P. Cantera: «El verdadero drama de Hispanoamérica se produce a partir del proceso de independencia»

El P. Santiago Cantera Montenegro (Madrid, 1972) es monje benedictino y sacerdote en la Abadía Santa Cruz del Valle de los Caídos, de la que actualmente es prior administrador. Es Doctor en Geografía e Historia por la Universidad Complutense de Madrid y fue profesor de Historia en la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. Ha participado en diversos proyectos de investigación y labores docentes. Tiene 20 libros publicados en España y en el extranjero sobre Historia de la Iglesia, de la vida monástica y de España, y sobre Teología y pensamiento. Entre ellos resaltan su tesis doctoral “Los cartujos en la religiosidad y la sociedad españolas (1390-1563)” y varios que ya han conocido dos y tres ediciones como “La crisis de Occidente” (Madrid, 2008, 2011 y 2021), “Hispania-Spania. El nacimiento de España” (Madrid, 2014, 2016 y 2021) o “Ángeles y demonios. Criaturas espirituales” (Madrid, 2015 y 2017).

En esta entrevista, con motivo de su último libro publicados: Luces de la Hispanidad, de la editorial Sekotia, reflexiona sobre la gran luminaria que han sido para la cristiandad, y deben seguir siendo, los grandes ideales hispánicos.

¿Cuáles son los principios fundamentales del ideal hispánico en los comienzos de la Monarquía Católica?

En el libro Luces de la Hispanidad (Sekotia/Almuzara, Madrid 2022) he usado el término “ideal hispánico” para referirme al concepto de España en la época (o “las Españas”, como muchas veces se decía). “Monarquía Católica” viene a ser el nombre oficial de la Corona hispánica con todos sus reinos y territorios en el mundo; tiene su origen en la concesión del título “Reyes Católicos” por el papa Alejandro VI a Isabel de Castilla y Fernando de Aragón. El concepto medieval de España que los Reyes Católicos heredan y completan es el de un conjunto de condados, reinos y coronas que, nacidos en el proceso de la Reconquista y manteniendo cada uno de ellos sus particularidades individuales y sus propias instituciones, se fueron uniendo bajo una misma monarquía y dinastía, recuperando de esta manera aquella España unida bajo el trono de los reyes godos y que la invasión islámica del 711 había roto. Los tres elementos fundamentales que permiten comprender ese ideal hispánico son así una monarquía, una historia común y la fe católica. Y ante la vista de su crecimiento como una primera potencia civilizadora en el mundo, numerosos autores de los siglos XVI y XVII percibieron a la Monarquía Hispánica como el Nuevo Israel y la Nueva Roma cristiana, como la realizadora de una misión providencial en la extensión y la defensa de la Cristiandad.

¿Qué nos puede decir de la herencia medieval y de los Reyes Católicos en la conquista y evangelización de América?

Las Españas, y de un modo muy especial la Corona de Castilla y el Reino de Portugal, se proyectaron hacia el Nuevo Mundo. La realidad social configurada a lo largo de la Edad Media en el suelo peninsular desde sus raíces europeas y desde sus peculiares raíces hispanas en función del proceso de la Reconquista, tuvo una línea de continuidad en América, si bien allí asumió nuevos elementos y adquirió nuevos matices. El espíritu hidalgo de aventura, de cruzada, de libertades sencillas y auténticas estaba vivo en los conquistadores; las encomiendas inicialmente instauradas y luego eliminadas fueron en gran medida una continuación de los repartimientos llevados a cabo en la reconquista y repoblación de Andalucía; el anhelo de anunciar a Cristo como Salvador universal que ardía en el corazón de un Domingo de Guzmán, de un Antonio de Padua (nacido en Lisboa) de un Vicente Ferrer, de un Hernando de Talavera o de un Francisco de Cisneros empujaba con el mismo celo a los misioneros españoles y portugueses. Y los Reyes Católicos, muy especialmente la Reina Isabel y también el cardenal Cisneros, imprimieron el sello que caracterizaría la conquista y evangelización de América en la dirección de la expansión de la fe y de la protección de los indígenas. Isabel la Católica es la madre de Hispanoamérica y el codicilo de su testamento es la clave de bóveda de las Leyes de Indias, verdadero monumento jurídico de humanidad sin igual en la Historia del Derecho.

¿Cuáles fueron los principales hitos de la obra social de la Monarquía Católica en la América Española?

En primer lugar, como se acaba de señalar, las Leyes de Indias. En parte derivadas de ellas, también hay que destacar toda una serie de instituciones jurídicas, económico laborales y de previsión social, tales como la figura del Protector universal de indios (el primero, nombrado por el cardenal Cisneros, fue fray Bartolomé de las Casas), la Judicatura de Indios, las Audiencias, los obrajes o talleres industriales de los poblados indígenas, las cajas de comunidad, etc. En tercer lugar, la creación y el desarrollo de los hospitales. En cuarto lugar, toda la asistencia social y educativa llevada a cabo en las misiones; y dentro del campo educativo, es obligado resaltar la fundación de universidades en varias ciudades del Nuevo Mundo y la concesión de becas de estudios para indios, así como de diversos tipos de colegios, y la política de integración mixta de españoles e indígenas. En conjunto, todo el proceso del mestizaje étnico es el elemento más característico de la América española, dando como resultado lo que el pensador mexicano José Vasconcelos denominó “la raza cósmica”. La promoción de los matrimonios mixtos por Hernán Cortés en la conquista de la Nueva España apuntaba en esta línea.

¿Por qué fueron muy importantes las Leyes de Indias y su regulación laboral?

La promulgación y la codificación de las Leyes de Indias refleja la profunda conciencia cristiana y la preocupación constante de los reyes españoles para dotar al Nuevo Mundo de un orden justo y proteger a sus súbditos indios frente a los abusos de algunos de los súbditos llegados de la Península. Son además la expresión legal de los principios desarrollados por los grandes juristas españoles, sobre todo a partir del P. Francisco de Vitoria y la Escuela de Salamanca, que dieron origen al Derecho Internacional, entonces denominado “Derecho de Gentes”. El examen sobre la legitimidad de la conquista de América y la posibilidad de abandonar tal empresa, tal como se planteó en la “Controversia de Valladolid” y en otros debates, así como el monumento jurídico de las Leyes de Indias y las instituciones emanadas de ellas, son hechos que no encuentran parangón en ninguna otra potencia conquistadora y colonizadora en toda la Edad Moderna. España lo hizo por la profunda fe católica y la singular humanidad de los Austrias Mayores y por la comprensión tomista de los grandes pensadores de la Escuela de Salamanca. En cuanto al plano laboral, buena parte de las Leyes de Indias recogen limitaciones a los excesos cometidos en los primeros momentos de la conquista, de tal forma que se terminaron suprimiendo las encomiendas y se dieron normas destinadas a asegurar el descanso de los trabajadores, el número de horas de la jornada laboral, las edades para poder comenzar a trabajar en ciertos empleos, etc.

¿Qué nos puede decir de la asistencia hospitalaria y otras iniciativas benéficas?

Cuando los españoles fundaban una nueva población o se establecían en una más antigua de origen indio, los primeros edificios que establecían eran la iglesia y el hospital, abiertos tanto a españoles como a indígenas y mestizos. La atención a los enfermos era una pauta típica en la Edad Media de la Cristiandad europea y en España se había desarrollado mucho además por el Camino de Santiago y la asistencia a los peregrinos que iban a Compostela. Esta tradición se llevó también al Nuevo Mundo. Pronto llegaron asimismo los Hermanos de San Juan de Dios, Orden hospitalaria española por antonomasia, e incluso surgieron algunas nuevas en tierras americanas, como los betlemitas en Guatemala, de la mano de San Pedro de San José Betancur. Muchos de los hospitales más grandes de las principales poblaciones seguían modelos renacentistas iniciados bajo el reinado de Isabel y Fernando en la Península, con uno o varios patios que facilitaban la ventilación de las naves y que los enfermos pudieran salir a tomar el sol y reponerse con el aire puro.

¿Qué importancia tuvieron las “reducciones” jesuíticas?

Todas las misiones desarrolladas por los frailes españoles de diversas Órdenes religiosas (franciscanos, dominicos, agustinos, carmelitas, mercedarios, etc.) son dignas de elogio y admiración. Su dedicación fue absoluta tanto en el campo catequístico como en el de la promoción humana y social. Las caminatas que se dieron pasando por recorridos inhóspitos y peligrosos y los esfuerzos realizados bajo el riesgo de los ataques de algunas tribus aún sin convertir o de las enfermedades y las fiebres, sólo se explican desde su sincero e íntimo amor a Cristo Redentor y el consiguiente celo por la salvación eterna de todas las almas. Es decir, latía en ellos el auténtico afán misionero que los apóstoles recibieron del Espíritu Santo en Pentecostés. Aquellos frailes pusieron por escrito las lenguas indias y elaboraron sus primeras gramáticas y diccionarios, redactaron catecismos con una pedagogía muy innovadora, levantaron escuelas y universidades, hospitales y casas de acogida, puentes y caminos… Defendieron a los indígenas ante cualquier abuso y tuvieron la osadía de enfrentarse a personajes poderosos que incumplían las leyes dadas por los reyes de España. Pero, ciertamente, las “reducciones” jesuíticas entre los guaraníes han sido objeto de una atención especial, como lo refleja la película “La Misión” (con sus aciertos y desaciertos), porque los hijos de San Ignacio de Loyola trataron de aplicar en ellas un orden social lo más perfecto posible conforme a principios cristianos y de filósofos clásicos, de tal manera que fue como una plasmación de la utopía en la realidad.

¿Cómo abordó España el problema de la negritud esclava?

Así como es un error creer y difundir los tópicos disparatados de la “Leyenda negra”, también lo es sin duda caer en una “leyenda rosa” de la conquista e incorporación de América por España. El ser humano está herido por el pecado original y los españoles que fueron al Nuevo Mundo no estaban exentos de la inclinación al pecado. Si por una parte hubo grandes logros que no vislumbramos en los procesos de colonización desarrollados por otros países, también hubo defectos, errores y abusos. Y una de las mayores debilidades que podemos encontrar en el proceso de incorporación de América es la relativa a la población negra de origen africano para trabajar como mano de obra esclava. No obstante, también podemos encontrar en este campo muchas luces en medio de sombras. Isabel la Católica prohibió desde el primer momento que se esclavizase a los nuevos súbditos indios: primero a Colón y luego en el codicilo de su testamento; esto marcó un principio fundamental de cara al futuro de los indios. La Corona española prohibió a los españoles traficar con negros traídos de África para esclavizarlos; por eso y porque estaban más presentes en África, los comerciantes portugueses fueron durante muchos siglos quienes desarrollaron ese negocio inhumano. Sin embargo, la Corona española sí permitía a los españoles comprar y tener esclavos negros.

Así, una vez en América, la suerte de los esclavos negros podía variar mucho según la conciencia cristiana y la humanidad del dueño: desde el trato casi familiar hasta el maltrato, desde la concesión de la libertad hasta mantenerlos en malas condiciones en los peores trabajos. Por otra parte, hay que tener en consideración algunos elementos más: reyes españoles como Carlos I dieron algunas leyes para proteger la vida y la salud de los esclavos negros (por ejemplo, en las pesquerías de perlas de Venezuela) y el regente cardenal Cisneros, así como varios papas desde el siglo XV, condenaron el tráfico negrero. Bastantes misioneros españoles y portugueses clamaron valientemente por los derechos y la libertad de los negros y un San Pedro Claver quiso ser tenido como “esclavo de los esclavos” asistiéndoles humildemente en Cartagena de Indias. Como aspecto positivo hay que señalar además la incorporación de la negritud a todo el proceso de mestizaje del mundo hispanoamericano, siendo uno de los frutos más tempranos y hermosos San Martín de Porres, el simpático “fray Escoba”.

¿Qué importancia tiene la Hispanidad en las grandes áreas histórico-culturales de América?

Podemos distinguir tres o cuatro grandes áreas histórico-culturales en América en función de la colonización durante la Edad Moderna: la hispana o española; la lusa o portuguesa; la anglosajona; y la francesa. Las dos primeras poseen numerosos elementos comunes y pueden englobarse en una única área mayor: la ibérica o hispánica, Hispanoamérica. Además de ser la más extensa territorialmente, el rasgo principal de ella es la riqueza de la variedad étnica y el mestizaje, esa “raza cósmica” que decía Vasconcelos. Un mestizaje que también se da en gran medida en el plano cultural, como lo reflejan el arte, la música o escritores como el Inca Garcilaso de la Vega. La fe católica confiere una fuerte impronta a esta área como fruto de la evangelización llevada a cabo por los misioneros españoles y portugueses.

¿Por qué recalca que la denominación correcta es Hispanoamérica y no Latinoamérica?

El término Latinoamérica fue acuñado por la política cultural francesa en el siglo XIX, concretamente en la época de Napoléon III, con el objetivo de reducir el peso de la herencia hispano-portuguesa en América en favor de un incremento de la presencia francesa; eso sí, siempre frente al otro gran componente del continente, el anglosajón. Pero somos tan estúpidos, que en Hispanoamérica y en la propia España hemos asumido y hecho más frecuente ya el término Latinoamérica; y no digamos en los ámbitos eclesiales, que han contribuido mucho a difundirlo. Ciertamente, España y Portugal son hijas de Roma, al igual que Francia o Italia; pero la labor desarrollada por españoles y portugueses en América durante varios siglos ha dejado una impronta particular, especial, tal como venimos viendo y brevemente hemos dicho en la pregunta anterior. Por eso y también porque hasta el siglo XVII se concebía a Portugal como un reino en “las Españas” (así lo decía, entre otros muchos, Luis de Camões, el autor de la gran epopeya lusa), pensadores como el vasco español Ramiro de Maeztu, el portugués Antonio Sardinha o el chileno Jaime Eyzaguirre reclamaron emplear el término Hispanoamérica, incluso mejor que el de Iberoamérica, pues aquél es más rico, exacto y preciso histórica y filosóficamente que éste.

También dedica un importante apartado al marxismo, indigenismo y liberacionismo en Hispanoamérica, así como los populismos hispanoamericanos. ¿En qué medida estas ideologías son unas grandes lacras para la Hispanidad?

El verdadero drama de Hispanoamérica se produce a partir del proceso de independencia: los caudillismos, la inestabilidad política casi constante y la corrupción; las ideas liberales y la masonería que buscan jugar a crear estados y naciones y a desarraigar a los pueblos hispanoamericanos de su esencia católica, renegando del carácter hispánico para admirar el espejismo anglosajón o el francés; la pérdida de protección de los indígenas ante nuevos poderes criollos en los que brota un racismo despiadado; el hundimiento de la economía y la desaparición de los cuerpos sociales que protegían al trabajador; etc. A ello se une el creciente intervencionismo de los Estados Unidos, que aspira a extender su dominio político y económico sobre toda América, condicionando la vida interna de los nuevos estados y llegando a arrebatar parte de sus territorios, como en el caso de México (entre otros motivos, por la traición de Benito Juárez a su propio pueblo).

Las tremendas injusticias sociales que se van gestando desde los procesos de independencia conducirán a que las ideologías del odio que proclaman el dogma de la lucha de clases puedan desembarcar y acampar en Hispanoamérica: el marxismo y las nuevas vertientes posteriores nacidas de él, tales como el indigenismo y, en el campo de la teología, el liberacionismo. Hasta llegar a sus últimas expresiones en el Foro de São Paulo y su proyecto de ir extendiendo de nuevo el marxismo por las tierras americanas. En realidad, todos estos elementos que señalo son verdaderas lacras para el mundo hispánico, porque éste solo podrá ser fuerte desde la comprensión de sí mismo en su esencia mestiza de lo hispánico y lo indígena, fruto de la catolicidad. Querer comprender Hispanoamérica en clave de lucha, de odio y de búsqueda de una identidad ajena o de recuperación de un pasado indígena falsamente idealizado, sólo podrá hundirla más y más en la miseria y en la irrelevancia. En este sentido, la difusión de las sectas es un elemento más de dispersión y de desarraigo y actualmente es una de las mayores lacras.

¿Por qué termina hablando de la importancia de la Basílica de Esquipulas y de los monjes benedictinos, así como del patrocinio mariano de las naciones de Hispanoamérica?

Soy monje benedictino y he deseado resaltar la labor religiosa, social y cultural de mis hermanos de Esquipulas. Esta basílica es denominada “capital centroamericana de la fe”, lo cual revela una vez más la esencia profundamente católica de Hispanoamérica. Una Orden antiquísima como la de San Benito está presente así, no solo en los orígenes de la vieja Cristiandad europea, sino también en algunos de los focos principales de la Cristiandad americana. Personalmente he tenido relación de gran afecto con los monjes de Esquipulas. Asimismo, el patrocinio mariano de las naciones hispanoamericanas refleja ese carácter católico de las mismas y de todo el conjunto de Hispanoamérica. Y esto sucede desde los albores mismos de la evangelización, cuando la Santísima Virgen se apareció en el Tepeyac al indio San Juan Diego y le habló en náhuatl.

¿Por qué es clave reinstaurar el Reinado Social de Cristo en las Españas?

En realidad, lo es para todo el mundo. Pero es cierto que, teniendo en cuenta esa esencia católica de Hispanoamérica y la gran promesa del Sagrado Corazón de Jesús al Beato Bernardo de Hoyos en el siglo XVIII, así como las inspiraciones de la carmelita Santa Maravillas de Jesús y de la salesa mexicana M. María Angélica Álvarez Icaza, además del testimonio de fe ofrecido por el presidente ecuatoriano Gabriel García Moreno y los mártires y cristeros mexicanos que morían al grito de “¡Viva Cristo Rey!” recogiendo el espíritu de la encíclica Quas primas de Pío XI, resulta aún de mayor peso para las Españas. Que Cristo reine en las almas y en las sociedades es fundamental para la paz universal.

 

Por Javier Navascués

27 comentarios

  
Ugho
El gran drama como refiere, no empieza con la independencia… empieza (igual que para España) con la casta borbona…
09/03/22 9:31 AM
  
Pacomio
¡Gloria a la España Católica!
¡Eterna gratitud a sus SOLDADOS Y MISIONEROS que forjaron nuestra América!!
Damnació y desprecio a los ingratos, resentido y traidores.
VIRGEN DEL PILAR, ¡¡ Salva a TUS Españas!!
09/03/22 10:30 AM
  
jandro
«Somos tan estúpidos que en Hispanoamérica y en la propia España hemos asumido el término Latinoamérica»

No es estupidez, es traición, porque España está llena de traidores, que sumados a nuestros enemigos franceses e ingleses hacen una pinza destructora de la cultura hispana
09/03/22 10:47 AM
  
El gato con botas
Pasaron de pertenecer a un gran impero a la nada más absoluta; pasaron de andar libremente por todo un continente a llevar el pasaporte en la boca para todo. Contra los caballos de Troya es muy difícil combatir; primero lo puso en marcha la masonería contra España y su imperio y ahora contra la Iglesia Católica con infiltrados que sirven a otro señor y en los dos casos con gran éxito.
La única solución que se me ocurre es levantar el nivel cultural de la gente para que no se dejen engañar presentando en todo momento y lugar la batalla cultural desenmascarando sus crímenes. En la familia, en el bar, en el trabajo, en los lugares de ocio hay que presentar la batalla de las ideas sin descanso, que ya nos lo premiará Dios.
09/03/22 11:14 AM
  
Carlos Dueñas
Se destacan los logros españoles en América y se reconoce que hubo defectos, errores y abusos en nuestra conquista y colonización, pero no se abordan y analizan. La postura del P. Santiago Cantera salva la verdad sin entrar en ella. El cardenal Cisneros es una figura muy importante que no es bien conocida y que animo a Navascués a que le dedique una entrevista, si le parece.

“Latinoamérica”, siempre que se utilice para nombrar al conjunto del mundo americano de origen hispánico, portugués y francés no está mal; lo que debemos evitar es emplearlo para designar al mundo hispánico con objeto de invisibilizar, como se dice ahora, la acción española.
09/03/22 11:33 AM
  
c
@Ugho: No sé si el gran drama empieza con la « casta borbona », sino que se puede pensar también que empieza con el siglo de la Ilustración y con la potencia de los reinos y estados protestantes…
La historia resulta siempre muy complicada y con varias causas y efectos...
09/03/22 12:56 PM
  
Feri del Carpio Marek
"El término Latinoamérica fue acuñado por la política cultural francesa en el siglo XIX, concretamente en la época de Napoléon III, con el objetivo de reducir el peso de la herencia hispano-portuguesa en América en favor de un incremento de la presencia francesa"

A ver, D. Santiago, ¿cómo quiere que se le llame entonces? ¿Hispano-portuamerica? Porque Hispanoamerica se aplica para designar a los países americanos de habla española solamente, excluyendo a Brasil. Podría ser el término Iberoamerica, que de hecho se usa bastante.

Francamente, si el término Latinoamerica alguna vez tuvo un sesgo político, hoy no me parece que lo tenga, más bien es un término más unificador que el de Hispanoamerica desde el punto de vista católico.
09/03/22 1:25 PM
  
Milton
Cuando podremos adquirirlo en Estados Unidos
09/03/22 1:30 PM
  
SS
Es la infiltración , desde 1700
09/03/22 1:38 PM
  
Juan
Yo no sé en otras regiones de América ; pero en Argentina la descendencia italiana es casi tan grande como la española, y también hay bastante francesa.
Aunque también hay una variada corriente de ingleses, irlandeses, alemanes, polacos, judíos y una gran colectividad semita católica siria, libanesa, armenia.
Yo en mis antecesores tengo las tres ascendencias de paises latinos.

Para Argentina el término latinoamérica no es falso, tampoco disuena el de hispanoamérica.

El catolicismo no se agota en España.

09/03/22 2:40 PM
  
Santiago Cantera
Estimado D. Feri del Carpio: Le recomendaría leer de nuevo a fondo la entrevista y, sobre todo, leer el libro.
09/03/22 3:29 PM
  
Chico
La decadencia Hispana empieza como muy siempre acertadamente dice el P. Castellano, en el siglo de oro español, cuando la Fe católica empieza a declinar y baja sin parar y produce la descomposición de almas, de razones y de hechos. Siempre es lo mismo. La historia personal y nacional se cuece en las almas. O con Dios y la Igledia o contra ambos
09/03/22 3:34 PM
  
pedro de Madrid
Américo Vespucio no se creería que América llevase su nombre en femenino, sólo por dibujar un mapa en su habitación, mientras otros pasaron toda clase de calamidades
09/03/22 5:17 PM
  
Néstor
Por eso, parece que Brasil es una dificultad para "Hispanoamérica".

Saludos cordiales.
09/03/22 7:38 PM
  
Juan Mariner
En Estados Unidos, a un inmigrante italiano o francés no se le llama latinoamericano, y realmente lo es; y a los que vienen del Sur se les llama "hispanos". Hispanoamérica o Iberoamérica (incluida Andorra) son términos del todo correctos en mi opinión.
09/03/22 8:37 PM
  
Feri del Carpio Marek
Gracias por la gentil respuesta, D. Santiago. Reconozco que me puse a comentar sin haber leído con detenimiento todo lo que usted dice, le pido disculpas por ello. Me pareció muy interesante, compraré el libro por kindle.

No sabía que el reino de Portugal fuera considerado parte de las Españas. Sin embargo, no sé de ningún intelectual de habla portuguesa que hoy esté de acuerdo con los pensadores que usted cita, en reinvindicar el nombre de Hispanoamerica.

De hecho, soy boliviano, y viví muchos años en Brasil, y lamentablemente pude constatar que culturalmente los brasileños se consideran muy distanciados de España.

¿Cuán grande fue la influencia árabe en la formación de lo que consideramos hispanidad? ¿Marcó la cultura árabe también una influencia en el modo hispánico de vivir la fe católica? ¿Esta influencia se dio por igual en los reinos de Castilla y de Portugal?
09/03/22 8:52 PM
  
África Marteache
Chico: Yo no dataría la pérdida de la Fe en el Siglo de Oro, ese siglo dio grandes santos, porque no fue un siglo sino un periodo de tiempo mucho más largo.
09/03/22 9:55 PM
  
Martin
España fue grande mientras ostentamos la Fe, y la llevamos a todo rincón de la prueba

un gran imperio creció, para que pudiera llegar el mensaje del Buen Pastor gracias a buenas almas

Jesús se ofreció a fin de erradicar las costumbres paganas , asociadas a deidades asimilables a demonios por su soberbia, guerra y muerte

cuando nos falto humildad y grandeza espiritual, perdimos el poder por no ser merecedores

la Historia nos demuestra, que es un principio repetido, inexorable y consecuente
09/03/22 10:38 PM
  
Martin
que el Amor superlativo de Dios a sus criaturas, el sagrado Espíritu Santo, guie a las buenas almas y las otorgue valentía para luchar por la verdad y justicia

los hechos nobles, humildes y piadosos que hicieron algunos de nuestros mejores antepasados por el prójimo, se hayare donde se hayare, como lo fue, portar el nombre del Mesías por todo el mundo, sea respetado y admirado
09/03/22 11:00 PM
  
África Marteache
Si voy al título: "El verdadero drama de Hispanoamérica se produce a partir de la Independencia" no estoy totalmente de acuerdo, creo que empezó antes. Los franciscanos de California ya tenían problemas con los gobernadores españoles que eran ilustrados, se empezó a generar un ambiente distinto y una incomprensión entre las autoridades civiles, militares y las religiosas . Lo que ocurre es que con la Independencia se agravó mucho.
09/03/22 11:22 PM
  
África Marteache
Y hablo de las misiones californianas porque son tardías (1769-1833) y les tocó bregar con gobernadores españoles difíciles y después con las autoridades mexicanas. Para esa época las misiones no dependían directamente de la Corona sino de los gobernadores y eso les complicó la vida, pero, claro, no tiene nada que ver con el expolio que vino después cuando México se independizó. Teniendo en cuenta que en el S. XIX en España también hubo desamortizaciones no sé si fue la Independencia o el cambio de pensamiento que supuso la Revolución Francesa tanto en España como en América y sería hacer ucronía ponernos a pensar ahora si el drama se hubiera producido también aunque no se hubiesen independizado.
09/03/22 11:33 PM
  
Vivi
Por anunciar postulados como el título de este artículo me ha llevado a la condición de "paria" y mala persona por parte de la mayoría de la gente que me conoce. Soy del interior de la provincia de Buenos Aires, y hablar así sea un poquito a favor del imperio hispánico y la religión católica no es tolerado. Y eso que hasta hace poco casi la totalidad de los habitantes de la ciudad éramos descendientes de españoles o ,cómo en mi caso, de Sicilia, también reino hispano.
Aproveché lo que fue la conmemoración por el Día de la Mujer (otro asunto aparte) para decir en el grupo de compañeras de estudio que la mujer de la historia a la que admiro es la reina Isabel La Católica y para qué, me gane el odio del grupo, si hasta me sabotearon el teléfono celular. Así estamos.
10/03/22 12:14 AM
  
Gerardo S. I.
Yo soy de Mexico y ya tengo aprox. 5 años que me "abrieron" los ojos, y desde entonces SIEMPRE uso el termino HISPANOAMERICA, despues de descubrir el engaño de la leyenda negra contra nuestra Madre Patria; no pierdo las esperanzas de algun dia ir a visitarla.
10/03/22 12:53 AM
  
Jackino
Si consideramos que Portugal formaba parte de las Españas en el siglo XVI estaria justificado llamarlo Hispanoamerica.

Si consideramos darle mas importancia a la lengua estaria justificado llamarlo Iberoamerica porque abunda el español y el portugues.

Si consideramos a los inmigrantes franceses e italianos estaría justificado llamarlo Latinoamérica.

Si consideramos la geografia sería mejor llamarlo Norteamerica, Centroamerica y Sudamerica.

Todo depende del prisma con que se mire. Yo creo que Hispanoamérica deberia hacer referencia a los estados donde la lengua oficial sea el español.
10/03/22 12:29 PM
  
Santiago Cantera
Estimado D. Feri del Carpio: Muchas gracias por haber leído la entrevista con detalle y por sus comentarios. Efectivamente, la separación de Portugal respecto del resto de los reinos hispánicos en en el siglo XVII (se había incorporado a la unión dinástica bajo Felipe II en 1580) trajo también distanciamiento de Portugal con respecto al uso del nombre mismo de España. Anteriormente, cuando a los Reyes Católicos en alguna ocasión les habían denominado no "Reyes de España", el Rey de Portugal había protestado porque también los portugueses se consideraban parte de España (heredera de la Hispania romana y visigótica), y el Arzobispo de Braga en el siglo XVI seguía reivindicando para sí el título de Primado de España, como también antes las sedes episcopales de Toledo y Tarragona. Pero desde la separación en el siglo XVII, se produjo un distanciamiento respecto del concepto conjunto de España. En cuanto al Brasil, hay autores del iusnaturalismo clásico y católico como Ricardo Dip o José Pedro Galvão de Sousa que a día de hoy reivindican el concepto hispanista, como también unos años antes lo hiciera Arlindo Veiga dos Santos, líder del "Frente Negro Brasileiro". No obstante, en general se trata de ámbitos intelectuales, aunque éste último reunió un número notable de seguidores. Con relación a la herencia e influencias árabes, la verdad es que no son muchas. Las hay en el vocabulario y desde luego en el arte, pero a nivel étnico, del pensamiento y de la forma de vivir la religión, fueron muy escasas, debido a la impermeabilidad general del mundo islámico y a que los reyes españoles hubieron de decretar en ciertos momentos la expulsión de la población morisca como consecuencia de las revueltas protagonizadas por ésta. Por ejemplo, la pretendida herencia étnica y cultural árabe en Andalucía es un falso mito del andalucismo, ya que Alfonso X el Sabio procedió a la expulsión de los musulmanes de los territorios reconquistados por su padre Fernando III y por él mismo en el Valle del Guadalquivir y otras partes de Andalucía tras la revuelta de ellos.
10/03/22 9:44 PM
  
Feri del Carpio Marek
Estimado D. Santiago, muy interesante todo lo que comenta. Pensé que la influencia árabe era mayor, y que tenía mucho que ver con el estilo alegre y descontraído de Hispanoamerica (en el sentido que Ud. reinvindica), a diferencia de otras naciones latinas como Francia e Italia, donde suelen ser bastante más serios.

De hecho, a mi pago le llaman la tierra andaluz en Bolivia, porque, además de situarse al sur y aparentemente haber sido fundada por conquistadores y misioneros andaluces, se caracteriza porque su gente es muy alegre y ocurrente (ya sé que no soy un buen representante de ese aspecto). Por cierto, el río que pasa por mi ciudad, que riega los viñedos que producen el vino boliviano, se llama Guadalquivir.

Algo que lamento muchísimo es que hasta ahora no hayan llegado órdenes monásticas masculinas a Bolivia.
10/03/22 11:12 PM
  
Héctor Maccione
El proceso de la Independencia fue fogoneado por los Ingleses aprovechando la invasión napoleónica y los enfrentamientos dinásticos de los Borbones...quienes no supieron manejar la situación....sumando a todo esto los manejos de las logias masonicas.
11/03/22 3:46 AM

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