Sacerdote chino a los cardenales y al futuro Papa: «Les suplicamos que no olviden a China»
Las banderas del Vaticano y China pintadas sobre una pared agrietada | © Getty Images

¿Cuántas cartas de la Iglesia clandestina han quedado sin respuesta?

Sacerdote chino a los cardenales y al futuro Papa: «Les suplicamos que no olviden a China»

Un sacerdote chino, que por razones de seguridad permanece en el anonimato, ha hecho llegar una carta a los cardenales que participarán en el próximo cónclave, así como al futuro Papa, rogando que preste atención a la situación de la Iglesia en China. Denuncia el silencio, la falta de comunicación con Roma y la exclusión de los prelados chinos en los asuntos que les afectan directamente.

(InfoCatólica) La carta, tras expresar su pesar por el fallecimiento del Pontífice, urge a los cardenales electores a no olvidar a la Iglesia en China.

El autor asegura que su misiva no promueve a ningún candidato concreto, sino que es una llamada de auxilio en nombre de una comunidad que sufre. Lamenta las consecuencias del Acuerdo Provisional firmado entre el Vaticano y China el 18 de septiembre de 2018, que, según indica, ha generado confusión entre los fieles.

Señala que, desde entonces, los católicos chinos han mantenido silencio por respeto a la Sede Apostólica, pero considera que ha llegado el momento de alzar la voz. Pide que el futuro Papa no olvide al pueblo chino y subraya la importancia de Asia en la evangelización del tercer milenio.

El presbítero recuerda que China representa el 18 % de la población mundial y que millones de almas esperan aún conocer el Evangelio. Por ello, reclama un Pontífice valiente, dispuesto a acompañar a la Iglesia en su país.

El sacerdote critica que, en el proceso del Acuerdo, no fueron consultados obispos ni sacerdotes locales, ni siquiera prelados como el cardenal Joseph Zen o el arzobispo Savio Hon. Lamenta que el contenido del documento siga siendo secreto y denuncia la falta de comunicación con la Santa Sede.

Pregunta además cuántas cartas de la Iglesia clandestina han quedado sin respuesta y cuántas súplicas han sido ignoradas. Afirma que se hace muy difícil vivir en obediencia sin orientación clara desde Roma.

El autor de la carta pide una reforma total de la estrategia diplomática del Vaticano respecto a China. Considera inadecuado que las decisiones se tomen sin contar con voces chinas nativas y denuncia que los asesores vaticanos no hablan el idioma ni entienden la cultura.

Concluye que el uso de intérpretes es problemático, ya que se duda de su fidelidad a la verdad y podrían estar vinculados al Partido Comunista. Subraya que la Iglesia debe hablar el idioma chino, comprender la cultura y escuchar directamente a los católicos del país.

El presbítero finaliza afirmando que este cónclave es un momento decisivo para el futuro de la Iglesia y de China, y pide que el sufrimiento de los católicos chinos no sea en vano.

Texto completo de la carta

Al Futuro Papa: El Futuro de China Está en Sus Manos

23 de abril de 2025

Por: Sacerdote chino anónimo

Ante todo, la Iglesia en China lamenta la pérdida de nuestro Santo Padre, el Papa Francisco. Requiem aeternam dona ei, Domine, et lux perpetua luceat ei. Requiescat in pace.

Ahora que el pontificado del Papa Francisco ha llegado a su fin, y los cardenales se preparan para reunirse en cónclave para elegir al próximo Sumo Pontífice, escribo esta carta abierta a ustedes —electores cardenales— con una conciencia cargada y un profundo sentido de urgencia.

Esta no es una carta en favor de un candidato específico. Es un llamado sincero —una súplica para que escuchen los clamores de mi pueblo, que verdaderamente sufre.

Una Iglesia en silencio y sufrimiento

Desde la firma del Acuerdo Provisional el 18 de septiembre de 2018, la Iglesia en China ha sido arrojada al caos y la confusión. Por respeto a la Sede de San Pedro, hemos permanecido en silencio para evitar escándalos entre los fieles, como un cordero llevado al matadero.

«Fue ofrecido porque fue su voluntad, y no abrió su boca: será llevado como una oveja al matadero, y enmudecerá como cordero ante su esquilador, y no abrirá su boca.» (Isaías 53:7)

Pero así como Nuestro Señor resucitó de entre los muertos, también el pueblo chino debe resurgir. Como la Resurrección, un nuevo día debe amanecer para nosotros. Mientras ustedes disciernen quién liderará la Iglesia en los próximos años, les suplicamos que no olviden a China.

El tercer milenio pertenece a Asia

Hay 1.470 millones de chinos en el mundo —más que toda la población de Europa o América. Eso representa aproximadamente el 18 % de la población mundial. Casi uno de cada cinco seres humanos es chino.

Con esto en mente, el próximo pontificado debe priorizar la misión de la Iglesia en China. Como escribió el Papa San Juan Pablo II en Ecclesia in Asia:

«Así como en el primer milenio la Cruz fue plantada en el suelo de Europa, y en el segundo en el suelo de América y África, podemos orar para que en el tercer milenio cristiano se coseche una gran mies de fe en este vasto y vital continente.»

Somos la última gran civilización en recibir el Evangelio de Jesucristo. Innumerables almas aún esperan escuchar el mensaje salvador de Nuestro Señor. Necesitamos un Pontífice valiente —un pastor dispuesto a caminar con nosotros y ayudarnos a llevar a Cristo a nuestro pueblo.

La violación de la subsidiariedad

En Quadragesimo Anno (1931), el Papa Pío XI escribió:

«Es una injusticia y al mismo tiempo un grave mal y alteración del orden correcto asignar a una asociación mayor y superior lo que pueden hacer organizaciones menores y subordinadas.»

Han pasado seis años y siete meses desde la firma del Acuerdo Provisional de 2018. Durante este tiempo, muchos de nosotros nunca fuimos consultados —ni obispos, ni sacerdotes, ni siquiera prelados chinos de alto rango como el Cardenal Joseph Zen y el Arzobispo Savio Hon.

Excluirnos de discusiones que afectan directamente a nuestra Iglesia y nuestras vidas no solo es injusto, sino peligroso. Incluso hoy, aún no conocemos el contenido completo de ese acuerdo. ¿Por qué un acuerdo internacional que afecta a millones de católicos chinos sigue siendo secreto después de seis años?

Silencio desde Roma

Necesitamos una mejor comunicación con la Santa Sede.

¿Cuántas cartas de la Iglesia clandestina han quedado sin respuesta? ¿Cuántas súplicas urgentes han sido ignoradas?

Esto es inaceptable. Anhelamos vivir en santa obediencia, pero se vuelve casi imposible cuando la comunicación está ausente o no existe.

Como escribió el Papa Pío XII en Menti Nostrae (1950):

«Los superiores, por tanto, no deben rehuir su deber de corregir y guiar, pues responderán por las almas que les han sido confiadas.»

Estamos clamando por ese liderazgo, esa guía —aunque sea una palabra desde Roma.

Repensar la diplomacia china

La estrategia diplomática del Vaticano respecto a China debe ser completamente reformulada. No necesitamos diplomáticos profesionales ni los llamados «expertos en China» tomando decisiones por nosotros.

La mayoría apenas habla nuestro idioma o entiende nuestra cultura. Necesitamos voces chinas nativas en la mesa de negociaciones.

Durante varios años, ha sido imprudente y ingenuo no incluir a clérigos chinos fieles y experimentados, como el Cardenal Zen y el Arzobispo Hon, en estas discusiones. Sí, son ancianos. Pero poseen una sabiduría y una perspectiva que los asesores del Vaticano no tienen.

Ellos ven el verdadero rostro del Partido Comunista Chino —un rostro que sus «expertos» y prelados turistas no logran ver, cegados por ilusiones políticas y escenografías orquestadas.

El lenguaje es misión

Por último, seamos francos:

Es inaceptable que decisiones sobre la Iglesia en China sean tomadas por personas que no pueden hablar chino.

¿Por qué deciden nuestro futuro si no pueden leer nuestras palabras ni hablar con nosotros directamente?

Es frustrante y desmoralizante comunicarse a través de intérpretes —intérpretes cuya fidelidad a la verdad a veces cuestionamos, y que incluso podrían ser agentes del Partido Comunista Chino.

Si la Iglesia desea servir a China, debe hablar nuestro idioma, entender nuestra cultura y escuchar nuestras voces.

Conclusión: un punto de inflexión para la Iglesia y China

Este cónclave no se trata solo de elegir un nuevo papa.

Se trata de elegir una nueva dirección para la Iglesia, especialmente para el futuro de China.

¿Seguiremos siendo ignorados y marginados? ¿O finalmente seremos vistos, escuchados y acompañados?

La Iglesia en China está orando. Observando. Esperando. Por favor —no permitan que nuestro sufrimiento sea en vano.

11 comentarios

María de África
Gracias otra vez, Infocatólica.
24/04/25 4:03 PM
Tito España
Conocí en el colegio, de Madrid, a un obispo de la Iglesia en China, un agustino español, expulsado de China por los comunistas. En su día, recibí la Confirmación de sus manos. Nunca le he olvidado y siempre me han interesado las noticias sobre nuestros hermanos católicos y sus sufrimientos.
Desde 2018 y el "famoso y secreto" Acuerdo Provisional entre la Santa Sede y China (la comunista, claro), ¿ha habido algo bueno para esos hermanos clandestinos: obispos, sacerdotes, religiosos, seglares? Ninguno.
Solo persecución, secuestros, prisiones, etc.

Confío que la misericordia divina no incluya este acuerdo en el juicio a Francisco.

24/04/25 6:08 PM
M. Angels
Esta carta debería leerse en el cónclave.
24/04/25 6:45 PM
Edgar de Jesús
Se dice que es el Espíritu Santo el que inspira la elección del Papa. Ojalá escuche el lamento de la iglesia china perseguida por un gobierno comunista. Sería un mensaje contundente que el nuevo Obispo de Roma sea de nacionalidad china (nada de europeo y mucho menos estadounidense).
24/04/25 8:33 PM
Francisco Javier
Que los cardenales ni siquiera piensen en llegar a dar un solo voto por aquel que traicionó a los católicos chinos con el acuerdo secreto con el partido comunista chino y que anduvo elogiando al régimen chino como el que mejor cumple la Doctrina social de la Iglesia Católica.
24/04/25 8:51 PM
Angeles Wernicke
Los católicos chinos, millones de pobres perseguidos no atendidos por su jefe espiritual, el Vicario de Cristo
24/04/25 10:33 PM
Juan Castro
La iglesia católica nunca debe ser usada para oponerse a ningún gobierno y ninguna ideología política, porque cuando Cristo vino, nunca habló en contra del régimen romano, ni de su ideología política.
Solo se opuso a los fariseos, que durante la solicitud de crucifixión a Pilato, tuvieron la villanía de reconocer como su único Rey, al César (Juan 19:15).
Lamentablemente existen muchos católicos chinos financiados por la ultra derecha mundial y el imperialismo occidental, que están utilizando la iglesia católica para fracturar la sociedad China, e intentar socavar su régimen político, que ha demostrado ser más cristiano que los países capitalistas, porque han sacado a millones de chinos de la pobreza.
No le creamos mucho a éstos líderes religiosos chinos, y por éso el Papa Francisco fue muy cauteloso con el catolicismo allí.
Allá se necesita un prelado católico que no se entrometa en la política gubernamental
25/04/25 12:18 AM
S.P.Nye
Juan Castro,debería Usted saber que precisamente porque algunos prominentes prelados católicos están comprometidos hasta las cachas con la política gubernamental del régimen totalitario chino, son necesarias estas llamadas de atención a los Cardenales. El único imperialismo que está haciendo daño a la Iglesia perseguida en China es el del Partido Comunista y las élites globalistas de la izquierda cristofóbica, con la voluntaria o, por desgracia, chantajeada connivencia del actual Vaticano. Y eso de que la dictadura china ha demostrado ser más cristiana que los países capitalistas dígaselo Usted a los millones de muertos que el Comunismo Chino "sacó de la pobreza" a base de hambre, trabajos forzados y un tiro en la nuca.
25/04/25 6:42 AM
Carlos Belo
Vi por aquí el comentario de un total ignorante que defiende al Partido Comunista Chino, mezclando maliciosamente cristianismo con propaganda autoritaria. Vamos a poner las cosas en su lugar con lógica, historia y verdad.

Decir que “Cristo nunca se opuso al régimen romano” no es solo una tontería teológica — es ignorancia histórica. Cristo fue crucificado por el régimen romano como un subversivo político. ¿Por qué? Porque proclamó un Reino que no era de este mundo, pero sí contra la lógica de este mundo. Decir que hay otro Señor que no es César fue un acto profundamente político.

Los primeros cristianos no murieron por cantar canciones piadosas. Murieron porque se negaron a adorar al emperador. Murieron porque dijeron que Jesús es el Kyrios — el Señor — y no Roma. La cruz no fue una casualidad devocional. Fue un castigo imperial para quienes desafiaban la ideología dominante.

Decir que la Iglesia no debe oponerse a ninguna ideología es pedir que renuncie al Evangelio. Cuando la ideología se convierte en ídolo, la Iglesia debe ser profeta. Sea el ídolo el dólar, la revolución, el capital o el Estado. No importa.

Acusar a católicos chinos de estar “financiados por la ultraderecha” es repetir el viejo discurso de los dictadores: todo disidente es un agente extranjero. Stalin decía lo mismo. Mao también. Cuando los cristianos exigen libertad religiosa, lo hacen porque su conciencia está formada por el Evangelio, no por cheques americanos.

Y sobr
25/04/25 8:58 AM
maru
Los fieles católicos chinos, no los de la iglesia patriótica, que no sé que bodrio es ese, están abandonados por parte de Roma, sobre todo, desde el pacto maldito. Pero de quien sería esta idea y con qué fines lo hizo? Ojalá tengan en cuenta en el Vaticano , la súplica de este sacerdote.
25/04/25 11:18 AM
RUFINO SÁNCHEZ
SOY CATÓLICO. MI SER ES DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y EL SACRATÍSIMO CORAZÓN DE MARÍA SANTÍSIMA EN LA ADVOCACIÓN DE LA MEDALLA MILAGROSA. ME DOLIÓ MUCHO QUE BERGOGLIO HUBIERA ENTRADO EN EL TRONO DE PEDRO. PERO DIOS ES SABIO Y POR ALGO NOS MANDÓ ESE CASTIGO
25/04/25 1:20 PM

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