Vuelve el rosario de hombres a Braojos
Lo primero de todo decirles que estoy bien y que no sucede nada especial. Acostumbrados a que publique algo casi a diario, entiendo que quince días sin una línea hayan podido ser motivo de preocupación. Ninguna. Ni me han misericordiado, ni estoy enfermo ni tengo especiales problemas.
Simplemente cansancio. Y no precisamente físico, aunque también algo después de la semana santa, pero el cansancio del cuerpo se soluciona con unos días de tranquilidad, paseos, vida sana, amigos y las carantoñas de Socio. Es más un cansancio no sé si decir moral o quizá psicológico. Tal vez sea esa la palabra.

Desde este pasado miércoles nos están acompañando en los días de semana santa unas
Cada año, el jueves santo, vuelvo a pensar en el sentido de mi sacerdocio y cómo lo voy viviendo según pasan los años. No se me asusten si les digo que este año me viene a la cabeza y al corazón sobre todo la palabra CANSANCIO. Sí. Me siento cansado, que no desanimado, que son cosas bien distintas.
Una de las cosas que más tristeza e indignación me causan es que haya gente que desprecie a Rafaela, Joaquina y Manolo con un triste “para cuatro que van no merece la pena” o peor aún “total para cuatro viejas".