La sabiduría del firmamento: Transhumanismo y magia en la Trilogía cósmica de C. S. Lewis

El profesor Mario Ramos Vera es doctor en Filosofía (premio extraordinario). Primer premio de ensayo del XXX “Memorial Florencio Segura” 2016. Acreditado como Profesor Ayudante Doctor (ANECA). Profesor de la Universidad Pontificia Comillas y docente en ESNE Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología, ha sido profesor invitado en el Instituto Teológico Lucense. Ha participado en congresos científicos nacionales e internacionales en universidades de España y del extranjero (México y Portugal). Licenciado en Derecho y en Ciencia Política (UAM), diplomado en Ciencias Religiosas (Universidad Eclesiástica San Dámaso), máster en Filosofía Teórica y Práctica (UNED), máster en Profesor de Secundaria y Bachillerato —especialidad de Filosofía— (Universidad Pontificia Comillas) y máster en Relaciones Internacionales (ALITER).

Autor de los libros El sueño utópico de G. K. Chesterton (BAC, 2021), La sabiduría del firmamento. Transhumanismo y magia en la Trilogía cósmica de C. S. Lewis (Universidad Pontificia Comillas, 2021) y La utopía conservadora (Universidad Pontificia Comillas, 2020), cuenta con más de cincuenta publicaciones académicas (capítulos de libros, artículos académicos, reseñas…) y es evaluador de artículos académicos para revistas científicas.

Tiene como ámbitos de investigación: el pensamiento utópico, las ideologías políticas, la historia de las ideas, el ensamiento imaginativo y el mito poético.

¿Por qué titula el libro La sabiduría del firmamento?

D. Javier, me gustaría darle las gracias por su interés en este libro. En este caso, titulé a este libro La sabiduría del firmamento. Transhumanismo y magia en la Trilogía cósmica de C. S. Lewis porque centré este estudio en una saga de fantasía muy concreta, dentro de la enorme producción literaria, ensayística y académica de este autor, tan querido para muchos lectores. Para quien no conozca la Trilogía cósmica, también llamada Trilogía de Ransom por su protagonista, esta se compone de los siguientes libros Más allá del planeta silencioso (1938), Perelandra. Un viaje a Venus (1943) y Esa horrible fortaleza (1945). Esta saga recoge las aventuras del profesor Ransom en Marte, en Venus y en nuestro planeta. Sus hazañas le permiten descubrir que vivimos aislados del resto del universo —el Espacio Profundo—, en una cuarentena cósmica ocasionada por la rebelión del Ángel Caído frente al Creador. El título, por lo tanto, aspira a recoger desde el ámbito de la literatura, de la fantasía, algunos de los debates propios de la historia de la filosofía, del pensamiento cosmológico, de la antropología filosófica o de la filosofía política. Junto a estas preguntas también planteo una serie de reflexiones teológicas del profesor Lewis, que tienen lugar en el firmamento o en nuestro mundo, pero con la mirada puesta en el cosmos.

¿Hasta qué punto es una alusión al creador del firmamento?

Efectivamente, el título alude a la sabiduría que nos aguarda más allá de la barrera de la luna que nos separa del resto del cosmos, donde no existe la corrupción ni el pecado. En ese sentido, he aprovechado el rico universo planteado por Lewis, donde existe una jerarquía de ángeles —a la manera del Pseudo Dionisio Areopagita—, y cada planeta cuenta con un custodio y los mensajeros de Dios también transitan entre mundos. La sabiduría del firmamento apunta a la ley natural que atraviesa como un hilo vertebrador la Creación y que estableció el Creador desde la eternidad, más allá de su propia obra. Además, el título también apunta a la melancolía de quienes, como apuntaba San Agustín en La ciudad de Dios, son peregrinos en este mundo sujeto a las cadenas del pecado y permanecen aislados del universo rectamente ordenado pero aguardan alcanzar la urbe celestial. En esta peregrinación, cabe alzar la mirada para contemplar la verdad, la bondad y la belleza de la Creación, reflejada en el firmamento.

¿Por qué ha elegido, por tanto, tratar su trilogía cósmica en un libro de especulación científica?

Existen varios motivos. He elegido estos libros, dentro de una obra tan amplia como la de Lewis, en primer lugar, para saldar, en parte, la deuda contraída desde hace años, con la Trilogía cósmica. Esta trilogía cambió mi forma de entender la fantasía y despertó mi curiosidad por ámbitos que han orientado buena parte de mis investigaciones académicas. Además, también aspiro a subsanar con este libro la ausencia de atención que ha recibido esta saga, de manera incomprensible, en nuestro idioma. Para el público general, las obras apologéticas de C. S. Lewis, como Mero Cristianismo, Lo eterno sin disimulo o Los cuatro amores son célebres. Lo mismo ocurre con las Crónicas de Narnia. Se trata de obras importantísimas para conocer el pensamiento del autor, pero también es posible acercarse a Lewis desde su Trilogía cósmica. Se trata de un acercamiento muy sugerente por la originalidad con la que recogió planteamientos filosóficos, teológicos y míticos muy relevantes. Finalmente, con el objetivo de profundizar en los fundamentos filosóficos de esta saga, he escrito una obra académica que resulta accesible para cualquier lector. He seguido el formato de los companions, es decir, aportar información sobre un ámbito concreto y sirve como guía auxiliar tanto para lectores conocedores de la obra estudiada como para aquellos que se acercan por primera vez a sus páginas.

¿Qué lugar ocupa esta trilogía en su obra y como nos ayuda a conocer sus reflexiones filosóficas más relevantes?

Se trata de sus obras más adultas en el ámbito de la fantasía y la especulación científica. Escribió los tres libros entre los años treinta y cuarenta del pasado siglo, antes de iniciar la redacción de las Crónicas de Narnia. No obstante, muchos de sus principales ensayos y de sus escritos apologéticos resonaron en las páginas de la Trilogía cósmica. La denuncia del transhumanismo, del materialismo, del biologicismo y lo que hoy denominamos perspectivas neurocientíficas ya aparecían en La abolición del hombre de Lewis, pero les dio forma literaria en el tercer libro de la trilogía. Los distintos significados del amor, que aparecen en Los cuatro amores, serían parte fundamental del argumento del segundo libro, por citar sólo algún ejemplo. Por medio de la fantasía y de la especulación científica Lewis quiso plantear, y dar respuesta, a cuestiones filosóficas atemporales que acompañan al ser humano. También planteó la trilogía como una respuesta trascendente a la ciencia ficción materialista y atea, tan en boga dentro del género y que parece haber condicionado la percepción que tenemos sobre el mismo. Todo esto aspiró a hacerlo desde su formación filosófica, literaria y teológica, desde los Padres de la Iglesia y los pensadores de la Antigüedad hasta la Modernidad. Por estos motivos, la Trilogía cósmica otorga una perspectiva privilegiada del pensamiento de C. S. Lewis.

¿Por qué un pensador protestante como Lewis es ensalzado hoy por tantos católicos?

Clive Staples Lewis ha despertado lógicas simpatías en el catolicismo, en primer lugar, por su defensa intelectual, enormemente didáctica y encendida del cristianismo como una enorme morada con múltiples estancias, a lo largo de su prolífica trayectoria. Su libro Mero cristianismo ha contribuido, sin lugar a dudas, a acercar la fe en Cristo a muchas personas en un mundo crecientemente secularizado, indiferente a la trascendencia y funcionalmente ateo. Junto con esta obra, otras como las Cartas del diablo a su sobrino y El gran divorcio. Un sueño, manifiestan su cercanía con la Iglesia católica en lo relativo al infierno, al purgatorio y la redención. Su mérito y virtud consisten en presentar los contenidos de la fe de manera creativa, imaginativa y trabados con una coherencia lógica impecable. No obstante, Lewis adolecía de prejuicios hacia la Iglesia de Roma, prejuicio que pueden provenir en parte de sus orígenes norirlandeses, pues nació en Belfast. También pueden estar originados por la imagen negativa que la Iglesia anglicana ha proyectado sobre los católicos, y aquí podemos recordar el epíteto despectivo de papistas. Lewis es un pensador y escritor con muchísimas afinidades hacia el catolicismo.

¿Se puede afirmar que fue criptocatólico?

Me temo que no, murió anglicano, algo que por ejemplo Joseph Pearce reconoce en su obra C. S. Lewis y la Iglesia católica, pero esto no impide extraer reflexiones muy valiosas para el catolicismo.

¿Hasta que punto sus reflexiones filosóficas son ortodoxas, sin contradicción ni oposición a lo que enseña la Iglesia?

El profesor Lewis permaneció cercano a la Iglesia católica, pero como he comentado anteriormente, desde su conversión abrazó el anglicanismo. No impidió que muchas de sus creencias fuesen de la mano del catolicismo. Para empezar, como académico demostró un conocimiento y erudición verdaderamente notables acerca de los Padres de la Iglesia. Estudió, además, filosofía, hecho mucho menos conocido por el público en general. Impartió docencia durante años de filosofía y con un elevado nivel, a tenor de sus temarios. Parece lógico, entonces, que, en obras como La imagen del mundo o La alegoría del amor, diese cuenta de los vínculos entre filosofía y teología desde la Antigüedad hasta el Medievo. Concedía una relevancia teológica y sacramental a la Eucaristía muy superior a la propia del anglicanismo y defendía la existencia del purgatorio. En cambio, resulta llamativa la escasa atención que presta a la mariología. Pese a ello, no incurrió en herejías ni en interpretaciones erróneas de conceptos filosóficos o teológicos. Por lo tanto, fue un anglicano cercano al catolicismo, aunque no llegase a dar el paso.

¿Qué reflexiones interesantes aporta sobre la naturaleza del ser humano?

El modelo del universo de las dos esferas se caracterizaba por su antropocentrismo, por hacer del ser humano el centro de su reflexión. Esta centralidad la trasladó el profesor Lewis a la Trilogía cósmica, convirtiéndole en el actor principal de la historia de caída y redención que tuvo lugar en un planeta concreto de la Creación. Por medio de esta saga de especulación teológica y científica, su autor dio forma a las reflexiones sobre la filosofía de la condición humana, que habría de desarrollar en obras como El problema del dolor, Cartas del diablo a su sobrino, Mero cristianismo, Los cuatro amores o La abolición del hombre. Impugnó los reduccionismos del materialismo y del biologicismo así como los determinismos cientificistas, porque consideraba que cercenaban la riqueza de la condición humana afirmada por el cristianismo.

Defendió que el cuerpo acoge un alma, que la resurrección es un don cierto y que todo ello dota al ser humano de una dignidad ajena a cualquier afortunado accidente bioquímico que nos confiera el uso de la razón. Lewis, y esta es otra reflexión muy interesante, postuló la existencia de una ley natural, de un criterio de justicia universal que le es dado desentrañar al ser humano a través de su juicio moral rectamente entendido. Esta ley natural permite al hombre relacionarse interpersonalmente con criterios acordes con la naturaleza humana, sin incurrir en reduccionismos o injusticias. Finalmente, fue un autor muy crítico con los primeros avances de lo que hoy conocemos como transhumanismo o transformación de la condición biológica por medio de la fusión con las nuevas tecnologías de la información y nanotecnologías, biotecnologías hasta superar nuestros límites orgánicos. A su juicio, más allá de determinados límites, la naturaleza humana no puede estirarse, no es tan elástica, y tiene unos fundamentos trascendentes y no meramente biológicos. No podemos erigirnos en dioses por nuestros propios medios. Por este motivo, el transhumanismo sería, para Lewis, un terrible antihumanismo.

¿Cuáles son los diferentes ámbitos filosóficos desde los que analiza la obra?

Precisamente, la perspectiva antropológica de la que hablábamos en la pregunta anterior es uno de los ámbitos desde los que analizo la Trilogía cósmica en mi libro. La reflexión filosófica de la naturaleza humana ocupó buena parte de las preocupaciones de Lewis y así lo he recogido en mi libro. Por otra parte, la cosmología, o el estudio filosófico del universo, es uno de los ámbitos más relevantes para entender la saga. El modelo de universo que se construyó teóricamente durante la Antigüedad y que cristianizaron Boecio, Santo Tomás de Aquino o Dante mereció la atención de Lewis en La imagen del mundo y, con carácter previo, fue convertido en el fundamento teórico de la Trilogía cósmica. La filosofía política es otra perspectiva desarrollada en La sabiduría del firmamento y, en este caso, parte del interés de Lewis por la literatura utópica. De hecho, cada uno de los libros nos presenta un modelo de utopía o de distopía. Así, el primer libro de la trilogía, Más allá del planeta silencioso, recupera la idea de la ciudad perfecta de Platón. El segundo libro, Perelandra. Un viaje a Venus, plantea la utopía de la edad de oro y del Jardín del Edén. Finalmente, el tercer libro, Esa horrible fortaleza, contrapone Camelot a la distopía de un mundo transhumano y cientificista. La última perspectiva filosófica supone un recorrido histórico por el pensamiento mágico desde la Antigüedad hasta los albores de la Modernidad con el resurgimiento platónico y hermético renacentista. A su vez, esto enlaza con los estudios sobre el mito a los que Lewis se dedicó como profesor universitario. Por todo ello, he intentado estudiar la relevancia de estos cuatro ámbitos académicos desde la perspectiva de la narrativa fantástica más madura del profesor Lewis.

¿Hasta qué punto este libro nos permite conocer lo esencial de Lewis?

A partir de La sabiduría del firmamento. Transhumanismo y magia en la Trilogía cósmica de C. S. Lewis resulta posible alcanzar una visión panorámica de la obra de este autor. Junto con una introducción biográfica y bibliográfica de Lewis, no sólo se aborda la Trilogía cósmica, sino que esta permite profundizar en algunos de sus ensayos más célebres como Mero cristianismo, Los cuatro amores o La abolición del hombre, en sus poemas, así como en algunas de sus obras académicas más relevantes: La imagen del mundo o La alegoría del amor. Por ejemplo, en Esa horrible fortaleza, su autor plasmó con los ropajes de la aventura y la fantasía las ideas que poco tiempo antes había expuesto en su pequeño ensayo La abolición del hombre. Por este motivo, en cada uno de los ámbitos filosóficos en los que se divide La sabiduría del firmamento se presentan los fundamentos intelectuales de los que partía el profesor Lewis en sus principales textos ensayísticos y apologéticos y que posteriormente expresaría con soltura literaria. A continuación, cada capítulo del libro desarrolla estas ideas tal y como Lewis las plasmó en los distintos libros que componen la Trilogía cósmica.

¿Por qué merece la pena leer el libro?

Considero que se trata de un libro original, porque se trata de un companion centrado en la perspectiva filosófica de la Trilogía cósmica. Esto diferencia La sabiduría del firmamento de los estudios académicos anglosajones que abordan esta saga de fantasía desde sus vertientes literaria y teológica. Además, en España no había ninguna obra con esta perspectiva concreta que analizase los fundamentos filosóficos de esta saga. No aspiro a dar la interpretación única de estas obras, pero sí a despertar la curiosidad tanto entre quienes han leído la saga de Lewis como entre quienes no tenían noticia de la misma, por considerar la fantasía una cuestión trivial. El lector que se acerque a este libro con un conocimiento previo de la Trilogía podrá profundizar en ámbitos concretos en los que no se había parado a pensar, como los vínculos del Campo del Árbol con la cosmología antigua y medieval, o en el desafío que supone el transhumanismo para la condición humana. Quien no haya leído la Trilogía cósmica puede recurrir a este libro como una guía de viaje, un mapa que le permitirá incidir sobre aspectos que resultan fascinantes pero tal vez desconcertantes durante una primera lectura, mientras descubre una saga distinta de fantasía y especulación teológica que ha cautivado a aquellos que han conocido las andanzas de su protagonista por un universo de una belleza inconmensurable con un fundamento teológico y metafísico muy sugerente y que queda muy lejos de la ciencia ficción materialista y atea.

Por Javier Navascués

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