Los curas no tenemos conciencia
Era completamente previsible. Una campaña en la red defendiendo a Roy Bourgeois, ese sacerdote de la congragación de Maryknoll, excomulgado y suspendido a divinis por participar como concelebrante en su simulacro de ordenación sacerdotal de una mujer. Vamos, que el ex padre Roy Bourgeois estaba pidiendo dos bofetadas a gritos. No se puede enfrentar uno al Vaticano y encima con luz y taquígrafos, y encima en un tema tan serio y pretender que no pase nada.
Lo curioso de esta campaña, que flaco favor hace a cualquiera, es que “se trata de apoyar al padre Roy y defender el derecho de los sacerdotes a poder expresarse según su conciencia”.

Suele pasar que los libros cuanto más citados, menos leídos: El Quijote, la Biblia… y los documentos del Concilio Vaticano II. Sinceramente… ¿los hemos leído enteritos alguna vez? ¿Cuándo fue la última?
Desde el año 1970 llevamos nada más y nada menos que siete leyes orgánicas reguladoras de la educación en España. Quizá recordemos hasta las siglas de algunas: LGC, LOECE, LODE, LOGSE, LOPEG, LOCE, LOE. Leyes hemos tenido que apenas han durado cuatro años.