(InfoCatólica) En un artículo aparecido en la Bussola Quotidiana, un portal católico italiano, Marco Lepore denuncia que, en Italia y otros países, una vez más proliferan los casos en que la Navidad se adapta al «espíritu de la época», cuyo «olor a azufre es cada vez más pronunciado».
Lepore cita, por ejemplo, el caso del belén «inclusivo» de Bruselas, en el que Jesús, María, José y los Reyes Magos aparecen sin rostro para que «todos los tonos de piel estén representados, para que todos se sientan representados». Las lógicas protestas de algunos ciudadanos fueron, como siempre, en vano. La profesora Florence Bergeaud-Blackler, antropóloga y presidenta del CERIF (Centro Europeo de Investigación e Información sobre la Hermandad Musulmana), hizo referencia a la tradicional prohibición musulmana de representar figuras humanas, comentando con sarcasmo en X: «Una Navidad conforme a la sharia en la Grand-Place de Bruselas».
En la Toscana (Italia) un grupo de profesores de primaria ha modificado la letra del villancico Din Don Dan sustituyendo la referencia a «Jesús» por la más neutral «Navidad». La decisión, según los responsables, «pretende preservar el carácter laico de la escuela y evitar referencias religiosas explícitas durante un evento público». Las protestas de los padres también fueron en vano.
El mismo villancico (que se canta con la música de Jingle Bells) también se modificó en Reggio Emilia, donde otra escuela de primaria cambió la letra cantada por los niños, «eliminando las referencias a Jesús para evitar incomodar a los estudiantes de origen extranjero que profesan otras religiones y para promover la inclusión de todos los estudiantes durante las celebraciones navideñas». La escuela, manteniendo la métrica original, reescribió hábilmente los versos de la letra para eliminar cualquier referencia a la Navidad cristiana: el verso «esperando los regalos que da el buen Jesús» fue reemplazado por «esperan la paz y la piden aún más». El segundo cambio transformó el verso «hoy nació el buen Jesús» en «hoy celebramos todavía más».
Otra modalidad es prescindir por completo de los villancicos. En una escuela de Milán, durante una obra de teatro navideña el lugar de los villancicos lo tomó una canción sobre los niños palestinos, cantada íntegramente en árabe.
Extrañamente, parece que se intenta evitar ofender a todo el mundo excepto a los cristianos, cuyos villancicos, creencias y tradiciones se desnaturalizan, se arrinconan, se censuran y se expulsan del ámbito público, sin importar lo ofensivo que eso sea para aquellos que mantienen la fe que creó la cultura italiana y de los demás países europeos. La aconfesionalidad se vendió en occidente como neutralidad, pero con el paso del tiempo ha ido revelando que su verdadera esencia es más bien el anticristianismo.








