Tres monjas en un convento cinco veces centenario

El lema de los Tres Mosqueteros: Uno para todos y todos para uno, se cumple bastante en la vida diaria. En la vida religiosa contemplativa es básico.

Cuando existen tres religiosas en una comunidad hacen una traducción de los mosqueteros franceses de esta guisa: Todas para UNO, el Señor Jesús, y UNO para todas. Quieren ver aumentada la comunidad clarisa sita en el pueblo de Ocaña.

Allí regentan el colegio de Santa Clara, que tiene quinientos alumnos desde infantil hasta el final de la enseñanza secundaria obligatoria.

Han llamado a la puerta del Blog El Olivo. ¿Qué desean?

Las Clarisas del convento Santísima Virgen María viven en Ocaña desde hace quinientos años. Se cumplen ciento diez de la creación de un colegio bajo el patrocinio de Santa Clara. Fue una visión muy positiva de la madre María Isabel del Santísimo Sacramento, una venerable clarisa que está en camino de beatificación, una vez que la Iglesia analice con lupa el inmenso conjunto de escritos que dejó para la posteridad.

Estas hermanas componen una comunidad de tres Clarisas, la menor tiene 41 años y la mayor 69. Están en perfecta salud de alma y cuerpo. El día lo reparten entre la enseñanza en el colegio y en la vida de comunidad donde la oración y la contemplación es la base de su fortaleza de espíritu de entrega como buenas hijas de Santa Clara.

Desde hace pocos años, el patronazgo del colegio de Santa Clara lo ostenta el arzobispado de Toledo, en cuya provincia está enclavada Ocaña.

El 20 de enero de 2011 el actual arzobispo toledano puso la primera piedra de ampliación del colegio, obra que hoy es una realidad, para albergar hasta los quinientos alumnos que hoy pueblan las aulas, en su mayoría hijos de antiguos estudiantes, ya que casi toda la sociedad de la localidad de Ocaña ha pasado por este centro.

Dos de las tres valientes Clarisas están impartiendo clases, junto a unos treinta profesores laicos, quienes se mantienen gracias a los conciertos económicos con las autoridades educativas correspondientes.

Lo más importante que, hoy, ven las Clarisas de Ocaña es aumentar su comunidad con nuevas jóvenes que deseen entregar su vida a la contemplación y a la acción educativa, algo que solamente la Providencia divina conoce sus motivos y designios.

Cuando he hablado, por teléfono con la madre vicaria, Sor Sandra María, le he indicado que echen la red en el amplio número de alumnas que alberga el colegio. La respuesta ha sido contundente:

-Lo hacemos, pero nos miran más como profesoras que como monjas Clarisas. No cesamos de hacerlo y de pedirlo al Señor a diario.

Y ha continuado:

-Si alguna persona desea hacer algún tipo de experiencia con la comunidad de tres hermanas, sospechando que pueda sentir la llamada de Dios, le abrimos los brazos para que venga desde donde sea.

Para conectar con las tres esforzadas Clarisas han dejado la dirección de su correo electrónico:

[email protected]

Desde aquí, invitamos a los amigos lectores, a que recen por el futuro vocacional de las Clarisas de Ocaña y a la vez por las vocaciones contemplativas de todos los monasterios de España.

Tomás de la Torre Lendínez

6 comentarios

  
Caminant
Pediremos por ellas. Son tiempos de poco compromiso pero por eso es preciso insistir.La oración y el ejemplo son esenciales.
Un abrazo,pater.
13/08/13 8:55 AM
  
Hermenegildo
Al tener un colegio, estas religiosas están en contacto permanente con la juventud; algo falla si no consiguen suscitar ninguna vocación entre sus alumnas.
13/08/13 10:26 AM
  
Creciendo

Esta puede ser otra forma de captar vocaciones. Ellas agotan todas las posibilidades y la red en estos tiempos es básica para acercar personas.

¡Me uno a vuestra oración hermanas!
13/08/13 4:56 PM
  
guillermo
¿ El máximo de edad permitido sigue siendo- son mis noticias - el de treinta años ? Luego estan los " donados" u oblatos .pero de esto apenas que dan vestigios .( Alguien me dijo que en algún lugar de Galicia había alguno ).
13/08/13 9:46 PM
  
Isabel
La sociedad actual no sólo es que no sea fuente de nuevas vocaciones, sino que si se consigue que una pequeña parte de la juventud se declare cristiana, ya es un triunfo.
Sin embargo, en las Comunidades Neocatecumenales, si que hay muchas vocaciones para la vida religiosa, tanto de chicas como de chicos.

No sé entonces porque siguen los conventos de clausura tan vacíos. Sé que el Camino tiene el Iesu Communio, (creo que se llama así) y es una serie de conventos para muchas de estas jóvenes que entran en la vida religiosa, pero también sé que hay chicas del Camino en otros conventos. Sería cuestión de plantear éste tema. Me da mucha pena cuando veo conventos que se cierran por falta de religiosas.

Un afectuoso saludo Padre.
13/08/13 9:51 PM
  
pacomio
¿¿¿en las JMJ no se suscitan vocaciones clarisas???,
entonces ¿¿¿para que sirve tanto jaleo???
Menos circo y mas oración. ¡Coraje Hermanas Uds. son la verdadera esperanza de la Iglesia!!!
13/08/13 10:00 PM

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