Parece de sentido común
Que el aborto provocado es algo malo parece de sentido común. Abortar es interrumpir de forma deliberada el desarrollo del feto durante el embarazo. Una interrupción letal, porque la consecuencia para el feto es una sola: su muerte. Antes de nacer todos hemos sido fetos. Todos hemos vivido una etapa de nuestra existencia en el útero de nuestra madre.
Resulta duro aceptar que se considere algo justo que una madre, de forma deliberada; es decir, voluntaria, intencionada y a propósito, ponga fin a la vida de su hijo. Porque el feto es su hijo. No es ninguna otra cosa. Entre el día antes y el día después del parto el único cambio que se da es el de vivir dentro de la madre a vivir fuera de la madre. Si justo después de nacer somos seres humanos es que ya lo éramos antes.
Tampoco puedo entender que algunos defiendan que se puede ser humano sin ser persona. La condición humana tiene que ver con lo que somos: seres dotados de alma y cuerpo. Pero, además de tener esa naturaleza humana, somos personas: somos un yo, un sujeto, un “alguien” y no solo un “algo”. En definitiva, un “fin” y no un “medio”.