(Fides) El arzobispo de Bogotá asegura que los intereses económicos privados y la corrupción se han convertido en un «cáncer» en el sistema de salud.
El cardenal primado colombiano espera que en la reforma del sistema de salud impere «un profundo cambio en la mentalidad ética poniendo por encima de cualquier interés el bien de la persona humana, y sobre todo el de los pobres».
En Colombia, el servicio de salud está en gran parte en manos privadas y hacer que sea completamente del Estado es casi imposible. Lo que se está discutiendo es un sistema mixto, público-privado, que tenga en cuenta las posibilidades económicas de cada ciudadano. Mientras tanto, son los pobres los que pagan las graves limitaciones del sistema actual.