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2.06.09

Las peregrinaciones desde la óptica tradicional: Un vistazo a la París-Chartres (2)

Lo prometido es deuda: He vuelto de tierras galas, y os cuento lo que ha sido esta XXVII edición de la peregrinación que organiza Notre Dame de Chrétienté.

Lo primero es decir que París sigue pareciéndome una preciosidad de ciudad. La ubicación de una Catedral como Notre Dame, corazón espiritual de Francia, le pone a uno en situación en seguida. Ya desde el primer momento en el que vemos la explanada de la catedral, repleta de miles de personas que esperan a salir, o saludar a los que saldrán, es un hecho que motiva. La París-Chartres es una peregrinación en la que se mide la fuerza de la Iglesia Católica en Francia. Una auténtica manifestación de la reserva espiritual en el país galo.

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27.05.09

Las peregrinaciones desde la óptica tradicional: Un vistazo a la París-Chartres (1)

Las peregrinaciones son el nuevo fenómeno “turístico” europeo. No hace falta ser de misa diaria para decidir emprender un tramo del Camino de Santiago o participar en la popular Javierada de los Jesuitas. Sin embargo, este acto de fe, adecuadamente aderezado, no solo se convierte en un buen modo de santificación personal, sino en un óptimo escaparate de las tradiciones de la Iglesia, y de un modo especial lo es la mundialmente conocida Peregrinación de Pentecostés de París a Chartres.

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25.05.09

Estados "de necesidad"

Para los ‘conversos’ a la causa de la Forma Extraordinaria, las manifestaciones a la prensa que suelen realizar los obispos de la FSSPX no suelen dejarnos indiferentes. Evidentemente, las últimas declaraciones de Mons. Galarreta, al que se tenía por más moderado en relación a su homólogo británico, Richard Williamson, han vuelto a poner de relieve la dicotomía presente en la Fraternidad Sacerdotal que fundó Monseñor Lefebvre.

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17.05.09

Signos de los tiempos en EEUU

No es verdad eso de que una imagen vale más que mil palabras. Sobre todo cuando esas palabras narran el drama humano en el que se está convirtiendo defender la vida. En este caso, uno no puede sentir más que vergüenza al ver como las autoridades de la infame universidad de Notre Dame se llevan arrestado a un sacerdote octogenario que protestaba contra el aborto. No son menos impactantes las declaraciones que hace el pastor protestante Pastor Rick Scarborough, testigo de la escena: “los padres de esta universidad buscan un ambiente sano para sus hijos, y protegerles de mentiras que tanto se difunden. Se gastan miles y miles de dólares, sólo para ver como se llevan a la cárcel a un sacerdote católico que se manifestaba contra el presidente más radical y pro-aborto que han tenido los Estados Unidos de América".

Y es que, queridos lectores, hoy Obama es nombrado Doctor Honoris Causa por una Universidad que se llama Católica a sí misma. En un acto comparable en España al que recibiere Santiago Carrillo, una minoría abrumadora de católicos estadounidenses premian a un presidente cuyo ideario se opone frontalmente a cuanto enseña la Doctrina Social de la Iglesia, desde León XIII hasta nuestros días.

Una persona que justifica un solo asesinato, y más aún, asesinar a inocentes, no merece aprecio alguno por parte de una institución católica, ni siquiera cristiana. Muchas iglesias protestantes se han dado cuenta de ello, y se han sumado a esta corriente pro vida. Sin embargo, el hecho que aquellos que ponen su lealtad a un gobierno temporal por encima de su propio credo, aún se definan miembros de la Iglesia, es sumamente indignante.

Y lo peor no es la hipocresía de aquellos que prefieren no vivir en coherencia. Lo indignante es que el que tenga que pagar los platos rotos sea un sacerdote de ochenta años, que decidió coger literalmente su cruz y manifestar su rabia ante semejante acto de cobardía por parte de la Universidad de Notre Dame.

A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César, pero en una época en la que se multiplican los signos de los tiempos, no podemos sino preguntarnos qué tribulación nos espera. No será, desde luego, la primera vez que el poder temporal interfiere en asuntos morales, pero nunca como en este siglo la injerencia ha sido tan manifiesta y tan hostil a la Iglesia, que hoy como nunca, recoge apoyos entre unos sectores con los que ha estado históricamente enfrentada, pero que no permanecen indiferentes ante la barbarie que es el genocidio de millones y millones de personas en las mal-llamadas ‘clínicas’ abortistas.

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