(Efe) El cardenal calificó los atentados en la localidad de Caloto, en los que murió una persona, como un «atropello terrible contra la población civil», y expresó que con esas acciones la guerrilla está creando un clima adverso.
«Es un crimen absolutamente abominable y condenable. Las FARC están creando una reacción muy fuerte en el país, pues en lugar de ambientar la paz, están intentando crear un clima adverso, y eso me parece que realmente no es conveniente», apuntó.
Por su parte, Mons. Iván Marín, arzobispo de Popayán, capital del Cauca, expresó su escepticismo sobre las negociaciones entre el Gobierno y las FARC en Cuba.
«No me explico cómo la guerrilla puede presentar una bandera de paz, de ayudar al pueblo, cuando a la vez está haciendo tanto daño a las comunidades más marginadas, porque el número de poblaciones y comunidades sufridas es inmenso, sobre todo en el Cauca, en municipios como Miranda, Corinto, Caloto, Caldono, Argelia», afirmó.
El prelado dijo que puede ser que en la mesa de diálogos en La Habana las cosas vayan bien «pero en la realidad de nuestro pueblo hay mucho sufrimiento, mucho dolor», por lo que pidió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) «que tomen en serio el camino de la paz».