Pasión Mística... y perversa
Acabo de leer un libro escrito por lo que sólo puedo atribuir a una mente perversa. Y lo he hecho porque me he sentido obligado a hacerlo antes de escribir este artículo. Nunca había pasado por algo tan desagradable en mi vida. Nunca me había encontrado con tanta bajeza y perversión, como las que destilan las páginas de esa porquería que se titula La Pasión Mística, editada en México, en 1998.