Yayo Herrero: meternos goles en propia puerta
No somos más bobos por falta de entrenamiento. Pobre de mí, que cuando me encontré con la tal Yayo Herrero en una mesa redonda sobre el cuidado del medio ambiente en una parroquia madrileña, atribuí el hecho a un gol que le habían colado a D. Carlos Osoro por toda la escuadra.
Empecé a mosquearme cuando hete aquí que me la vuelvo a encontrar como ponente en la semana andaluza de teología que, para que no haya dudas de los apoyos que tiene, se va a celebrar nada menos que en el seminario de Málaga. Leche, otra casualidad… habrá que estar al loro.

Pero vamos, que si en lugar de sensación quieren leer certeza, tampoco me voy a molestar.
Desde el mismo día de su matrimonio no faltó una sola noche en que aquella pareja rezara un padrenuestro a San José para que les concediera una buena muerte. Años y años, noche tras noche, para que san José nos conceda una buena muerte: padrenuestro…
No sé si somos del todo conscientes de la trascendental importancia de la





