(ACIPrensa/InfoCatólica) En el mes de julio el Prebítero Ulysses Reis de Carvalho, quien fue el párroco de la parroquia Nossa Senhora Aparecida en Brasilia (Brasil), había sido protagonista de un video que se volvió viral en el cual se le podía ver realizando un misa y corrigiendo un error teológico de un canto durante la misma. Lamentablemente falleció a sus 60 años el lunes 17 de agosto.
La Arquidiócesis de Brasilia informó que había sido internado debido una infección renal en el Hospital Santa Helena, la infección fue empeorando y además luchaba contra un linfoma.
Los asistentes al velorio y a la misa fueron pocos debido las medidas de seguridad por la pandemia. Al sepelio solo asistieron sus familiares y sus restos descansan en el cementerio Campo da Esperanza.
En el video, el padre corregía el canto «Quando o dia da paz renascer» (Cuando el día de paz renace), compuesto por Zé Vicente y grabado por el P. Zezinho.
La letra dice «será muy bonito si escuchas la canción cantada de nuevo. A los ojos de la gente la certeza del hermano, reinado del pueblo». A lo que el padre respondió: «Estamos en el reinado de Cristo, no en el reinado del pueblo, porque el pueblo solo hace tonterías».
«Si prestaran atención a esta música, no se menciona el nombre de Jesús o de Cristo o de Dios ni una vez. Es lo que la gente llama un himno humanista, no es un himno cristiano, mucho menos católico.
El canto dice: “Cuando el día de la paz renace, cuando el solo de esperanza brille, voy a cantar. Cuando el pueblo en las calles sonría y esa sonrisa florezca de nuevo, voy a cantar. Cuando las cercas caigan al suelo, cuando las mesas se llenen de paz, voy a soñar. Cuando los muros que cercan los jardines sean destruidos, entonces los jazmines van a perfumar”.
Este canto tiene errores de naturaleza teológica y doctrinal. Expresa una forma de humanismo sin base cristiana, de inspiración marxista revolucionaria.
Como responsable de la parroquia y ante los cientos de personas que asistían a Misa en vivo y online, era mi deber hacer la corrección, que no fue dirigida a los cantantes, sino a la letra y su contenido. La mala calidad de letras y melodías de los cantos presuntamente litúrgicos cantados en nuestras iglesias hacen doler el alma», aseguró en ese momento el sacerdote.