(TheCatholicHerald/InfoCatólica) El arzobispo Edward Weisenburger de Detroit ha anunciado que, a partir del 1 de julio de 2025, las iglesias parroquiales de la arquidiócesis ya no podrán celebrar la Misa Tradicional en Latín (TLM, por sus siglas en inglés).
Weisenburger, quien anteriormente fue obispo de Tucson, Arizona, fue nombrado arzobispo de Detroit por el papa Francisco el pasado 11 de febrero. Según indicó, su decisión responde a las directrices del Vaticano emitidas en 2023, las cuales establecen que los obispos diocesanos no tienen autoridad para permitir la celebración de la Misa Tradicional en Latín en iglesias parroquiales existentes.
En un comunicado publicado el 16 de abril, la arquidiócesis señaló que el arzobispo, instalado oficialmente el mes pasado, informó recientemente a sus sacerdotes que no podrá renovar los permisos previamente otorgados para celebrar esta forma litúrgica en parroquias. Como resultado, dichos permisos vencerán al iniciar el mes de julio.
No obstante, un santuario importante de Detroit podrá seguir ofreciendo la Misa Tradicional, y el arzobispo manifestó su intención de designar al menos cuatro ubicaciones no parroquiales dentro de la arquidiócesis donde esta liturgia pueda continuar celebrándose.
Esta decisión se enmarca en la aplicación de la carta apostólica Traditionis Custodes, promulgada por el papa Francisco en 2021, la cual establece que los obispos pueden designar uno o más lugares para la celebración de la Misa Tradicional, con la condición de que no se encuentren en iglesias parroquiales.
Tras la publicación de Traditionis Custodes, algunos obispos de diócesis donde existían comunidades florecientes de la Misa en Latín dentro de parroquias —como en Denver; Lake Charles, Luisiana; y Springfield, Illinois— concedieron dispensas amplias para permitir la continuación de estas celebraciones, según informa Catholic News Agency (CNA).
Sin embargo, en febrero de 2023, el Vaticano emitió una aclaración indicando que los obispos no pueden autorizar unilateralmente estas excepciones, ya que dicha facultad queda reservada exclusivamente a la Santa Sede.
Las dispensas que algunos obispos obtuvieron del Vaticano para permitir temporalmente esta forma litúrgica en parroquias fueron concedidas por tiempo limitado. El reciente comunicado de la arquidiócesis de Detroit lo confirma:
«La Santa Sede se ha reservado la facultad de permitir la celebración de la Misa Tradicional en Latín dentro de iglesias parroquiales. Los obispos locales ya no poseen la autoridad para conceder este permiso», señala el texto. «Con esto en mente, los permisos anteriores otorgados para celebrar esta liturgia en parroquias arquidiocesanas —que vencen el 1 de julio de 2025— no podrán ser renovados».
El anterior arzobispo de Detroit, monseñor Allen Vigneron, quien lideró la arquidiócesis desde 2009 hasta su renuncia en febrero de este año al cumplir los 75 años, había emitido directrices el 1 de julio de 2022 que permitían a las parroquias solicitar permiso para seguir celebrando la Misa Tradicional dentro de ciertos límites, conforme a lo establecido por Traditionis Custodes.
Según el comunicado actual, «es intención del arzobispo identificar un lugar no parroquial donde se pueda celebrar la Misa Tradicional en Latín en cada una de las cuatro regiones de la arquidiócesis. Como se indicó anteriormente, y en conformidad con las recientes decisiones del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, estos lugares no serán iglesias parroquiales. Una vez determinados, serán dados a conocer a los fieles».
Detroit no es la primera diócesis que cesa la celebración de la Misa Tradicional en iglesias parroquiales tras la aclaración del Vaticano sobre Traditionis Custodes. En 2022, el obispo Stephen Parkes de Savannah, Georgia, anunció que en su diócesis se dejarían de celebrar estas misas en mayo de 2023, una vez expirado el permiso que había solicitado y recibido de la Santa Sede para permitirlas en dos parroquias. De forma similar, en 2023, la diócesis de Albany, Nueva York, revocó los permisos previamente concedidos a dos parroquias, en cumplimiento con la aclaración vaticana emitida en febrero de ese año.