Secuelas de cuando me extirparon la boina
La palabra “democracia” es algo así como esa salsa mágica que hace buenas todas las cosas. Aplíquese a donde sea y para una enorme cantidad de palurdos la cosa cambia, reluce, saca esplendor, brilla y deslumbra. Prueben, prueben… Centro democrático, república democrática, asociación democrática de… Deslumbra a los palurdos y de tal manera que ayer me viene un feligrés a decirme que ha leído vaya usted a saber dónde que el problema de la teología es que no es democrática.
Leche. Nunca me lo hubiera imaginado.
Yo sé que el mundo está lleno de gente culta, espabilada, letrada, leída y escribida mientras uno no deja de ser un simple cura de parroquia y además con fuertes reminiscencias de párroco rural, tanto que aún, si se fijan un poco, se me nota una ligera cicatriz de cuando me extirparon la boina. Por eso en mis razonamientos llego a donde llego.

Dentro de los católicos, como en cualquier colectivo, hay de todo, como debe ser. Un católico malo, un sacerdote malo, un religioso malo, es un peligro. Un católico bobo, un religioso bobo, un sacerdote cantamañanas acaban, si Dios no lo remedia, en un tsunami de proporciones inimaginables.
El evangelio de ayer domingo es uno de esos textos que se prestan a la casuística. ¿Aún lo recuerdan? Si hombre: “Sabéis que está mandado: ‘Ojo por ojo, diente por diente’. Pues yo os digo: No hagáis frente al que os agravia. Al contrario si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también la capa; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, al que te pide prestado, no lo rehúyas”.
Para empezar, vamos a ponernos de acuerdo en que es la Iglesia quien ha recibido del Señor el encargo de anunciar el evangelio y de administrar los dones de la salvación. Vamos a confesar que es la Iglesia quien tiene potestad para determinar cómo celebrar los sacramentos en modo y tiempo. Es la Iglesia quien regula cómo celebrar correctamente la Eucaristía, los posibles ritos, tiempo y lugar y demás circunstancias.