Un monje bombero y evangelizador de niños y jóvenes con dificultades

Hoy traemos un ejemplo de cómo dentro de la Iglesia existen ejemplos muy positivos que debemos conocer para estimular nuestra vida cristiana con todas las consecuencias.

Un monje bombero y evangelizador de niños y jóvenes con dificultades

gloria.tv: 16:34 20-04-2010

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“Un monje bombero y evangelizador de niños y jóvenes con dificultades

Acaba de publicar “Los canallas también tienen un alma”. ¿De qué habla este relato?

Hermano Marie-Angel: “Sí, quise escribir este libro -en realidad- en memoria de un encuentro, aquel de un joven de 12 años, Gabriel, a quien conocí una noche en la explanada de los Inválidos en París. En medio de los vagabundos, él y su madre no tenían un lugar donde estar. Creo que este libro, para resumir, es un poco un himno al ministerio de su padrino, porque el encuentro con este niño fue, sobre todo, una ocasión para hacerle descubrir a Dios. Traté de no dejarme llevar, digamos, por la miseria social de este niño, sino que traté de ver, de discernir la miseria espiritual. Que es también muy importante. Este niño estaba en la marginación, me dijo que trató de suicidarse por desesperación. Así pues, este libro cuenta un poco el viaje espiritual de un niño y la relación con su padrino de bautizo, en quien me convertí durante los meses”.

Entonces, en este libro, se habla de una resurrección, un himno a la vida. ¿Qué es?

Hermano Marie-Angel: “Bueno este himno a la vida significa descubrir que los adolescentes pueden estar desesperados. Este niño lo estaba, y creo que la misericordia es recoger a alguien de su su miseria y acompañarlo hacia el corazón de Dios. Y este himno a la vida es un poco ésto. En realidad, fui testigo de la presencia del Espíritu Santo en la vida de este niño, que le hizo pasar de la muerte a la vida, de las tinieblas a la luz admirable”.
Se relaciona mucho con los jóvenes y los niños con dificultades. ¿Es una edad que le conmueve bastante?

Hermano Marie-Angel: “Es una edad en la que -debo de decir- Dios me ha conducido. Es verdad que el período de la adolescencia es un poco la gracia y el carisma de los salesianos, ya que Don Bosco ha sido siempre un modelo en mi vida. Y es cierto, que fui conducido por los diferentes ministerios, ministerios educativos, a ocuparme mucho de los niños de esta edad, de este grupo.

Ha sido llamado también “el monje bombero” ¿Por qué? ¿de dónde viene esto?

Hermano Marie-Angel: “Tuve la suerte durante mi servicio militar, en 1990, de ser un bombero de París, y luego también tuve la oportunidad de fundar un grupo de jóvenes bomberos cristianos, para adolescentes. Cuando regresé a la pastoral de la diócesis castrense, el obispo me pidió el día de mi ordenación, ser capellán de los bomberos de París. Así que tuve la suerte de ser un bombero y sacerdote durante seis años, junto a los de bomberos de París. Lo que me ha dado también una oportunidad para contar mi experiencia en este libro”.

¿Es también una misión muy especial ser el capellán de los bomberos?

Hermano Marie-Angel: “Es una misión que se relaciona bastante con el libro, ya que actualmente, cuando se habla de los bomberos, se les llama cada vez menos soldados del fuego, y se usa más el termino: soldados de la vida. Y me gusta mucho ese término, porque la vida la debemos de proteger, preservar en todas las dimensiones.”

En los días previos a la jornada de oración mundial por las vocaciones este testimonio, pienso que es interesante tenerlo muy en cuenta.

Tomás de la Torre Lendínez

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