La belleza de la voz
“La cultura del canto es también cultura del ser” y “los monjes con su plegaria y su canto han de estar a la altura de la Palabra que se les ha confiado, a su exigencia de verdadera belleza”, decía Benedicto XVI comentando una meditación de San Bernardo de Claraval.
El canto, el ser – la realidad en su dimensión última- , la plegaria, la Palabra; en definitiva, la belleza. “Estoy convencido de que la música es verdaderamente el lenguaje universal de la belleza”, ha dicho también el Papa. Quizá la voz sea, de todos los instrumentos, el más bello. Dios dio a los hombres la voz para que, de algún modo, como respondiendo, se hiciesen eco de su gloria.