(Zenit/InfoCatólica) El secretario de Estado, en la homilía, recogida por "L'Osservatore Romano", transmitió a los obispos presentes "el saludo y el aliento de Benedicto XVI".
Después recordó algunos de los pasajes de la homilía que el mismo Papa pronunció al ordenar este sábado a cinco obispos, en la que destacó como virtudes propias la fidelidad, la prudencia y la bondad.
Por lo que se refiere a la fidelidad, en particular, señaló que "la Iglesia no es nuestra, sino su Iglesia, la Iglesia de Dios".
Esto significa, por tanto, no buscar el propio poder o prestigio, como cuando se trabaja para uno mismo y no para la comunidad.
Al hablar de la prudencia, recordó que el Papa aclaró que ésta no significa astucia, sino compromiso con la verdad, "que gracias a la prudencia se convierte en el criterio de nuestra acción".
Comentando la virtud de la bondad confirmó que significa "cultivar una orientación profunda hacia Dios, el único que es bueno, es más, el Bien por excelencia".
El cardenal deseó a los nuevos obispos que sean "santos como fue santo el cura de Ars, es decir, viviendo vuestro ministerio según el corazón de Cristo y el corazón maternal de María".