La huella de San Buenaventura en la ciudad moderna de Montreal, Canadá


San Buenaventura
(1217-1274)
fue un general de la Orden Franciscana por 17 años y Cardenal (obligado por obediencia), que meditaba con frecuencia sobre el Cielo:

“Dios, todos los espíritus gloriosos y toda la familia del Rey Celestial nos esperan y desean que vayamos a reunirnos con ellos. ¡Es imposible que no se anhele ser admitido en tan dulce compañía! Pero quien en este valle de lágrimas no haya tratado de vivir con el deseo del cielo, elevándose constantemente sobre las cosas visibles, tendrá vergüenza al comparecer a la presencia de la corte celestial.”

Para ayudar a los fieles a llegar a esa “corte celestial”, decía: “La perfección del cristiano consiste en hacer perfectamente las cosas ordinarias. La fidelidad en las cosas pequeñas es una virtud heroica". Igual que Jesús, en el Evangelio del XV Domingo de Tiempo Ordinario dió consejos a sus discípulos: “para el camino” (Mc. 6, 8), S. Buenaventura escribió para sus seguidores “Itinerario de la mente a Dios” [de donde son las citas del santo en este artículo] siglos antes de la “pequeña vía” de Sta. Teresa de Lisieux y “Camino” del santo de lo ordinario, S. Josemaría Escrivá.

Por eso tiene mucho sentido que antiguamente se le dedicara una calle céntrica en Montreal, Canadá, que desde entonces ha pasado el nombre del santo a otros lugares urbanos que reflejan un alejamiento gradual en la sociedad de los altos ideales del Doctor “Seráfico”.

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1672 - La calle de S. Buenaventura es reemplazada por la calle “Saint-Jacques”, que se convirtió en un centro financiero.

S. Buenaventura escribía “para dirigir nuestros pasos por el camino de aquella paz que sobrepuja a todo entendimiento […] Y el camino no es otro que el ardentísimo amor al Crucificado, el cual de tal manera transformó en Cristo a San Pablo, arrebató hasta el tercer cielo, que vino a decir: Clavado estoy en la cruz junto con Cristo” (Prólogo, 1)

1847 – Se construye la estación de trenes de S. Buenaventura, destruido por un incendio en 1916

S. Buenaventura se detiene en seis “estaciones": “en correspondencia con los seis grados de la subida a Dios, seis son los grados de las potencias del alma[…]: el sentido y la imaginación, la razón y el entendimiento, la inteligencia y el ápice de la mente o la centella de la sindéresis.” (I, 6)

Dedica dos capítulos a cada paso de “la caminata de tres jornadas en la soledad” (I, 3): una meditación siguiendo “las tres substancias que hay en Cristo, escala nuestra, como son la corporal, la espiritual y la divina”(I, 3), reflejados en nuestro corazón, alma y mente.

1964 – Comienza la construcción del edificio “Place Bonaventure”, el más grande del mundo entonces por sus metros cuadrados. Renovado en 1998, continúa a ofrecer salas de exhibiciones, tiendas y despachos en el centro del Distrito Internacional de la ciudad.

“Extraña cosa parece, por cierto, que, habiendo demostrado cuán cerca está Dios de nuestras almas, sea de tan pocos especular en sí mismos al primer Principio [Dios Padre]. Pero la razón es obvia: distraída el alma con los cuidados, no entra en sí misma por la memoria; anublada con los fantasmas de la imaginación, no regresa a sí misma por la inteligencia, y seducida por las concupiscencias, no vuelve a sí misma por el deseo de la suavidad interior ni por el de la alegría espiritual.” (IV, 1)

En 1966 también se crea un metro en Montreal, con una estación llamada “Bonaventure”. Fue la estructura que dió comienzo a la “Ciudad subterránea” de Montreal, cuyo logo “RÉSO”(de “réseau”, “red”), incluye una flecha que apunta hacia abajo.

“Ejercítate, pues, hombre de Dios en el aguijón remordedor de la conciencia, antes de elevar los ojos a los rayos de la sabiduría que relucen en sus espejos, no suceda que de la misma especulación de los rayos vengas a caer en una fase más profunda de tinieblas.” (Prólogo, 4)

Advierte el santo que “…por muy iluminado que uno esté por la luz de la razón natural y de la ciencia adquirida, no puede entrar en sí para gozarse en el Señor si no es por medio de Cristo, quien dice: Yo soy la puerta.” (IV, 2) El hombre necesita las tres virtudes teologales para recuperar los cinco sentidos espirituales y así poder ver, oír, oler por el deseo, y gustar y tocar de lo divino abrazando a Cristo, como se revela en las Sagradas Escrituras. “Porque, así como nadie sabe las cosas del hombre sino solamente su espíritu, que está dentro de él, así tampoco las cosas de Dios nadie las ha conocido sino el Espíritu de Dios.” (IV, 8)

¿Cómo seguir, entonces, el camino hacia Dios?

“Quien quisiere, pues, subir a Dios, es necesario que evitada la culpa que deforma la naturaleza, ejercite las sobredichas potencias naturales en la gracia que reforma, y esto por la oración; en la justicia que purifica, y esto por la vida santa; en la ciencia que ilumina, y esto por la meditación; en la sabiduría que perfecciona, y esto por la contemplación.” (I, 8)

[Fotos en Wikimedia Commons: panorama de Montreal (Mogoyo), interior de “Place Bonaventure”(Simon Law)]


Preguntas del día [Puede dejar su respuesta en los comentarios]
: ¿Qué le parecen que son símbolos del progreso humano? ¿Hay imágenes urbanas que en su opinión elevan la mente a Dios?

Mañana – Ntra. Sra. del Carmen – “a predicar la conversión” (Mc. 6, 13)

16 comentarios

  
anarico
María, conozco un poquito la obra de S. Buenaventura y me encanta, como no puede ser de otra manera.
No obstante, el Camino, me gusta más como lo enseña nuestro S. Juan de la Cruz; tal vez porque los españoles lo tenemos al alcance más "fresco", al leerlo en la lengua original en que fue escrito. Así que yo recomiendo que por lo menos los españoles tomemos como principal modelo, sin dejar de lado a S. buenaventura, que sin duda fue perfecto en todo; y del que podemos beneficiarnos muchísimo.
En nuestro tiempo no sabemos que haya en la Iglesia inteligencias de éste "calibre", pero bueno..., los tenemos cerca: en las estanterías de las bibliotecas y en el Cielo, para inspirarnos y ayudarnos en todo sin falta. saludos
17/07/09 11:27 PM
  
perenolasc
Anarico, debo reconocer que no he leido nunca nada de S.Buenaventura, tampoco de S.Juan de la Cruz (en este caso sería más correcto decir "practicamente nada" pero es casi lo mismo).
Es posible, incluso probable, que no haya en nuestro tiempo inteligencias de ese calibre, pero afortunadamente, como Vd. dice, los tenemos cerca, en las estanterías de las bibliotecas y en el Cielo, juntamente con tantas y tantas otras inteligencias como S.Pablo, S.Agustín, S. Ambrosio, S.Isidoro,S. Bernardo de Clairvaux, Sto. Tomas de Aquino, S. Ignacio de Loyola o (saltando más lejos para abreviar) el cardenal Newmann, en breve el beato Newmann.
Todos ellos, y todos los Padres de la Iglesia y tantos y tantos santos y apologistas y cristianos varios que nos han dejado el trabajo de su inteligencia en los libros para que pueda ayudarnos a nuestra salvación.
Pero yo encuentro en falta más el trabajo de divulgación que no el trabajo de esas inteligencias.
No digo que no nos hagan falta, pero para la mayoria de los cristianos estas referencias de primera clase, que digo de primera clase, de lujo, que podemos encontrar en las bibliotecas e incluso a veces en internet, nos vienen grandes. Es dificil para la mayoria de nosotros aprovechar la inteligencia, la bondad e incluso la belleza de esas reflexiones,pero nos es más fácil acceder a lecturas más sencillas, más resumidas y más didácticas (para el católico medio, no hablo de gente con preparación teológica).
Y aqui las buenas lecturas,que luego sirven para poder entender algo de las otras a las que se refería, no abundan demasiado.
Por eso doy gracias a Dios de algo tan sencillo pero tan completo como las catequesis del Santo Padre Benedicto XVI, al que les pido recuerden todos en sus oraciones para su pronta recuperación después de la intervención de ayer.
Que belleza, que sencillez y al tiempo que completas son sus catequesis. Que encíclicas(la última no la conozco aún). Como ha tratado en sus dos primeras encíclicas los temas de la Caridad y la Esperanza. Estoy impaciente esperando cuando trate el tema de la Fe, si Dios quiere, creo que pude ser algo precioso y útil a todos.
Que leccion pública nos da ese gran teólogo, ese gran profesor qu sabe hablar a los que no tenemos el nivel suficiente para leer otros libros, entre ellos también suyos, que nos permiten acercarnos desde nuestra ignorancia a Dios.
Mi pregunta es : ¿Ya aprovechamos este tipo de lecturas lo suficiente? Porque leer a S.Buenaventura, S. Juan de la Cruz etc puede ser dificil a la mayoría de nosotros, pero las buenas lecturas, básicas, sólidas, sencilas, hechas con amor y suculentas (vamso como un plato de cocina de las madres de antes)
como las catequesis del Papa nos pueden ayudar, reconfortar y santificar.
Y otras lecturas también por supuesto (aunque ahí necesitamos más ayuda o conocimiento para discernir unas de otras y poder escoger lo útil, lo correcto, lo verdadero).
18/07/09 10:15 AM
  
anarico
"Pero yo encuentro en falta más el trabajo de divulgación que no el trabajo de esas inteligencias.
No digo que no nos hagan falta, pero para la mayoría de los cristianos estas referencias de primera clase, que digo de primera clase, de lujo, que podemos encontrar en las bibliotecas e incluso a veces en internet, nos vienen grandes. Es difícil para la mayoria de nosotros aprovechar la inteligencia, la bondad e incluso la belleza de esas reflexiones,pero nos es más fácil acceder a lecturas más sencillas, más resumidas y más didácticas (para el católico medio, no hablo de gente con preparación teológica)."

perenolasc:

He marcado de lo que has dicho, lo que considero de mayor cuantía. Y ahora te digo algo.

Lo primero es decirte que sólo estoy de acuerdo contigo, en que falta divulgación de la Santa Doctrina, tal y como la han entendido los Santos Doctores de la Iglesia. Y tan de acuerdo estoy contigo en este punto, que me esfuerzo en participar en Infocatólica SÓLO para hacer lo que esté al alcance de mis posibilidades en la divulgación y estímulo del deseo de los católicos hacia esplendor de la verdad.

Mira, andar por el "Camino de Perfección" es lo más fácil del mundo y todas las personas lo pueden hacer como enseña S. Juan de Ávila en su AUDI FILIA, pues sólo se necesita AMAR; no es cuestión de mayor inteligencia ni nada de eso; sino que la inteligencia y todo lo demás viene después como añadidura. Así que te digo, que lo más alto está al alcance de todos los que hagan las cosas bien.
Lo problemas que tenemos en éste sentido vienen del error, de que un ciego se deje conducir por otro ciego. Así de fácil. Por ésta razón es conveniente elegir bien al maestro; y éste debe ser ILUSTRADO, EJERCITADO Y EXPERIMENTADO; que reuna las tres condiciones y que no le falte ninguna. Y no voy a rehuir a decirte lo que pienso de los últimos Papas. Han sido elegidos papas pero yo no tengo ninguna duda, de que NO REUNEN las tres condiciones anteriores. Y claro, el pueblo fiel sufre las consecuencias.
La religión digamos que es una "ciencia" muy definida y particular, y no todo lo que dice un hombre con sotana es religión, y menos aún de buena.

Cuando hablamos de Camino, hablamos de distancia, hablamos de diferencia entre el principio e ir adelantando. La cosa lleva su tiempo y dedicación. Al principio no se puede tener lo que se tiene cuando se va más adelante; pero es inevitable empezar por el principio para todos y no hay atajos, pues a Dios no se puede engañar como bien sabes.

Todas las personas que han avanzado en el desarrollo de su consciencia coinciden de que el principio y la clave es Amar a Dios. Es decir, ejercitarse en cumplir el primer Mandamiento de la Ley de Dios. (Que yo creo que está más al alcance de las personas sencillas que los miles de puntos del Catecismo, que más sirven para enredar que para facilitar)
Si alguien me dice ¿cómo se ama a Dios? Yo le diré que a Dios se ama "técnicamente" lo mismo que a la vecina más guapa. Así de fácil. Y doctores tiene la Iglesia.
Es bueno para todos que el pueblo fiel beba cuanto pueda del "vino sagrado de la Caridad". Y es bueno para el pueblo fiel, suprimirle la anestesia,el rollito facilón, el buenismo bobo, el engañabobos, el autoengaño, etc, etc. saludos.

18/07/09 11:58 AM
  
Pedro-1
Anarico, ahora va a resultar que Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI son tres analfabetos, tres bultos sospechosos que no dijeron, hicieron y escribieron más que disparates, mientras que tú, con ese amar "técnicamente", lo mismo que a la vecina más guapa, has llegado al culmen de la teología cristiana, dando por finalizado un largo proceso de más de dos mil años. Desde luego...
18/07/09 12:30 PM
  
María Lourdes
Anarico, me parece que ni S. Buenaventura ni S. Juan de la Cruz son lecturas amenas sino lecturas para la meditación. Lo digo por si alguien se anima a empezar a leer y se desanima tras intentar leerlo deprisa. Es necesario meditar esos escritos clásicos detenidamente, y si se lee sólo una frase o dos para aprovecharlos el resto del día, la lectura sigue siendo buena. A veces así se aprender mejor y el Espíritu Santo nos lo va explicando.

No hace falta ser muy inteligentes, como dice, pero al dedicarse uno a la lectura espiritual he oído que sí debe poner uno su mente, su corazón y su alma en ello para sacar provecho. S. Buenaventura escribe sobre cómo desarrollar cada uno en relación al Señor en "Itinerario de la mente a Dios".

Al mandarnos el Señor a amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente y toda nuestra alma, nos da también los medios, cada uno según su capacidad. Por eso enfatiza que sólo espera todo lo "nuestro" de cada uno de sus discípulos. Parece muy sencillo y los humildes lo llegan a practicar antes, pero en la práctica diaria no es todo tan fácil. Si fuera así, no pecaríamos, pero ya sabemos que tenemos solución a eso también: el Sacramenton de la Reconciliación.

Respecto a los Papas de la Iglesia Católica, quisiera aclarar que sean las que sean sus cualidades personales, cuando hablan ex-cátedra es el Espíritu Santo el que les guía por el bien de la Iglesia. Un saludo.
18/07/09 12:41 PM
  
Norberto
ML
La traducción de "petit voie" (Theresita) es "caminito".
Es verdad que los santos mencionados por perenolasc respondieron a los retos de su época,y,que algunos de sus planteamientos nos sean distantes,sin embargo,por no alargar el comentario,observemos la tríada de S. Buenaventura:oración-meditación-contemplación como aplicaciones (que diría un informático) para "...Pero quien en este valle de lágrimas no haya tratado de vivir con el deseo del cielo, elevándose constantemente sobre las cosas visibles, tendrá vergüenza al comparecer a la presencia de la corte celestial";es decir un anticipo de la recomendación de Theresita de "vivir el cielo aquí en la tierra".
S.Buenaventura continuó,a partir de S. Francisco, y amplió, un horizonte cristocéntrico,sin el cual el cristianismo pudo quedar reducido,parafraseando a Edith Stein,a "conjunto de normas sin alma".
18/07/09 12:46 PM
  
María Lourdes
Perenolasc, muchas gracias por recomendar las excelentes catequesis del Papa Benedicto XVI.

En el sitio del Vaticano se puede encontrar un archivo de los pontífices desde León XIII. Los interesados pueden leer las catequesis del Papa Benedicto XVI y sus encíclicas, discursos, homilías, etc. en esta página. Haciendo clic en "Audiencias", se encuentran por año listas con fecha y título de cada catequesis para facilitar la búsqueda y lectura.

Debería escribir algo sobre el tema. A ver si lo hago en el futuro, Dios mediante. Un saludo.
18/07/09 12:51 PM
  
María Lourdes
Pedro-1, aunque no me dirigió su comentario, le diré que estoy de acuerdo con usted en que hay mucho de valor en las enseñanzas de los Papas. Y pronto espero que sea beatificado y canonizado el Siervo de Dios Papa Juan Pablo II, cuando Dios quiera.

Al mismo tiempo, también me parece que las intenciones de Anarico en el fondo son buenas e intenta ayudar a otros. Lo que pasa es que no hay dos personas que hayan llegado de la misma forma exacta al Señor, o así lo creo, y he llegado a comprender con la ayuda de otros que lo que es bueno para uno no es necesariamente bueno para otro, aunque todos tengamos que pasar por la senda estrecha para llegar a Dios y los católicos tenemos que cumplir los Mandamientos de Dios y de la Iglesia para hacerlo. Un saludo.
18/07/09 1:08 PM
  
María Lourdes
Norberto, gracias por aclararme lo del "caminito". Lo he visto escrito de tantas formas que ya no estaba segura de qué llamarlo. En inglés se traduce "the Little Way".

¿No es maravilloso lo mucho que se han ayudado las órdenes religiosas a lo largo de los siglos? Si mal no recuerdo, los benedictinos ayudaron a S. Francisco dándole la Porciúncula, el terreno y la pequeña iglesia que restauró el santo. Santa Teresa de Jesús menciona en su biografía lo mucho que le ayudaron sacerdotes y religiosas de otras órdenes también. Espiritualmente cada uno tenía su carisma, pero seguían al mismo Señor.

Resumió muy bien en términos prácticos la enseñanza de S. Buenaventura. Un saludo.

18/07/09 1:20 PM
  
anarico
Pedro-1

Yo no he dicho que los últimos Papas fueran analfabetos, y menos aún el Papa Pablo VI, qu a mí me parecía particularmente culto. Yo sólo he dicho que no eran ilustrados, ejercitados y experimentados en las cosas del espíritu al nivel que los doctores de la Iglesia que hemos mencionado.
Evidentemente tenían conocimientos y experiencia; pero yo creo que no tenían la experiencia espiritual más alta. Éso pienso yo, y no otra cosa. Y si nuestra sociedad está enferma, algo tendrán que ver nuestros curas como responsables principales de esta situación. Así lo pienso yo.
Y lo de la vecina, es la forma más vulgar que he encontrado, para acercar la idea de la "técnica" a todo el mundo. Y de está manera comprenda todo el mundo la sencillez de la grandeza de la doctrina cristiana, que no es otra cosa que "la ciencia del Amor" como ha dicho estos últimos días el Papa Benedicto.

María, no puedo estar de acuerdo contigo, en que las lecturas de S. Juan no sean amenas. Lo que sucede es que al principio todo cuesta un poco más, sobre todo cuando se llega a éllas, (como habitualmente sucede) con conceptos previos incorrectos y adulterados.

Respecto del segundo punto, te digo lo que hemos dicho otras veces. Se empieza por los OJOS de la cara; se van levantando tal y como se indica en el capitulo IV de la Subida el Monte Carmelo". Se hace con los ojos físicos, pero la consciencia los ha de seguir (aquí hay incidir y ejercitarse en que así sea, al principio no suele resultar fácil, para los que aman al mundo en demasía).Donde ponemos los ojos, ponemos nuestra mente y nuestro gozo, y donde ponemos nuestro gozo ponemos también nuestro corazón. Como ves ninguna cosa del otro mundo.

Nuestra capacidad va aumentando a medida que nos ejercitamos.

Pecamos, como tú dices, porque todavía amamos a Dios muy poco, tan poco, que durante el día apenas nos acordamos de Él. Estoy seguro que cualquiera de nosotros se acuerda de su esposo/a más que de Él y sus cosas, a saber: su Eternidad, su Infinita Bondad, etc, etc...
En cuanto al último punto, no tengo la menor duda. Por eso se dice que "Dios escribe derecho en renglones torcidos".

Y no me dirás que no me estoy empleando a fondo, con lo que me cuesta manejar el teclado. Saludos
18/07/09 1:39 PM
  
María Lourdes
Anarico, pues viendo los comentarios que deja aquí parecería que el ordenador le va leyendo los pensamientos sin necesidad de teclado... :)

Recuerdo cómo la primera vez que leí el "Diálogo" de Sta. Catalina de Siena tardé años en hacerlo y no exagero. Me leía una oración o dos y no podía avanzar porque me daba un dolor de cabeza hasta que pudiera "digerir" poco a poco lo que leía. ¡Ni qué decir San Juan de la Cruz y su "Acenso al Monte Carmelo"! Basta decir que no me lo leí de un tirón, pero poco a poco va ayudando el Espíritu Santo.

Esto dice S. Buenaventura sobre la contemplación:
"Y en este tránsito, si es perfecto, es necesario que se dejen todas las operaciones intelectuales, y que el ápice del afecto se traslade todo a Dios y todo se transforme en Dios. Y esta es experiencia mística y serenísima, que nadie la conoce, sino quien la recibe, ni nadie la recibe, sino quien la desea; ni nadie la desea, sino aquel a quien el fuego del Espíritu Santo lo inflama hasta la médula." ("Itinerario de la mente a Dios")
También habla en los primeros capítulos de ese libro sobre los sentidos. Un saludo.
18/07/09 2:03 PM
  
Pedro-1
María Lourdes, le agradezco mucho su comentario y más aún sus artículos. Los leo casi todos. Yo también creo que Anarico escribe con buena intención. Pero esta vez… no estoy de acuerdo con él, y me parecen sus comentarios muy injustos para con los últimos Papas. Saludos.
18/07/09 2:42 PM
  
anarico
María, yo llevo con S. Juan de la Cruz 30 años, y cada día me maravilla y me impresiona más. Con unas líneas que lea tengo bastante cada día. Dicho en dos palabras es impresionante.

"Esto dice S. Buenaventura sobre la contemplación:
"Y en este tránsito, si es perfecto, es necesario que se dejen todas las operaciones intelectuales, y que el ápice del afecto se traslade todo a Dios y todo se transforme en Dios"

María, sí, como dice S. Buenaventura, hay que dejar todas las operaciones intelectuales para disfrutar del sabor del vino sagrado de la Caridad. (por eso como dice S. Francisco de Sales, en la Sagrada Escritura beber quiere decir contemplar que es más fácil y no necesita ningún esfuerzo, que comer que quiere decir meditar, que cuesta algo más). Pero al principio no es así. Sino que "se ponen los ojos" y se van haciendo conjeturas, que es lo que también se llama meditación, y después poco a poco vamos admirando y desarrollando el afecto y ejercitándolo. Y sobre todo no olvidemos que el alma come por los ojos, F. de S.

Ahora bien; S, Juan escribía para personas muy concretas, que tenían un lenguaje y conceptos comunes con él, y claro, esta falta que tenemos la tenemos que suplir con algo de más dedicación. Pero en cualquier caso, hay que tener presente, que ni la Sagrada Escritura, ni ningún libro de religión, se ha escrito para ser leído como un libro normal se lee, sino para leer contemplando.
18/07/09 3:08 PM
  
María Lourdes
Pedro-1, también me llamó la atención lo que decía Anarico sobre los Papas y por eso comenté sobre la acción del Espíritu Santo en ellos sin haber leído su comentario. Aprecio mucho que pase por aquí. Un saludo.
18/07/09 7:37 PM
  
María Lourdes
Anarico, como lleva leyendo a S. Juan de la Cruz casi más años de los que tengo de vida, no le digo desde cuándo leo yo esas obras (y mucho menos tiempo lo he hecho como lectura espiritual).

Precisamente, S. Buenaventura pensaba que los primeros pasos se hacen con los sentidos corporales, pero los últimos refinan los "sentidos" espirituales. ¿No es admirable cómo el Señor dispuso que todo nos llevara hacia Su Bondad y Grandeza infinitas? Un saludo.
18/07/09 7:42 PM
  
anarico
Sí, María, a poco que se pare uno a pensar en la Bondad Infinita, en la Eternidad,... no puede hacer uno otra cosa que impresionarse profundamente, sabemos que estas cosas no son Dios mismo, pero para nosotros como si lo fuera.
Y de lo que atribuyes a S. Buenaventura es exactamente lo que han dicho los demás doctores de Iglesia, que en el tiempo primero es el ser animal y luego el ser espiritual. El tramo intermedio es lo que llamamos "Camino de perfección"; que por hacerlo más visual S. Francisco de Sales, nos dice que es el "camino que sigue la consciencia a través del territorio del alma" que va desde el punto que le da vida al cuerpo mortal hasta lo más alto espiritual que tiene que llegar para poder ser "esposa" del Rey del Universo entero.
No hay que olvidar para no caer en superticiones y demás aberraciones, que el "negocio" de la religión se efectua en la consciencia y para el desarrollo de la misma, como enseña S. Juan de Ávila en su AUDI FILIA. Digo ésto porque así me parece que queda más delimitado y centrado el tema.
18/07/09 8:54 PM

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