(Agencias/InfoCatólica) La bajada del cuadro de la Virgen de La Paloma ha finalizado este lunes 15 de agosto, después de una misa en honor a la popular advocación (la patrona es la Virgen de la Almudena), que ha recuperado este año la ofrenda floral, tras dos con restricciones por la pandemia, que a lo largo de la tarde los madrileños podrán acercase a venerar hasta la procesión de esta tarde.
La celebración en honor a esta advocación madrileña ha comenzado este domingo a las 13 horas, presidida por el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, concelebrada, entre otros, por el obispo emérito de Callao (Perú), monseñor José Luis del Palacio, y el vicario general de Madrid, Avelino Revilla.
Al oficio religioso, han acudido la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, quienes han llevado sendos ramos de flores a la 'patrona popular' de la capital. También han acudido la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, y portavoces de las formaciones representadas en el Consistorio madrileño.
Al término de la celebración, miembros del Cuerpo de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid han procedido al tradicional descendimiento del cuadro de la Virgen.
La veneración a la Virgen de la Paloma continuará hasta las 18:30 horas, momento en el que tendrá lugar un homenaje del pueblo de Madrid a la Virgen, en el presbiterio del templo, que concluirá con el rezo del rosario, a las 19:00 horas, homenaje se celebró el año pasado por primera vez, a falta de procesión.
«Se trata de una expresión del amor y la devoción a la Virgen en forma de poesía, cantos de niños, interpretación de fandanguillos...», como explica el párroco de La Paloma y vicario episcopal de la VI, Gabriel Benedicto.
Vuelve la procesión
Después, el cuadro de la patrona fue instalado en la carroza para su salida procesional por las calles. El recorrido se iniciará a las 20 horas, y seguirá el itinerario habitual: plaza de la Paloma, Isabel Tintero, Gran Vía de San Francisco y Puerta de Toledo, con un acto en honor a la Virgen por parte del Cuerpo de Bomberos; Toledo, con un homenaje a la altura del n.º 104, con suelta de palomas desde los balcones y canciones marianas.
Continuará después su recorrido por la calle; Toledo; plaza de la Cebada, donde varias asociaciones castizas bailarán en honor a la Virgen; Puerta de Moros, carrera de San Francisco, plaza de San Francisco el Grande, Calatrava y Paloma. A su regreso al templo, el cuadro será colocado de nuevo en el retablo, acompañado por el rezo de la salve y el canto del himno a la Virgen.
«Este año especialmente le podemos pedir que derribe en nosotros el muro del odio», que comienza «a pequeña escala» con rencillas familiares o vecinales, y que acaba «con la guerra y con la pérdida del don de la paz». «No podemos detener las guerras» –ha dicho el párroco–, pero «sí apagar los pequeños fuegos a nuestro alrededor».
