el jesuita modernista James Martin lo que quiere es mujeres sacerdotes aparte de banderas gay en los altares, una iglesia mundanizada y arrodillada al mundanismo. ¡Oh San Ignacio de Loyola porque tuvo que pasar esto con tu orden!
30/07/19 12:47 AM
  
Jk
Y algunos todavía se preguntan porque James Martin sigue tranquilo como asesor de comunicaciones en el Vaticano aparte de usar el Twitter y la revista de los jesuitas de EEUU para demoler la fe de la Iglesia, de porque el preposito general de los jesuitas destaca por hablar y hacer cada burrada en contra de lo que enseña la Iglesia y de porque en la revista Civitta Catolica en Roma tienen a otro jesuita modernista de director que se da el lujo de acusarnos a los católicos de "odiar" por hacer activismo contra el aborto y gaymonio? La respuesta esta en estas siglas: J. M. B.
30/07/19 12:58 AM
  
Marisa Alvarez
De acuerdo. Lo que confunde es la aparente autoridad del Padre Martin como asesor de Comunicaciones en el Vaticano. Lo demás está muy claro.
Las más santas mujeres de la Iglesia han sabido responder a mil necesidades sin obstinarse en ser sacerdotes ni decir homilías.
30/07/19 5:13 AM
  
Fidelio
«Cuando viereis, pues, la abominable desolación predicha por el profeta Daniel en el lugar santo (el que leyere entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes; el que esté en el terrado no baje a tomar nada de su casa, el que esté en el campo no vuelva atrás en busca del manto. ¡Ay de las que críen en aquellos días! Orad para que vuestra huida no tenga lugar en invierno ni en sábado. Porque habrá entonces una gran tribulación cual no la hubo desde el principio del mundo hasta ahora, ni la habrá, y, si no se acortaran los días aquellos días, nadie se salvaría; más por amor de los elegidos se acortarán los días aquellos» (Mateo 24, 15-22, y Marcos 13, 14; Lucas 21, 20). "Non praevalebunt".
30/07/19 7:54 AM
  
Juan Antonio
Sin ánimo de polémica y partiendo que, como decía mi madre "eso va a misa"...desconozco la razón del por qué no pueden dar sermones los laicos (independientemente de si es hombre o mujer). Y sí me gustaría si fuese posible una aclaración (tradición de la iglesia, etc.) en un ambiente en el que hoy en día es totalmente habitual que los laicos den la comunión independientemente la gente que haya en misa.

Adicionalmente en que la oratoria no figura últimamente mucho entre las virtudes de algunos sacerdotes....
30/07/19 11:35 AM
  
Palas Atenea
Juan Antonio: "¿Por qué los zapatos se llaman zapatos?" Preguntó el negrito a su padre. La Iglesia se organizó de una manera y no de otra, si empezamos a preguntarnos por todo evidentemente todo se puede cambiar. Que los laicos den la comunión tampoco se nos explicó por qué, porque antes del Concilio Vaticano II no era así, con excepción de las épocas en que las Hostias Consagradas se repartían para ser utilizadas en caso de peligro de muerte (a Jan Karski el sacerdote le dio una Hostia que guardó en el bolsillo interior de su chaqueta para el caso de que los nazis le capturaran en su difícil misión, cuando se dio cuenta que en el mismo bolsillo guardaba la pastilla de cianuro que le había dado la resistencia para el caso de que fuera torturado y no pudiera resistir más, vio que ambas eran incompatibles y tiró la pastilla) . Ahora bien, si un Concilio cambia algo es un Concilio, pero el P. James Martin es un mindundi por si mismo para plantear más problemas que los que la Iglesia tiene. La Palabra de Dios debe ser explicada por un sacerdote porque es el Ministerio de la Palabra. Fuera de la misa los seglares pueden dar toda clase de conferencias. Hay seglares perfectamente formados que pueden suplir a los sacerdotes, y de hecho lo hicieron, en épocas de persecución, y lo siguen haciendo en China, en Pakistán y en lugares donde es difícil que haya sacerdotes, pero si no hay sacerdotes no hay sacramentos ni Palabra de Dios impartida por un consagrado.
30/07/19 12:04 PM
  
Palas Atenea
Que la Iglesia Católica dependa de los sacerdotes es un grave problema en caso de falta de vocaciones o persecución, pero es que está configurada así: sobre el Sacerdocio y nadie es sacerdote si no es consagrado como tal por un obispo que proceda de la sucesión apostólica. Ese es el problema conque se encontraron los anglicanos.
30/07/19 12:08 PM
  
Juan Antonio
Palas. El zapato de un romano no tiene nada que ver con el zapato de un chaval actual del siglo XXI y lo seguimos llamando zapato. Obviamente que para que se pueda implementar el tema qu enos ocupa debe que analizarse y valorar su idoneidad (y, evidentemente no es una solución para la escasez de sacerdotes). Pero no veo motivo de "problema". Simplemente quería saber a nivel de historia esa asignación y clasificación. Realmente es un tema más "de curiosidad" que de beligerancia. Y he puesto el tema de la comunión porque me parece, "a priori", como más sagrado la responsabilidad de coger el cuerpo de Cristo (como inciso, me gustaría saber si las personas que lo reparten tienen siquiera la formación) y, en cambio, no se ha puesto el grito en el cielo. Un abrazo
30/07/19 12:16 PM
  
Palas Atenea
Es más, el P. James Martin está abusando de su autoridad como sacerdote con la intención de socavarla porque si le quitamos el sacerdocio le quitamos la autoridad. ¿Quién es el P. Martin que no sea yo? ¿Es más virtuoso? ¿es mejor orador? ¿es más culto? Esas tres cosas tendría que demostrármelas porque no se pueden dar por supuestas, lo único que no es supuesto es que se trata de un sacerdote y sobre esa base socava el sacerdocio, lo mismo que los hijos de los burgueses socavaron la burguesía. Es sorprendente que alguien que ostenta una autoridad la desprecie, para eso sería mejor que se secularizara y a ver qué tan bueno es. Cómo dijo aquél: "No me apunte con la pistola que usted tiene y yo no, pelee con los puños si es un hombre". Secularizado podría noblemente decir lo que piensa, mientras sea un sacerdote está abusando del criterio de autoridad que todo católico respeta lo cual es cobardía.
30/07/19 12:17 PM
  
Palas Atenea
Juan Antonio: Los romanos usaban sandalias y hoy en día también son sandalias.
30/07/19 12:19 PM
  
María
Lo mejor sería que no predicara nadie, porque como se predica con ideología, lo único que hacen es confundir, si uno lee reposadamente las lecturas antes de ir a misa, y luego ve lo que predican, es totalmente tendencioso, incluso hay veces que no se sabe como han podido llegar a semejantes conclusiones. Yo popondría que los lectores hombres o mujeres fueran personas entrenadas en la lectura, y suprimiría las homilías por ser confusas y enrevesadas.
30/07/19 12:44 PM
  
Juan Antonio
Maria: antes pensaba como tú, pero llevo ya un tiempo en que la homilía, obviamente después de la Eucaristía, es una parte fundamental para mí cuando voy a misa, independientemente de la calidad del sacerdote. NO sé por qué, pero me ocurre frecuentemente que estoy dándole la vuelta a algún problema y ¡zas!, ahí está la solución. Intento no juzgar al sacerdote y sí ver qué me quiere decir Dios a través de el celebrante.
30/07/19 12:55 PM
  
Jordi
La misa progresista es la que se hacía en 1970 en Holanda: la mujer oficiaba y predicaba toda la misa EXCEPTO en el momento de consagrar, cuando ella se retiraba y lo hacía un ancianito sacerdote escondido en un lateral: "Éste es mi Cuerpo", "Ésta es mi Sangre"... y luego, el ancianito regresaba a su sillita, donde volvía a permanecer calladito.

También existe la misa progresista 2: se propone que tres laicos de diferente sexo realicen la consagración.

Conclusión: la misa progresista es una misa herética y sacrílega, donde las mujeres ofician en todo momento, excepto en la consagración, donde o bien lo hace un ancianito presbítero o bien lo hace toda o parte de la comunidad de laicos presente en la misa.
30/07/19 1:24 PM
  
María
Juan Antonio pero no crees de verdad que los lectores debieran de ser personas entrenadas. Porque las lecturas en sí son importantes, ahora por ejemplo se están leyendo a diario el Exodo, si esa lectura la hace una persona buena lectora, no digo a la altura de un narrador profesional, pero sí que hayan sido formados en el arte de leer en las parroquias, al fiel nos llega mejor el mensaje.
30/07/19 2:19 PM
  
Palas Atenea
María: Eso no se puede hacer porque el ritual de la Misa incluye tres partes y una es la Liturgia de la Palabra. Las lecturas, que ahora las hacen seglares, son meras lecturas del AT y el NT pero el sermón u homilía, que explica el Evangelio del día, es exclusivo del sacerdote. Suprimir la homilía, teniendo en cuenta la importancia de la Palabra de Dios, sería tremendo. Ya sabemos que las homilías actuales, según quién las diga, desafían la paciencia del cristiano, que se ve obligado a veces a oír cosas contra doctrina, pero, aún así, considero que es mejor sufrir en silencio la situación que quitar las homilías y evitar así oír a un buen sacerdote cuando toca.
Yo suelo distraerme poco en la Misa razón por la cual mi paciencia se está acrecentando espero que para Gloria de Dios, ya que la paciencia es una virtud. Nunca he sido tiquismiquis en el caso de sacerdotes cuyas homilías son aburridas porque la habilidad retórica del oficiante depende de su capacidad y no se puede pedir que todos los sacerdotes sean Castelar (si es que alguien se acuerda del que fue el gran orador político del s. XIX) o Cicerón y, por otra parte, un sofista es un magnífico orador y por eso peligroso. Me conformo conque lo que diga no se aparte de la interpretación sujeta a Doctrina por aburrida que sea, el problema hoy es que, además de la falta de capacidad oratoria que, por lo visto, en los seminarios cada vez se cuida menos, el sacerdote puede decir cosas que el sensus fidei te dice que son erróneas.
Por ejemplo, en la homilía de ayer, y hablando sobre la oración, el sacerdote empezó recordando lo mal que se rezaba en el pasado y que, según él, es causa de que ya no se rece, pero no dijo cómo había que rezar. Teniendo en cuenta que mi madre rezaba con una unción que para sí la quisieran muchos sacerdotes, la mención al pasado me molestó y el que dijera, sin más, que hoy no se reza o se reza poco, sin ofrecer solución alguna me dejó con la duda de si estaba diciendo que es mejor no rezar que rezar como un loro (que es como supone que rezaban en el pasado). Así que me quedé confusa como casi siempre. Se dice que el Cura de Ars no era ninguna lumbrera pero sus sermones son famosísimos. ¿No será que era un hombre muy humilde y confundieron esa humildad con el cociente de inteligencia porque parece que es listo el que dice que lo es, verdad P. Martin?
30/07/19 2:39 PM
  
CARMEN
el problema es por que dejan a este sacerdote martin seguir siendo sacerdote ??? por misericordia mal entendida???
30/07/19 8:54 PM
  
Palas Atenea
Carmen: Esa es la pregunta del millón.
30/07/19 9:26 PM
  
Juan Andrés
Carmen, porque alguien, en el tránsito de la ventana de Overton, tiene siempre que hacer el trabajo sucio, mientras quienes lo apañan, aparecen como buenos. Y tiene razón Palas, si no fuera sacerdote, desaparecía del mapa, como la Forcades (creo que así se escribe) cuando se apartó de monja.
30/07/19 11:40 PM
  
Palas Atenea
James Martin fue un ejecutivo de la City que se sentía muy desgraciado, un día fue al psicólogo que le aconsejó cambiar de trabajo y, viendo por tv la vida de Thomas Merton, cogió una mañana el teléfono y se apuntó a los jesuitas. Y desde entonces viene dando la tabarra con la espiritualidad que aprendió en Wall Street.
31/07/19 8:56 AM
  
Palas Atenea
"Martin grew up in Plymouth Meeting, Pennsylvania, United States, and attended Plymouth-Whitemarsh High School. He graduated from the University of Pennsylvania's Wharton School of Business in 1982 and worked in corporate finance at General Electric for six years"
Mis sospechas van por el camino de que, como ejecutivo de la General Electric, las posibilidades de prosperar eran duras, hay mucho lobo en esas corporaciones, pero dentro de la Iglesia Católica, y con las amistades que ya había hecho en su anterior trabajo, las fuentes de financiación ya estaban aseguradas y en el río revuelto de la Iglesia postconciliar se podía hacer un nombre. Y se lo ha hecho. Generalmente un hombre de este tipo que se convierte por asqueo de su vida anterior se va de misionero o se mete en la Cartuja, pero no se queda en el mismo sitio haciendo más o menos lo mismo metido en el mundo de las finanzas y las editoriales.
31/07/19 9:09 AM
  
Palas Atenea
Lo que se aprende en las Universidades, "publicar o morir", y en las finanzas, la astucia de sobresalir sobre los demás, es la técnica que James Martin está llevando dentro de la Iglesia Católica. No es un teólogo, ni tiene nada importante que decir, lo único que puede hacer es cuestionarlo todo para que su nombre suene continuamente.
¿Por qué hay que cuestionar a los sacerdotes gays?
¿Por qué no pueden dar homilías las mujeres?
¿Por qué no interpretar la Biblia como un relato más?
¿Por qué los zapatos se llaman zapatos?
Y pone a un montón de católicos imbéciles a cuestionar que, efectivamente, los zapatos se pueden llamar parrones sin que pase nada. Y lo que pasa realmente es que sus finanzas, con toda seguridad, centuplican las mías y que el 50% de los católicos americanos no saben nada sobre la Transubstantación.
31/07/19 9:42 AM
  
sofía
Estupendo q se señale q la homilía no la puede dar un laico si no la puede dar un laico.
Los argumentos doctrinales en favor de q la homilía siga estando a cargo del sacerdote q celebra me parecen convincentes; los juicios temerarios subjetivos q hacen algunos sobre las supuestas intenciones de los demás, en cambio, no me parecen necesarios ni oportunos, ni sobre todo cristianos. Que yo sepa nadie es infalible para juzgar el interior de otra persona. Se podrá juzgar lo erróneo de lo q dice, no su intención.
Por no hablar de alguna persona q tiene por norma no hablar siquiera de lo q realmente dicen los demás, sino de lo q se inventa q han dicho. Luego como le dejan la última palabra, tan contenta y a seguir practicando su deporte favorito.

17/08/19 7:02 PM
  
Palas Atenea
Bueno, pues vayamos al fenómeno, es decir a lo que se ve:
1) El P. Martin cada vez que abre la boca es para cuestionar algo que la Iglesia ha dicho, y, oficialmente, sigue diciendo. Comprobado.
2) El P. Martin tiene poder. No es un mindundi sino alguien que dirige prestigiosas revistas católicas y cuyo nombre aparece un día sí y otro también. Comprobado.
Esto no es juzgar el interior de una persona sino lo aparente, lo evidente, lo que está ahí.
"Esta distinción entre los laicos y el clero es parte de la enseñanza y la tradición católica desde el principio, cuando fueron llamados los apóstoles. El padre Martin lo sabe, o al menos debería saberlo, y pasar de puntillas sobre esta verdad con su mezcla única de sentimentalismo y subterfugio indica que o bien está muy mal formado en la fe católica (pero ¿cómo podría ser eso cierto cuando es un jesuita, una de las órdenes religiosas con mayor formación?), o bien está siendo intencionadamente falso y subversivo".
Naturalmente el que ha escrito eso se pregunta qué hay detrás de los dos puntos comprobados porque no preguntarse nada es imposible, con lo que la mera pregunta ya es un juicio temerario, según algunos, ya que detrás del fenómeno no hay nada: ni intenciones, ni ideas, ni propósitos...
¿Sabe el P. Martin la doctrina? ¿No? ¿cómo puede ser eso en un jesuita que estudió Teología? ¿Si? ¿Y si lo sabe por qué la pone en cuestión?

21/08/19 10:12 PM
  
sofía
En la Iglesia hay cosas que han cambiado a lo largo del tiempo, porque pueden cambiar - si no, no habrían cambiado.
El que esta cuestión de las homilías no sea posible o no sea conveniente cambiarla no impide q sea un asunto que en principio parecía que se podía plantear - aunque luego resulten convincentes los argumentos en contra del cambio.
Que este señor se equivoque al proponer lo que propone, es una conclusión después de estudiar su propuesta.
Ese error no es ninguna demostración de q no se convirtiera sinceramente, ni que sea el monstruo farsante que vd imagina que es.
Que existen esos monstruos farsantes y que cualquiera podría serlo, es cierto. Tenemos a Maciel, q estaba tan bien considerado en la Iglesia tradicional y era un perfecto hipócrita en su vida personal.
Pero de momento no parece un caso similar. Para decir q alguien es un farsante, tendrá que haber más pruebas que meras conjeturas a partir de sus errores teóricos o de unos datos biográficos tan inocuos como sus estudios y su trabajo, q tampoco tienen nada de particular.
Pero he conocido a muchas personas que practicaban el "piensa mal y acertarás" en la vida diaria real y virtual. Solo q no siempre aciertan y no siempre está justificado su juicio temerario sobre otros y en ocasiones se puede difamar y calumniar.
22/08/19 7:53 PM
  
sofía
De todos modos, debe quedar claro q las homilías del sacerdote no gozan de ningún privilegio de infalibilidad, aunque no sea laico.
El ministerio sacerdotal no impide que las homilías sean a veces - según les he leído en ocasiones a muchos de vds- contrarias a la doctrina ortodoxa de la Iglesia.
Yo no me he encontrado, afortunadamente, con esas homilías heterodoxas, solo con algunos rollazos insoportables de los que me he desenchufado, queriendo o sin querer.
Es conveniente que las homilías las sigan haciendo sacerdotes, como forma del ministerio de la palabra, y que algunos se las preparen bastante mejor. Pero seguiran sin ser magisterio infalible.
22/08/19 8:10 PM
  
Palas Atenea
¡Uy! No se puede juzgar a Maciel, lo que se veía de él también pertenece al fenómeno. Todo es fenoménico, incluso Maciel. O eso o el P. Martin entra en la misma categoría.
22/08/19 9:35 PM
  
sofía
Se puede juzgar a Maciel y la prueba es que por fin lo hizo oficialmente la Iglesia, sobre HECHOS comprobados.
No cabe la menor duda de que alguien que hablaba tan ortodoxamente como vd, pero hacía exactamente lo contrario de lo que predicaba, era un farsante, por definición.
En cuanto al tal Marín, no tiene nada que ver con Maciel: por ahora, a partir de los hechos q conocemos, podremos juzgar que sus ideas no son acertadas, q determinadas ideas son erróneas o que no son ortodoxas - las q se compruebe que no lo son. Lo q no puede uno es afirmar, solo a partir de esos hechos, que él sea un farsante infiltrado, con perversas intenciones. Eso está por demostrar.
Lo cual no quiere decir q no pudiera demostrarse algún día, si es q lo es; pero por ahora no son más que meras conjeturas suyas q no tienen suficiente justificación a partir de los datos q tenemos.
A las preguntas q se hace se puede contestar de muchas maneras diferentes.
Además lo importante es combatir la idea equivocada, no atribuir mala intención o no.
23/08/19 1:30 AM
  
Palas Atenea
sofía: No se le puede atribuir "buena" idea de ninguna manera, la idea no es atribuible a ignorancia luego tiene que ser motivada por motivos malos, sí o sí.
Si a todos los que están destrozando la doctrina les dejamos en punto muerto por no juzgar intenciones estamos haciendo el pardillo, porque lo mismo podemos decir de los que hablan con sabiduría. Si detrás de una cosa no hay nada, detrás de la otra tampoco. El no juzgar lo que alguien dice nos obliga a hacerlo con todos porque el juicio positivo también es juicio.
La idea que tiene la gente de que decir de alguien que es ponderado, claro, juicioso, fiel a la doctrina no es juzgar es errónea, todos estos son adjetivos calificativos y, por lo tanto calificar es similar a juzgar en este caso. Lo negativo es el revés de lo positivo, lo segundo es más importante que lo primero pero si le quitas su contrario todo es positivo. El bien puede existir sin el mal en el Reino de Dios, pero por acción del Maligno los adjetivos calificativos, en general, suelen tener un antónimo.
Podemos quitarlos pero entonces el bien y el mal se confundirán, que es lo que pasa al día de hoy. Si alguien dice algo contrario a doctrina y aún así es igual a otro que dice algo a su favor estamos perdidos. Solo los que sepan distinguir podrán mantenerse en la verdad y están obligados a combatir las ideas funestas y si estas ideas están sostenidas por determinadas personas también a esas personas.
23/08/19 5:53 PM
  
Martinna
Se está opinando sobre por qué la doctrina de la Iglesia Católica es de una manera y no es de otra... No hace falta tener doctorados en Teología para saber por el catecismo que se basa en la Palabra de Dios.
Podría acabar aquí mi aportación al diálogo sobre el tema porque con eso está dicho todo. Pero, por los comentarios que leo aquí y en otros foros, me parece que eso todos lo sabemos, sin embargo lo seguimos dando vueltas, mi impresión es porque nos falta conocer la enseñanza de la Biblia por no haberla leído toda una y otra vez durante toda la vida, de cabo a rabo y sin saltos, ni sacaduras de contexto.
Es una escasez que padecemos los católicos por prudencia de evitar caer en la libre interpretación, así que nos centramos en el Nuevo Testamento que parece que no tiene posibilidad de cometer errores. El caso es que la Palabra desde el principio se fue revelando a los creyentes y continúa haciendo aquello para lo que se envió. Si se lee lo revelado desde el principio con reverencia, sinceridad de corazón y pidiendo a Dios ayuda en oración, tendremos con el tiempo una sabiduría de las cosas de Dios que solo nos viene de Él y es la que cada quien necesita para conocerle. Jesucristo y sus primeros discípulos eran auténticos judíos que frecuentaban la sinagoga y conocían las Escrituras, las comentaban y sacaban enseñanzas, el Señor les explicaba lo que les faltaba entender sobre Dios Padre y su plan perfecto para vivir en amor con El.
La Iglesia Católica ha seguido tomando de las Escrituras la Verdad revelada y como vivirla, de ahí los Concilios han determinado que es y que no es de Dios.

Así que el P. James Martin y los de su tropa que se dejen de jugar con el tema y hacerse los originales, lo escrito escrito esta, y no valen sus trucos ni manipulaciones. Para eso Dios nos envía a su Hijo que está resucitado, vivo, glorioso, cuidando de su iglesia, de los que son suyos y que con el Espíritu Santo nos dota para vivir en la santidad y sabiduría de los hijos de Dios.
En la Biblia no se habla de tres o cuatro sexos ni de intercambiables características entre ellos, ni modernidades confusas. Discutir por qué la mujer puede gestar y el hombre aportar esto y lo otro y no al contrario es discutir y negar la sabiduría de Dios, revelarnos con soberbia.
Cuando Cristo llama dice deja todo lo que tienes y sígueme, no podemos nacer de nuevo y seguir con todo lo viejo, y mucho menos estar con un pie en la vida nueva y otro en la anterior... Por eso algunos van desquiciados porque ponen un remiendo y rompe por lo recosido.


25/08/19 7:01 PM
  
sofía
La idea no se identifica con la intención. La idea sí puede ser errónea sin mala fe, por no asimilar debidamente la tradición q ha recibido, o por ignorancia parcial o por razonamientos equivocados. Porque una cosa es conocer la tradición de q los laicos no hagan homilías y otra distinta la consideración de que eso sea algo q no se pueda plantear. Puede estar equivocado sin malicia al plantearlo y puede estar equivocado sin malicia en sus conclusiones. Por equivocado q pueda estar al creer q es algo posible y hasta conveniente, no hay suficiente evidencia de q no sea equivocación sino malicia deliberada.
También es posible esa opción de q sea un infiltrado con complot, pero eso está por demostrar. Se puede luchar contra las ideas erróneas sin dar por hecho q provienen de mala intención deliberada y el resultado es el mismo cuando se demuestra q algo es un error.
26/08/19 12:48 PM
  
Palas Atenea
Ese razonamiento sirve para el obispo que se tira en paracaídas, para el que pone un tobogán en una catedral, para el que le manda una carta al Papa para que ordene mujeres,...en definitiva: nada que comentar.
26/08/19 6:09 PM
  
sofía
Hombre, hay q comentar que, además de estar en el error, está como una cabra, porque mandar ese telegrama es una excentricidad como la de los toboganes y paracaídas.
29/08/19 9:50 PM
  
Juan Mariner
La Homilía, aunque parezca mentira, ha sido la piedra de toque del abandono de la práctica religiosa de muchas generaciones, por su continuado "abuso" (hay gente que sólo recuerda de su poca práctica los "sermones" agotadores e inacabables que se tuvo que tragar en su tierna infancia). La Homilía es el momento del "hombre" y no es el momento de Dios en la mayoría de ocasiones, y, por ello, hay que hilar muy fino para no ahuyentar a los fieles. La Homilía es la explicación del Evangelio a las personas de hoy, y no la lectura de una tesis doctoral, una velada poética, un alarde de intelectualidad, una sarta de amenazas y coacciones, una miscelánea de diversas cosas ni entrelazadas. La homilía debe ser predicada de pie, sin sermoneos y yendo al grano, ágil y entendedora por el auditorio, que mueva los corazones y no los c....
30/08/19 12:13 PM
  
Palas Atenea
No hay que poner límites a la buena intención, ni a la del P. Martin ni a la del que se tira en paracaídas. No sabemos lo que hay detrás de eso y, por lo tanto llamar "excéntrico" a alguien es juzgar.
01/09/19 10:33 AM
  
sofía
Palas, consulte un diccionario, no sé qué tiene que ver la intención con la excentricidad. No se pueden juzgar las intenciones, lo cual no tiene nada q ver con juzgar los hechos objetivamente.
Una excentricidad es lo que es y basta q se corresponda el hecho con la definición.
Lo q sí podría criticarse es esa expresión informal de "está como una cabra", q no debe tomarse literalmente como la definición de un hecho objetivo sino como una expresión de la impresión que hace en esta observadora. Para decir en este señor tiene problemas psicológicos tendría q tener una información y unas pruebas q no tengo. Pero solo era una expresión. Ahora, q ese tipo de actos son una excentricidad, es un hecho objetivo, pienso yo.
De todos modos no me voy a molestar en seguir discutiendo. Simplemente aclaro q yo considero q se pueden juzgar objetivamente los hechos, pero no el interior de la persona, su intención, sin pruebas claras o confesión del interesado.
Vd considere lo q quiera.
Despedida cordial
01/09/19 7:42 PM
  
José
Hay una pérdida del sentido de lo sagrado en gran parte de la Iglesia latina. Pensemos en el respeto de los judíos hacia su Templo (donde no estaba Dios) y comparémoslo con el que guardamos en la iglesia actual (donde sí está Dios): vestimentas desarregladas, conversaciones banales, música popular bailable, sacerdotes a medio revestir. Por algo los ortodoxos guardan su liturgia y celebran la Consagración detrás del iconostasio.
03/09/19 12:31 AM
  
Javier
Es cierto que hay muchos malos ejemplos en la Compañía de Jesús, pero los hay excelentes. Yo me resistiré siempre a leer cualquier cosa que escriba el monaguillo de Wall Street, pero todo hombre merece ser tratado con justicia, ya sea blasfemo, pecador, homicida, tirano, superficial, o lo que se tercie siguiendo el curso de la degeneración humana. El Padre Nieremberg fue un campeón de la Doctrina católica y jesuita. En 1649 se publicaron unas cartas suyas con imaginarios destinatarios, Epístolas. Al caso presente viene que ni pintada una que tiene el número treinta en la publicación: A uno que no corrigio a su hermano como devia. Declarase el orden de la verdadera caridad, y como ay obligación de la correcion fraterna.

Y comienza tal que así: "Doblado mal es que peque uno, no solo quando obra mal, sino tambien quando quiere obrar bien."
Y termina mejor con estas palabras: "Y sepa v.m. que tener caridad es ser bueno, amar lo bueno, querer los bienes verdaderos, y por medios buenos. Todo lo que toca a la caridad es santificado, el principio, el medio, y el fin."
03/09/19 4:23 PM

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