7.09.14

Congreso de la Juan XXIII: la colecta no engaña

Como el algodón en los azulejos de la cocina de la señora Rafaela. Porque de palabras andamos todos más que sobrados, de intenciones hasta arriba y, para qué vamos a engañarnos, el comunicado final del congreso de teología despierta menos interés que una comparecencia pública de Cayo Lara.

No dudo de que tanto los asistentes como los ponentes y comunicantes del congreso de teología son gente preocupada por los pobres, Dios me libre de poner en tela de juicio su compromiso, su disponibilidad y su buen hacer con los débiles, amén de escritos, comentarios, reflexiones y elucubraciones en el mismo sentido. Pero uno tiene en sus genes de sacerdote lo de ser cura de pueblo, y de cuando en cuando me sale la vena refranera que no es especialmente científica, pero acaba poniendo las cosas en su sitio.

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5.09.14

Supuestos axiomas repetidos y más que superados

Hay ciertos supuestos axiomas que yo no sé cómo la gente no se ruboriza al repetirlos una vez más después de cuarenta años. Por ejemplo eso de que lo fundamental es la opción por los pobres. Porque claro, te val al evangelio, te lees el inicio de la predicación del bautista y de Jesús y mira por donde lo que dicen es que se ha cumplido el plazo, convertíos y creed la Buena Noticia. Pero es que te val al final del evangelio y lo que dice Jesús a los apóstoles es eso de “id y haced discípulos, bautizando y enseñando”.

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30.08.14

"Peceras" en los templos. Casi mejor que no

Tenemos que replantearnos eso de las “peceras” en los templos parroquiales. Hubo un momento, quizá seguimos en él, en el que se veía como algo útil para papás con niños pequeños el habilitar en los templos unas zonas acristaladas e insonorizadas, pero con buena megafonía, desde las cuales los papás con niños pequeños pudieran participar de la santa misa sin miedo a molestar al resto de los fieles.

En la parroquia de un servidor hay familias que acostumbran a seguir la celebración desde la capilla del Santísimo, separada del templo principal por una cristalera y que en la práctica se ha convertido en esa pecera cómoda para los padres.

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28.08.14

Curas con abogado y seguro de responsabilidad por daños morales

Nos harán falta las dos cosas en cuanto la gente comience a denunciarnos a los curas por esos supuestos daños morales como acaba de ocurrir en un pueblo de Jaén. Un sacerdote que niega la comunión a una joven por considerar que no va vestida correctamente, y denuncia ante la guardia civil por daños morales, ya que según afirman los padres se ha producido una “humillación pública a una menor", y además presentan un parte médico que recoge que su hija “ha estado con ansiedad” y, además, “le daba vergüenza salir a la calle en un pueblo donde todos nos conocemos".

Pues nada. Esto es el principio del melón. Cualquier día Paquita, que lleva viviendo toda la vida con Manolo, casado previamente y no con ella, pondrá una querella porque el párroco habló de adulterio y todo el mundo se dio cuenta de que lo decía por ella. También se espera querella de doña Justa, que encargó una misa rezada por su difunto esposo y el sacerdote celebrante se le olvidó citar el nombre, con lo cual la buena mujer lleva tres días con sales para que se le vaya el soponcio. Se espera la denuncia de José, al que el párroco le negó ser padrino de bautismo simplemente por ser militante de la asociación de laicistas del pueblo y haber protagonizado una procesión burlesca el día de Jueves Santo.

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26.08.14

Un obispo ha de ser mucho más

No dejan de sorprenderme los criterios con los que un buen número de católicos valora a un pastor. Lo estamos viendo desde que inició su pontificado Francisco, lo hemos vuelto a contemplar en cuanto saltó el nombre de D. Carlos Osoro como nuevo arzobispo de Madrid, y hoy tenemos la edición repetida con motivo del fallecimiento de D. Ramón Echarren.

Como pueden comprender, a un servidor que un obispo sea trabajador, sencillo, afable, cercano a los pobres, simpático y humilde le parece fantástico. Pero son cualidades que me parecen excelentes para un obispo, alcalde, presidente del gobierno, profesor de educación primaria, padre de familia, director de banco y registrador de la propiedad.
Naturalmente prefiero un obispo así a otro que sea vago, orgulloso, áspero en el trato, amante de la buena vida, déspota y altivo como un pavo real. Pero no basta. Ni mucho menos.

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