Algunas consideraciones fundamentales para la demostración de la existencia de Dios.
Una demostración es una inferencia o raciocinio que parte de un axioma o de una verdad que es evidente por sí misma y que ya sea deductivamente o por experiencia de los sentidos asistidos por la inteligencia, nos lleva a descubrir una verdad que no aparecía inmediatamente frente a nuestro intelecto.