Menos es más
En un contexto como el que vivimos en amplios sectores de España, caracterizado por el descenso de fieles católicos y por la escasez de vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, la lógica indica que no podemos intentar seguir haciendo lo mismo del mismo modo. Una pastoral que, en la práctica, se siga rigiendo por la teórica – ya quimérica – identidad entre población sociológica y pertenencia eclesial es una pastoral mal enfocada que solo va a conducir al cansancio y al desaliento. Una perspectiva de este género tiende a “sumar” unidades, sin pararse a discernir qué tipo de unidades se suman: más parroquias para un mismo párroco, más celebraciones para una asistencia decreciente, más no se sabe muy bien qué ni para qué.
Los que han sido llamados a pilotar la nave de la Iglesia, y de las iglesias locales, quizá deban pararse no solo a pensar – es obvio que ya lo hacen -, sino a pensar con mayor creatividad y valentía. Con mayor capacidad de innovación y de adaptación a los desafíos que la realidad presenta. En la Iglesia pesa mucho la tradición, y así debe ser, porque la Iglesia se remite no a cualquier iniciativa humana, sino al mandato de Cristo nuestro Señor a los apóstoles de predicar el Evangelio. Pero no es lo mismo la Tradición apostólica, en singular, que las “tradiciones”, en plural, teológicas, disciplinares, litúrgicas y devocionales nacidas en el transcurso del tiempo.

Más de 380 millones de cristianos enfrentan altos niveles de persecución o de discriminación debido a su fe, según datos de la ONG “Puertas Abiertas”; es decir, uno de cada siete cristianos es perseguido en el mundo. Uno de cada cinco, en África. Dos de cada cinco, en Asia. Uno de cada dieciséis, en América Latina. Por “persecución” se entiende no solo la violencia física ejercida contra los cristianos, sino también la presión practicada en el ámbito privado, familiar, social, eclesial y nacional.
La Televisión de Galicia (TVG) ha emitido una interesantísima serie, dirigida por Valentín Carrera, producida en 2024, sobre
El pasado 24 de febrero de 2025, el papa Francisco, ingresado en el Policlínico Gemelli de Roma, aprobó, en una audiencia concedida al Cardenal Secretario de Estado y al Arzobispo Sustituto para Asuntos Generales, la próxima canonización, cuya fecha se determinará en un Consistorio de cardenales, del laico venezolano José Gregorio Hernández Cisneros, quien será el primer santo de ese país de Iberoamérica.












