5.03.10

La paciencia y los frutos

Domingo III de Cuaresma (Ciclo C)

El Señor recuerda en el evangelio la necesidad de la conversión: “Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera” (Lc 13,3). Los distintos acontecimientos, también las desgracias, pueden ser interpretados como una llamada a cambiar de dirección en el camino de la vida, para dejar el pecado y la superficialidad y abrirnos a lo que verdaderamente cuenta: Dios y su reino.

Para todos los cristianos, la conversión es una tarea ininterrumpida, porque nunca respondemos completamente al amor misericordioso de Dios. Dentro de nosotros mismos pueden quedar parcelas de egoísmo, de resistencia a la gracia. Queremos seguir a Cristo, quizá, pero no queremos seguirle con todas las consecuencias. Tenemos la tentación de conformarnos con la mediocridad, con un cristianismo que no suponga un excesivo esfuerzo, con un no ser malos del todo, sin aspirar tampoco a ser buenos del todo.

Cristo no se conforma con poco. Él, que nos ha amado hasta el extremo, espera nuestra correspondencia a su amor, porque en esta correspondencia está nuestro bien: Con la conversión “se apunta a la medida alta de la vida cristiana, se nos confía al Evangelio vivo y personal, que es Cristo Jesús. Su persona es la meta final y el sentido profundo de la conversión, él es el camino sobre el que estamos llamados a caminar en la vida, dejándonos iluminar por su luz y sostener por su fuerza que mueve nuestros pasos”, enseña Benedicto XVI.

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3.03.10

Indulgencia en el Año Sacerdotal: primer jueves de mes

No rompo el auto-impuesto silencio cuaresmal por recordar un decreto de la Penitenciaría Apostólica sobre las indulgencias concedidas con ocasión del Año Sacerdotal. Mañana es primer jueves de mes.

Copio, pues:

“A todos los fieles realmente arrepentidos que, en una iglesia u oratorio, asistan con devoción al sacrificio divino de la misa y ofrezcan por los sacerdotes de la Iglesia oraciones a Jesucristo, sumo y eterno Sacerdote, y cualquier obra buena realizada ese día, para que los santifique y los modele según su Corazón, se les concede la indulgencia plenaria, a condición de que hayan expiado sus pecados con la penitencia sacramental y hayan elevado oraciones según la intención del Sumo Pontífice: en los días en que se abre y se clausura el Año sacerdotal, en el día del 150° aniversario de la piadosa muerte de san Juan María Vianney, en el primer jueves de mes o en cualquier otro día establecido por los Ordinarios de los lugares para utilidad de los fieles.

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28.02.10

Guap@s

Si cabe el “sub specie hilaritatis” puede caber, sin que la excepción aspire a ser norma, el “sub specie frivolitatis”, o como se diga. Lo frívolo, lo ligero, lo insustancial, ha de tener también su espacio. El suyo. Ni más ni menos.

Noticias frívolas son publicadas cada día. Al igual que una larga jornada de trabajo merece unas pausas de descanso – un “recreo”, como decíamos en la etapa de la escuela – también un blog puede ceder a esa tentación, en sí benigna. Una dosis justa de ligereza permite resaltar, por contraste, la gravedad de lo grave.

He leído esta tarde – tarde de domingo, “ergo” de recreo, de reposo, de tregua en la batalla de la “productividad” – un suplemento de un conocido periódico. Informa, el suplemento, de una red social – me niego a participar en ninguna de ellas, por manías personales, no por objeción de principio – que sólo admite a guap@s: “Las otras redes son como selvas de hipopótamos y jabalíes. La nuestra es para leopardos y gacelas”, dicen que dice el director de la web.

Nunca había pensado en los leopardos y las gacelas como prototipo de la belleza humana, pero se ve que soy yo el que está desfasado. El mundo animal te enseña, el mundo animal te entretiene… La zoología como canon. Novedoso, sí, hasta cierto punto.

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27.02.10

La luz que confirma la fe

Homilía para el Domingo II de Cuaresma (Ciclo C)

La Transfiguración del Señor tiene lugar después de la confesión de fe de San Pedro (cf Lc 9,20). Jesús es reconocido por sus discípulos como Mesías y les revela cómo va a realizarse su obra: su resurrección tiene que pasar por el sufrimiento y por la muerte. Por eso elige como testigos de la Transfiguración a los que serán testigos de su agonía: Pedro, Santiago y Juan.

La fe, la adhesión personal a Jesucristo como Hijo de Dios y Salvador del mundo, inaugura, para los primeros discípulos y para nosotros, el camino del seguimiento. Y este itinerario que hemos de recorrer tras los pasos de Cristo incluye, como un momento necesario suyo, el Via Crucis, la ruta dolorosa que conduce al Calvario: “Si alguno quiere venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz cada día y me siga” (Lc 9,23).

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21.02.10

Arte y Teología

Me han pedido, para el catágolo de una exposición conmemorativa del Cincuenta Aniversario del Seminario Mayor de Vigo, un texto sobre “Arte y Teología". El comisario de la exposición es el Vicerrector del Seminario, D. Santiago Vega, Licenciado en Bellas Artes. Más adelante, daré más detalles sobre este acontecimiento. Adjunto ahora el texto que he preparado:

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