21.08.21

Gerhard Eger: “En la peregrinación a Covadonga se pudo ver la Misa Tradicional en todo su esplendor”

Gerhard Eger Domenichini es licenciado en Filología Clásica por la Universidad de Princeton, USA (2014). Actualmente está cursando un máster en culturas medievales en la Universidad de Barcelona. En la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad a Covadonga ha tenido un papel muy importante en los cantos de la Santa Misa y en otros momentos relevantes como las Letanías de los Santos en la Basílica de Covadonga, cuya voz retumbaba en todo el recinto del santuario. Analiza su experiencia en la peregrinación y la importancia de cuidar la liturgia tradicional en todos sus aspectos, desde la formación de monaguillos a la promoción de las scholae cantorum.

¿Qué supone para usted haber participado en la peregrinación a Covadonga, tras haber estado en Chartres?

Yo ya había participado dos veces en la peregrinación tradicional de Chartres, la cual es una espectacular manifestación de apego a la tradición litúrgica de la Iglesia especialmente entre los jóvenes. Estuve muy entusiasmado al saber que por primera vez se iba a realizar una peregrinación similar en España, y el resultado ha sido una experiencia inolvidable. Ver jóvenes católicos atraídos por la tradición reunirse para una difícil caminata de tres días a uno de los santuarios más importantes no sólo para España sino para la Cristiandad entera fue algo muy alentador, pues demuestra que al igual que en Francia la devoción por la liturgia tradicional en España no es un atavismo propio de meros nostálgicos, sino una expresión de auténtico amor por Jesucristo y su Iglesia, un amor que encuentra su mejor expresión en el culto que la Iglesia ha celebrado ininterrumpidamente por más de un milenio. La forma tradicional del Rito Romano no es la expresión de ciertas modas y maneras de pensar de los años 60 y 70, sino la expresión de la fe de todas las generaciones de católicos desde que la Iglesia llegó a Roma hasta nuestros propios días. Este aspecto casi atemporal de la Misa tradicional permite unir a católicos de todas las épocas, incluyendo a los católicos jóvenes hoy, que ven la destrucción que ha causado en la sociedad el abandono de nuestras raíces cristianas, y por lo tanto quieren más que nunca volver a esas raíces y así cumplir el llamamiento de san Pablo «instaurare omnia in Christo».

¿Intuye un gran despertar de la Tradición en España y en las Españas?

Espero que sea así. España necesita un despertar de la tradición litúrgica. Hasta ahora las comunidades dedicadas a la celebración de la Misa antigua son demasiado pocas y sufren muchas limitaciones. La peregrinación, espero, haya demostrado a los participantes cuánto se puede hacer si uno está dispuesto a hacer el esfuerzo. Fue bueno ver cuántos sacerdotes participaron en la peregrinación, y verlos celebrar simultáneamente sus Misas privadas, era como una escena de un monasterio. También creo que muchos peregrinos pudieron ver por primera vez la celebración de la Misa tradicional solemne, con diácono y subdiácono y el canto de todos los propios musicales, lo cual debe ser nuestro ideal. Todavía en España es demasiado poco común ver la celebración de una Misa solemne, e incluso de una Misa donde se canten todos los propios.

Hasta ahora la Liturgia Tradicional está mucho más activa en países como Francia o Estados Unidos.

Exactamente, es muy triste ver cuán pocas Misas tradicionales se celebran en España peninsular y de ultramar, comparado con el gran número que se celebran en Francia y Estados Unidos, los cuales son, irónicamente, los dos estados revolucionarios por excelencia. Yo conocí la misa tradicional por primera vez en Nueva Jersey, donde estaba realizando estudios de grado, en una iglesia parroquial, cuyo párroco se decidió a celebrar la Misa antigua tras la promulgación del motu proprio Summorum Pontificum por Benedicto XVI. La iglesia, que no era nada pequeña, se llenaba todos los domingos para la celebración de la misa antigua. Teníamos un coro, formado en general por músicos no profesionales, de más de 20 personas que cantaban cada domingo todos los propios de la Misa, además de un equipo de acólitos de entre 15 y 20 niños y adolescentes que se turnaban cada domingo. Incluso entre el clero de la diócesis se notaba el entusiasmo por la misa antigua, y llegamos al punto donde había incluso dos diáconos permanentes que decidieron a aprender cómo ser diácono y subdiácono en la Misa tradicional; esto nos permitió tener Misas solemnes casi todos los domingos. Y era una parroquia común y corriente, pero gracias al entusiasmo, tanto de los fieles como del clero, por la Misa antigua se conseguían celebraciones verdaderamente sublimes.

¿Qué ha supuesto para usted ser uno de los responsables de los cantos de las Misas solemnes?

Me ha alegrado mucho poder haber ayudado en la celebraciones de estas Misas solemnes. Como ya he mencionado, pudimos cantar todos los propios musicales: introito, gradual, aleluya, ofertorio y comunión. La herencia musical gregoriana es riquísima: hay que recordar que estos cantos tienen un origen antiquísimo, y que desde que comenzaron a ser escritos en el siglo IX se han seguido cantando de manera casi idéntica hasta nuestros días. Tienen cierta dificultad, es cierto, pero tampoco son demasiado difíciles: el ideal de San Pío X y Pío XII fue que algunos de los fieles pudieran aprender y cantar estos propios por lo menos en las Misas dominicales. Porque estos propios son parte integral de la Misa; no son cantos añadidos. Y el ideal debe ser que cantemos la Misa, en vez de cantar en Misa.

Algo que se ha cuidado al mínimo detalle, con buenos ensayos.

Sí, hicimos lo posible dadas las limitaciones que tuvimos. En España la Misa rezada sigue siendo la más común, pero hay que recordar siempre que esta es una adaptación de la Misa solemne para circunstancias donde hay sólo un sacerdote y no hay cantores. La Misa normativa, históricamente, fue la cantada con diácono y subdiácono. De hecho entre los católicos orientales jamás se desarrolló la Misa rezada que conocemos en occidente. Para ellos, la divina liturgia necesita el canto, y no cualquier canto, sino el canto propio de la Misa misma. Espero que los peregrinos hayan quedado edificados al ver la celebración, los tres días, de la Santa Misa en todo su esplendor.

También supongo que habrá sido un honor poder participar en las letanías e himnos en un santuario tan importante como Covadonga.

Así es, la ceremonia de clausura en el santuario de Covadonga fue preciosa, y yo nunca he cantado el Te Deum con tanta devoción y entusiasmo.

¿Por qué es importante formar bien a los nuevos monaguillos?

A diferencia de la Misa nueva, la participación de al menos un monaguillo era necesaria para la celebración de la Misa tradicional (después de la Primera Guerra Mundial se permitió por primera vez de manera universal la celebración de misas in ningún acólito, pero la tradición litúrgica y los mismos textos de la Misa demuestran que lo normativo es la presencia de monaguillos). Y en la Misa antigua, los monaguillos tienen reglas muy específicas de qué decir, qué hacer y cómo moverse y comportarse dentro del presbiterio. Ser monaguillo es un privilegio espiritual, ya que ayuda al sacerdote en el acto sacramental más importante de todos. Y por supuesto, como recordaba Pío XII, los grupos de acólitos suelen ser un semillero de vocaciones sacerdotales.

Igualmente hay que cuidar con mucho celo las scholae cantorum.

Sí, como he intentado explicar, el canto en la Misa tradicional no es algo añadido, sino algo intrínseco a su celebración. En la Misa nueva, cuando no hay canto, el sacerdote puede ignorar propios como el introito y la comunión; en la Misa tradicional no, porque estos cantos son parte integral de la Misa. Es fundamental hacer todo lo posible para fomentar la celebración de Misas cantadas, al menos los domingos, y para eso es necesaria una schola cantorum. Los papas del siglo XX insistieron mucho sobre la formación musical de seglares en el canto gregoriano, y sería muy valioso rescatar esos pronunciamientos e intentar volver a ponerlos en práctica.

Por Javier Navascués

10 comentarios

  
mercedes
Para que sea una peregrinación agradable a Cristo y a su Madre,deben estar unidos a la Iglesia Católica,creer en la validez de TODO el Concilio Vaticano ll,No alcanza con la belleza de esta peregrinación.
21/08/21 5:54 AM
  
X
Mercedes: su comentario es temerario y ofensivo. Es obvio que la peregrinación está totalmente en comunión con la Iglesia Católica, porque todos nosotros somos católicos, con gran amor por la Iglesia. Por ello defendemos un rito genuinamente católico como el rito romano tradicional. No hay ningún motivo para pensar que pongamos en duda ningún concilio ecuménico ni la validez de ningún rito. El solo hecho de que lo sugiera de una manera tan gratuita es indignante. Por justicia y amor a la verdad le insto a que pida disculpas por tan desafortunado comentario.
21/08/21 7:53 AM
  
Ramón montaud
Para que el Papa actual haya promulgado el motu propio limitando la misa extraordinaria recibió información de múltiples obispos. Que le dirían?. Que los feligreses del rito tradicional no reconocen el actual?. Que no reconocen las enseñanzas del Concilio Vaticano II?. Que no reconocen la autoridad papal?.A lo mejor hay demasiada fijacion por la Fraternidad sacerdotal de San Pío X.
21/08/21 11:04 AM
  
Pep Lluis
¡Qué hermosos testimonios, D. Javier! Me hubiera encantado ir, y lo intentaré el año que viene. Al menos pude estar a finales del mes pasado en Covadonga, haciendo una breve visita. Por cierto que había por allí un señor mayor aporreando la puerta de los confesonarios, increpando a los voluntarios, rezongando por todas partes y rezando a grito pelado delante de la imagen, ¡haría falta un poco de seguridad!

Bueno, me desvío. Siga con estos testimonios tan edificantes, ¡seguro que se cosechan grandes frutos!
21/08/21 3:09 PM
  
mercedes
Chicos,los que estén unidos a la Iglesia,con aceptación del cvll,no deben sentirse tocados.Confío en que la inmensa mayoría de los que peregrinaron así piensan.
21/08/21 8:06 PM
  
Mariano (Argentina)
Que suerte que la tenemos a Mercedes, para decirnos quién es católico y quién no!
22/08/21 3:48 AM
  
Carles
Si los conciliar es estan nerviosos es que se va por el buen camino
22/08/21 8:30 AM
  
X
Ramón Montaud: ¿¿de qué habla?? ¿Demasiada fijación en la FSSPX? Quizás usted no estuvo en la peregrinación. Quizás usted desconozca que los sacerdotes y seminaristas eran todos diocesanos o de FSSP, ICRSS e IBP. Quizás usted no estuvo allí y por eso desconoce que se rezó por el Papa reinante (algo que aparece expresamente en la portada de la web de la peregrinación).
22/08/21 9:37 AM
  
Miguel López Paúl
Muchos ignoran que hay personas y grupos que, sin cuestionar nada, al menos en público, se limitan a fomentar la liturgia tradicional. Es el caso de la FSSP, el ICR, etc.
Pero, los que nada tememos de la autoridad clerical, o sea, los laicos, sabemos y decimos que la Iglesia erró gravemente al variar de rumbo en la década de los 60, hasta el punto de hallarse hoy en franca decadencia y en vías de extinción.
Además, dada la división fomentada desde lo alto, no hay solución sin cisma.
Porque la Iglesia está dividida entre tradicionalistas, modernistas, papistas e indiferentes.
A los primeros nos encantaría que la Iglesia volviera al modelo anterior a 1959 y que nunca más lo abandonase, expulsando de su seno a cuantos clérigos no estén dispuestos a la firmeza en la fe y la moral.
Los segundos quieren una Iglesia alineada con el paradigma de cada momento, que tolere todo y a todos, menos la "rigidez" de sus enemigos los tradicionalistas.
Los terceros son los que quieren lo que quiera el papa de turno, y justifican hasta la contradicción, si es necesaria.
Los cuartos, NS/NC.
Y esto es lo que hay...
22/08/21 12:02 PM
  
AJ
Mercedes:

Insinuar mínimamente eso es, cuanto menos, de tener poco tacto. Por que ese comentario no lo pone en otras noticias no relacionadas con el carisma tradicional? Si es que se os ve el plumero.
23/08/21 12:46 AM

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20.08.21

Beatriz C. Rossell: “Peregrinar a Covadonga ha sido un derrame de caridad y nos ha quitado complejos”

Beatriz C. Rossell es la creadora de «Teresa Rossell dibujos», un estudio de ilustraciones católicas artesanales para mayor gloria de Dios. Ha sido una de las peregrinas a Covadonga. Nos cuenta la experiencia de la peregrinación desde su perspectiva de artista. Pueden seguirla en su web «Teresa Rossell dibujos» y en Instagram.

¿Qué ha supuesto para usted haber participado en la primera peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad -España, un evento tan especial?

La peregrinación ha supuesto un canal rebosante de gracias que jamás habría imaginado. Cuando mi amiga Marta, una de las organizadoras, me comentó la idea no pude resistirme y desde ese momento le dije que contase conmigo y mi pobre oración para que el proyecto llegara a buen puerto si Dios lo veía bien. Nunca había participado en una vivencia de esta categoría y con este sentido penitencial y ello me asustaba, pero confiaba en que Nuestra Señora me ayudaría a llegar a su Casa en Covadonga.

Además, le tengo una devoción muy especial a Nuestra Señora de Covadonga. Cuando recibí el Bautismo recién nacida, mis padres me llevaron ante la preciosa talla de la Santina para presentarme a la Virgen María. Aquella, siendo un bebé, fue mi primera peregrinación y la tuve muy presente en esta, dando gracias a Dios por mi familia y por todo el esfuerzo que han hecho por transmitirme el fuego de la Caridad hacia Nuestro Señor y su bendita Madre, Santa María.

Además ha peregrinado con el Capítulo mismo de Covadonga, aunque usted es de Cantabria, esperemos que al año que viene puedan tener su propio capítulo….

En el Capítulo de Nuestra Señora de Covadonga me sentí en casa. Sólo conocía a Marta, nuestra Jefa, pero rápidamente todos congeniamos y nos pusimos al servicio unos de otros. Conocerlos ha sido un regalo muy grande y estoy segura de que saldrán grandes amistades radicadas en el Corazón del Señor, que es el mejor sitio para ser y sentirse amigos.

No puedo dejar de citar a don Raúl Velasco, sacerdote de la Archidiócesis de Toledo que desempeñó la labor de capellán de nuestro capítulo. Fue nuestro aliento espiritual y físico, pues nadie subía las empinadas cuestas como él. Se preocupó por cada uno de nosotros de forma muy especial y nos acompañó durante todo el camino dando ánimos y dirigiendo los momentos de oración.

Yo soy montañesa y me gustaría que el próximo año saliera un capítulo desde mi tierra y que (por pedir que no quede) llevara el nombre de la Reina y Madre de la Montaña, Nuestra Señora Bien Aparecida. Nos pondremos manos a la obra como hicieran nuestros antepasados en la Reconquista junto a don Pelayo y el duque Pedro de Cantabria.

¿Cómo valora el ambiente católico vivido estos días?

El ambiente fue inmejorable. En todo momento se respiraba la alegría natural de los que se saben hijos de Dios. La contemplación de tantas personas bajo la bandera de Santa María, cada una desde un lugar geográfico distinto y condiciones diferentes, era una oportunidad para dar gracias a Nuestro Señor por la catolicidad de la Iglesia.

Podría definir aquello como un derrame de caridad: caridad con Dios, en primer lugar, pues es lo que nos movió para estar allí; y la caridad con nuestros prójimos, que durante aquellos días fueron los peregrinos. Recuerdo la ayuda que nos prestábamos cuando nos quedábamos descolgados por la dureza del camino. Serán inolvidables las palabras de ánimo, las conversaciones en la cumbre, los consuelos espirituales que nos proporcionaban los sacerdotes, el intercambio de comida e, incluso, el tráfico de vaselinas para evitar rozaduras en los pies.

¿En cierta manera se ha empezado a recuperar la cristiandad, al manifestar sin complejos y con alegría la fe?

Allí no existían los respetos humanos que tantas veces nos atacan en la vida ordinaria. La naturalidad con la que se daban los vivas a Cristo Rey y María Reina o se cantaban himnos católicos debe servir de acicate para borrar el excesivo amor propio que tenemos al confesar nuestra fe en público. No podemos tener vergüenza al expresar que Cristo es el Rey de nuestra vida y que debe reinar en España porque, los que descaradamente hacen el mal, no tienen ningún tipo de reparos en sus acciones. No podemos acobardarnos.

Hemos de ser testigos de la Verdad en todo momento y hasta las últimas consecuencias. El martirio tiene formas muy diferentes y tenemos ejemplos impagables. Los mártires regaron con su sangre los campos de España y no negaron a Cristo. Nosotros no podemos quedarnos a medias. O todo o nada. Si la peregrinación sirve para quitarnos complejos, bendito sea Dios que la ha permitido.

Y con la Misa Tradicional como el centro de todo… ¿Cómo la ha vivido?

Era el mejor momento de cada día. Suponía ir al manantial a descansar y retomar las fuerzas para aliviar el cansancio del día. Era el pozo de Sicar. Nos sentíamos como el profeta Elías cuando, desfallecido en el desierto, recibió la visita de un ángel que le dio pan y agua, en los que halló la fuerza para caminar cuarenta días con sus cuarenta noches. Además, la Santa la Misa Tradicional es la forma excelsa para glorificar a Dios y a ella le debo mi conversión. El silencio que reinaba entre los peregrinos cuando empezaba y la reverencia y piedad manifestadas por todos parecía un anticipo del cielo en la tierra. Hacía mucho tiempo que no contemplaba tanta belleza.

La circunstancia de celebrarse en los prados contiguos a las iglesias, por la prohibición de realizarla en su interior, dotaba de singular atractivo a la estampa que siempre quedará grabada en mi corazón. No hay mejores bóvedas que las del cielo azul. El esfuerzo ímprobo que la organización tuvo que realizar en la última semana para adaptar la liturgia a su nuevo espacio, debido al imprevisto cambio de criterio, es digno de todo elogio.

También ha estado muy presente la devoción a María y el patrocinio de San José.

Santa María era el mayor estímulo que podía tener para caminar. Siempre lo ha sido. En todos los momentos de mi vida, cuando he pensado en arrojar la toalla en mil cosas, la presencia de mi Santa Madre ha impedido el desastre. Coincidió, además, con el aniversario del inicio de mi conversión. No pude tener mejor celebración que ofrecerle a Ella, el acueducto de todas las gracias, esta pequeña penitencia.

Uno de los momentos en los que esa devoción se manifestó de forma muy intensa fue en la plaza que antecede a la basílica de la Virgen donde todos los peregrinos, arrodillados y exhaustos, cantamos a pleno pulmón el Laudate Mariam una y otra vez.

¿Y qué decir de San José, el bienaventurado Esposo? Él también fue peregrino buscando posada. Siguiendo su ejemplo, caminamos para que a Nuestro Señor Jesucristo, a quien tanto cuidó este gran santo, el más grande de todos tras la Virgen María, nunca le falte el cobijo en nuestro corazón y en el de esta España a la que tanto quiere y que tanta gloria le dio.

¿Cómo le ha ayudado a una artista como usted el contacto con la naturaleza y la belleza de la creación?

La Creación es la fuente de inspiración en mi oficio. Lo bonito y lo bello ya lo ha creado Dios. Yo solo puedo copiarlo. Las estampas que pinto siempre llevan motivos de la naturaleza entre los que destacan las flores. ¡Me encantan las flores! Son los puntitos de alegría con los que el Señor salpicó sus campos. Cada una guarda un significado, representa una virtud y me gusta que acompañen a las ilustraciones de Nuestra Señora y de los santos. En la hermosa Asturias tuve oportunidad de fijarme en su flora, similar a la de mi tierra, y descansar contemplando las altísimas montañas que custodian y protegen ese antiguo principado. Estar al aire libre tanto tiempo despeja la mente, desembota el corazón y permite volver al taller con las ilusiones renovadas y las ideas frescas.

Para abundar en la dicha, mi querido Capítulo repartió estampitas recordatorias con una ilustración de la Santina que preparé con toda ilusión para este acontecimiento.

¿Qué es lo que más le ha enriquecido cómo católica y como persona?

En primer lugar, poder asistir a la Misa Tradicional, la de siempre, la que el papa San Pío V codificó a perpetuidad en la Bula «Quo Primum Tempore» y estar en el momento preciso en el que la Misa estaba siendo cuestionada.

En segundo lugar, compartirlo con personas tan buenas. Mis compañeros de capítulo, los buenos amigos a quienes hacía mucho que no veía y los samaritanos que ayudaban cuando las fuerzas escaseaban. Y, cómo no, los sacerdotes. ¡Qué esfuerzo hicieron! No hay palabras para agradecerles el testimonio que dieron pese a todo con sus sotanas y su alegría y los consejos espirituales que nos regalaban por el camino. A todos los llevo en mi corazón y en mi oración.

¿Por qué animaría a otras personas a participar el año que viene?

Esta peregrinación no puede quedarse en flor de un día, sino que es necesario que crezca y se refuerce para dar gloria Dios con la defensa de la Santa Misa Tradicional y honrar a nuestra Madre. España necesita una reconquista espiritual. El virus del liberalismo y las modas de cada momento han infectado casi todo y es preciso proclamar los derechos de Dios de ser amado por sus hijos. Los que hemos recibido el don de la fe, ¡qué regalo más grande!, no podemos escondernos y sería un gusto que el próximo año se multiplicaran los peregrinos y los miembros del Capítulo de los Ángeles de la Guarda (quienes rezan desde sus casas por los frutos de la peregrinación).

La peregrinación de Nuestra Señora de la Cristiandad es un buen medio para trabajar el resto del año por el Reinado Social de Cristo.

Por Javier Navascués

18 comentarios

  
Manoletina
Guapas!!!!!
20/08/21 12:25 PM
  
Manoletina
Don Javier, por favor, debería haber usted comentado (aunque fuera como de pasada) que esta chica guapa, lista, buena, culta, simpática y con mucha fe.... ESTÁ SOLTERA.

Un poquito de porfavó.
20/08/21 12:46 PM
  
Tulkas
Iba a decir lo mismo: muy guapa.

¿ No quedan hombres de verdad o qué pasa?
20/08/21 1:42 PM
  
Ramón montaud
Siguiendo el comentario de Doña Manolita indicar que le ha faltado decir joven y esto se nota en la afirmación referido al martirio. " No podemos quedarnos a medias. O todo o nada'. Puntualizar que hubo cristianos en las persecuciones del Imperio romano que no quisieron llegar al martirio. Enhorabuena por la experiencia vivida con la celebracion extraordinaria de la Santa Misa, (tradicional) ahora limitada en su celebración.
20/08/21 1:52 PM
  
Ecclesiam
"Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los israelitas y diles: Si alguno de la casa de Israel, o de los forasteros residentes en Israel, en cumplimiento de un voto, o como ofrenda voluntaria, presenta una ofrenda que como holocausto ofrece a Yahveh para que os alcance favor, la víctima habrá de ser macho, sin defecto, buey, oveja o cabra. No ofrezcáis nada defectuoso, pues no os sería aceptado."
Levítico 22, 18-20

El arte, que imita la naturaleza, debe guardar siempre las proporciones y medidas debidas. No le es acepto a Dios que se haga, para su gloria, algo defectuoso. Y esto tiene mucha más importancia en el arte cristiano, pues representar las cosas sagradas de manera defectuosa es, objetivamente, un sacrilegio (seamos conscientes de ello o no). No es digno de las cosas divinas ser representadas de modo deficiente, el arte sagrado debe ser esplendoroso, aunque sea sencillo, debe ser representación fiel y solemne de las cosas divinas, aunque se haga con pocos recursos.

Esto lo digo por si la joven lee, pues sus dibujos deben mejorar para mejor representar lo sagrado, dejando de lado la caricatura, que, fuera de las cosas sacras se puede discutir, pero en lo sagrado es indiscutible, no cabe ese modo de dibujar para las cosas divinas, ya que rebaja la dignidad que debe representar fielmente el arte sacro, esto es, el arte de las cosas sagradas.
20/08/21 2:17 PM
  
Manoletina
Ecclesiam, por favor, no hagas alarde de incultura.

El arte sacro es aquél que está destinado "al culto".

Beatriz no hace arte sacro, sino "imágenes religiosas", es decir, sus dibujos no se utilizan para la liturgia o la veneración.

Tu consejo es totalmente irrelevante, además de impertinente.
20/08/21 3:49 PM
  
Beatriz Teresa
Ecclesiam, buenas tardes:

Gracias por tomarse el tiempo en leer y responder.

No me dedico al arte sagrado. Mi trabajo nunca quedará expuesto en el retablo mayor de la Catedral de Burgos. Como mucho, en el cabecero de la cama de algún niño para que aprenda a rezar pero nadie venerará mis estampas ni las sacarán en procesión para el culto público. No soy Fra Angélico ni Martínez Montañés.

Ofrezco a Dios mi trabajo, que desempeño de la mejor manera posible aunque, seguramente, de forma imperfecta.

Si mis dibujos no le gustan, cuestión que acepto (no a todos nos gusta lo mismo), y los considera caricaturas, no era necesario citar fuera de contexto un pasaje del Levítico. Las Escrituras no están para lanzarlas a la cabeza del otro.

Un saludo,

Beatriz T.
20/08/21 5:56 PM
  
Ramón montaud
Perdón a Manoletina por llamarla Manolita. Creo que la información que se daba era la experiencia tenida en el viaje a Covadonga y todas las preguntas que se le formulan a Beatriz guardan relación con el viaje.
En la séptima pregunta responde en las cuatro primeras líneas con una idea de Santo Tomás de Aquino de su Suma teológica sobre la existencia de Dios.
Como ha aparecido uno de los cinco libros de la Torá israelí? Y para que?
20/08/21 6:54 PM
  
Ecclesiam
Entiendo por arte sacro "el arte de las cosas sagradas", sea en la música, pintura, etcétera.

En este aspecto, da igual cuál sea el fin, ya litúrgico, ya ornamental o decorativo, etc. Por eso, no hay diferencia, en este sentido, entre arte sacro o arte religioso.

Las cosas sagradas y las cosas santas (Dios, los santos, ángeles, etcétera) siempre y en todo lugar deben ser reverenciadas como tales, y por ende, el arte de ellas debe estar hecho en conformidad a las mismas, repito, sin importar el fin al que se destinará tal trabajo artístico, sino sólo por la dignidad ontológica del Ser Divino y las cosa sagradas.

Sin embargo, esto no es algo que yo me saco de la manga, el doctor en teología, el padre José María Iraburu, dice exactamente lo mismo (y en un tono mucho más duro) en su entrada "(298) Así sí, y así no", y esto sobre una postal navideña que, obviamente, no estará destinada al culto divino.

Cierto que sobre los gustos no se disputa, pero esto no es sobre gusto, pues hasta el mismo gusto debe guardar siempre un substrato objetivo para que pueda ser respetable (si, por ejemplo, nos gusta beber veneno, es obvio que el gusto o el órgano del gusto sufre una enfermedad, y por ende, está mal), y aquí hablo precisamente de eso.

El texto de la Sagradas Escrituras no está fuera de contexto, porque es evidente allí la sentencia de "No ofrezcáis nada defectuoso, pues no os sería aceptado.", ya que, el sentido literal es el de no ofrecer una víctima para el sacrificio del culto antiguo que sea defectuosa, el sentido moral es no hacer ninguna obra que carezca de la perfección debida a la misma, sobre todo cuando la obra ha de ser representación de las cosas divinas y sagradas, ya que esos animales eran representación de la Divinidad (al representar el Sacrificio de Jesucristo en la Cruz) y eran, además, consagrados a Dios; lo cual es enseñanza clara de que, toda obra hecha dirigida, no sólo al culto de Dios, sino sobre todo a ser representación de Dios y las cosas sagradas, deben ser hechas sin defecto.

Por eso siempre la Iglesia ha entendido que a Dios siempre se debe dar lo mejor, y esto no sólo en la liturgia, sino también en el arte no dirigido al culto divino; de ahí que, por ejemplo, tenemos las grandísimas obras del Renacimiento que no están dirigidas al culto divino, pero que exhalan enorme reverencia y dignidad de las cosas divinas y sagradas (aunque no todas ellas, lastimosamente).

Y sí, ciertamente las Escrituras Sagradas no están hechas para ser lanzadas a las cabezas del otro, sino para asestar las cabezas del otro, ya que para eso está hecha la espada, y la Palabra de Dios es espada: «Tomad, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios» (Efe 6, 17)
20/08/21 7:09 PM
  
Mª Pilar
Muy interesante la entrevista con esta joven pintora.
Me encanta su estilo por su sencillez, bondad y belleza. Me recuerda las ilustraciones a dos tintas de mi catecismo infantil. Que siga adelante¡¡¡ En las ilustradores de libros infantiles y de adultos y en la publicidad escasean esto, ahora predomina el "feismo", los monstruos y lo maléfico...
En cuanto a los comentarios de "Eclesiam" tal vez tendrían sentido en relación a ciertas imágenes y arquitectura religiosa contemporánea. Pero aquí sus comentarios no vienen al caso.
Que los comentarios despisten y desvíen del mensaje central, generando una nueva controversia, resulta muy recurrente en las webs católicas y sospecho que no es casual.
Quedémonos con las vivencias y buenos frutos de esta Peregrinación.
21/08/21 10:36 PM
  
Ecclesiam
Mª Pilar:

Mi afirmación se sostiene en que "Las cosas sagradas y las cosas santas (Dios, los santos, ángeles, etcétera) siempre y en todo lugar deben ser reverenciadas como tales, y por ende, el arte de ellas debe estar hecho en conformidad a las mismas"

Pero no sólamente yo lo digo, lo sostiene el mismo padre Iraburu en su artículo "(298) Así sí, y así no", y tiene razón. Justamente el predominio del feísmo hace que tengamos este tipo de imágenes religiosas, que no son dignas de las cosas que deben representar. He llegado a ver que alguien no ha querido mantener la fe precisamente por la ridiculez e infantlisimo con que se representaba a Dios y las cosas sagradas en el arte religioso que hacían uso en su catequesis de joven. Además, representar de ese modo a las cosas religiosas no sólo es perjudicial para los mayores, también para los niños, pues les hace entender (aunque no lo queramos) que Dios y las cosas santas son igual de importantes que las demás cosas representadas de ese modo; osea, son cosas imaginarias y fantasiosas; pues no pueden contemplar lo sacro a través de imágenes a modo de caricatura, ya que se muestra a lo sacro o las cosas santas/sagradas con igual dignidad que lo profano, rebajando así la dignidad y reverencias debidas a las cosas de Dios y a Dios mismo.

Me parece que sí viene al caso porque al principio el autor del blog hace mención a su labor de hacer "ilustraciones católicas artesanales para mayor gloria de Dios".

Pues bien, yo lo comento porque es necesario que, para que se de gloria a Dios, se haga debidamente las obras artísticas. A Dios no le basta la buena intención, es necesario que se haga correctamente la obra bien intencionada: «No ofrezcáis nada defectuoso, pues no os sería aceptado».

Por supuesto, estoy al tanto de que estas cosas pueden ser "eclesialmente incorrectas", pero, «¿Es que me he vuelto enemigo vuestro diciéndoos la verdad?» (Gal 4, 16) y también: «Más vale una reprensión abierta que un amor callado. Los golpes de un amigo son leales, los besos de un enemigo son falsos» (Pr 27, 5-6).
22/08/21 12:34 AM
  
Daniel
Gracias, Teresa, por tu bonito testimonio. Ni caso a los comentarios estúpidos que circulan bajo el anonimato de internet.
22/08/21 9:47 AM
  
Juanjo Romero
Beatriz, me encanta la entrevista. Pasa de los trolls.

22/08/21 9:50 AM
  
Daniel
En mi anterior comentario debería decir Beatriz, no Teresa. Disculpa, Beatriz. Y una vez más: a mí también me encanta la entrevista!!
22/08/21 2:42 PM
  
Ecclesiam
Es de notar que sólo Manoletina y Beatriz hicieron el esfuerzo de presentar algún argumento, aunque luego no hayan seguido con la disputa.

Si mi postura es errada, corregir al que yerra es un acto de misericordia espiritual; si no es en atención a mi persona, al menos en atención a los que leerán mis comentarios.

El que sea anónimo es, precisamente, para que los hombres se centren en la verdad de lo dicho y no en la persona que lo dice; de ese modo, el que ama la verdad la aceptará aunque sea de un anónimo, pues toda la verdad, dígala quién la diga, proviene del Espíritu Santo; el que no ama la verdad, la rechazará bajo cualquier falso alegato, y todo esto por causa de la verdad: «Este niño [que es la Verdad] está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción, para que sean descubiertos los pensamientos de todos» (Lc 2, 34-35).
22/08/21 6:42 PM
  
Beatriz Teresa
¡Gracias por las amables palabras de todos!
01/09/21 9:17 PM
  
Ecclesiam
De lo que no cabe duda es que, cuando lo único que se arguye al contrario es que el otro es un "troll" o dice comentarios "estúpidos", se ha caído tan bajo y se está en un pozo tan oscuro como los peores sofistas de la antigua grecia o los más necios ateos del nuevo milenio; señal clara de que los católicos estamos peor que éstos, porque los antiguos paganos o los nuevos ateos no tienen la gracia y el conocimiento de Dios, más nosotros sí, lo que nos hace 7 veces peores y más culpables.
21/09/21 5:31 PM
  
Miguel Angel
Manoletina...!!

¿¿Cómo esta que la joven pintora esta soltera?? No puede ser. Ahora mismo empiezo una novena a la Santísima Virgen María para que la ponga en mi camino!! :)
08/10/22 8:44 PM

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19.08.21

Angela Armero: “La peregrinación a Covadonga fue un llamado a amar lo sublime, lo divino y lo eterno"

Angela Armero Cifuentes, ingeniera ambiental, es una joven colombiana amante de la Misa Tradicional que ha tenido la oportunidad de participar en la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad a Covadonga. Nos cuenta como vivió la experiencia y reflexiona sobre el evento.

¿Qué supone para una joven colombiana como usted haber participado en esta peregrinación a un lugar tan emblemático de España?

Para mí es algo grandioso porque mi corazón rebosa de una alegría que conmueve mi alma. El conocer la Misa Tradicional en España y vivir de manera histórica la I Peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad es un llamado para amar lo sublime, lo divino y eterno entregando nuestra reverencia y alabanzas a Dios, es un llamado a la conversión del pueblo español y del mundo entero a través de María.

¿Era consciente de vivir en cierta manera un hecho histórico, al ser la primera y en un momento así?

Sí era consciente de vivir este hecho histórico y a pesar del cansancio siento satisfacción porque logré concluir cada trayecto y cada kilómetro, a través del silencio, del sonido de la naturaleza, de las risas, de las charlas, las canciones, las sonrisas, las miradas de agradecimiento y emoción de los lugareños que no podían unirse a nosotros, pero con cada aplauso y saludo nos animaban a seguir con más fuerza.

¿Cómo le ayuda el hecho de poder compartir la fe con otros jóvenes, que también aman, al igual que usted, la liturgia tradicional?

La verdad no pensaba que tantos jóvenes, como los que asistieron a la peregrinación, amaran la Misa Tradicional, me quedé sorprendida y me sentía acompañada, con esperanza de un cambio en la juventud, porque muchos se dejan llevar por lo superfluo y mundano. Es gratificante saber que la Misa Tradicional cada vez más llega a los jóvenes y me gustaría promover y dar a conocer algo tan precioso como lo que he encontrado en ella. He entendido que Dios está donde nos encontremos, en cada lugar, en cada persona y la Misa Tradicional me ha dado la oportunidad para reencontrarme nuevamente a solas y en comunidad con Jesús Eucaristía.

¿Por qué las amistades espirituales son un gran regalo de Dios?

La amistad en Dios es un regalo para santificarnos y avanzar en la fe, esperanza y caridad, para apoyar al otro, compartir y retroalimentar nuestros conocimientos. Son amistades que te dirigen hacia Dios, hacia lo bueno y santo, que buscan agradarlo en todo momento. Estoy segura que podemos dar a conocer a nuestros amigos el amor a Dios, sobre todo a aquellos que no lo conocen con nuestras acciones y nuestra vida, siendo testimonio vivo de Él.

¿Cuáles han sido los momentos más emocionantes de la peregrinación?

Para mí fueron tres los momentos más emocionantes, el primero cuando los lugareños salían a saludar desde sus casas y se unían a la peregrinación diciendo ¡Viva Cristo Rey!, que me animaba a seguir con más amor en medio del cansancio. El segundo cuando cantábamos a la Virgen con todas las fuerzas y el tercero la satisfacción de haberlo logrado, arrodillados ante la Virgen consagrándonos a ella y postrándonos con reverencia ante Jesús Eucaristía.

Háblenos de la importancia de que los jóvenes vean en los sacerdotes a referentes en el camino de la santidad…

Los sacerdotes son elegidos por Dios para guiarnos a Él y un claro ejemplo de amor para seguir en el camino hacia la santidad. Es gratificante ver sacerdotes con deseo ardiente de santidad, porque nos motivan como jóvenes a seguir su ejemplo. Este camino es difícil pero tan gratificante como la peregrinación, porque sabemos que al final de todo intentamos agradar a Dios. Estoy muy contenta de haber conocido a muchos sacerdotes enamorados de la Tradición, sacerdotes sabios, buenos consejeros y buenos amigos desde la fe que buscan siempre hacer la voluntad de Dios, tantos corazones recogidos de amor a la Santísima Virgen que es el camino más rápido, seguro y perfecto para llegar a Jesús.

También es muy conveniente formarse desde joven en virtudes y el espíritu de oración y penitencia, algo que se ha vivido en esta peregrinación….

Las virtudes se van formando desde la familia, pilar fundamental para el crecimiento en la fe y la oración. Y como jóvenes siento que buscamos algo más allá de lo cotidiano, algo más sublime que nos lleve a Dios, pues la Tradición ha despertado en mí un deseo de agradar a Dios, de amarlo y respetarlo, aceptando su voluntad en mi vida. Siento una gran alegría que conmueve mi ser y en la Peregrinación he encontrado un espacio de recogimiento, oración, penitencia y adoración, algo que debemos seguir cultivando.

Es igualmente muy gratificante ver a familias numerosas católicas, señal de esperanza para la Iglesia.

Las familias que asistieron a la peregrinación nos demuestran que aún se cultiva una vida de oración, donde participa desde el más pequeño hasta el más adulto. Familias numerosas que demostraban su alegría y gozo, todos dispuestos a adorar a Jesús Eucaristía. En especial los niños valientes que disfrutaban al caminar, jugar y compartir con otros niños, uniendo a más familias en el amor a Dios y a la Virgen María.

Por Javier Navascués

3 comentarios

  
Ramón montaud
Nos congratula que Doña Ángela haya hecho la peregrinación a Covadonga y la experiencia haya sido tan gratificante. Ama la liturgia tradicional, enhorabuena, en mi adolescencia la liturgia que ahora se llama extraordinaria era la única que había. La verdad no la hecho de menos. Animo Ángela,
Colombia es una bonita tierra.



19/08/21 5:29 PM
  
Cristhian Salazar
Me alegra que hayas vivido esa experiencia, el amor por la virgen María, hace que el camino por esta vida sea más agradable, y sobre todo con Dios en nuestra vida.
20/08/21 12:55 AM
  
Angela Armero
Si, amo la liturgia tradicional y la experiencia en la Peregrinación fue hermosa. Agradezco a todas las personas que hicieron parte de esta experiencia, a mis amigos, a mi segunda familia en Toledo y a los organizadores. La hecho mucho de menos. Y sii Colombia es muy bonita. Muchas gracias por sus comentarios. Un saludo
03/09/21 6:42 AM

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18.08.21

Jorge Soley: “La abundancia de niños en las familias en Covadonga es fidelidad y confianza en el Señor”

Jorge Soley Climent es un barcelonés felizmente casado y padre de seis hijos. Apasionado por la lectura, la historia y el fútbol humilde y auténtico. Su profesión de economista le impone el agradable deber de viajar con frecuencia a la América hispana.

Está convencido de que ser católico significa ser universal, de que lo razonable es la fe y de que la Iglesia, a pesar del empeño que ponemos los hombres para afear su rostro, es Madre y Tesoro de criterio seguro.

¿Qué supone para usted haber participado en la primera peregrinación de estas características en España?

Un gran gozo, una gracia muy grande al poder unirme a tantas personas en esta peregrinación a la Virgen de Covadonga para pedirle por la Iglesia y por España. Para la configuración de la Cristiandad fueron claves las peregrinaciones, que nos recuerdan que nuestra vida en la tierra es un peregrinar hasta nuestro hogar definitivo, la patria celestial. Ha sido una vivencia en la que se ha unido el cansancio y el sacrificio con una intensa alegría y hermandad con el resto de peregrinos. Y sobre todo las muchas gracias recibidas, especialmente en las cuidadas ceremonias de la misa, que nos han hecho crecer en amor a Jesucristo, a la Virgen y a San José, a quien estaba especialmente encomendada la peregrinación en este su año.

¿Era consciente de vivir un hecho importante?

Era consciente, inicialmente, de estar viviendo algo nuevo sobre lo que había una cierta incertidumbre. Al acabar la peregrinación, las dudas se habían disipado por completo y sí, creo que todos los que participamos somos conscientes de que se ha iniciado algo llamado a perdurar y a hacer mucho bien.

Usted está felizmente casado. ¿Cómo le ayuda el hecho de poder compartir la fe con otras familias católicas?

Es clave: la fe no se vive aisladamente, sino en comunidad. El hecho de que pudieran asistir familias con niños en un formato específico para ellos dio un tono de acogida en el que era imposible no sentirse a gusto. La gran mayoría de los asistentes eran jóvenes, como es lógico, y eso nos llena de esperanza y nos confirma que los jóvenes responden cuando se les propone algo que, aunque exigente, es verdadero, auténtico y radical en el sentido de ir a lo nuclear. Pero la presencia de familias enteras, junto a los jóvenes, creo que refleja una imagen más completa de lo que es la Iglesia, personas de todas las edades caminando hacia nuestro fin que no es otro que el cielo.

¿Por qué compartir la fe crea grandes lazos de amistad?

Compartir la fe une porque se tiene en común aquello más esencial de nuestra vida, se comparte un fin y una manera de comprender la vida. Lo hemos experimentado estos días, cuando fácilmente descubríamos profundas afinidades con personas a quienes acabábamos de conocer y que ya serán amigos siempre, y también profundizando en nuestra amistad con quienes ya conocíamos y ahora compartimos mucho más. Es curioso cómo a pesar del cansancio o las distintas privaciones, en estos días reinaba una gran alegría y una hermandad como no se acostumbra a ver. Todos coincidíamos: qué bien hemos estado y cómo echamos en falta esa compañía, a pesar de que solo han pasado unos pocos días. Creo que el cultivo de la amistad entre quienes vivimos la peregrinación nos ayudará a mantener vivas las gracias recibidas y a incendiar el mundo con el fuego de la fe durante este año, a la espera de regresar el año que viene.

De todos los momentos de la peregrinación, ¿con cuál se quedaría?

Creo que el conjunto de la peregrinación, hecho de muchos pequeños momentos, ha sido muy emocionante, pero si hay que singularizar un momento me inclino por la llegada a nuestra meta, a Covadonga. Por su sentido simbólico y por el gozo de ver llegar a tantos jóvenes, cansados y contentos, entonando canciones a la Virgen y ondeando sus banderas y estandartes. Es cierto que, como nos decían, en nuestros tiempos la gran tentación es perder la esperanza, pero en ese momento de gracia era muy fácil recuperarla.

¿Por qué tenemos que rezar mucho por los sacerdotes y darles nuestro apoyo?

Los sacerdotes son un referente, qué duda cabe. Los que nos han acompañado han sido de enorme ayuda para vivir la peregrinación en su verdadero sentido cristiano. Sacrificados, los primeros en andar, siempre alegres, siempre cercanos, dispuestos a charlar y orientarnos, entonando canciones y ayudándonos a rezar el rosario con intensidad. Y sobre todo a través de los sacramentos: dispuestos a confesar en todo momento y diciendo la Misa con un fervor y piedad que no suele ser habitual.

Hemos rezado, hemos adorado al señor, hemos pasado incomodidades, nos hemos ayudado y animado los unos a los otros. No se me ocurre mejor escuela de vida.

Hoy en día, en donde la llamada cultura de la muerte es una gran amenaza, es muy alentador ver a familias numerosas, el mayor alegato a favor de la vida.

Es cierto, una Iglesia sin niños, o con poquitos niños, es una Iglesia mortecina. La abundancia de niños nos habla de fidelidad al Señor y, sobre todo, de confianza total en Él. Con cálculos humanos muchas veces no salen las cuentas, pero para quien se abandona en el Señor siempre acaban cuadrando.

Hemos rezado, hemos adorado al señor, hemos pasado incomodidades, nos hemos ayudado y animado los unos a los otros. No se me ocurre mejor escuela de vida.

Por Javier Navascués

4 comentarios

  
Manolo
Gracias por la estupenda entrevista. Un abrazo fuerte para Jorge, Guadalupe y toda la familia desde la Asociación Pro-Vida del pueblo sevillano de Mairena del Alcor.
18/08/21 8:51 AM
  
Jorge Soley
Manolo, qué alegría saber de ti. Un fuerte abrazo a todos los pro-vida de Mairena. Sois los mejores, un ejemplo para todos los defensores de la vida.
18/08/21 11:45 AM
  
África Marteache
Me ha encantado ver el pendón de Santa Eulalia de Barcelona en la peregrinación. Como vivo actualmente en Cataluña me intereso mucho por cómo va el catolicismo por aquí y la cantidad de santos que ha dado esta tierra, la verdad es que si cada catalán llevara uno tendrían que asistir muchos para que estuvieran todos bien representados, tanto los autóctonos como los que murieron aquí en las persecuciones, no en una sino en muchas persecuciones, o los que murieron allende la mar.
18/08/21 2:47 PM
  
África Marteache
Si yo hubiera podido ir a la peregrinación habría llevado un pendón con el nombre de un santo anónimo cuya beatificación está tardando demasiado: El siervo de Dios Magín Catalá. Este fraile franciscano sufrió una enfermedad degenerativa no diagnosticada que le impedía moverse, pero los indios de la misión reclamaban su presencia por lo que tenían que llevarle en un carrito. Murió en olor de santidad en la Misión de Santa Clara de Asís y está enterrado en la Catedral de San Francisco (California). Habría sido bonito que caminara quién en vida no pudo hacerlo. Siervo bueno y humilde y prácticamente desconocido.
Lástima que siendo mayor ya no puedo caminar ni yo misma, pero en espíritu sé que caminamos los dos.
18/08/21 3:26 PM

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17.08.21

P. Rafael Jiménez: "Peregrinar a Covadonga fue el germen de algo grande y crucial en estos tiempos"

El P. Rafael Jiménez O.P. fue el otro dominico presente en la peregrinación. Analiza el sentido más profundo que tiene peregrinar como metáfora de nuestro caminar hacia el Cielo y de lo que puede suponer la peregrinación Nuestra Señora de la Cristiandad a Covadonga en aras a mantener viva la llama de la Tradición y ser un primer impulso para la reconquista espiritual de España.

Peregrinar es ciertamente una metáfora de la vida, pues nuestra patria verdadera es el Cielo, aunque digan que el que mucho peregrina poco se santifica…¿Por qué esto es así?

Como analogía creo que es bien adecuada. El peregrinaje supone un punto de inicio y uno de retorno; la dificultad del viaje; y la razón del movimiento. En todo ello se balancea tanto el valor de la vida humana, como su estructura esencial, basada en la red de relaciones de quienes se encuentran en el mismo estado de viador (homo viator). Sin embargo, la metáfora, tomada en amplitud de los términos, podría llevar fácilmente a considerar la vida como un movimiento sin sentido fijo y sin claridad en el origen ni en la meta, es decir, considerar la vida solo desde el punto de vista de quien “va”, y del de aquel que “vuelve”. Me explicaré.

Bien podríamos dividir a los seres humanos en dos grupos: aquellos que se asumen a sí mismos desde las coordenadas de su origen; y aquellos que lo hacen desde el fin al que se disponen. Los primeros se asientan en convicciones recibidas y operadas por una tradición en la que se encuentran, la mayoría de las veces, acríticamente; los segundos lo hacen en la esperanza trascendente de un significado más certero de su existencia, la mayoría de las veces, tiznado de cierto romanticismo idealista. Aquellos cifran la cumbre de su esfuerzo vital en la reflexión sobre lo que aparece en el tránsito de sus vidas, y estos conforman los acontecimientos al marco ideal de su pretensión última. Por lo que dice el principio metafísico: unusquisque operans sumit regulam operis sui a fine, bien parece que son estos últimos los que gozan de mayor grado de realismo en sus pretensiones, en tanto que toman la causa final como “eficiente de la eficiente”, según el decir Aquinate. No obstante, tanto unos como otros, tomados en sus extremos, manifiestan la parcialidad de un desequilibrio en la potencia creativa del fenómeno humano. La solución, como es habitual, se encuentra en el justo medio, en la conjunción de ambas dimensiones, es decir, en la amalgama estructural del orden onto-teológico que manifiesta el movimiento de ida y retorno, exitus-redditus, desde Dios y hacia Dios. Dios como origen y Dios como meta, siempre preservando la virtualidad de ambas perspectivas.

Dios tomado como origen es noción estable y constatable en el universo semántico de una tradición adquirida (y asumida), tradición que, por supuesto, requiere el empeño tanto del intelecto como de la voluntad humanas para su hechura. Dios como meta es, sin embargo, noción extensiva y evolutiva, capacitada de resignificación homogénea (no transformativa). Es, en el concurso de ambas nociones, en esa, como diría el Cusano, “circularidad lineal” del peregrinar humano, donde se encuentra el contenido fundamental y la razón de la vida natural y sobrenatural del hombre.

Muchas peregrinaciones son fuentes abundantes de gracias como esta de Covadonga. ¿Por qué decidió venir?

La primera noticia que tuve de la misma me vino de un amigo que la presentó en estos términos: “van a hacer en España una peregrinación tradicionalista”. Dado que no sabía de la existencia de peregrinaciones similares sino por comentarios vagos de lo que sucedía en Francia o en Argentina, me pareció, cuanto menos, sorprendente y hasta atrevida. No obstante, me animé enseguida a participar en el acompañamiento espiritual de aquellos fieles que encuentran un legítimo y sano reclamo a la conversión del alma, en la liturgia tradicional de la Iglesia Romana. Esa fue quizá una de las gracias que pude recibir en la peregrinación, el conocimiento cierto de las motivaciones que muchos peregrinos albergan a la hora de cultivar el amor hacia las formas rituales, y las expresiones teológicas, de la tradición antedicha. A pesar del ambiente creado en torno a la publicación del Motu Proprio Traditiones Custodes, aquellos peregrinos lo vivieron todo con el auténtico Evangelii gaudium que, como recuerda el Santo Padre, se abre paso siempre ante cualquier adversidad: La alegría del Evangelio es esa que nada ni nadie nos podrá quitar (cf. Jn 16,22). Los males de nuestro mundo —y los de la Iglesia— no deberían ser excusas para reducir nuestra entrega y nuestro fervor. Mirémoslos como desafíos para crecer. Además, la mirada creyente es capaz de reconocer la luz que siempre derrama el Espíritu Santo en medio de la oscuridad, sin olvidar que «donde abundó el pecado sobreabundó la gracia» (Rm 5,20)(EG n.84).

Esta peregrinación tiene un fuerte carácter simbólico, por muchos motivos y por las circunstancias actuales.

Más que simbólico, que lo es sin duda, este acontecimiento, es decir, la idea de revolver los cimientos de la fe personal a través del “retorno” a la fuente de esa misma fe, la figura de María en el origen geográfico de España, es, sobre todo, significativo, tanto para las personas que han participado, y que sin duda lo seguirán haciendo, como para el resto de la sociedad en la que se insertan. Esta peregrinación creo que ha supuesto un punto de inflexión a la hora de valorar lo que supone para la Iglesia el valor intrahistórico de su tradición en la configuración, no solo de la identidad sociocultural y política de los pueblos, naciones o estados con los que convive, sino, sobre todo, en la configuración del horizonte expansivo del fenómeno humano (lo que el P. Chavarri, O.P. llamaría la “antropósfera”), iluminado hacia la trascendencia valorativa que aporta el concepto sacramental del Dios-hombre y del hombre-capax Dei. Dicho de modo más simple, la peregrinación a Covadonga hace reconocer a una juventud que ha escogido el camino de las grandes ideas, y que, por ello mismo, puede ser fuente de esperanza para un futuro prometedor en cualesquiera de las dimensiones en las que se desarrolla la historia del hombre.

Dios ha demostrado en la historia que las grandes cosas, pueden nacer en encuentros sencillos, que a los ojos del mundo no tienen ninguna trascendencia. ¿Podría ser el caso de esta peregrinación?

Como ya he dicho, creo sinceramente que esta peregrinación es el germen de algo grande, por lo que de crucial tiene para el tiempo actual, esto es, que puede ser el germen de la superación de una cierta “esquizofrenia” que lastra al mundo occidental desde el albor de la modernidad (idea central de la crítica de U. v. Balthassar a la misma). Es cierto que el número, la cantidad y la medida son categorías que modifican la existencia de ciertas realidades y supone su equilibrio, o bien el acierto de dicha existencia, o bien el horror de la fealdad (según el concepto albertista). Sin embargo, cuando se trata de la acción de la Gracia, tales categorías suelen operar de forma diversa, pues el número se volatiliza en lo infinito, la cantidad en lo absoluto, y la medida en lo eterno. Por ello, si lo miramos con los ojos de la fe, lo que ha empezado sin el numero o la magnitud suficiente como para ser significativo en el mundo natural, bien lo puede ser, y de hecho suele pasar así, en el mundo sobrenatural de la Gracia, que es, en definitiva, el que nos interesa en ultima instancia.

En una peregrinación hay tiempo para rezar, para cantar, para hablar, para reír…y también para pensar en Dios. ¿Ha tenido ocasión de reflexionar, de intimar con el Señor estos días?¿Ha percibido en los peregrinos hambre y sed de Dios?

Bastante. Sobretodo de el modo que más se adecúa a mi gusto y a mi estado de vida. Como dominico no me queda otra que imitar a Santo Domingo, quien solo hablaba con Dios o de Dios, y por ello, la más de las veces el éxito de mis “pesquisas” piadosas, por decirlo de modo jocoso, suele variar en función de cuanto he podido hablar de Dios y con Él. La peregrinación ha sido una constante de predicación bidireccional, pues si bien es cierto que no he parado de debatir y discutir, a veces por el arrogante placer de pronunciar un alto discurso que supera con creces lo que yo pueda llegar a entender (mea culpa) desde el dogma más elevado, hasta el pormenor más ínfimo del rito, también he podido recibir la enseñanza vivida de las muchas personas con las que he compartido un rato de amena conversación o el rezo cotidiano del rosario. No deja de sorprenderme cuanto puede aportar el laico luchador en medio del mundo, cuando es capaz de centrarse precisamente en la faena que se le presenta como tal. Y en la peregrinación había muchos de estos.

A esto ayuda contemplar las maravillas de la creación y sobretodo el silencio.

El silencio de uno mismo, de su miseria y de su imperfección. El silencio de la creación es más bien un sonoro concierto de viento metal que ha cada movimiento y segundo de existencia proclama vibrante la majestuosidad de la forma primordial de toda Belleza. Reflexionaba estos días de peregrinaje por el principado, lo mucho que preocupa en los actuales círculos académicos eclesiales la cuestión ecológica y el sostenimiento de la simbiosis necesaria entre el ser humano y el resto de la creación. Y no es que haya podido dar una solución ni tan siquiera remota a la cuestión, pero sí puedo decir que la necesaria convivencia del ser humano con el orden creado pasa irremediablemente por contemplarlo y contemplarse a si mismo, como reflejos de la multiforme unidad del Dios creador. El mantenimiento de la diversidad como rito de alabanza de una Gracia que es tan inconmensurable que solo una infinidad de actos contingentes es capaz de hacer intuir su perfección. Contemplar las maravillas de la creación es sin duda un acto de adoración que conlleva el silencio de la “capacidad” humana qua humana, y que eleva el sonido vibrante de la criatura que es capaz de reconocerse en su creador.

El momento de la Santa Misa es un momento especial, trascendente y de valor infinito, pues se perpetúa el mismo sacrificio del Calvario…¿Cómo ha vivido el Santo sacrificio del altar estos días?

Cuando decidí venir a la peregrinación, sabiendo que se requería un cierto conocimiento de la celebración del rito romano tradicional, lo primero que hice fue advertir que yo no conocía la entonces “forma extraordinaria” del rito romano, sino que yo celebraba siguiendo el misal del rito propio de la Orden de Predicadores. No son muchas las ocasiones que un dominico puede tener de celebrar esa joya de su tradición, que fuera preservada de la extinción en la gran criba uniformadora del misal tridentino. Y debo de confesar que me sorprendió que muchos de los presentes manifestaran su sorpresa y su interés sincero por reconocer dicho patrimonio tan preciado para los dominicos. Por ello, el santo celebrar de la Eucaristía me ha resultado sosegante y a la vez altamente perturbador. No hace mucho que he sido ordenado sacerdote y en los comienzos de la sagrada actividad es muy común o darlo todo por entendido, o estar realmente perdido, tanto en lo practico de la rúbrica, como en lo invisible de la fe y la intención necesarias para el sacramento. Por ello, en esta peregrinación he podido experimentar el valor que tiene la seguridad de unas formas rituales que no dejan lugar a dudas sobre lo que ha de ser creído y sostenido para el éxito de un milagro inconmensurable. Por un lado, profundizar en formas rituales que encierran altas verdades de la scientia prima provoca perturbación en el animo al primario reconocimiento de lo inconmensurable, y por otro lado, el aval de los siglos de historia de las dichas formas y conceptos, sosiega en la creencia de que la Fe, más que virtud del privado esfuerzo, es constructora de un orden sincrónico que realmente hace al hombre alcanzar lo inalcanzable.

¿Qué frutos espirituales espera de la peregrinación?

Para mí solo querría la alegría y la ecuanimidad del trabajo apostólico y la predicación a pesar de las dificultades de mi propia debilidad y de la de mis hermanos de camino. Para quienes participaron, la alegría evangélica de saber que se crea una nueva oportunidad para el triunfo de Dios en lo más insignificante de la historia y el compromiso con la misma, que haga maravillar al pagano e idolatra frente al amor que se manifiesta en contra de su errada doctrina. Y para quienes participaren en el futuro, la conciencia de que jamás esta perdido un sacrificio a Dios, aun siendo remiso y, a veces, hasta inconsciente (aunque el P. Lagrange, O.P. diga que no).

Por Javier Navascués

2 comentarios

  
Jesuita
Un gran sacerdote!!
17/08/21 1:09 PM
  
Encarna
Me gustó mucho ver ,que los sacerdotes que pertenecían a alguna orden llevasen su hábito .En concreto me llenó de alegría ver a dominicos pues cómo también le dije al Padre Rafael ,le tengo mucho cariño y gran admiración al Padre Royo Marín ,gran teólogo dominico.
Gracias a todos los sacerdotes por haber estado presentes en la peregrinación ,habéis sido fundamentales.
17/08/21 11:09 PM

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