Entrevista al presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada de la CEE

Monseñor Sanz Montes: «Estamos ante una situación de emergencia por la gravedad de lo que se ha dicho desde el IBB»

Monseñor Jesús Sanz Montes, obispo de Huesca y de Jaca, es presidente de la comisión episcopal para la Vida Consagrada de la Conferencia Episcopal. Es pues el responsable de las relaciones del episcopado español con las órdenes religiosas de este país. En una entrevista concedida en exclusiva a InfoCatólica en relación al escándalo del informe favorable a la ley del aborto por parte del Instituto Borja de Bioética, monseñor Sanz Montes asegura sentirse engañado por los responsables del IBB, pide a los superiores de las órdenes religiosas que cumplan con sus responsabilidades para corregir a los que se separan de la verdad, ruega a los fieles que no se desanimen y defiendan con más fuerza la dignidad de la vida humana y se muestra convencido de que Roma debe tomar cartas en el asunto del escándalo del IBB si antes no lo han hecho las órdenes religiosas o el obispo diocesano.

(Luis F. Pérez/InfoCatólica) InfoCatólica se puso ayer en contacto con Monseñor Jesús Sanz Montes, ofm, presidente de la Comisión Episcopal  de la CEE para la Vida Consagrada. Ofrecemos el contenido de la entrevista que nos concedió:

- Usted es el presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada. ¿Cómo se siente al ver que el Instituto Borja de Bioética, dirigido por un jesuita y en cuyo patronato figuran religiosos de otras órdenes, se muestra favorable a la próxima ley del aborto?

La primera impresión que me brota es la de sentirme engañado: engaño científico por apelar a la bioética para legitimar la destrucción de la vida y para transgredir la ética. Sólo quien tiene otros intereses (ideológicos, económicos, políticos, etc.) puede estar cerrado éticamente y científicamente para reconocer lo que la comunidad bio-médica en sus máximos y mejores exponentes no han dejado de afirmar: la existencia de la vida humana desde la concepción por la unión del espermatozoide y el óvulo generando una nueva realidad que embrionariamente es un ser humano. En segundo lugar, hay un engaño cultural, porque con el apoyo a la ley del aborto admitida a trámite por el Parlamento español, se aducen también razones de índole relativista: no se trata de descubrir lo que es verdad o lo que es falso, sino lo que nos permite colocarnos en el bazar de la vida con una equidistancia neutra, indiferente, transgresora con tal de no crear ni crearnos problemas conviviales. Tal y como su documento afirma, "respetamos a aquellas personas, grupos o instituciones que, en este tema, van más allá de nuestra posición y también a aquellas que se quedan más cortas. En una sociedad plural, no se puede imponer una ética de máximos para todos, sino que se deben buscar unos mínimos éticos compartidos que garanticen la convivencia". Es decir, se trata de "convivir", aunque para ello haya que condenar a los más inocentes negándoles el derecho de "vivir". Y en tercer lugar hay un engaño eclesial, por presentarse desde una posición doctrinal católica y una institución universitaria católica, desde una identidad eclesial que representan importantes órdenes o congregaciones religiosas que de modo escandaloso escenifican esa disidencia respecto de la tradición cristiana y del Magisterio de la Iglesia.

Por estos tres engaños, me siento perplejo y dolido, por la connivencia con una ideología de la muerte, con una cultura relativista y con una disidencia eclesial, en quienes menos cabría esperar esta postura.

- ¿Cree que los superiores de la Compañía de Jesús, de la Orden de los Hospitalarios de San Juan de Dios y de los Padres Escolapios deberían de tomar alguna medida contra los responsables de ese informe?

Quienes en la Iglesia ejercemos la responsabilidad de custodiar, defender, hacer madurar lo que se nos ha confiado, es decir quienes ejercemos la autoridad debemos tener la solicitud paterna (no paternalista), y la honestidad valiente, para corregir a los que se separan de un sendero que es el que se ajusta al evangelio, a nuestra identidad cristiana, a nuestra naturaleza humana, a la cultura que se deriva de estos referentes. No se trata de estar continuamente corrigiendo, pero sí de cumplir con ese sagrado deber de acompañar responsablemente la vida que se nos ha confiado. Es menos gratificante tener que llamar la atención o amonestar claramente, que felicitar y agradecer. Pero en el fondo es la misma cuestión: estar a favor del bien de esa persona y de su verdad, tanto cuando se la previene de la fatal desviación como cuando se la anima a proseguir en el camino justo.

Los superiores religiosos tienen que asumir esta responsabilidad y actuar en consecuencia, desde la caridad y desde la verdad, que no son contradictorias como nos ha recordado Benedicto XVI en su última encíclica. Si los superiores no actuasen por alguna razón incomprensible, entonces el obispo del lugar tiene que recordárselo a ellos y actuar también él en consecuencia. No estamos ante cuestiones menores o discutibles, estamos ante la gran cuestión de la vida. La tibieza no debería tener lugar ante el derecho a la vida.

- ¿Qué puede decirle a los fieles católicos que se han escandalizado al ver que sacerdotes religiosos de su Iglesia apoyan el aborto?

Sin duda alguna, que estos religiosos son una excepción en este punto. Que la historia de estas familias religiosas beneméritas, y los religiosos que en la actualidad componen estas órdenes no tienen nada que ver con los excesos (engañadores, como he dicho antes) de este documento. Creo que es importante esta distinción, porque no sería justo que se estuviera extrapolando la lamentable e interesada posición que representa este extraño documento, con el testimonio de amor a la vida, a la vida como don de Dios, a la fe cristiana que la Iglesia propone al respecto, y a la adhesión a su Magisterio que sin duda han dado y dan la inmensísima mayoría de sacerdotes y religiosos.

A los fieles les diría que más allá del error de un cristiano o de un grupo de cristianos, está el testimonio de la Iglesia en su larga historia y en su clarividente Magisterio. No vaya a ser que condicionados por el escándalo de un error, se deje de admirar y secundar la defensa de la vida que tan hermosa y heroicamente testimonia la Iglesia de Dios. Ante el ejemplo de amor a la vida de la beata Madre Teresa de Calcuta, o del magisterio de Juan Pablo II, lo que se dice en este documento y el escándalo que suscita por haber sido escrito en un centro universitario dirigido por religiosos, no debe condicionar ni quebrantar nuestra fe, nuestra caridad ni nuestra esperanza.

Como siempre sucede ante un caso así, además de denunciar abiertamente la desviación de la postura cristiana y eclesial, hemos de anunciar más abiertamente aún la belleza y correspondencia de la Iglesia ante la vida, como lo han testimoniado los santos, los teólogos, los científicos cristianos, y el importante Magisterio eclesial.

- No es la primera vez que un religioso en España se aparta del Magisterio de la Iglesia en un asunto tan delicado. Hasta ahora ninguno de ellos ha sufrido sanción canónica alguna por ello: ¿Acaso la Iglesia no tiene instrumentos para impedir que desde su seno se haga el trabajo sucio a los defensores de la cultura de la muerte?

Si en algún momento de la historia cristiana se han podido cometer excesos en el celo por defender la verdad, corren tiempos ahora en los que para evitar el exceso a veces se pierde el celo y se relativiza la verdad. En nuestro momento actual es manifiesto el modo con el que la Iglesia aborda a quienes siendo sus hijos se empeñan en expresarse como si fueran huérfanos: un modo dialogante, respetuoso, paciente. No son actitudes desdeñables, todo lo contrario. Pero cuando estamos ante una situación de clara emergencia por la gravedad de lo que se ha dicho, por como se ha dicho, por cuando se ha dicho o por quien lo ha dicho, entiendo que sin dejar de ser dialogante, respetuoso y paciente, habría que actuar con una mayor eficacia y resolución, porque a veces el tiempo no sólo no cura las cosas sino que las enquista en una ambigüedad incorregible. Tantas veces se desconocen los procesos que de hecho estamos siguiendo en este acompañamiento de las personas que habiéndose alejado de la verdad imponen como tal sus engañifas. En algunos casos se ha actuado con una lentitud o con una ingenuidad que ha supuesto más daño añadido (pienso en algunos teólogos, en algunas publicaciones, etc.).

En la Conferencia Episcopal Española pertenezco a la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe y a la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada y por ello sé lo que me digo en cuanto a la lentitud o ingenuidad en casos muy concretos y muy recientes, pero no siempre es fácil actuar drásticamente y con público escarmiento como algunos desearían. Porque la responsabilidad primera en el caso de los religiosos pertenece a sus propios superiores y al obispo diocesano del lugar, estos son los "instrumentos" para impedir que dentro de la Iglesia se diga o se propale el error que supone la cultura de la muerte. Si ahí en ese ámbito de los superiores de los religiosos y obispo diocesano la esperada actuación se ralentiza o por algún motivo no se quiere abordar lo que habría que hacer, tenemos servido el escándalo que hace verdaderamente daño a los fieles y da motivos a los enemigos de la Iglesia para jalear nuestra división real o presunta, y para seguir nutriendo el relativismo en boga. Por eso nunca comprendí que por un mal entendido respeto al trasgresor estemos faltando al respeto a todo el pueblo de Dios. Ambos respetos deben ser ... respetables, pero por encima de ambos está la verdad, que es la que nos hace libres y humildes para volver a empezar cuando hemos equivocado el camino.

- ¿Cree que Roma debería de tomar cartas en el asunto a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe o la que preside el Cardenal Rodé?

No es la primera vez que lo hace y sin duda que lo debe hacer, como hemos visto que lo ha hecho recientemente con algún teólogo o con alguna mediática religiosa. No obstante,  el itinerario es es que antes he señalado: primero deben actuar los más cercanos como son los superiores religiosos y el obispo diocesano, y para apoyarles o para suplirles si hubiera alguna negligencia, entonces tienen que actuar los órganos correspondientes de la Santa Sede.

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Diversas fuentes han confirmado a este medio de comunicación que ayer se produjeron diversas llamadas telefónicas desde la sede de la CEE en Añastro a los responsables de las órdenes religiosas en España cuyos miembros figuran en el patronato del Instituto Borja de Bioética. Además, el secretario para la Congregación para la Doctrina de la Fe recibió al menos una carta de una seglar española informándole del asunto, a la cual respondió asegurando que le pasaría la información "a quien corresponde".

 

9 comentarios

mentiras CEE
Me sorprende el último párrafo. Normalmente las llamadas a CEE las pasan a un solo sitio, y es como si fueran directas a la papelera.

Me rompe el corazón decir esto, pero no perdáis el tiempo en llamar y escribir. Es un órgano 'burrocratico' y allí no corregiremos nada.
16/10/09 10:20 AM
Pedro Colás
Lagrimones corren por mi cara al leer un Señor Obispo que dice las cosas tan CLARAS. ¿Tan dificil es, señores obispos, llamar al pan, pan y al vino vino? Tomen ejemplo de Monseñor Sanz. Y todos a una.
16/10/09 10:56 AM
Espíritu & Libertad
¡¡Como mujer, como católica y como ciudadana me siento herida e indignada!! Me pregunto cómo ha sido posible llegar hasta este punto. Cómo se puede utilizar el nombre de un santo tan grande como Francisco de Borja, el nombre de una orden tan gloriosa como la de la Compañía de Jesús, para propagandar una filosofía, una ética y una moral del todo antitéticas con respecto al patrimonio conservado y transmitido por la Iglesia... Es un verdadero escándalo, en el sentido bíblico del término. Espero que para estos supuestos "jesuitas" se cumplan las palabras de Nuestro Señor y que desaparezcan, cuanto antes, del panorama eclesial.
16/10/09 2:26 PM
Lucas
Si digo que no tenía ni idea de la existencia del Instituto Borja éste hasta que lo he leído aquí...
16/10/09 3:04 PM
Santiago
A ver si pasan de las palabras a los hechos y toman alguna medida urgente contra los responsables de esa infamia.
16/10/09 6:53 PM
Una vez más gracias a todos nuestros pastores que hablan incansablemente en defensa de La Verdad. Gracias a ellos nos encontramos exhortados, animados, esperanzados, y llenos de vida. Por cierto, para el primer comentarista, mentiras CEE, el último párrafo al que se refiere dice que de la CEE salieron llamadas hacia los responsables de esas órdenes religiosas..., no que nadie intentara llamar y no lo consiguiera.
16/10/09 7:01 PM
Ana
Es increible que pasen estas cosas que un instituto de bioetica está a favor del asesinato de inocentes y encima llevado por religiosos de la Iglesia. son ellos los que se separan de la Iglesia si no aceptan el magisterio. Muy triste
16/10/09 8:27 PM
naftul
Y si no asumen sus responsabilidades como usted desea¿Para cuando monseñor la disolución de estas congregaicones y ordenes religiosas en España? espero ansioso sus noticias. A mi todavía no se me caen los lagrimones como le pasa a Pedro colás. Sigo siendo un insensible.
16/10/09 8:34 PM
Primo
En asuntos esenciales las actuaciones que suponen un ejercicio de autoridad son obligación y responsabilidad principal de los Obispos y superiores religiosos. Entiendo que no sea agradable dar baculazos pero resulta que se es Obispo no sólo para las cosas agradables y esto,a veces, parece que se les olvida a los Srs. Obispos.
16/10/09 11:17 PM

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