Juan Manuel de Rosas (1793-1877). El Caudillo argentino del XIX que humilló a Gran Bretaña y a Francia

Tal vez el nombre de Juan Manuel de Rosas no diga gran cosa hoy en día a la mayoría de los españoles pero en Argentina es un nombre que todavía hoy no deja indiferente a nadie. Se trata de una de las mayores figuras de la historia de la nación argentina desde su independencia de España a principios del siglo XIX. No dudó en desafiar, con cierto éxito a las potencias europeas más poderosas de la época, Gran Bretaña y Francia en defensa de los intereses de su Patria. Sincero católico, puede ser considerado como una referencia no solo para su patria, sino para toda la Hispanidad. Fue gobernador de la Provincia de Buenos Aires entre 1829 hasta su derrocamiento en 1852, cargo que en aquel momento venía a equivaler al de presidente de Argentina. Su importancia en la historia de la nación austral es tanta que en Argentina a aquel período se le conoce como la época de Rosas.

Nació en 1793 en Buenos Aires, todavía como súbdito del imperio Español en lo que aún era el Virreinato del Río de la Plata. Provenía de una familia española ilustre, con origen en Cantabria. Un tío abuelo suyo había sido don Domingo Ortiz de Rozas, gobernador de Buenos Aires entre 1742 y 1745. Siendo muy joven participó en la batallas contra la fracasada invasión británica del Río de la Plata, todavía bajo soberanía española en 1806 y 1807 (conocidas en la historia argentina como la Defensa y la Raconquista), en la Compañia de niños del Regimiento de Miqueletes, donde fue distinguido por su valor.

Rosas no participó en la guerra de independencia de Argentina contra el dominio español a partir del año 1810 . Su madre era propietaria de una gran estancia en la pampa bonaerense y el se convirtió en ganadero y empresario rural obteniendo un considerable éxito e incluso escribió un libro sobre agricultura. Cambió su apellido familiar “Rozas” por “Rosas” para demostrar su voluntad de no vivir del patrimonio paterno y emprender su propio camino. Se casó con Encaranación Ezcurra con la que tuvo 3 hijos, Juan Bautista, María y Manuela. Con otros propietarios formó una milicia para defender sus bienes del ataque de los pueblos indígenas del sur de Argentina que durante el dominio español no habían sido sometidos y pronto destacó como oficial de caballería. Fue el inicio de su carrera militar.

A partir de la década de 1820, con Argentina ya independiente se inicia su participación en política. Durante muchos años, hasta la década de 1870 la política interna en Argentina estará marcada por las duras guerras civiles entre la extensa y dominante Provincia de Buenos Aires y el resto de provincias del inmenso país austral. La provincia bonaerense controlaba los derechos aduaneros de exportación de toda la “Confederación Argentina”. Dado que Buenos Aires era, ya desde los tiempos de la Colonia (sobretodo a partir del siglo XVIII) uno de los puertos comerciales más importantes de América del Sur ello suponía una gran riqueza para Buenos Aires que concentraba además el comercio exterior de las demás provincias. Esto provocó grandes conflictos y guerras entre “unitarios” (las provincias que querían un nación unificada donde Buenos Aires fuese una provincia más) y “federales” ( básicamente los bonaerenses que querían que su provincia gobernara toda Argentina).

Rosas se convertirá pronto en uno de los principales caudillos de los “federales”. Éstos eran básicamente conservadores y mantenían el espíritu católico tradicional desde tiempos de la Colonia. Rosas se convirtió en uno de los principales colaboradores del gobernador de Buenos Aires, el general Martín Rodríguez. Participó en campañas contra los pueblos indios del sur, convirtiéndose en uno de los militares más prestigiosos del país. Después de una nueva guerra civil entre unitarios y federales , Juan Manuel de Rosas es elegido Gobernador de la provincia de Buenos Aires en diciembre de 1829. Este cargo que ocupará hasta 1852 le convertía virtualmente en presidente de Argentina y en la figura dominante de país. Habrá nuevas guerras civiles pero Rosas va sometiendo a la provincias “rebeldes” como Mendoza (que durante un breve tiempo había sido estado independiente), Córdoba, La Rioja, Santiago del Estero, Tucumán, San Luis y otras.

Fue un presidente católico que protegió y promovió la Religión si bien tuvo enfrentamientos con los jesuitas , que se mostraron hostiles a su gobierno. Fue un gobierno autoritario que gobernó con energía. Sus enemigos liberales y “progresistas” le acusaron de ser un dictador “inquisitorial”. Sofocó nuevas revueltas en el norte y en el sur del país en las décadas de 1830 y 1840.

Rosas reformó las leyes aduaneras y económicas para que las provincias se beneficiaran también del comercio aunque Buenos Aires se consolidó como principal ciudad del país En su época la economía argentina prosperó notablemente y empezaron a llegar numerosos inmigrantes europeos , sobretodo españoles (vascos y gallegos principalmente), italianos e irlandeses. Rosas era partidario de una política económica proteccionista y patriótica que hiciera salir a Argentina de la órbita comercial británica y francesa (sobretodo británica) en la que estaba desde la independencia al haberse convertido en uno de los principales mercados de una Gran Bretaña que estaba en su apogeo como potencia industrial y económica. Esto le enfrentó a los gobiernos británico y francés

A partir de 1845 se entra en el proceso que conducirá al enfrentamiento militar entre Argentina por un lado e Inglaterra y Francia por el otro. Rosas había prohibido la navegación por los ríos interiores de Argentina, principalmente el Paraná lo cual fue considerado casus belli por Londres que venía reclamando la libre navegación por esos ríos para dominar totalmente el comercio en la zona del norte de Argentina y Uruguay. Debido a esta disputa Inglaterra y Francia enviaron una flota de guerra que bloqueó el puerto de Buenos Aires y la flota francesa se apoderó de la isla de Martín García (hay que recordar que Londres se había apoderado de las islas Malvinas de forma totalmente ilegal en 1833).

La flota británica se declaró protectora de Uruguay país que estaba en guerra civil y uno de los bandos era proargentino y se apoderó por la fuerza de la mayor parte de la flota argentina cerca de Montevideo (hay que recordar que la independencia uruguaya había sido impuesta por Londres tras una guerra entre Argentina y Brasil en la década de 1820. A Inglaterra le convenía una Suramérica lo más fraccionada posible para establecer sobre el continente su dominio económico).

La flota anglo francesa penetró en el río Paraná para abrirlo a su dominio y derrotaron a las fuerzas de Rosas al mando del coronel Lucio Mansilla en la batalla naval y anfibia de Vuelta de Obligado ( aunque la flota inglesa sufrió importantes bajas) en noviembre de 1845 pero los anglofranceses sufrieron más pérdidas en diferentes combates en los meses posteriores hasta que la flota inglesa fue derrotada en la batalla de Punta Quebracho, el 4 de junio de 1846 perdiendo varios buques mercantes y de transporte a manos de las baterías artilleras argentinas al mando del competente coronel Mansilla.

Tras esta derrota que causó un fuerte conmoción en Londres y París, los gobiernos inglés y francés abandonaron sus pretensiones de dominio de los ríos argentinos. Rosas fue aclamado en toda Suramérica como defensor de la dignidad del continente. Por el llamados pactos Arana Southern y Arana Lepredour Londres y París reconocieron la soberanía argentina sobre sus ríos e incluso la cosoberanía argentina sobre el río Uruguay junto con la del Estado del mismo nombre. Martín García fue devuelta a Argentina.

Fue una gran victoria diplomática que aportó un gran prestigio a Rosas pero por desgracia para él y para Argentina, fue efímera. El llamado entonces Imperio de Brasil que recelaba de la posible hegemonía argentina en todo el Cono Sur se declaró protector de Uruguay, país que seguía en guerra civil y ello condujo a una guerra entre Argentina y Brasil. Rosas fue traicionado por uno de sus mejores generales Justo José Urquiza que se puso de acuerdo con Brasil, el presidente Oribe de Uruguay y organizó también la sublevación de la provincia argentina de Corrientes. Toda esta nueva guerra se decidió en la batalla de Caseros el 3 de febrero de 1852 donde el ejército de Rosas fue derrotado y el “Restaurador” (como era conocido Rosas) fue deroocado y obligado a exiliarse.

Aunque parezca extraño se exilió en Inglaterra ( aunque nunca quiso aprender inglés). Murió en su finca de Southampton ( que había organizado al estilo de la Pampa argentina) en marzo de 1877. Tras su exilio Argentina cayó en una nueva anarquía durante una década y la provincia de Buenos Aires se independizó durante unos años hasta 1861 en que volvió a reunificarse con Argentina.

La nueva Constitución argentina de 1853 establecía de nuevo un régimen librecambista con lo cual la gran beneficiada volvió a ser Inglaterra. La época de Rosas ha sido denostada durante muchos años en Argentina como una dictadura represiva y aún lo es a veces pero en las últimas décadas su figura ha vuelto a suscitar un gran interés. Se han publicado numerosos libros sobre él. Sus restos fueron repatriados en 1999. Se le ha levantado un monumento en Buenos Aires y algunas calles y carreteras en diversos lugares del país han sido bautizadas con su nombre.

Rosas nunca renegó de la herencia hispánica de Argentina ni del Catolicismo y lo demostró con hechos. Por eso puede ser también él considerado un referente por toda la Hispanidad.

Javier Navascués Pérez

17 comentarios

  
Ricardo de Argentina
Muy buena y certera biografía de Rosas, Javier, felicitaciones.
Por cierto, Rosas gobernó al modo de un Rey de las Pampas, o si se quiere como un Dictador romano, luego de que consiguiera que la Junta de Representantes le diera la suma del poder público, condición sine que non que había puesto para hacerse cargo de la caótica situación generada por las sucesivas ofensivas liberales alentadas desde el extranjero para apoderarse de estos ricos y vírgenes territorios hispánicos. Puede decirse con propiedad que fue el último gobernante católico que tuvo la Argentina, pues todos los que le sucedieron fueron antes liberales que católicos, cuando no masones.

Su llamativa decisión de solicitar asilo a su antiguo enemigo fue lo que le salvó la vida, caso contrario hubiese sido asesinado como lo fue toda su plana mayor y sus colaboradores más próximos.

El traidor Urquiza, masón por más señas, también murió asesinado por uno de sus generales que fue testigo de su felonía, no ya contra Rosas, sino en contra de su propia tropa. Porque luego de la caída de Rosas se enfrentó contra el general porteño Mitre, al que le disputaba la hegemonía del poder. Como ambos eran masones, el asunto se resolvió en una tenida que se realizó en terrenos de los que hoy es el Banco Nación, frente a la Casa Rosada. De allí surgió que en la próxima batalla entre ambos bandos, que ya estaba pronta a librarse, Urquiza debería perder en favor de Mitre, y éste alzarse con la presidencia nacional. Entonces, iniciada ya lo que fue la batalla de Pavón, Urquiza deliberadamente inmovilizó una parte de sus tropas dando la iniciativa al enemigo, que de esa manera barrió sus escuadrones y lo obligó a capitular ante Mitre. Un subordinado suyo llamado López Jordán vio la masacre a la que Urquiza llevó a sus tropas, abandonó las filas, reclutó un regimiento informal que hostigó por un tiempo a las tropas del gobierno, para finalmente dirigirse a la estancia-fortaleza de Urquiza y matarlo en su propia cama.
19/12/18 2:01 AM
  
Leonardo Martínez
Magnífico su artículo, amigo Javier Navascués, sobre el Restaurador. En efecto, su nombre es un hito que señala vivamente la divisoria de las aguas entre liberales y criollos católicos, entre la mentalidad cosmopolita extranjerizante y el tradicionalismo provinciano del interior de la Argentina. Don Juan Manuel es un prototipo de lo argentino, Las luchas entre unitarios y federales representaron esta dualidad de concepciones y sentimientos, Las montoneras gauchas, tropas irregulares al mando de los caudillos federales provinciales eran aliadas de Rosas. Los unitarios representaban la clase de los "ilustrados", europeizantes, antihispánicos y anticatólicos, infestados de liberalismo y masonería. Por esto, Rosas, como usted lo indica,"puede ser considerado un referente para toda la Hispanidad".
19/12/18 2:11 AM
  
Javier Olivera Ravasi
Gracias tocayo por este artículo. Para quien desee leer más sobre el tema, puede comenzar por la Vida de Rosas de Manuel Gálvez (tengo hecho un resumen desde mi juventud por si a alguno le interesa vía mail) y los libros de Irazusta sobre el tema, entre otros. Venga una canción de Cafrune que, cuando agarro la guitarra, canto; https://www.youtube.com/watch?v=jH8QsmqEvXk
Gracias de nuevo. Padre Javier
19/12/18 2:53 AM
  
Sherman
Una buena parte de lo mejor de la historia Argentina tenía fuertes raíces españolas... Pero no borbonicas...
19/12/18 3:59 AM
  
Matias
Excelente la nota. Solo que sin querer le quedo al revés la descripción de unitarios y federales.
Gracias por esta reseña y recuerdo MUY BUENA NOTA
19/12/18 4:28 AM
  
Javier Navascués

Muchas gracias a todos por los comentarios.

Padre Javier, me interesa mucho, puede mandarlo al correo:

[email protected]

Dios le bendiga y encantado de saludarle
19/12/18 11:01 AM
  
Juan Andrés
"Esto provocó grandes conflictos y guerras entre “unitarios” (las provincias que querían un nación unificada donde Buenos Aires fuese una provincia más) y “federales” ( básicamente los bonaerenses que querían que su provincia gobernara toda Argentina)". Esto está mal, es al revés.
19/12/18 12:57 PM
  
Gabriel Araceli
De entre todos los países donde pudo refugiarse, eligió al país enemigo. Seguramente porque los conocía bien y sabía que allí, su vida, sus derechos y propiedades serían respetados, como así fue, lo que dice mucho en favor de Inglaterra.
19/12/18 5:29 PM
  
El gato con botas
Las democracia tienen en general la característica de enfrentar a la población, cosa que no ocurría con la monarquía ilustrada del siglo XVIII, cosa que empieza a pasar ya hasta en EEUU.
La causa del atraso de esos países desde que se independizaron se muestra palpablemente en esos obeliscos que presiden sus avenidas. Con eso ya está todo dicho.
19/12/18 8:03 PM
  
Leonardo Martínez (Argentina)
Olvidé en mi comentario consignar mi nación.
Don Juan Manuel de Rosas es un ejemplo de la virtud de la fortaleza, concretada en la férrea y tozuda disciplina que se impuso él en su vida personal y exigió a sus subordinados, fueran peones de las estancias o soldados a sus órdenes. Un testimonio de que la victoria viene de manos de quienes la empuñan a modo de lanza que detiene o atraviesa al enemigo. Podrán las crónicas registrar su derrota militar y su exilio, pero no podrán borrar la memoria de su ejemplo de patriota, cristiano, criollo e hispánico en todo su ser, estampa de nuestras pampas, de nuestras carreteras polvorientas e interminables, de nuestras ganaderías y caballadas incontables, de la gallardía de un pensamiento y conducta viril y señorial. En los momentos aciagos de la Patria, el Restaurador nos alienta desde su morada en la eternidad, a no rendirnos, a abrir brecha hacia el destino argentino que él contempló y que nos aguarda.
Antes de morir San Martín legó su sable al gobernador Juan Manuel de Rosas. Mariano Balcarce le escribió a Rosas lo siguiente para darle a conocer la noticia: Como albacea suyo, y en cumplimiento a su última voluntad me toca el penoso deber de comunicar a V.E. esta dolorosa noticia, y la honra de poner en conocimiento de V.E. la siguiente cláusula de su testamento: "3ro El sable que me ha acompañado en toda la guerra de la Independencia de la América del Sur le será entregado al General de la República Argentina, Don Juan Manuel de Rosas, como una prueba de la satisfacción que como argentino he tenido al ver la firmeza con que ha sostenido el honor de la República contra las injustas pretensiones de los extranjeros que tentaban de humillarla". Queda todo dicho.

19/12/18 10:00 PM
  
Ricardo de Argentina
Gabriel Araceli, Inglaterra respetaba la vida de los líderes vencidos porque había adoptado desde hacía ya mucho tiempo la política de no generar mártires que se convirtiesen en banderas de sublevación en sus numerosas colonias. Rosas sabía esto porque al Gaucho Rivero, intrépido opositor al ilegal dominio británico sobre las Islas Malvinas, los ingleses lo tomaron prisionero, lo llevaron a Inglaterra y finalmente lo devolvieron a las costas de Buenos Aires sin un solo rasguño.
20/12/18 4:34 AM
  
Claudia Ortiz (Paraguay)
Agradezco por el artículo. Admiro mucho al Gral. Manuel Rosas por su defensa de la fe católica y de la soberanía de su nación. Análogamente, en Paraguay tuvimos a Don Carlos Antonio López, quien también defendió la fe católica. Lastimosamente, Rosas no quiso reconocer la independencia del Paraguay y en vez de formar una alianza con López, se hicieron enemigos. Podrían haberse fortalecido mutuamente y luchado contra el liberalismo, ya que tenían las mismas convicciones.
Por otra parte, he leído que Rosas legó su espada al Mariscal López, manifestando así, su adhesión al Paraguay en la guerra contra la Triple Alianza. Hasta ahora no he encontrado la fuente de esa versión.
20/12/18 7:12 PM
  
Ricardo de Argentina
Claudia Ortiz, lastimosamente los paraguayos nunca quisieron entender que la balcanización del imperio español sólo beneficiaba a sus enemigos, y lo que ahora pasa en Centroamérica lo demuestra patéticamente.

Rosas no aceptaba la independencia del Paraguay como tampoco la de la Banda Oriental ni la del Alto Perú, por considerarlas partes inescindibles del Virreinato del Río de la Plata. .
Y si su proyecto unificador hubiese prosperado, ten por seguro que luego hubiese ido a por los chilenos, con lo que nos hubiese evitado tener una sucursal del imperio británico al otro lado de la cordillera.
21/12/18 7:03 PM
  
jose luis
"LOS HERMANOS SEAN UNIDOS, ESA ES LA LEY PRIMERA, QUE SI ENTRE ELLOS SE PELEAN LOS DEVORAN LOS DE AFUERA".
La Grieta, social, necesaria para la dominación.
Hoy también.
23/12/18 11:57 AM
  
Claudio romano
Soy uruguayo, entre otras cosas también ,uno de los primeros federales fue Artigas, q al contrario del restaurador , quería que cada provincia tuviera su propio gobierno, al estilo gringo. La provincia oriental también tuvo múltiples traidores q ayudaron a q eso jamás pasara, trabajando a favor de Inglaterra y Brasil . Es de agregar q Oribe , Venancio flores ( el degollador) y otros más ,pelearon en tierras Argentinas , alguno del lado unitario. Uno de los más rescatables de los orientales además de Artigas , fue El brigadier Lavalleja q quería la unión de la provincia oriental , nuevamente a Argentina, peleando contra Brasil, y su Cisplatina. Pero claro el hambre de poder de Rivera y otro..llevaron por otro camino. Creando Un estado vigilado por Inglaterra y Brasil.
24/04/19 7:00 PM
  
jorge vailati
Muy buena sintesis del gran General, Don Juan Manuel de Rosas, el maldito de nuestra historia oficial. Rosas fue un enorme patriota que denostaron sus temibles adversarios, pero que nuestro padre de la patria reconoce, y le testa su glorioso sable. El restaurador de las leyes goberno con mano dura en una epoca anarquica. Dueño de una gran fortuna, que labro de la nada como estanciero, murio en la mas extrema pobreza cuando se exilia: Todos sus bienes fueron confiscados por los vencedores de Caseros. La historia de la Confederacion es muy rica en bibliografia y, me atrevo a decir, la vida de Rosas es la que mas desperto el interes de los escritores, nacionales y extranjeros. Por eso la gran cantidad de libros que relatan esta epoca fundacional de nuestra patria. Les hago llegar mi beneplacito a todos los que escribieron comentarios, y pedirle al Padre Javier su amable ofrecimiento. ¡Dios bendiga a nuestra patria! [email protected]
24/08/19 3:27 PM
  
Fernando
En 1972 fue llevada al cine una síntesis de la vida y el gobierno del Restaurador de las Leyes. Dejo dos enlaces en donde se puede ver la versión completa:
https://www.youtube.com/watch?v=hm4A8ZVdbuI

https://www.youtube.com/watch?v=uRTGdv58U0s
26/08/19 4:52 AM

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