(ACI/EWTN-InfoCatólica) En la nota enviada al director de El País, Javier Moreno, el Arzobispado se refiere a la nota publicada por el diario español el 4 de junio titulada Las Iglesias también votan, escrita por Jaime Cordero "que contiene imprecisiones". La nota de El País acusaba al Cardenal Cipriani, entre otras cosas, de ser "un actor de derecha" que "está con Keiko" y también de ser "el actor de la Iglesia más poderoso".
Ante estas y otras afirmaciones, la nota del Arzobispado de Lima precisa que "la Iglesia Católica tiene como misión llevar el mensaje de Cristo a todos los confines de la tierra, preservar y difundir su Doctrina Social que incluye –entre otros– la defensa de la vida, de la familia, el matrimonio entre hombre y mujer". En tal sentido, prosigue el texto, el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, "al defender estos principios no ha estado haciendo política, ha estado defendiendo un derecho natural anterior y lo ha hecho con la verdad y la fe".
A continuación recuerda que el escritor peruano Mario Vargas Llosa agravió al Cardenal en una entrevista publicada en el diario español La Vanguardia el 11 de abril de 2011, ante lo cual lo único que hizo el Purpurado fue exigir respeto. Los agravios de Vargas Llosa contra el Cardenal hicieron que varios obispos del Perú, además de la Provincia Franciscana, junto a los Obispos Auxiliares y los sacerdotes de Lima expresaran su solidaridad y aprecio al Purpurado limeño.
El Card. Cipriani defendió ante Humala y Fujimori la doctrina de la Iglesia católica
Ante la campaña de algunos medios de comunicación que han tratado de enfrentar al Arzobispo con el candidato Ollanta Humala de Gana Perú, el Arzobispo recordó que recibió en su casa tanto a Humala como a su opositora Keiko Fujimori en citas separadas antes de la primera vuelta electoral. Señaló que "en ambos casos, expuse la posición de la Iglesia en los temas que son parte esencial de su doctrina, es decir: su rechazo al aborto, su rechazo al matrimonio entre personas del mismo sexo y la defensa de la institución de la familia como célula fundamental de la sociedad".
El Purpurado reiteró que los dos candidatos, "se comprometieron formalmente y estuvieron de acuerdo con los planteamientos que les formulé, rechazando el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo; y reconociendo el rol fundamental de la familia en el desarrollo de la sociedad".
Precisiones al presidente de la Conferencia Episcopal
El 2 de junio, tres días antes de las elecciones, el Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Arzobispo de Trujillo, Mons. Miguel Cabrejos, dio una entrevista al diario La República en la que habría afirmado que el Cardenal Cipriani no es imparcial en este proceso electoral. Mons. Cabrejos habría dicho además que "el señor Arzobispo de Lima es el Arzobispo de Lima, como el señor Arzobispo de Piura es Arzobispo de Piura, pero el representante de la Iglesia en cada país, sea Ecuador, Perú, o Chile, es el presidente de la Conferencia Episcopal".
Sin embargo, el Arzobispo de Piura, Mons. José Antonio Eguren –aludido en la entrevista– expresó el 2 de junio sus dudas de que Mons. Cabrejos haya sido citado con exactitud por el diario La República. Mons. Eguren dijo a ACI Prensa: "me temo que sus declaraciones sobre quién representa a la Iglesia en un país han sido distorsionadas porque Mons. Cabrejos sabe muy bien que la enseñanza de la Iglesia Católica sobre las conferencias episcopales es totalmente contraria a las que señala. No existe una Iglesia nacional que tenga un representante formal del país. El nivel nacional no es una dimensión eclesial, como bien enseña el hoy Papa Benedicto XVI".
La nota del Arzobispado de Lima enviada al diario El País concluye precisando igualmente que "el obispo que preside la Conferencia Episcopal de un país o región sólo puede hablar a nombre de todos, si cada uno de ellos le hubiera dado expresamente su propio consentimiento".
Responsabilidad inalienable de cada Obispo
En 1998, el Papa Juan Pablo II publicó la Carta Apostólica Apostolos Suo" para aclarar la naturaleza teológica y jurídica de las Conferencias de los Obispos y en ella reiteró que el presidente de un Episcopado no es el representante territorial de una Iglesia particular, aclara que "las Conferencias Episcopales con sus comisiones y oficios existen para ayudar a los Obispos y no para sustituirlos" y recuerda que su misión es favorecer "la responsabilidad inalienable de cada Obispo en relación a la Iglesia universal y a su Iglesia particular" y "a no obstaculizarla sustituyéndolo de modo indebido".
