5.06.21

Emotivo escrito del Padre Alba sobre Mons. Guerra Campo. En memoria de un santo obispo

No puedo menos de hacer partícipes a los lectores de Meridiano Católico de mi propio testimonio en favor de don José Guerra Campos, obispo de Cuenca durante veintitrés años.

Por una serie de circunstancias que ahora sería innecesario detallar, quiso él que los dos últimos meses de su vida transcurrieran en medio de la pequeña comunidad que dirige el Colegio del Corazón Inmaculado de María, en donde radica también el secretariado de AVE MARÍA. Vino aquí -fueron sus palabras- a “refugiarse como un perrillo enfermo en busca de un poco de reposo, silencio y cariño familiar”.

La muerte le sorprendió en el sueño de la noche, ya de madrugada, cuando todos esperábamos que la afección del corazón herido que se le había manifestado a principios de la primavera, entraría ya en franca convalecencia. El Señor, en su adorable providencia dispuso que pudiéramos ser testigos hasta el fin de la santidad de don José Guerra Campos.

Nos dejó ejemplo de pobreza. Le compramos hasta un pijama para cambiarse el único que poseía. Nos dejó ejemplo de caridad. Siempre tuvo disculpas para todo. Jamás escuché de sus labios una murmuración. Nos dejó ejemplo de amor a la Iglesia. Todo lo de la Iglesia cabía en su gran alma. Por eso gozaba con la lectura de AVE MARIA, y gozó especialmente con el número de julio, que hablaba de su antigua diócesis conquense. Nos dejó ejemplo de piedad. En el altar parecía un nuevo San Luis, y, en las visitas al Santísimo admiraba su recogimiento. Nos dejó el ejemplo de su humildad y sencillez. El Sr. Cardenal Primado de Toledo, hoy ya retirado, dijo de él que era el obispo más sabio de todos los españoles y de los primeros del mundo, teniendo presente que él conocía, por su presencia en el Concilio Vaticano II, a casi todos los obispos del mundo. Pues bien, su conversación con los niños, con los obreros de la casa, igual que con los profesores o sacerdotes, era de una sencillez que seducía en persona de nivel intelectual tan extraordinario.

Con esa sencillez, después de habernos deseado que descansáramos, se fue al Cielo aquella noche, en la víspera de la Virgen del Carmen.

Que estas apresuradas líneas den a toda la familia de Meridiano Católico la aseveración. el testimonio de haber conocido de cerca, hasta la hora suprema de su muerte, la verdad de un obispo de la Santa Iglesia, apóstol, sabio, humilde, pobre y santo.

+ P. José María Alba Cereceda, S.I.

“Todavía estamos esperando el nacimiento definitivo, y a él contribuye misteriosamente nuestra Señora. Si es así, mis queridos hermanos no levantemos la voz, creamos de verdad (sintamos miedo sí nos da vergüenza el creerlo) que vamos todavía en el seno de la madre; creámoslo con santa ilusión con santo orgullo”.

Monseñor D. José Guerra Campos, Obispo

2 comentarios

  
M.Angels
Un santo hablando de otro santo. El Señor los tenga en su gloria.
06/06/21 5:14 PM
  
M. A.
Muchas gracias. Es muy interesante. Ya me gustaría leer sus escritos.
06/06/21 8:29 PM

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4.06.21

Colectánea. Una cruzada contra el espíritu del siglo, un libro de Alonso Pinto que llama al combate

Alonso Pinto, antes incluso de su conversión era una persona inquieta intelectualmente y con sed de verdad, estudiando la doctrina de los Padres de la Iglesia….Aunque su formación ha sido autodidacta, no le gusta esa palabra y, afirma con el filósofo, que todo autodidacta es, precisamente por ello y en la misma medida, teodidacta. En esta entrevista analiza su primer libro: Colectánea. Una cruzada contra el espíritu del siglo.

Colectánea… ¿Por qué un titulo tan culto, cuando desgraciadamente a veces no favorece las ventas? ¿O no busca tampoco una venta masiva?

Es una palabra que encontré por primera vez leyendo la Carta al duque de Norfolk de John Henry Newman. Coincidió con el inicio o proceso de mi libro, y me pareció adecuado utilizarla. Después el editor me pidió un subtítulo para orientar al posible lector desde la misma portada, y entre otros propuse “una cruzada contra el espíritu del siglo". Todo escritor quiere que su obra se lea masivamente (lo que no siempre va en proporción al número de ventas), pero ciertamente las cuestiones que trato en mi libro, con independencia del modo en que sean tratadas, no son demasiado atrayentes para el lector moderno.

¿Realmente con qué objetivo lo escribe?

En un primer momento no tenía ningún objetivo, más allá de plasmar algunas reflexiones que se me habían presentado con motivo de mi conversión o vuelta a la Iglesia católica. Poco a poco y conforme fueron aumentando los textos, vi que todos guardaban entre sí cierta conexión, y que podían conformar un libro.

Un libro, fruto de una conversión, que puede ayudar a otros a llegar a la fe…

No hay instrumento demasiado inútil si quien se sirve de él es Omnipotente. De hecho, en el libro menciono cómo Dios puede servirse incluso de un libro antirreligioso para provocar la conversión de alguien, y puede que de hecho a mí me pasara algo parecido al leer el Anticristo de Nietzsche. No digo que su lectura me hiciera directamente católico, pero sí es posible que me sirviera de impulso para alejarme del ateísmo, ¿y quién sabe si esa misma fuerza inicial no fue la que me siguió empujando en la búsqueda de la Verdad?

Este autor era al menos coherente con su profundo error, y en vez de disfrazar su odio al cristianismo reivindicando de alguna forma los propios valores cristianos pero separados de la religión, como hacen la mayoría, confesaba al contrario que el cristianismo había introducido en el mundo la compasión, la fraternidad, la igualdad, el amor por los débiles, etc., y que era eso precisamente lo que le repugnaba de nuestra religión. Para alguien que todavía cree en esos valores, leer de un erudito enemigo del cristianismo que sólo esta religión es el fundamento real de todos ellos, causa verdadera impresión e invita a replantearse muchos falsos prejuicios sobre el cristianismo, y puede ser el primer paso para conocer su historia. Obviamente nadie debe leer libros así cuando ya se ha convertido, ni es recomendable para quienes quieren convertirse, pero si se da la circunstancia sin buscarlo con ese fin, Dios es capaz de usar incluso un libro y un autor tan enfermizos a su favor. En mi caso no sé si lograré provocar tantas conversiones escribiendo a favor de la religión católica como habrá provocado Nietzsche muy a su pesar escribiendo contra ella, pero sin duda puedo decir que mi intención es mejor que la suya.

¿Por qué tuvo la inquietud de estudiar a los Padres de la Iglesia?

Cuando descubres que muchas de las cosas que te habían contado para mantenerte hostil al cristianismo son falsas, y que han logrado hacértelas creer durante mucho tiempo a pesar de estar claramente desmentidas por la realidad de los hechos, comienzas a estudiar la historia de la Iglesia católica para cotejar otros errores concretos que te habían inoculado, y eso te lleva insensiblemente, por la misma vastedad del objeto de estudio, a encontrar otras verdades colaterales que no buscabas en particular, y a retroceder en la historia llevado por esa misma inercia. Por ejemplo, cuando un ateo o anticristiano descubre por primera vez que Galileo no murió quemado en la hoguera por la Inquisición, su primera respuesta suele ser la de ver un enemigo en quien le ha descubierto esa verdad, porque necesitaba esa mentira y siente que la echará de menos. Por eso en el libro escribo que «si hay algo que los enemigos de la Inquisición jamás le podrán perdonar, es el no haber quemado en la hoguera a Galileo». Pero cuando se da el caso de que el desengañado tiene un verdadero deseo de encontrar la verdad, considera que su enemigo es quien le había mantenido engañado hasta entonces, y comienza a investigar en busca de otras posibles falsedades. Si es tenaz en esa búsqueda, poco a poco el campo de estudio se irá expandiendo, y cada punto que toque, al estar conectado con otros mil, le llevará a abrazar la totalidad y, finalmente, a estudiar el origen del cristianismo y a concebir su posterior desarrollo a partir de ese núcleo.

Y los escritos de los Padres tocaron su corazón. ¿Por qué muchos católicos no conocen los escritos patrísticos?

Sí, particularmente san Agustín es quien más ha influido en mí y a quien más admiro. Fue uno de los mayores genios de la historia, y cuando uno conoce las ocupaciones que tenía durante el día, los sermones que predicaba diariamente, las cartas que debía responder cada día, y que llegaban de todas las partes del mundo para que resolviera alguna cuestión teológica o filosófica compleja, los opúsculos que debía escribir para rebatir a los donatistas, a los maniqueos, a los pelagianos; cuando uno considera todo eso, se admira todavía más al saber que en esas condiciones tuvo tiempo de escribir obras maestras como las Confesiones, La Ciudad de Dios o La Trinidad, verdaderos prodigios de sabiduría humana.

No es obligatorio para un católico leer a los Padres de la Iglesia, siempre que admita la Tradición que ellos transmitieron y los dogmas y doctrinas que contribuyeron a explicar o fijar. Lo lamentable es cuando un católico quiere condescender con la ideología del momento o la perversión de moda, y se niega a leer a los Padres de la Iglesia que condenan tales actos. Y si son sacerdotes, es todavía más lamentable por la confusión que puede crear en los fieles. Creo que muchos no leen a los Padres de la Iglesia por miedo a tener que elegir entre ellos y el mundo.

¿Cuál es el espíritu del siglo y cuáles son las principales falacias del mundo moderno?

El espíritu del siglo consiste principalmente en la negación de Dios, que es la falacia por antonomasia. Al principio las herejías negaban partes aisladas de la religión católica, pero como todas esas partes se comunican entre sí, siempre estaba latente en todas ellas la negación de las demás partes, y por supuesto la negación de la principal, que es la existencia de Dios. El mundo moderno es como el sumidero de todas las herejías y todos los errores acumulados, es el espíritu del siglo en su apogeo, y todas sus falacias pueden verse combatidas en estado anterior de desarrollo o paroxismo por los Padres de la Iglesia y otros grandes teólogos. Aborto, eutanasia, relativismo, depravación sexual, materialismo, liberalismo, fideísmo ideológico, racionalismo, etc. Todos los errores manifestándose al mismo tiempo y por supuesto combatiendo a un único enemigo: la Iglesia católica.

¿Por qué en estos tiempos irenistas usted plantea, de manera reaccionaria, una cruzada contra ese espíritu secular?

En realidad no hago más que insistir en la línea seguida ininterrumpidamente desde el origen de la Iglesia católica. A mí me parece que el hecho de que ese espíritu secular sea hoy más poderoso, más descarado y más influyente, no es una razón para dejar de combatirlo, sino al contrario, una razón para combatirlo con más fuerza. Otros tienen otra opinión, pero no la respeto.

¿Por qué lo hace a través de aforismos y reflexiones (sugiero textos breves)? Se ha puesto de moda ese estilo.

Creo que responde a la coyuntura especial en la que fue escrito. Después de mi conversión, y conforme fui alcanzando un mayor grado de coherencia respecto a la religión católica, fueron aumentando con ello los puntos de desencuentro con el mundo moderno. Había demasiados frentes abiertos como para escribir extensamente sobre cada uno de ellos, así que esa necesidad de sintetizar me llevó naturalmente a escribir en aforismos y en pequeños textos en prosa. Es cierto que desde hace años ha habido un cierto auge del género aforístico. Hay tres libros muy cercanos al mío en el tiempo y en el fondo, dos de los cuales comparten este género: El vaso medio lleno, de Enrique García-Máiquez, y Fragmentos, de Carlos Marín-Blázquez. El peregrino absoluto, de Armando Pego, no comparte el género, pero los cuatro libros tienen cierta afinidad en el contenido. Enrique García-Máiquez, además, fue el primero en leer mi manuscrito y me ayudó a editarlo. Siempre le estaré agradecido.

¿Qué es lo que aporta su libro de novedoso con relación a todo lo que se ha escrito al respecto?

Espero que nada. Al contrario, aspiro a que sea original, pero sólo en la acepción de esta palabra que hace referencia al origen. Si he aportado algo en la manera de decir la verdad, o si la he hecho ver desde algún lugar que no es habitual, es algo que no me corresponde a mí valorar.

¿Es un libro que invita a la conversión al que está alejado o a la entrega al que está convencido?

Al menos en cuanto a la intención, creo que se invita a ambas cosas. Hay pasajes de Teodicea, donde se habla del problema del mal y se intenta explicar cómo se armoniza la existencia de Dios con la presencia del mal. Esto suele preocupar más a los que están alejados, y a menudo la ignorancia de los argumentos que se han dado en este sentido a lo largo de la historia les impide acercarse a la fe. Pero también hay otros textos dirigidos al convencido, para estimularle a vivir con mayor entrega su fe. Es bien sabido que en la vida espiritual, quien no avanza retrocede. Es imposible quedarse en el mismo lugar, porque el mundo cambia y se mueve continuamente, y quien no camina en dirección opuesta, es arrastrado por su corriente. En el camino espiritual, quien cree que ya es suficiente todavía no ha comenzado.

 

Por Javier Navascués

3 comentarios

  
Andrés
Es un libro sensacional. Extraordinario. El mejor libro de aforismos que he leído nunca. Es una maravilla. Lo recomiendo de manera entusiasta.
04/06/21 12:24 PM
  
Mundo Editorial
Cierto que a Galileo no lo condenaron a la hoguera, pero hubo miles que ardieron en ella. A veces cuesta aceptar que esas cosas sucedieron y que carecen de toda justificación. Juan Pablo II dio un paso importantísimo al pedir perdón por el daño que la Iglesia causó en el mundo. Es un gran paso, sí, pero solo el primero. La Iglesia debería particularizar esos daños, que en algunos casos fueron incluso genocidios. No son cosas banales, que pueden olvidarse con un simple gesto. Hay cosas terribles que cuesta reconocer, como las cruzadas, las guerras de religión por la Reforma o los poco ejemplares episodios de la conquista.

Entiendo que el autor es alguien que regresa a la IC después de un largo alejamiento. Nada que objetar a eso, salvo que a veces el regreso conlleva muchas veces un dogmatismo que ya no se lleva. Veo que muchos de los reconciliados, se aferran al pasado de la Iglesia, más que al presente. Algunos no parecen entender que el tiempo que ellos no estuvieron, ha habido cambios de mentalidad en los que se quedaron. Que ha habido un Concilio, y que ese Concilio ha supuesto un punto de inflexión. No vuelven a la Iglesia que dejaron. La roca de Pedro parece que tiene vida y se mueve.

Bien, espero que tenga mucho éxito con su libro, estimado amigo. Lo apunto en la lista de posibles. Un saludo y hasta la vista. Mucha Suerte.
04/06/21 9:12 PM
  
Alonso
Querido Mundo Editorial:
La Inquisición jamás quemó a nadie en la hoguera. Era un tribunal político que se servía de eclesiásticos para juzgar delitos contra la religión católica, a fin de evitar precisamente las guerras de religión que en otros países habían supuesto miles de muertes, algo que no se tiene en cuenta la mayoría de las veces cuando se habla de la Inquisición, pero que es esencial. La Inquisición sólo juzgaba y relajaba luego al brazo secular, que condenaba según las leyes vigentes. Sobre la Conquista, sólo recordarle que gracias a la Iglesia católica se pusieron fin a los abusos particulares y en ningún caso permitidos por la Corona de Castilla. Fueron los dominicos, comisionados por la Iglesia, quienes gracias a sus constantes viajes y a sus informes sobre la situación lograron convencer a los reyes, que finalmente crearon las Leyes de Burgos y la Ley de Gentes para la defensa de los indios.
En cuanto a su comentario sobre los tiempos, decirle que la Tradición lleva implícito el cambio, por supuesto, pero no a costa de suprimir dogmas y doctrinas esenciales que son inherentes y esenciales al mensaje que transmiten, sino en el sentido de un desarrollo que mantiene íntegro el depósito de la fe pudiéndose beneficiar de los tiempos en cuanto proporcionan indirectamente algún conocimiento que complementa o desarrolla lo ya revelado. El espíritu secular ha existido siempre y jamás ha formado parte de ese desarrollo, y por supuesto ningún Concilio ha llamado a asumir su mismo espíritu y su misma moral. Entiendo que a mucha gente le molesta el pasado de la Iglesia y quisiera prescindir de él, y a quienes tenemos respeto por los Padres de la Iglesia, cientos de Papas, Concilios, etc., se nos quiere presentar como personas que vivimos en el pasado. Quizá podríamos decir nosotros con más razón que quienes quieren pertenecer a la Iglesia católica sólo según determinado punto de inflexión viven en el aire, no en la Roca, y por ello mismo están expuestos al viento de cualquier moda pasajera. Están sobre un puente sostenido por colibríes, y no me parece un paso demasiado seguro.
Un saludo y gracias por leer la entrevista.
06/06/21 5:52 PM

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3.06.21

Madre patria de Marcelo Gullo pulveriza la leyenda negra, primer fake news de la historia moderna

Marcelo Gullo Omodeo es doctor en Ciencia Política por la Universidad del Salvador Buenos Argentina. Magister en Relaciones Internacionales por el “Institut Universitaire de Hautes Études Internationales”, de la Universidad de Ginebra, Suiza. Graduado en Estudios Internacionales por la Escuela Diplomática de Madrid. Licenciado en Ciencia Política por la Universidad Nacional de Rosario Argentina. Profesor Titular de la Universidad Nacional de Lanús (Argentina) y, Profesor Titular de la Escuela Superior de Guerra en la Maestría en Estrategia y Geopolítica (Argentina). Investigador asociado del Instituto de “Estudos Estratégicos” (INEST) de la Universidade Federal Fluminense (Brasil).

Libros publicados: Argentina Brasil: la gran oportunidad, Buenos Aires, ed. Biblos 2005; La insubordinación fundante. Breve historia de la construcción del poder de las naciones. Buenos Aíres 2008; Le temps des Etats continentaux? Les nations face à la mondialisation situation des pays latino-américains, Paris, Edit. Tarki, 2010, La costruzione del Potere, Storia delle nazioni dalla prima globalizzazione all’imperialismo statunitense, Firenze, Ed. Vallecchi, 2010; Insubordinación y desarrollo: las claves del éxito y el fracaso de las naciones, Buenos Aires, ed. Biblos 2012; La historia oculta. La lucha del pueblo argentino por su independencia del imperio inglés, Buenos Aires, ed. Biblos 2012, Haya de la Torre: La lucha por la Patria Grande Buenos Aires, Ed. de la Universidad Nacional de Lanús 2014;Relaciones Internacionales. Una teoría crítica desde la periferia sudamericana, Buenos Aires, ed. Biblos 2018.

¿Por qué un libro titulado Madre Patria? ¿Por qué consideran a España una madre?

El título del libro se inspira en un tango de Carlos Gardel donde llama a España “Madre Patria querida de mi amor”. Ese era el sentimiento de la mayoría de la población argentina e hispanoamericana antes que el veneno “negrolegendario” a través de la propaganda cultural hecha por la “izquierda cipaya” y el “progresismo sushi” penetrara en su espíritu. Cómo no llamar a España Madre Patria si -como afirmaba el tres veces presidente constitucional de la Argentina Juan Domingo Perón- su obra civilizadora no tiene paragón en la historia de la humanidad y constituye un rosario de heroísmo, sacrificios y renunciamientos.

España levantó templos, edificó universidades, difundió la cultura, formó hombres, e hizo mucho más; fundió y confundió su sangre con América y signó a sus hijas con un sello que las hace, si bien distintas a la madre en su forma y apariencia, iguales a ella en su esencia y naturaleza.”. Esta frase de Perón lo dice todo. Fíjese usted que el mismísimo Fidel Castro, durante su visita a Galicia en 1992 evidentemente emocionado, en un rapto de sinceridad, dijo “somos parte del alma de España”. Hasta el legendario Che Guevara consideró a España como nuestra madre patria.

Sin embargo algunos en América no la reconocen como madre.

Claro porque ha triunfado el relato elaborado por los propagadores a sueldo de la leyenda negra. Eva Perón gritó a los cuatro vientos que “la leyenda negra con la que la Reforma se ingenió en denigrar la empresa más grande y más noble que conocen los siglos, como fueron el descubrimiento y la conquista, sólo tuvo validez en el mercado de los tontos o de los interesados” y el problema es que se repartieron muchos privilegios y mucho dinero para que muchos interesados profesores, escritores y periodistas atontaran a muchos alumnos y lectores. Hoy la leyenda negra, es decir, la falsa historia de la conquista española de América escrita por los enemigos históricos de España e Hispanoamérica parece haber ganado la batalla cultural, determinando conciencias, costumbres y prejuicios. Pero los tiempos están maduros para la restauración de la verdad.

¿Por qué es muy importante hoy en día desmontar la leyenda negra antiespañola?

Para que usted, mañana y pasado mañana, sus nietos y bisnietos puedan, en cualquier barrio de Madrid, Sevilla o Alicante, seguir tomándose en las cálidas tardes de julio una caña o un tinto de verano. Porque sólo una inmigración masiva de hispanoamericanos podrá salvaguardar a España, que ya tiene una pirámide funeraria, de un trágico final ya anunciado y hacer entonces que, España siga siendo España. Pero, eso requiere de una profunda reconciliación entre los españoles americanos y los españoles europeos y para eso, hay que terminar con el mito de la leyenda negra, con la zoncera del genocidio de los pueblos originarios, con la zoncera de que España no descubrió América, con la zoncera de que Cortés conquistó México porque tenía dos arcabuces, cuatro perros y diez caballos, con la zoncera de que en el Perú, antes de que llegara el “cruel” Pizarro reinaba un paraíso comunista donde todos los pueblos sometidos por los incas comían, bebían y danzaban alegremente. La falsa historia es el origen de la mala política, porque entre el pasado y el presente hay una filiación tan estrecha que juzgar el pasado no es otra cosa que ocuparse del presente y cambiar el futuro.

¿Cuáles son las consecuencias que ha tenido que muchos no reconozcan el riquísimo legado de España?

En un discurso en honor a Cervantes el 12 de octubre de 1947 Juan Domingo Perón proféticamente afirmó: “Si América negara a España, quedaría instantáneamente baldía de coherencia y sus ideas carecerían de validez”. Y eso es lo que ha pasado. Paradójicamente fue Cristina Fernández de Kirchner, elegida presidente con los votos del partido creado por Perón, la que, el 2 de noviembre de 2010, quien renegó de España y se hizo cómplice en la propagación del fundamentalismo indigenista fragmentador.

Sitúa sus orígenes en Bartolomé de las Casas y al nacionalismo catalán como última infamia. Dejemos en paz a Bartolomé de las Casas que fue utilizado por la Casa de Orange y por Inglaterra y del que ya sabemos que su orientación sexual condicionó sus escritos. Permítame decirle primero de todo, que si la independencia de Cataluña algún día llega a producirse no será el resultado de la lucha de una nación oprimida contra una nación opresora, ni nada que se le parezca sino, la consecuencia de la invención de un “sentimiento antiespañol” producto de la falsificación de la historia. En el Manual de zonceras del nacionalismo supremacista catalán destacan, entre otras zonceras,las siguientes: “En 1714 Castilla nos conquistó”, “A los catalanes desde 1714, nos gobiernan los castellanos”, “España nos ha tratado, desde 1714, como a una colonia”.

En el “relato”, armado por el nacionalismo catalán, durante el “Sitio de Barcelona” se enfrentaron castellanos contra catalanes. Sin embargo, la realidad histórica es que entre los que sitiaban Barcelona, en 1714 para imponer al francés Felipe V -por quien, debo aclarar, no siento simpatía ninguna-, había muchos catalanes, de la misma forma que habían numerosos castellanos dentro de las murallas de la ciudad condal que luchaban a favor del Archiduque. Les cuento -para no ocultar mis sentimientos- que yo hubiera estado defendiendo a Barcelona contra el francés. Los regimientos Catalanes de Dragones “Pons”, “Camprodón, “Picalqués, “Grimau” y “Tarragona”, apoyaron a Felipe V. Fueron los Dragones catalanes de Camprodón, los que evitaron, nada más ni nada menos, que Felipe V fuera capturado por los austracistas, en 1710. De modo que una simple relación de hechos nos devela la realidad histórica: en 1714 de ninguna manera España conquistó Cataluña. Resulta más acorde a la verdad histórica reconocer que Francia conquistó España y que, un francés por 45 años y 3 días, gobernó a castellanos, aragoneses, gallegos, andaluces…y catalanes.

La realidad de la Historia es que el “nacionalismo separatista catalán”, simplemente, no existía en 1714.

Así es, por la sencilla razón de que a ningún catalán se le pasaba por la cabeza, la idea de separar a Cataluña de Españapues, una cosa era demandar fueros y otra, muy distinta, reclamar la independencia. El nacionalismo catalán nace a mediados del siglo XIX, como un movimiento literario, ultraminoritario. Por otra parte, lejos estuvo el gobierno de los borbones de tratar a Cataluña como una “colonia”. Por el contrario, Cataluña fue la región más favorecida por las políticas económicas -entre otras la prohibición de importar manufacturas textiles- implementadas en España, por la nueva monarquía.

Fue así, por los privilegios económicos recibidos, que Cataluña pudo desarrollarse industrialmente: el proteccionismo económico, establecido en todo el reino, le aseguraba a los industriales catalanes un mercado cautivo para su producción textil, protegida de la competencia extranjera. Fue precisamente, a partir de 1714, que Cataluña vivió su etapa económicamente más esplendorosa, convirtiéndose, en poco tiempo, en una de las regiones más ricas de España. Por ese entonces, el resto de los españoles, decía que Cataluña, trataba a las demás regiones de España como si fueran colonias catalanas. Es recién a mediados del siglo XIX, que el romanticismo catalán comienza a inventar la historia de una Cataluña antiespañola y a fomentar un sentimiento antiespañol, que no existía en el pueblo catalán en ese momento histórico.

Sin embargo, la repercusión de esas novelas en la sociedad catalana será -hasta 1898- prácticamente insignificante.

Es justamente, con el final de la Guerra de Cuba que, con el apoyo económico de la burguesía catalana, los escritos del nacionalismo cultural y político catalanista, como el producido por Almirall, comienzan a ser masivamente difundidos y conocidos popularmente. Importa precisar que la burguesía catalana había sido, hasta ese momento histórico, ultraespañolista y había dado, siempre, lecciones de españolidad en el Congreso de los Diputados. Los gastos provocados por la guerra y la crisis económica que se desató al finalizar la contienda, obligaron al Estado español, a subir los impuestos, cosa que ocasionó importantes protestas -sobre todo en Barcelona. Ahora, que había que pagar impuestos, un sector nada despreciable de la burguesía catalana, comenzó a pensar que si chantajeaba al gobierno central con la independencia, podría obtener más privilegios con los cuales compensar los que había perdido, valga la redundancia, con la pérdida de Cuba.

La burguesía catalana sabía que la independencia no le convenía porque su industria no era competitiva respecto de la industria inglesa o francesa, y mucho menos, respecto de la industria alemana pero, intuía que agitar el fantasma de la independencia, podía ser un buen negocio. Sin embargo, para que la amenaza de la independencia fuese real, el querer la independencia debía ser un sentimiento populary,en ese momento, no lo era.

No había otro camino entonces, que promocionar las obras literarias o los ensayos políticos que pudiesen servir -más allá de la intención de los autores -para inflamar en el corazón del pueblo catalán, el desprecio hacia el resto de España y el sentimiento independentista. Lógicamente, si había que mentir se mentiría y si había que tergiversar -un poco o mucho- el pensamiento de algunos literatos o ensayistas, se haría. Para crear el sentimiento independentista había que falsificar la historia. Pues bien, se la falsificaría. Ese fue el razonamiento de la burguesía catalana para ocultar su falta de solidaridad con el resto de España y su profunda avaricia. De una u otra forma la burguesía catalana llegó a la conclusión que tenía que crear a su propio “Frankenstein”, para asustar al gobierno central… y puso manos a la obra. Luego, con el paso del tiempo, ese “Frankenstein” adquiriría vida propia. Por simpatía política el “separatismo catalán” fomenta hoy, en Hispanoamérica, con el dinero de todos los contribuyentes españoles, el “fundamentalismo indigenista fragmentador”.

A los separatistas catalanes -impregnados del odio a España-, les encantaría por ejemplo, que en la selva ecuatoriana se pierda todo rastro del español, que en Perú, en la región de Cuzco se abandone el uso del español y se hable solo el quechua, que en Puno se imponga el uso exclusivo del aimara y se olvide el español, que en el sur de Chile y en la Patagonia argentina, se imponga a sangre y fuego, el mapuche y se persiga a los hispanoparlantes. El nacionalismo separatista catalán y el indigenismo fundamentalista balcanizador, son hermanos gemelos pues, ambos, comparten un afán por borrar todo lo español con lo que sirven a los intereses de quienes quieren desconstruir España y fragmentar a las repúblicas hispanoamericanas

¿Cuáles son las mentiras más graves que usted refuta en el libro?

Demuestro en mi obra que Hernán Cortés no fue el conquistador de México, sino el libertador de cientos de pueblos indígenas que estaban sometidos al imperialismo más feroz y brutal que ha conocido la historia de la humanidad: el imperialismo antropófago de los aztecas. Que no fueron Pizarro y el puñado de españoles que lo acompañaban los que pusieron fin al imperialismo totalitario de los incas, sino los indios huancas, los chachapoyas y los huaylas que estaban hartos del imperialismo inca que los oprimía brutalmente.

Que las masas indígenas en Colombia, Ecuador y Perú estuvieron contra la independencia y se mantuvieron fieles a la Corona española hasta el final. Que los libertadores Simón Bolívar y José de San Martín no quisieron romper de forma absoluta los vínculos que unían a América con España, sino que buscaron con todas sus fuerzas la creación de un gran imperio constitucional hispanocriollo con capital en Madrid. O que la responsabilidad de la disolución del Imperio español la tuvo Fernando VII, que prefirió estar preso en Europa y no libre en América. Demuestro que nada separa a España de América, ni a América de España, salvo la mentira y la falsificación de la historia, y que el futuro de ambas depende de que sean capaces de desterrar para siempre el mito de la leyenda negra de la conquista española de América.

Señala como principales artífices de la leyenda negra al marketing político británico, estadounidense y, curiosamente, soviético.

La leyenda negra fue la primera fake news exitosa de la historia moderna. En términos históricos fue la casa de Orange la que concibió el huevo de la serpiente, es decir la que entendió que a través de la propaganda política podía derrotarse a una España militarmente invencible, pero fue en Inglaterra donde se toma la decisión que había que adoctrinar a la elite criolla hispanoamericana, que estaba relacionada con Inglaterra a través de las logias, en la leyenda negra para destruir al imperio español desde adentro. Sin duda alguna la “Leyenda negra” a través de la cual se produjo la subordinación cultural pasiva de Hispanoamérica y de la propia España, que dura hasta nuestros días y, que la lleva a no reconocer a sus hijos y, a preferir en su suelo, a los rubios teutones o, en Cataluña, a los descendientes del antiguo invasor, fue la obra más genial del marketing político británico. Tan exitoso fue el marketing británico que de manera increíble, una buena parte de los españoles creen la historia de España e Hispanoamérica que escribieron sus enemigos históricos, y se avergüenzan hoy de un pasado del que deberían sentirse orgullosos. Luego los norteamericanos hicieron su aporte. Fue Joel Robert Poinsett, el embajador de los Estados Unidos en México, el que en 1822, expuso por primera vez en la historia, en el salón de la embajada norteamericana, con orgullo el retrato de Moctezuma el emperador antropógafo.

Le cuento al pasar que uno de sus descendientes para excusarlo de almorzar niños asados dice que solo comía el muslito. Fue Poinsett el que formó y adoctrinó a los futuros dirigentes de México como Guadalupe Victoria o Vicente Guerrero, entre otros, en el odio visceral a España. No hay duda alguna que Estados Unidos es el padre del nacionalismo mexicano que lleva a los presidentes mexicanos, hasta el día de hoy, a ser muy valientes frente al rey de España y muy cobardes frente al presidente de los Estados Unidos. Fíjese usted que ningún presidente mexicano se atreve a recordarle en la cara a ningún presidente norteamericano que los Estados Unidos le robaron a México el 60% de su territorio, que Texas, Nuevo México, Arizona y California eran parte de México. La elite política de México sufre hoy el síndrome de Estocolmo por el cual aman y admiran a quien fue su verdugo. En 1929 la Unión Soviética se sumó al coro de los calumniadores de España y comenzó a fomentar el fundamentalismo indigenista para tratar de fomentar la creación de república indígenas socialistas que, fragmentando a Chile, Bolivia o el Perú provocara la desestabilización del patio trasero de los Estados Unidos.

Esa tradición perdura en los partidos comunistas y en la izquierda cipaya en general y por eso hoy el Foro de San Pablo está detrás de todas las protestas populares que conmueven a Hispanoamérica desde Colombia a Chile y que tienen como objetivo inconfesado fragmentar a la Argentina, a Colombia, al Perú y a Chile haciendo nacer artificialmente un estado mapuche, aimara o quechua. Vamos camino a una nueva balcanización tanto en Hispanoamérica como en España.

Por Javier Navascués

8 comentarios

  
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Agradecer al Sr. Marcelo Gullo la valentia y el esfuerzo por buscar la verdad y exponerla sin ambages en su libro. Que Dios que de animo y energía para seguir con su tarea en este mundo globalizado e idiotizado que ante la verdad sale huyendo.
14/05/21 11:17 AM
  
Rexjhs
Muchas gracias a Don Marcelo por su defensa de la patria. Los españoles queremos mucho a los americanos de la Hispanidad, porque nos reconocemos en ellos como hijos de nuestra propia sangre. España se abrió las venas en América y llevó allí a sus mejores soldados, sacerdotes y profesores. Los mejores eran los que querían ir a América a evangelizar y a liberar a los nativos de las garras de los antropófagos y tiranos. La prueba es que nos mezclamos con ellos siempre. A diferencia de los sajones, racistas, que nunca se casaban con nativas y cuya política colonial fue la segregación y el exterminio de los aborígenes, a los que, por supuesto, no había que construirles colegios ni Universidades. Justo lo contrario que España. ¡Viva América hispana y católica!
14/05/21 12:55 PM
  
África Marteache
La revisión de la Historia ha alcanzado sorprendentemente a todo, y especialmente a lo que estaba oculto y a las mentiras. La Historia de España ha sido contada a través de un prejuicio extendido por sus enemigos del momento, como también explicó Mª Elvira Roca Barea, por lo que su revisión le favorece, en cambio la de Gran Bretaña ha sido no explicada por ocultación, por lo que su revisión no le favorece.
Es como si alguien le dicen que le van a presentar a una chica muy fea, pero que muy fea, y se encuentra con una agraciada o si, por el contrario, le dicen que le van a presentar a una chica sin dar datos, deja que la imaginación corra, y luego se encuentra ante un adefesio.
03/06/21 11:46 AM
  
L.C.
Comparto la opinión de Marcelo Gullo .

Pero hay algo que hoy nos toca , es la espantosa violencia en la cual vive México hoy .

África M. que es especialista , ¿ tendrá alguna explicación ..?

03/06/21 5:37 PM
  
Mundo Editorial
Es claro que la Historia no es algo absoluto. No hay una Historia verdadera y el resto falsas. En el momento que una mayoría acepta unos hechos históricos diferentes a los que aceptaban otros, la Historia cambia. Porque los hechos son manipulables. Y si se consigue cambiarlos en el curso de una o dos generaciones, se pueden trastocar los cimientos de países enteros. Eso ocurre constantemente. Ahora mismo, lo estamos viendo en España. Y eso ha ocurrido en América también, por supuesto.

Actualmente se ha puesto de moda la idea de que los indígenas americanos eran pueblos felices. Nada mas lejos de la realidad. Los aztecas y los incas practicaban los sacrificios humanos, al parecer, y de un modo masivo. En absoluto eran paraísos idílicos. Tal vez por eso Hernan Cortés conquistó México con tanta facilidad. Lo mismo que sucedió con el resto de América, que cayó como fichas de dominó. Los indígenas no parece que lucharan con denuedo contra los invasores de Europa. Mas bien parece que se dejaron conquistar con facilidad por un puñado de soldados no demasiado bien armados ni entrenados para una conquista de semejantes proporciones.

Con todo, los cambios son inevitables, especialmente cuando los gobiernos caen en manos de personajes de escaso nivel cultural. La Historia reciente de España abunda en ese tipo de personajes poco dotados para realizar tareas de gobierno. Me pregunto qué vamos a ver en las próximas décadas. No es cosa de España y Latino América, solamente. Es el mundo entero. Da vértigo verlo venir. De momento, aquí donde vivimos, lo mejor es ir cambiando la mente hacia el concepto de nacionalidad europea, y olvidarnos de España. Será más práctico.
03/06/21 9:37 PM
  
Jorge Cantu
L.C.:

"Pero hay algo que hoy nos toca , es la espantosa violencia en la cual vive México hoy. África M. que es especialista, ¿tendrá alguna explicación ..?"

No soy Africa Marteache, pero adelanto mi opinión si de algo le sirve: La sociedad mexicana ha sido dividida y descristianizada al menos desde la época de la Independencia, se ha sembrado el odio de clases y a la herencia hispánica, desde Benito Juárez se introdujo sectas protestantes para debilitar a la Iglesia Católica. Las logias fueron, y siguen siendo, el canal secreto y fluido de este tráfico oculto de poder, de odio a la fe católica, amor al poder y al dinero y traición a la patria. Tanto a pobres como a ricos se les ha manipulado sistemáticamente a través de los medios y la educación controlados por los gobiernos masónicos y afectos al comunismo... (continúa)
03/06/21 11:29 PM
  
Jorge Cantu
L.C.:

(Continuación)

Para empeorar la situación, la mayoría de los gobiernos del pasado reciente han optado por negociar con los narcotraficantes para recibir grandes sumas de ellos a cambio de permisividad hacia sus actividades criminales, quedando el pueblo inerme ante tal complicidad con las mafias que ignora las denuncias que presenta el ciudadano por asesinatos, secuestros, extorsiones y robos. Hoy por hoy, los narcos tienen comprados a muchos candidatos a puestos públicos de todos los niveles, ellos 'invierten' su dinero en las campañas electorales y financian a los candidatos de los distintos partidos, de modo que cualquiera que gane, ellos tienen asegurada su lealtad. El actual presidente (López Obrador) es un hombre de muy escasa cultura, cargado de prejuicios, un verdadero fanático de la mitología masónica y de izquierda, desayuna leyendas negras y en su discurso polariza a la población, asegurando ser el paladín de los pobres, los azuza contra los 'ricos' que él llama "fifís". Sus acciones de gobierno son autoritarias y desastrosas, integrando a su gabinete a famosos corruptos de regímenes pasados que afirmaba detestar. Pretende ser austero y combatir la corrupción, y en realidad él, su familia y amigos se benefician de los jugosos contratos gubernamentales y viven como lo que son: auténticos millonarios. Su lema mágico acerca de como lidiar con la violencia endémica y el poder del narcotráfico en la nación es: "abrazos, no balazos".
03/06/21 11:30 PM
  
Jorge Cantu
Si algo sostiene aún con esperanza de supervivencia y recomposición a este tejido social raído que se llama México es la muy menguada identidad católica y la mano tierna y poderosa de nuestra Madre la Virgen María de Guadalupe. Sostengo con toda seguridad que Ella triunfará y reinará junto a su Hijo.
04/06/21 6:39 AM

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2.06.21

Javier Barraycoa: “La lucha es Tradición frente a Revolución, dejemos de decir derechas e izquierdas”

Javier Barraycoa es profesor de sociología y prolífico autor sobre temas políticos y sociales. Sin embargo, durante los últimos años ha dejado un rastro de artículos periodísticos contundentes sobre las zozobras que han agitado nuestro país. Han sido recogidos en el libro titulado: “Escolios para el combate”. De forma categórica, el autor denuncia las incongruencias del conservadurismo, de la izquierda y, evidentemente, del nacionalismo. Mete el dedo en la llaga del costado de los patriotas constitucionalistas y denuncia la traición constante de los gobiernos centrales. En medio de los comentarios de la realidad cotidiana, sobresalen reflexiones perennes para comprender la Transición y su trágico desenlace, cuyo inicio estamos contemplando.

Un libro sobre recopilación de artículos periodísticos tiene el riesgo de pasar de moda…

Ciertamente, ese es un peligro. Por eso, los artículos han sido escogidos cuidadosamente porque, dejando de lado lo perentorio que puedan contener, en ellos se refleja un posicionamiento político perenne que nos puede ayudar a entender por qué los problemas en España subsisten y se han agravado durante la Transición. También pretende recoger un posicionamiento de reflexión fuera de las estrictas y estériles categorías de constitucionalistas y separatistas anticonstitucionalistas. Personalmente no me considero constitucionalista ni acepto las tesis independentistas anticonstitucionalistas. Y creo que muchos españoles no nos queremos dejar constreñir por estas dos categorías.

¿Puede profundizar en esta idea?

El primer artículo del libro habla de la figura de los “piojosos”. Este era un apodo que se pusieron los habitantes de uno de los barrios más paupérrimos de Hospitalet de Llobregat de los años 30 del siglo XX. De allí surgieron grupos anarquistas que se apodaban así. En estos años de lucha contra el separatismo, muchos nos hemos sentidos tratados como “piojosos” y no precisamente por los independentistas. Desde asociaciones como Somatemps conseguimos colaborar en grandes movilizaciones, sacamos millares de personas a las calles y con ellas frenamos al separatismo. Pero luego, muchos de los españoles de a pie que nos habíamos involucrado en una lucha que el Estado no comparecía, fuimos arrinconados por las asociaciones que la partitocracia financiaba, para que los partidos políticos constitucionalistas se llevaran el mérito. Así que, … nos convertimos -con orgullo- en los “piojosos” de la lucha en Cataluña.

Un artículo interesante se titula “El pacto del hambre”, curioso título.

Está en relación con lo anteriormente expuesto. “El Pacto del hambre” es el que se realizó entre Companys, los sindicatos como la CNT y la UGT (que habían apoyado al General Primo de Rivera) y con los empresarios. Este pacto consistía en que no se contratarían a aquellos que habían militado en los Sindicatos Libres y que en los años 20 se habían batido el cobre (en pocos años 53 de sus dirigentes fueron asesinados) contra los sindicatos anarquistas. El sistema los utilizó y luego los abandonó a su suerte condenando a sus familias a pasar hambre. Francamente, es una analogía bastante perfecta de lo que muchos hemos sentido que nos pasaría (o pasará) en Cataluña.

Entonces no acepta las categorías de Derecha o Izquierda.

Exacto. Nunca me he considerado ni de derechas ni de izquierdas, ni de aquellos populismos que pretenden superar esta dialéctica, pero fracasan en proponer una vía moralmente aceptable. En el libro hay sendos artículos para reflexionar sobre los sentidos ocultos de la “derecha” y la “izquierda”. Ante ellos prefiero contraponer las categorías “trascendencia” frente a “inmanencia”. La “Derecha” por definición es un plano inclinado hacia la izquierda. Cualquier programa de partidos conservadores, actualmente es más de izquierdas que la “Izquierda” de hace cuarenta años. Algunos a eso le llaman progreso. Yo prefiero definirlo como deslizamiento hacia el vacío. En resumen, como se describe en uno de los artículos, la llamada “derecha”, es la “derecha de la izquierda”.

Ya veo que le gusta jugar con las palabras. Veo que dos artículos los titula correlativamente “ultra” y “facha”.

No puedo negar que estos dos artículos me divirtieron especialmente y son fruto de un cansancio de la banalidad con que la gente usa estos términos. Más que jugar con las palabras hay que recurrir a la etimología para darse cuenta de lo fácil que es asociar códigos lingüísticos, a sensaciones de desprecio y luego utilizarlo como armas arrojadizas para evitar cualquier juicio racional. “Ultra” en sí mismo carece de sentido, pues significa “más”. Por eso comprenderá que, si alguien me acusa de “ultra”, mi interlocutor es algo estúpido. Hay muchas derivaciones de la expresión que cobraron sentido en su momento. A mí me gusta especialmente la medieval hispánica. Cuando los peregrinos se cruzaban en el camino de Santiago se saludaban con un “Ultreia” (Ultra-eia) que podría traducirse como “sigue adelante”, “no te rindas”. En ese sentido me gustaría ser un ultra. Lo de “Facha” tiene delito, la etimología no tiene nada que ver con fascismo sino con “Cara” en italiano o fachada, forma de presentarse, etcétera.

O sea, se ha divertido escribiendo…

Bueno, la sensación siempre es agridulce. Por un lado, es divertido contemplar los acontecimientos políticos en su absurdidad, pero por otro duele ver como nuestra sociedad ha perdido el sentido común. Un artículo lo titulo “Soy negro” y reivindico mi derecho a serlo si así me siento, independientemente de lo que diga la gente o los fenotipos. En varios artículos se denuncia el absurdo de la ideología de género y de la corrección política.

¿Y la parte agria?

Hay un artículo que denuncio las trampas mentales que se hacen los separatistas, que se titula “Sois tontos”. A él le sigue uno titulado “Somos tontos”. En él dejo claro que son vanas las  ilusiones de que un patriotismo constitucional o una derecha conservadora puede salvarnos. Frente a los que quieren apuntalar el decadente Régimen del 78, les avanzo que este régimen pasará. Y muchos de los que ahora son incondicionales, se adaptaran a cualquier circunstancia nueva. Si a los conservadores monárquicos del siglo XX no les costó adaptarse a la II República, muchos de los que ahora gritan viva Felipe VI y viva la Constitución, se adaptarían a una nueva realidad metarmorfoseada por la izquierda sin ningún reparo. Ya lo hemos vivido muchas veces en la historia. Algunos creen que el separatismo es un principio de gangrena que hay que cercenar. Yo defiendo que España sufre una metástasis desde el centro a la periferia. El separatismo es el efecto de una enfermedad, no la causa.

Por lo que dice, a muchos no les gustará su libro.

No podemos escribir para que a la gente disfrute leyendo cosas que no le incomoden. Pero posiblemente, a algunos, este libro les ayudará a orientarse en la ciénaga política que nos hallamos. Insisto, hasta que no abandonemos las categorías de derechas e izquierdas, no entenderemos nada. Todo se reduce a Tradición o Revolución.

Para estos lectores, ¿dónde pueden conseguir el libro?

La propia editorial -la Asociación Editorial Tradicionalista-, lo distribuye solicitándolo en este enlace.

Por Javier Navascués

10 comentarios

  
Mundo Editorial
Interesante entrevista, sí señor. Y comparto en cierta medida lo que dice. Estoy de acuerdo cuando el Sr. Barraicoa dice que él no es de derechas ni de izquierdas. Yo tampoco me incluyo en tales categorías, que me parecen del todo desfasadas. También dice que no es populista, y le creo. Tampoco yo lo soy. Pero él dice que es tradicionalista, no progresista. Y ahí es donde diferimos: yo no soy ni lo uno, ni lo otro. Tradicionalista es sentirse atado a la tradición católica, y a la historia que une a los que se sienten así. Yo, sinceramente, lo he superado. Ya no me siento así.

Y progresista? No. Tampoco lo soy. Ser progresista es estar con el progreso, no? El progreso es algo inevitable, no podemos oponernos a él. Bueno, podemos oponernos, pero no serviría de nada, pues es como nadar contracorriente en una corriente que nos lleva, queramoslo o no. No ha modo de evitarlo. Y tampoco veo que haya que evitarlo, porque si nos lleva, nos lleva. Y Dios lo quiere, sin la menor duda, ya que es quien crea la corriente. (Corriente simbólica, evidentemente). La Corriente va por donde quiere, y solo si el lo quiere.

Gracias, estimado señor. Muy buena entrevista.
02/06/21 10:17 AM
  
Jaime Z
A lo mejor habría que dejar de hablar en términos de "izquierdas", "centro" y "derechas" y hacerlo de política cristiana y anticristiana
02/06/21 5:09 PM
  
Almudena1
Yo discrepo en identificar derechas con conservadurismo.
Ser conservador es una actitud que no implica ideología.
El término “conservador” ha sido manipulado y se desconoce realmente su significado y contenido.
Recomiendo vivamente escuchar a Miclos Lukacs sobre los principios del pensamiento conservador.
02/06/21 5:38 PM
  
Luis López
En realidad la distinción correcta es entre la verdad y el error.

Cierto es que dada la complejidad de la política moderna no hay soluciones que inmediatamente puedan calificarse como buenas o malas, verdaderas o erróneas. Pero si es cierto que la experiencia de la historia nos muestra que determinados caminos políticos son claramente equivocados.

Por ejemplo el apaciguamiento ante el totalitarismo, nacionalista o ideólogico.
02/06/21 5:44 PM
  
Jordi
La diferencia es patriota y globalista.

Por cierto, en los EEUU se habla de posible confrontación social, debido a que existen unas auditorias en Arizona, donde indican que hay indicios de fraude electoral masivo y organizado de Biden.
02/06/21 5:48 PM
  
José Luis
Ni de derechas ni de izdas. Esos conceptos pertenecen a los monos, con todo respeto. Ser cristiano, eso sí que vale. Pero no de cualquier manera, señores.
02/06/21 8:38 PM
  
Edmundo

vamos, que solo le falta echarse al monte ...
03/06/21 12:36 AM
  
Felisa
Hay que matizar... Hayek también decía que no era conservador, y no creo que este fuese muy tradicional.

¡VXR!
03/06/21 8:37 AM
  
Luis Pique Muñoz
¡Qué Grande eres San Javier Barraycoa! ¡Tu maravillosa ¡PERFECTA! Tesis ilumina al Mundo con la Luz del Espíritu Santo ¡La Derecha ¡los CONSERVADORES! conservan todos los Disparates bienintencionados que hace la ¡AY! Izquierda ¡Y SOBRETODO CONSERVAN Y OBEDECEN A LOS SATÄNICOS RICOS AVAROS; QUE EL DIABLO CONFUNDA Y DE POR SACO! ¡EL AVERNO; LAS LLAMAS DEL INFIERNO; TORTURA; ABUSOS; VIOLACIONES; SODOMIZACIONES ¡ESE ES EL DESTINO INFERNAL DEL 90% DE LOS RICOS AVAROS! ¡Muera los Ricos Avaros! ¡Muera la Tiranía democrática! ¡Viva San Javier! ¡Viva el Papa! ¡Viva la Iglesia! ¡Viva Dios! ¡Viva Yo! Ja, Ja, Ja
03/06/21 12:42 PM
  
Alvar
Llevamos dos siglos aceptando errores como si fueran verdades, también en la cúpula de la Iglesia. Y esto nos conduce a la descomposición y putrefacción total que tanto celebran los enemigos de la cristiandad.
Parece que esta deriva histórica hacia la apostasía generalizada ya está predicha y profetizada.
Toda la demagogia moderna de "progreso" no es más que el disfraz con que esconden la revolución contra Dios, valga la redundancia.
El progreso científico y técnico ha existido siempre, pero los revolucionarios se lo atribuyen como característica propia: FALSO.
O miramos hacia Dios y caminamos hacia Dios, o nos vamos de cabeza al abismo, con izquierdas, derechas, centroides y toda la caterva degenerada que vive de parasitarnos mediante este pútrido sistema masónico que llaman (en el colmo de la desvergüenza) "democracia".
03/06/21 10:54 PM

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1.06.21

El orgullo perfecto, propio de los condenados. Evitemos a toda costa caer en él

Gracias a una buena recomendación cayó en mis manos hace poco el libro Amor divino y Libertad Creada del P. Antonio Pacios M.S.C. Un libro sencillo, pero muy clarificador para profundizar en las verdades de nuestra fe y para sacar mucho provecho y consuelo espiritual. El tema que quiero compartir con ustedes es el del orgullo perfecto, propio de las almas que se condenan eternamente, precisamente para evitar a toda costa caer en el infierno. Es una meditación muy sencilla, pero fundamental, para grabarla a fuego en nuestro corazón, pues comprenderla bien puede ayudarnos a nuestra salvación.

El orgullo perfecto

Es el mayor grado de orgullo posible, el que tuvieron y tienen todos los condenados y el que tendrá en el último instante de su vida aquel que elija la condenación. El orgullo perfecto es el de aquellos que aman de tal modo su independencia, el ser suyo y por sí, el prepugnar de tal manera tener que deber algo a Dios, que aún viendo con toda claridad que se van a condenar sin bien alguno, y por tanto con la plenitud de todo mal, prefieren todos esos males a tener que recibir algo de Dios. Prefieren la condenación a la salvación que Dios les ofrece, pura y simplemente porque no quieren en nada depender de Él. Incluso renunciarían a la misma existencia, si les fuera posible o de ellos dependiera y no de Dios. Este es el orgullo perfecto el del que se condena, el que prefiere irretractablemente su miseria y desdicha antes que ser feliz en Dios y por Dios.

Por tanto ese es el infierno, en el que el sujeto libre, con su naturaleza, libertad facultades y apetencias íntegras, cuál salió de las manos de Dios, se obstina en no querer recibir de Este ningún bien, en no querer que Él llene sus facultades, colme sus apetencias, inunde de dicha el alma que por Él y para Él ha sido hecha. Queda entonces el alma sin bien alguno de cuantos materialmente desea. Y como el mal no es otra cosa que privación de bien, sufre todo el mal, daño y dolor que es capaz, puesto que nada hay, que naturalmente le convenga, que por propia decisión no esté privada.

El alma prefiere todo ese infierno eterno, que ella misma se crea, antes que reconocer su dependencia de Dios recibiendo algo de Él. Y aún lo que más le quema en ese estado es saber que la existencia misma, y la voluntad con que resiste a Dios, son don del mismo Dios. Por eso odia su propio ser, se odia a sí misma porque es don de Dios, y de sí misma quisiera desprenderse; mas esto ya no está en su mano, pues Dios que la creó sin ella, tampoco le pide su consentimiento para mantenerla en el ser.

Tal es el orgullo de los condenados; orgullo que es la causa de todos sus sufrimientos y dolores. Dios no atormenta a nadie: es el alma misma que se atormenta cuanto quiere y como quiere, privándose de cuantos bienes le convienen, aunque para su desgracia, se da todo el tormento de que es capaz, puesto que rechaza cuanto bien Dios le envíe, cuanto bien había de contribuir a satisfacerla, saciarla y hacerla feliz.

El que se condena es porque realmente quiere

Se pierde el alma que rechaza su condición de criatura dependiente de Dios, con el deber de obedecerle fielmente y de tener una gratitud hacia el Creador. Por tanto, es el alma que se rebela radicalmente contra Dios y quiere obrar independientemente de sus mandatos.

La mejor manera de tener una buena disposición para salvarse es reconocerse siempre criatura, totalmente dependiente de Dios Creador y con deseo de agradarle y no ofenderle. Si estamos convencidos de esto nos esforzaremoscon la ayuda de la gracia, en evitar el pecado y toda imperfección. Y pediremos con humildad que nos de las gracias necesarias para evitar el pecado.

Para esta alma, aunque nadie debe presuponer su salvación, le será más difícil realizar un acto de orgullo perfecto a la hora de la muerte y condenarse para siempre. Como se vive, se muere y por lo tanto hay que procurar encarecidamente vivir siempre en gracia de Dios. Si caemos por debilidad, debemos reconocer inmediatamente nuestra condición de criatura, reconocer nuestro pecado, pedir perdón a Dios con arrepentimiento verdadero y el firme propósito de no volver a caer. Y por supuesto ir lo antes que podamos a confesar. Si no podemos, al ser por la noche, hacer un acto de contricción, con el propósito de irse a confesar a la mañana siguiente. Por eso es muy saludable la confesión frecuente en general y la confesión inmediata si se cae en falta grave.

En cambio si se vive siempre en la constante rebeldía del pecado, burlándose de Dios o ignorándolo y en muchas ocasiones blasfemando, es muy difícil, que de repente a última hora el alma se arrepienta y haga un acto de contricción que la salve. Se han dado casos en la historia, de pecadores empedernidos, que a última hora se han arrepentido, pero son casos muy excepcionales porque la norma más común es que como se vive se muere. Además nadie sabe si vamos a tener tiempo de arrepentirnos, pues muchas de las muertes son repentinas. El Padre Loring aconsejaba, en esos casos, susurrar al oído de la persona agonizante e inconsciente: “Dios mío, perdóname”, pues el sentido del oído tarda un tiempo en desaparecer y puede ser suficiente para que la persona asienta y pida perdón a Dios.

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Vicente
Pidamos a Dios nos libre de ese enorme pecado.
01/06/21 9:19 PM
  
Maria. M.
Muchas gracias, es muy interesante y clarificador, y se comprende con facilidad.

Gracias Dios mio!!!, hoy rezo para que muchas personas lean este artículo y si necesitaban saber lo que nos revela, les haga mucho bien.


02/06/21 6:17 PM

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