Clausura del Año Jubilar de San Pelayo
EL OBISPO CLAUSURA EN ALVEOS EL AÑO JUBILAR DE SAN PELAYO
El próximo sábado día 26 de enero, a las 17.30 de la tarde, el Obispo de la Diócesis de Tui-Vigo, D. Luis Quinteiro Fiuza, oficiará la misa de clausura del Año Jubilar de San Pelayo, que se ha venido celebrando en la parroquia natal del santo (conocido allí como O Neno), con ocasión del 1.100 aniversario de su nacimiento en la parroquia de San Juan Bautista de Alveos.
Antes de la celebración eucarística, la Asociación Cultural “San Paio” que preside José Ramón Rodríguez Álvarez, ha organizado diversos actos para dar realce a la clausura. Así a las cuatro de la tarde, en el Centro Cultural se proyectará un documental sobre la vida del Santo, una vez finalizada la cual el canónigo archivero de la Catedral tudense, D. Avelino Bouzón Gallego, pronunciará una conferencia titulada “Fuentes documentales del Archivo de la S.I. Catedral de Tui para una biografía de San Pelayo”.
A lo largo del año jubilar que se clausura, y que se inició el 14 de febrero del pasado año, han peregrinado a la parroquia muy distintos grupos entre los que cabe destacar los de aquellas parroquias que tienen al santo por titular: San Pelayo de Navia y Sampaio de Lavadores ambas de nuestra diócesis; San Paio de Ribadavia en la de Ourense y San Pelayo de Olivares de Duero, en la diócesis de Valladolid. También acudieron peregrinaciones organizadas por los anteriores párrocos de Alveos, Juan Benito Rodríguez Guerreiro y José Antonio García Acuña.
Se ha constatado en la parroquia y en la zona un aumento considerable de la devoción a San Pelayo. Un acontecimiento digno de reseñar también ha sido la incorporación de la imagen que se venera en la parroquia natal de san Pelayo, a las muchas que desfilan en la solemne procesión del día de San Telmo en Tui, de donde el tío del santo, San Hermoigio, fue obispo residencial.
A partir de la Clausura del año Jubilar de su nacimiento la parroquia se encomienda a su protección fijos los ojos en la preparación de una próxima gran celebración cuando se cumplan los 1.100 aniversario de su martirio (su “dies natilis”) , sufrido en Córdoba el 26 de junio de 925.

Yo creo que, con excesiva frecuencia, de los sacerdotes se tiende a hablar mal; muy mal. Y por diferentes razones. Es obvio que es muy difícil que un sacerdote esté plenamente a la altura de su misión. Por el sacramento del Orden el sacerdote queda configurado como signo e instrumento de Cristo, Cabeza de la Iglesia. Una enorme responsabilidad. Pero, a la vez, una responsabilidad que Cristo ha querido que algunos de los suyos tuvieran. No es una tarea que haya confiado a los ángeles, sino a los hombres.
Homilía para el II Domingo del Tiempo Ordinario (Ciclo C)
Me dicen de la editorial que saldrá a finales de este mes o a comienzos de febrero












