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11.06.21

Cambio climático y calentamiento global, la nueva religión del Nuevo Orden Mundial


José Luis Barceló es escritor y periodista. En 1978 fue Premio Príncipe de Asturias para Jóvenes Investigadores por un trabajo sobre fauna ibérica protegida y ha sido un reconocido activista ambiental en nuestro país. En esta entrevista analiza su libro “Cambio climático sin complejos” de la editorial Sekotia.

¿Por qué un libro sobre el polémico tema del llamado cambio climático?

Nunca hay un motivo cierto para escribir un libro o dejar de escribirlo, el caso es que me parecía que hay muchos libros autorizados sobre la realidad y amenazas del cambio climático, pero pocos que supusieran un contrapunto al problema: siempre se echa la culpa al Ser Humano, se le victimiza y se cuestiona su papel en la Creación.

Ha habido otros Cambios Climáticos incluso en Eras en las que el Ser Humano no era ni siquiera un proyecto. No estábamos los humanos y ya había cambios climáticos.

Me pareció bien ofrecer una visión crítica y actual desde una persona que ha vivido la lucha ambiental y de protección desde dentro, como es mi caso.

Con relación al llamado cambio climático, ¿Qué hay de mito y qué de realidad?

Han existido muchos cambios climáticos, la Tierra no es estática ni espera que el Hombre le resuelva sus problemas. La vida se abre paso sola, con Humanos o sin Humanos. Se habló mucho de los miles de años que costaría recuperar la región ucraniana de Chernobyl tras la catástrofe nuclear de abril de 1986, sin embargo, aunque los humanos no debemos adentrarnos en aquellos parajes, la vida se ha abierto paso y los parajes antaño urbanos han sido reocupados hoy por todo tipo de especies animales y vegetales.

Que el Planeta cambia, eso es indudable, que se deba a la mano humana, podemos ponerlo en duda. Los humanos tenemos una visión muy reducida del entorno ambiental: solo nos fijamos en nuestro entorno más inmediato que, por desgracia, son los ámbitos urbanos. El Planeta lo cubren extensiones gigantescas de territorio inhabitado por humanos que, el las que, sin embargo, lo pueblan otras numerosísimas especies.

Por ejemplo, muy cerca de nuestras grandes capitales, los ecosistemas de dehesa han sido desalojados por el monte bajo o el matorral. El ecosistema de dehesa es eminentemente humano y necesario: desde que no hay ovejas, cabras o ganado vacuno pastando en explotaciones extensivas, han proliferado los incendios.

Las fotos de 1900 o 1905 del entorno de San Lorenzo de El Escorial muestran montañas peladas sin bosques, igual que en entorno del Río Guadarrama. Todo estaba consumido por el consumo de leña y el pastoreo. Hoy nos parecería imposible una Sierra del Guadarrama sin la repoblación o los arbolados de los chalets, por eso afirmo que nuestra visión es muy corta y reducida. Hay hoy más vigilancia ambiental preservación que nunca antes en la Historia humana.

¿Por qué relaciona los castigos del Antiguo Testamento con los cambios climáticos?

Los humanos siempre hemos tendido a responsabilizar a alguien de nuestros fallos y errores y los castigos divinos entran en esta quiniela. Hoy queremos culpabilizarnos del desastre terráqueo echándonos la culpa. Los Humanos siempre requerimos explicaciones y tener la seguridad de que nuestro siguiente paso no será nuevamente un fracaso.

Muchos de esos castigos fueron además “cambios climáticos”, como los “castigos” de las erupciones volcánicas, las plagas o el propio Diluvio Universal, que está comprobado que, no solamente fue un hecho histórico, sino que hubo además varios “diluvios” de esa magnitud. La Historia de la Humanidad nos corrobora que ha habido muchos cambios climáticos en los que ni siquiera el Ser Humano ha tenido nada que ver.

¿Cómo valora la figura de la activista Greta y por qué su movimiento lo compara con la famosa Cruzada de los Niños?

En mi libro “Cambio Climático” sin complejos establecí un paralelismo entre la niña Greta Thunberg y la famosa Cruzada de los Niños, ocurrida en tiempos difíciles en que la peste masacraba Europa. El mensaje de Greta de que “no quiero que tengas esperanza, quiero que entres en pánico”, es muy elocuente acerca de los objetivos que perseguía ella, sus padres o los lobbies quegiraban en torno a Gustav Stenbeck, Daniel Doner, jefe de prensa de la niña, el magnate Kentzog, Bo Thoren o el mismo Al Gore.

Los niños y sus palabras siempre nos infunden ternura y compasión, nos parece que siempre dicen la verdad que no mienten. Se valoraron más las palabras de la niña Thunberg que las de los dignatarios de los países de Naciones Unidas. Pero si una niña pequeña que ha dejado los estudios tiene algo que decir en los Foros Internacionales imagínese los millones de personas adultas y con familias que viven sin trabajo y sin esperanza en todo el planeta.

Mi conclusión es que en los países avanzados tenemos medidas muy diferentes a las que tienen en los países en desarrollo. No podemos poner más interés en defender un geranio o un perrito que en la defensa de la vida de un Humano.

Esto resulta incongruente. Nuestra especie tiene que estar primero. Y además le digo que no es posible que el Ser Humano avance y progrese si no es incrementando el consumo de energía.

La defensa ambiental se ha politizado erróneamente. La opción de limitar el crecimiento y desarrollo humano en un supuesto beneficio del Medio Ambiente no es realmente una opción, los humanos tenemos la obligación de progresar, no de estancarnos.

Es falso que pueda acudirse a modelos de sostenibilidad, ahorro y reciclaje para mantener nuestro nivel de desarrollo, que, además, no ha alcanzado sus máximos ni siquiera en los países ultradesarrollados. Es falaz intentar imponer a los países pobres modelos de los que se llaman “sostenibles” porque el único modelo rápido de desarrollo que existe es el modelo devastador que se impusieron durante los sistemas de los Imperios coloniales coincidiendo con la Revolución Industrial.

¿Por qué el llamando cambio climático y el calentamiento global es una nueva religión?

Bueno, se ha pasado del deshielo de los polos y del agujero de la capa de ozono al calentamiento global, y de ahí al cambio climático. El nuevo “mantra” es la emergencia climática, que muchos ayuntamientos y gobiernos locales o regionales adoptan para estar a la moda. Es una moda mediática y política. Cuando pase todo esto estaremos en otro momento planetario y todo se habrá olvidado, como ocurrió con la “emergencia nuclear” que tanta angustia provocó durante los años 70 y 80, en tiempos de la llamad Guerra Fría.

Desde finales de los años 90 hasta en torno a 2005 se impuso la llamada “Agenda 21” que muchos gobiernos de todas las administraciones territoriales adoptaron. Nada cambió.

Los entornos urbanos traen comportamientos gregarios de las personas, todas unidas en los mismos pensamientos globalistas, muy imbuidos por los medios de comunicación y las redes sociales, las nuevas tendencias y las modas urbanas que pronto se propagan.

Da igual que uno viva en San Petesburgo, Nueva York, Tarragona o Canberra, el caso es que el pensamiento urbano es único y trae tendencias políticas muy comunes y alejadas de la vida rural o del campo. La gente vota diferente. Si en el campo la explotación animal o la caza forman parte de nuestra convivencia con el entorno, en la ciudad se piensa que es una salvajada. Hay un alejamiento total entre la ciudad y el campo. Muchos ecologistas son urbanitas que deambulan en bicicleta por nuestras ciudades, pero que serían incapaces de matar un conejo para comérselo. Nuestra realidad avanzada es triste en términos de lo que se supone que es un himno de verdad.

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9.06.21

"Madre, Ven", la imperiosa necesidad de recordar la venida de la Virgen a Zaragoza desde Éfeso

Una peregrinación a la española

Entrevistamos al padre Jaime Bertodano, coordinador general del proyecto “Madre, Ven”, que nos cuenta todo lo relativo al mismo desde sus orígenes.

¿Cómo nace la iniciativa Madre, Ven y con qué objetivo?

“Madre, ven” es un deseo del corazón que pide a ayuda a la Madre. Vemos claramente que estamos en una situación difícil y que necesitamos ayuda. No podemos pensar que podemos prescindir de Dios en la vida como el mundo moderno nos ha hecho creer. Ese es el objetivo de esta peregrinación: pedirle a nuestra Madre que venga con sus gracias en nuestra ayuda, como lo hizo con el apóstol Santiago. Y Ella está deseando acudir a estar con sus hijos. Por eso, también es un deseo de la Virgen. Cada vez estoy más convencido. 

¿De quién parte la iniciativa?

A varios laicos y sacerdotes nos llegó por separado la iniciativa “M de Marie” que un grupo de laicos franceses habían puesto en marcha como una respuesta a la Virgen después del incendio de Notre Dame de Paris. Todos nos acordamos de aquellas imágenes. Así es como nos pusimos a hablar para ver si también en España sería posible responder a la Virgen con fe ante la situación que vivimos.

¿Cómo fue el proceso para elaborar el recorrido y darle forma al proyecto?

Teníamos claro que no podíamos copiar todo lo que hicieron en Francia en el proyecto “M de Marie”. Ellos trazaron una “M” en el territorio francés uniendo los lugares de apariciones marianas del s. XIX (Lourdes, La Salette, La Rue du Bac de París, Pontmain y Pellevoisin). Y sale una “M”, es sorprendente.

Pero la historia de la espiritualidad mariana en España es distinta a Francia, tiene otros acentos. Por eso quisimos “españolizar” el proyecto. La historia de la Virgen en esta tierra comienza en Zaragoza con la visita en el Pilar. Y la devoción a la Madre de Dios está aquí presente en sus ermitas, en sus pueblos y tradiciones, y está ligadísima a la historia del dogma de la Inmaculada. Además, se daba la providencia de que este 2021 es año Jacobeo, así que decidimos que queríamos recordar la visita a Santiago en el Pilar cuando éste estaba decaído y abatido en su primer intento evangelizador. Somos herederos de la fe de Santiago, pero nos sentimos como él, necesitados de fortaleza, consuelo y esperanza. Por eso quisimos recorrer el camino entre Zaragoza y Compostela, como una visita de María a Santiago y sus sucesores en la fe.

¿Por qué es tan importante el viaje de Éfeso al Pilar de Zaragoza?

Porque recuerda la idea de la visita. Y necesitamos pedir que venga como lo hizo en Zaragoza. La Virgen se apareció en un Pilar a orillas del Ebro entorno al año 40, d.C. Se trata de la primera aparición de María y la única que conocemos durante su vida. Más que una aparición podríamos hablar de un fenómeno de bilocación.

Según nos cuenta la tradición, tras la persecución de Jerusalén contra los primeros cristianos, María vivió en Éfeso con san Juan siguiendo las palabras de su evangelio “y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa” (Jn 19, 27).

Ella se encontraba con San Juan, hermano de Santiago y vino a visitar a Santiago y fortalecerle. La idea de traer a la Virgen de fuera era para nosotros la manera de expresar que la Virgen verdaderamente nos visita con sus gracias, que viene de una forma real en ayuda de sus hijos.

Por otro lado, la Inmaculada es la patrona de España y al ser una advocación doctrinal aúna todas las demás. Además, la imagen que hay actualmente en la casita de Éfeso es una Inmaculada. Por eso, decidimos que fuera una Inmaculada la que peregrinase.

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8.06.21

¿Por qué muchos consideran que El Señor de los Anillos es la mejor obra literaria del siglo XX?

El Señor de los Anillos: mito, fantasía y realidad.

Entrevistamos a Emilio Domínguez Díaz, Doctor Europeus en Humanidades y uno de los grandes estudiosos de la figura de Tolkien, que analiza la obra más influyente de su autor bajo las tres perspectivas mencionadas.

¿Por qué se interesó por la figura de Tolkien?

Por varias razones, aunque la principal tuvo que ver con la conexión con Roy Campbell, otro escritor sudafricano, sobre el que hice mi tesis doctoral, y esos encuentros que tuvieron en el entorno de los Inklings, el círculo literario del pub “The Eagle and Child” de Oxford, donde ambos autores coincidieron a mediados de la década de 1940 tras el regreso de Campbell de su destino en África durante la II Guerra Mundial.

Por otro lado, y como en el caso de Campbell, Tolkien también participó en una guerra, en la Primera Guerra Mundial, y ese hecho también despertó mi admiración al ser ambos hombres que conjugaron las Armas y las Letras en sus respectivas vanguardias de milicia y literatura, respectivamente.

Finalmente, el trasfondo católico de Tolkien, esas vivencias con el padre Morgan tras quedar huérfano de padre y madre, también suscitaron mi interés por el progreso de su carrera académica y el desarrollo de su personalidad antes de ir al frente francés como reflejé en el capítulo J.R.R. Tolkien: memorias del campo de batalla, que recogió CEU Ediciones en J.R.R. Tolkien. El árbol de las historias.

Por último, los dos escritores, en etapas y circunstancias distintas, se convirtieron al catolicismo y dieron fe de su compromiso, de ese abrazo incondicional, contra viento y marea, a la fe católica durante el resto de sus días.

Un autor que tiene que ver con España y más concretamente con un sacerdote español…

Sí, el padre Francis Xavier Morgan Osborne, nacido en el Puerto de Santa María, se convertiría en el tutor legal de Tolkien y su hermano Hilary por decisión de Mabel, la madre de los dos niños, antes de fallecer por un coma diabético en noviembre de 1904. Además del cuidado y atención prestados a los hermanos Tolkien tras quedar huérfanos, el padre Morgan se volcó en la orientación personal, espiritual y académica de los chicos que, tras el desconcierto inicial por su situación familiar, salieron adelante con la imprescindible ayuda moral y económica del sacerdote español y los consejos que, durante aquella etapa tan difícil, supo hacer efectivos en un entorno tan complejo como el que les tocó vivir a principios del siglo XX.

La influencia católica está muy presente en su obra…

No cabe duda. El Señor de los Anillos es una obra con una sólida base cristiana como el propio autor admitió a pesar de que, en ocasiones, se pase de puntillas por esta circunstancia. De hecho, así ocurrió en la reciente película biográfica que se hizo sobre Tolkien. Tristemente, es un matiz en el que no se incide y es evidente que este hecho marcaría su vida en lo sucesivo.

Hay multitud de alusiones a la fe católica extraídas de sus experiencias vitales y ese proceso de conversión que vivió desde los ocho años. Con toda seguridad, el reflejo de su madre y su conversión años antes de su repentina muerte supusieron un fuerte espaldarazo en las convicciones de un niño cuyas inquietudes y desarrollo académico y personal iban a estar marcados por esa trágica pérdida y las consecuencias sobrevenidas. Mabel, de hecho, sufrió mucho por una decisión que le creó tantos disgustos y pérdidas en su entorno familiar.

Volviendo a su obra, por ejemplo, podemos hablar de una fecha: el 25 de marzo. Ese día, por ejemplo, los capitanes del Oeste derrotan a Sauron y destruyen el Anillo Único según el calendario de La Comarca.

La elección de esta fecha no es casual al coincidir con la Anunciación y la Encarnación del Señor en el calendario de la Iglesia Católica. Y la destrucción de ese anillo simboliza el fin del pecado, de ese mal que, portado por Frodo, recorre su particular crucifixión como Cristo había hecho con su cruz.

Además de Frodo, Gandalf es la figura de Jesucristo en su muerte, resurrección y transfiguración. El mago resurrecto se convierte en guía de esos valientes amigos en el camino hacia la victoria del hombre contra el mal que les asola.

Un último ejemplo: Aragorn. Es una tercera representación de Cristo, es el rey auténtico y genuino, capaz de descender a la tierra de los muertos y ejercer su poder sobre ellos al mismo tiempo que les libera de su maldición aprovechando su servicio en la lucha contra Sauron. Como es sabido, Cristo baja a los infiernos tras ser crucificado para liberar las almas de los muertos. Los paralelismos, pues, son evidentes.

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7.06.21

El P. Santiago Cantera reflexiona sobre su libro La crisis de Occidente: Orígenes, actualidad y futuro

Entrevista al Prior del Valle de los Caídos

El P. Santiago Cantera Montenegro (Madrid, 1972) es monje benedictino y sacerdote en la Abadía Santa Cruz del Valle de los Caídos, de la que actualmente es prior administrador. Es Doctor en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid y fue profesor de Historia en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Ha participado en diversos proyectos de investigación y labores docentes. Tiene 20 libros publicados en España y en el extranjero sobre Historia de la Iglesia, de la vida monástica y de España, y sobre Teología y pensamiento. Entre ellos resaltan su tesis doctoral “Los cartujos en la religiosidad y la sociedad españolas (1390-1563)” y varios que ya han conocido dos y tres ediciones como “La crisis de Occidente” (Madrid, 2008, 2011 y 2021), “Hispania-Spania. El nacimiento de España” (Madrid, 2014, 2016 y 2021) o “Ángeles y demonios. Criaturas espirituales” (Madrid, 2015 y 2017).

¿Por qué un libro sobre la crisis de Occidente?

Después de los años de estudios de la licenciatura y el doctorado de Geografía e Historia en la Universidad Complutense de Madrid, durante dos años y medio impartí como profesor en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid una asignatura de “Historia de las Civilizaciones”. Esto me hizo adentrarme más en las características fundamentales que definen una cultura y una civilización, sobre todo al ahondar en las reflexiones de algunos pensadores como Christopher Dawson, y ello me permitió percibir con mayor claridad por qué el Occidente se encuentra en una fase de descomposición interna al haber ido renegando de los principios que lo sustentaban.

Más adelante, como monje benedictino, al profundizar en la visión trascendente de la Historia (en la que ya me venía afianzando desde la lectura de La Ciudad de Dios de San Agustín a los 18 años y posteriormente con la del Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo comparados en sus principios fundamentales de Juan Donoso Cortés), y ahora con una mayor intensidad en la oración y nuevas lecturas, pude ir conociendo mejor las raíces del Occidente, el papel de los monjes en su configuración y los motivos de la crisis que amenaza con su hundimiento absoluto como civilización. Oswald Spengler escribió en su día un famoso ensayo titulado La decadencia de Occidente, pero mi ensayo se distancia por completo de su visión, propia de un biologismo histórico determinista que conlleva un notable pesimismo. Me puedo encontrar mucho más cerca de Arnold J. Toynbee que de Spengler, pero mi referente fundamental del siglo XX en el campo de la Historia y Filosofía de la Cultura y de la Civilización es Dawson.

¿Es 100% evidente que hay una crisis o no lo es para todos?

Para mí y para muchos resulta evidente al 100%, pero no para todos, y además no todos lo quieren ver ni desean afirmarlo aunque lo vean con cierta nitidez. El desarrollo material y tecnológico, la sociedad del bienestar y del ocio, el predominio de lo superfluo y lo provisional, etc., con frecuencia causan una ceguera moral que impide percibir el auténtico trasfondo de la situación en la que uno mismo y la sociedad en su conjunto realmente viven y se mueven. Esto ha sucedido en las crisis más hondas de todas las civilizaciones cuando han alcanzado un grado muy elevado de desarrollo y de comodidad. Las visiones buenistas, hoy muy en boga incluso dentro de los ámbitos católicos, sólo permiten una actitud de absoluta ingenuidad que trata de ocultar la realidad y de suscitar un autoconvencimiento de que las cosas no van tan mal como otros las pintan. Incluso sorprende observar que un golpe tan severo a este tipo de sociedad como ha supuesto todo el fenómeno del covid, no ha dado origen a una reflexión profunda acerca de la debilidad de los principios que hoy sustentan tal modelo cultural y social y que son precisamente los opuestos a los que verdaderamente crearon nuestra civilización.

¿Por qué antes de abordar propiamente la crisis comienza apuntalando los cimientos sobre el ser y la identidad de Europa?

Una crisis de civilización se produce cuando los fundamentos sobre los que ésta se sustentaba comienzan a tambalearse y a ser demolidos consciente o inconscientemente desde el propio interior de la misma, a lo cual se suma la labor de zapa de agentes externos cuya capacidad de acción desestabilizadora aumenta ante la debilidad interna. Europa se construyó sobre la herencia clásica de Grecia y Roma, sobre el aporte de los pueblos germánicos y eslavos y de algunos otros (magiares, etc.) y, fundamentalmente, sobre el aliento vital que insufló el cristianismo a todo este conjunto cultural y social. Y los principales valores y fundamentos que, a partir de todos estos elementos configuradores, han sustentado el mensaje de la Cristiandad europea al mundo, creo que se pueden sintetizar en el puesto central de Dios Creador y Redentor, la visión trascendente de la realidad, el valor del hombre y el origen y la composición natural de la sociedad.

Las raíces son evidentemente católicas. ¿Por qué compara la fe del viejo continente con la estructura de una catedral?

Son raíces en gran medida de Ley Natural, a las que la fe cristiana ha dotado de pleno sentido y trascendencia. La Cristiandad medieval, identificada básicamente con el mundo europeo (Europa vel Christianitas), tuvo una de sus más elocuentes manifestaciones artísticas en las catedrales románicas y góticas. De ahí que me haya servido de sus más destacados elementos constructivos y decorativos para ofrecer una imagen didáctica que nos permita acercarnos al conocimiento de esta civilización. Una catedral medieval se asienta sobre unos cimientos y se alza hasta unos arcos y bóvedas que le dan plenitud y elevación hacia el cielo, a la par que transmite un mensaje teológico a modo de catequesis a través de los capiteles de las columnas y de los tímpanos en las portadas.

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4.06.21

Colectánea. Una cruzada contra el espíritu del siglo, un libro de Alonso Pinto que llama al combate

Alonso Pinto, antes incluso de su conversión era una persona inquieta intelectualmente y con sed de verdad, estudiando la doctrina de los Padres de la Iglesia….Aunque su formación ha sido autodidacta, no le gusta esa palabra y, afirma con el filósofo, que todo autodidacta es, precisamente por ello y en la misma medida, teodidacta. En esta entrevista analiza su primer libro: Colectánea. Una cruzada contra el espíritu del siglo.

Colectánea… ¿Por qué un titulo tan culto, cuando desgraciadamente a veces no favorece las ventas? ¿O no busca tampoco una venta masiva?

Es una palabra que encontré por primera vez leyendo la Carta al duque de Norfolk de John Henry Newman. Coincidió con el inicio o proceso de mi libro, y me pareció adecuado utilizarla. Después el editor me pidió un subtítulo para orientar al posible lector desde la misma portada, y entre otros propuse “una cruzada contra el espíritu del siglo". Todo escritor quiere que su obra se lea masivamente (lo que no siempre va en proporción al número de ventas), pero ciertamente las cuestiones que trato en mi libro, con independencia del modo en que sean tratadas, no son demasiado atrayentes para el lector moderno.

¿Realmente con qué objetivo lo escribe?

En un primer momento no tenía ningún objetivo, más allá de plasmar algunas reflexiones que se me habían presentado con motivo de mi conversión o vuelta a la Iglesia católica. Poco a poco y conforme fueron aumentando los textos, vi que todos guardaban entre sí cierta conexión, y que podían conformar un libro.

Un libro, fruto de una conversión, que puede ayudar a otros a llegar a la fe…

No hay instrumento demasiado inútil si quien se sirve de él es Omnipotente. De hecho, en el libro menciono cómo Dios puede servirse incluso de un libro antirreligioso para provocar la conversión de alguien, y puede que de hecho a mí me pasara algo parecido al leer el Anticristo de Nietzsche. No digo que su lectura me hiciera directamente católico, pero sí es posible que me sirviera de impulso para alejarme del ateísmo, ¿y quién sabe si esa misma fuerza inicial no fue la que me siguió empujando en la búsqueda de la Verdad?

Este autor era al menos coherente con su profundo error, y en vez de disfrazar su odio al cristianismo reivindicando de alguna forma los propios valores cristianos pero separados de la religión, como hacen la mayoría, confesaba al contrario que el cristianismo había introducido en el mundo la compasión, la fraternidad, la igualdad, el amor por los débiles, etc., y que era eso precisamente lo que le repugnaba de nuestra religión. Para alguien que todavía cree en esos valores, leer de un erudito enemigo del cristianismo que sólo esta religión es el fundamento real de todos ellos, causa verdadera impresión e invita a replantearse muchos falsos prejuicios sobre el cristianismo, y puede ser el primer paso para conocer su historia. Obviamente nadie debe leer libros así cuando ya se ha convertido, ni es recomendable para quienes quieren convertirse, pero si se da la circunstancia sin buscarlo con ese fin, Dios es capaz de usar incluso un libro y un autor tan enfermizos a su favor. En mi caso no sé si lograré provocar tantas conversiones escribiendo a favor de la religión católica como habrá provocado Nietzsche muy a su pesar escribiendo contra ella, pero sin duda puedo decir que mi intención es mejor que la suya.

¿Por qué tuvo la inquietud de estudiar a los Padres de la Iglesia?

Cuando descubres que muchas de las cosas que te habían contado para mantenerte hostil al cristianismo son falsas, y que han logrado hacértelas creer durante mucho tiempo a pesar de estar claramente desmentidas por la realidad de los hechos, comienzas a estudiar la historia de la Iglesia católica para cotejar otros errores concretos que te habían inoculado, y eso te lleva insensiblemente, por la misma vastedad del objeto de estudio, a encontrar otras verdades colaterales que no buscabas en particular, y a retroceder en la historia llevado por esa misma inercia. Por ejemplo, cuando un ateo o anticristiano descubre por primera vez que Galileo no murió quemado en la hoguera por la Inquisición, su primera respuesta suele ser la de ver un enemigo en quien le ha descubierto esa verdad, porque necesitaba esa mentira y siente que la echará de menos. Por eso en el libro escribo que «si hay algo que los enemigos de la Inquisición jamás le podrán perdonar, es el no haber quemado en la hoguera a Galileo». Pero cuando se da el caso de que el desengañado tiene un verdadero deseo de encontrar la verdad, considera que su enemigo es quien le había mantenido engañado hasta entonces, y comienza a investigar en busca de otras posibles falsedades. Si es tenaz en esa búsqueda, poco a poco el campo de estudio se irá expandiendo, y cada punto que toque, al estar conectado con otros mil, le llevará a abrazar la totalidad y, finalmente, a estudiar el origen del cristianismo y a concebir su posterior desarrollo a partir de ese núcleo.

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