La unidad de la Iglesia

La unidad no significa uniformidad. Es bonita la pluralidad de costumbres, de liturgia, de expresiones culturales, puesto que la Iglesia fundada por Cristo es universal y se encarna en cada uno de las culturas y de los pueblos. Pero esa pluralidad enriquecedora tiene que mantener una unidad fundamental.

En estos días del mes de enero, del 18 al 25, se nos invita a considerar  la unidad de la Iglesia, herida a lo largo de la historia por distintas rupturas. Se nos invita a orar por esta unidad, para que todos los que confiesan a Cristo con Dios y Señor, se reúnan cuanto antes en la única Iglesia que él ha fundado. De esta manera secundamos el deseo de Cristo. “Padre que todos sean uno, como tú y yo somos uno,,, para que el mundo crea” (Jn 17,21). A este movimiento lo llamamos ecumenismo, camino hacia la unidad de todos los cristianos en la única Iglesia de Cristo.

Hay además otras muchas personas que no confiesan a Cristo como Señor (p.e., los musulmanes, los judíos, etc.) y también otros muchos que no tienen ninguna religión o que son ateos. Dios quiere reunir a todos los hombres en su misma familia, y para eso ha constituido a la Iglesia sacramento universal de salvación para todos los hombres. Pero el ecumenismo se refiere propiamente a los cristianos, que, siendo creyentes en Cristo como Dios y Señor, no viven en la misma Iglesia.

En nuestra diócesis hay católicos de rito oriental, con sus costumbres y liturgia bizantina, distinta de la romana, que es la nuestra. Pero ellos y nosotros pertenecemos a la misma Iglesia católica, bajo la misma autoridad del Papa. También entre los muchos inmigrantes, que nos ayudan en nuestros trabajos, hay cristianos ortodoxos, coincidentes con nosotros en casi todo, pero no están bajo la autoridad universal del Papa. Y hay también cristianos evangélicos, que creen en Cristo como Dios y Señor, pero no tienen la Eucaristía, ni el sacerdocio, ni la autoridad del Papa. Con todos ellos, como cristianos, oramos estos días por la unidad de la Iglesia.

La unidad no significa uniformidad. Es bonita la pluralidad de costumbres, de liturgia, de expresiones culturales, puesto que la Iglesia fundada por Cristo es universal y se encarna en cada uno de las culturas y de los pueblos. Pero esa pluralidad enriquecedora tiene que mantener una unidad fundamental. Si no, todas esas riquezas quedan dispersas y sirven para disgregar, no para unir.

¿Cuáles son los elementos esenciales de la unidad? En primer lugar, es Cristo quien nos une en el Espíritu Santo y en la gracia. Para estar unidos en él hemos de confesar una misma fe: Cristo es Dios verdadero y hombre verdadero. Pero además, hemos de creer en la Iglesia, que Cristo ha fundado sobre el cimiento de los apóstoles, al frente de los cuales puso a Pedro. A éstos les suceden los obispos en plena comunión de fe y de disciplina con el Sucesor de Pedro, el Papa de Roma. La Palabra de Dios contenida en la Biblia e interpretada por la tradición viva y por el magisterio de la Iglesia. La Palabra de Dios conserva todo su frescor cuando es interpretada por la Iglesia; de lo contrario, pierde su vigor, como les sucede a los herejes, que usan la Palabra de Dios, pero se apartan de la verdad, porque interpretan mal la Palabra de Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica contiene resumidamente toda la enseñanza de la Iglesia. Los sacramentos: El bautismo nos incorpora a Cristo y a su Iglesia. La Eucaristía (que supone el sacramento del Orden para que sea válida) es Cristo vivo en medio de su Iglesia, que la alimenta y la congrega en la unidad.

Oremos en estos días y hagamos penitencia para que llegue pronto el día de la plena comunión en la única Iglesia, bajo la autoridad del Sucesor de Pedro, “un solo rebaño y un solo pastor” (Jn 10,16). Seamos siempre factores de unidad y de comunión en torno a nuestros pastores, garantes de esa unidad en la Iglesia.

 

Con  mi afecto y bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Tarazona


3 comentarios

Flavia
He leído esta carta pastoral hace días en la página web de la diócesis de Tarazona y ya me gustó mucho por su claridad y precisión. Tengo entendido que Monseñor Demetrio Fernández ha sido profesor muchos años, en el Seminario de Toledo, y se le nota la práctica docente en la claridad de todos sus escritos.

Especialmente iluminador es el párrafo 4, al empezar declarando que unidad no significa uniformidad, y terminar asegurando la necesidad de una base - unidad - fundamental para evitar la disgregación.
20/01/10 11:31 AM
Javier
Sólo me he fijado en el párrafo que habla sobre un cierta . Me parece bastante nebuloso el sentido en que se está usando. ¿Desde cuando los mencionados y los otros no católicos han orado por ? ¿De cuál Iglesia?
¿De una iglesia que todavía no existe pero que está en feliz advenimiento? ¿Se refiere a la Iglesia de Cristo? Lo siento pero esa ya está y existe: es la Iglesia Católica.
Entonces ¿los mencionados grupos cristianos mencionados están orando por el día de su integración a la verdadera Iglesia de Cristo, que es la Iglesia Católica?

Un saludo desde El Salvador.
25/01/10 2:07 AM
Javier otra vez
En el mensaje anterior, no sé que pasó que no salieron algunas palabras que sí escribí. La primera oración debe terminar con , así con comillas. Mi cuestión va sobre qué Iglesia se está orando o pidiendo la unidad.
Gracias
25/01/10 2:27 AM

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