La Iglesia y la crisis

El Papa Benedicto XVI en la homilía de la Jornada Mundial de la paz,
el pasado uno de enero, afirmó lo siguiente: “La actual crisis
económica global debe verse en este sentido como un banco de pruebas.
¿Estamos preparados para leerla, en su complejidad, como desafío para
el futuro y no solo como una emergencia a la que dar respuestas a
corto plazo?. ¿Estamos dispuestos a hacer juntos una revisión profunda
del modelo de desarrollo dominante, para corregirlo de forma concertada
y a largo plazo?. Lo exigen, en realidad, más aun que las dificultades
financieras inmediatas, el estado de salud ecológica del planeta y,
sobre todo, la crisis cultural y moral, cuyos síntomas son evidentes
desde hace tiempo en todo el mundo.”

A partir de estas interrogantes tan existenciales y exigentes sobre
la actual crisis económica, se han programado un curso de formación de
doctrina social de la Iglesia, que comienza en Madrid, desde el 15 al
17 de este mes, organizado por varias entidades y la Conferencia
Episcopal Española, y cuyo lema es: La crisis, un desafío cultural y
ético.

Las ponencias que se presentarán son éstas: Los cambios sociales
producidos por la crisis económica; los valores emergentes en tiempos
de crisis; las vías de actuación para una nueva situación económica,
política y social; la realización del orden justo en la sociedad y sus
responsabilidades; la propuesta caritativa y social de la Iglesia ante
el reto de la crisis; la crisis, un desafío para el tercer mundo; ¿el
fin del capitalismo?, una revisión de la economía de mercado; y la
gobernación de la economía global. Se presentará un cine forum sobre la
película Hula Girls, Japón 2006.

Con estas jornadas de reflexión de la crisis a la luz de la doctrina
social de la Iglesia, se pretende demostrar que los cristianos no
vivimos a espaldas de la situación económica y social, y que tenemos
unos pensamientos y unos criterios en orden a proyectar vías de oferta
de diálogo con todos los agentes sociales y políticos para, entre
todos, salir de este bache cuanto antes.

La Iglesia, a través de Caritas, no solamente ayuda a la atención
primaria de las necesidades más inmediatas de la persona, sino que
también con la doctrina social de la Iglesia ilumina las conciencias de
todos los responsables sociales para que sigan luchando en buscar
soluciones a la crisis. En la Iglesia rezamos al Señor, ayudamos al más
necesitado, y exigimos, con serenidad, que los responsables no se
duerman en los laureles.

Tomás de la Torre Lendínez

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