(RV). El tema del testimonio cristiano ha estado en el centro de la intervención del cardenal Ivan Dias, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, en la Conferencia de Lambeth que tiene lugar cada diez años y que reúne a todos los obispos anglicanos del mundo y se desarrolla en Canterbury. El purpurado se detuvo también en los desafíos de la evangelización.
“Si en el pasado las áreas tradicionales de evangelización eran el corazón del hombre y la casa, la sanidad, la educación, los enfermos y los ancianos no podemos ignorar los nuevos horizontes que deben ser iluminados por la luz de Cristo”.
Entre los modernos “areópagos” que tiene necesidad de ser evangelizados -añadió el purpurado- están sobre todo los medios de comunicación, el mundo de la ciencia y de la tecnología, de las comunicaciones políticas sociales, de los refugiados y migrantes, ect.
Sobre el diálogo interreligioso -según ha indicado la agencia FIDES- el cardenal Dias confirmó que también en las otras tradiciones religiosas y culturales existen elementos auténticos buenos y santos. “El patrimonio espiritual de las tradiciones religiosas no cristianas es una invitación a dialogar no solamente sobre aquellas cosas que tienen en común con la cultura cristiana, sino también sobre sus diferencias.
Dialogar significa, manteniéndose con firmeza en las cosas que creemos, escuchar respetuosamente a los demás para discernir todo lo que hay de bueno y de santo, todo lo que favorece la paz y la cooperación”.
El cardenal ha ilustrado asimismo la dimensión ecuménica de la evangelización: “la Evangelización es una prerrogativa única del Espíritu Santo que tiene necesidad de canales por los cuales pueda fluir. Esto será posible en la medida en que habrá unidad y cohesión entre los miembros de la Iglesia, entre ellos y sus pastores, y, sobre todo entre los mismos pastores, tanto dentro de sus comunidades como con otras confesiones cristianas”.
Hay que subrayar que en un mensaje a la Conferencia de Lambeth, el patriarca de Moscú y de todas las Rusias, Alexis II, recuerda la enorme responsabilidad de “elegir entre normas morales bíblicas y las tendencias que consideran el pecado y el permisivismo general como manifestaciones de amor y tolerancia”. El patriarca, que se ha referido al tema de la homosexualidad en el centro de los debates de la iglesia anglicana, desea también que sea posible continuar manteniendo las relaciones entre las iglesias que enviaron representadas en Lambeth.
También el arzobispo ortodoxo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo, ha deseado que “en ocasión del Año paulino, la comunión anglicana “reflexione sobre el grado en la que permanece fiel o se haya desviado de las enseñanzas y de los principios paulinos”.