Corrompiendo a las nuevas generaciones

Corrompiendo a las nuevas generaciones

Este domingo me encontré por la calle a un grupo de cinco chicas quinceañeras, vestidas normalmente, sin nada extraño, fuera que llevaban sobre sus cabezas una bandera LGTBI. No pude por menos de pensar: ¿qué estamos haciendo con nuestros jóvenes?, ¿qué educación les estamos dando?

Este domingo me encontré por la calle a un grupo de cinco chicas quinceañeras, vestidas normalmente, sin nada extraño, fuera que llevaban sobre sus cabezas una bandera LGTBI. No pude por menos de pensar: ¿qué estamos haciendo con nuestros jóvenes?, ¿qué educación les estamos dando?

El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: «La sexualidad abarca todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma. Concierne particularmente a la afectividad, a la capacidad de amar y procrear y, de manera más general, a la aptitud para establecer vínculos de comunión con otros» (nº 2332). La sexualidad humana no se reduce a su expresión genital, sino que se sitúa en los cimientos psíquicos del desarrollo dela vida afectiva y de la relación con el otro, en la doble perspectiva del afecto por el otro y de la procreación. No es que tengamos una sexualidad, sino que somos seres sexuales. Tiene, por tanto relación con el amor, el matrimonio y la procreación, siendo una riqueza y una característica de la persona. Está modelada por la cultura y la educación que nos transmite unos valores y pautas de comportamiento que vamos interiorizando y haciendo nuestros.

Pero actualmente hay en nuestra Sociedad un rechazo de Dios y de los principios cristianos. Como ya advirtió Pío XI en su Encíclica contra el nazismo, pero que sigue siendo actual: «Es una nefasta característica del tiempo presente querer desgajar no solamente la doctrina moral, sino los mismos fundamentos del derecho y de su aplicación, de la verdadera fe en Dios y de las normas de la revelación divina» (nº 35). Ello conduce en nuestro tiempo a la denominada «ideología del género», que considera la sexualidad como un elemento absolutamente maleable cuyo significado es fundamentalmente de convención social. Es decir, no existe ni masculino ni femenino, sino que nos encontramos ante un producto cultural que va cambiando continuamente. La diferencia entre varón y mujer no correspondería, fuera de las obvias diferencias morfológicas, a la naturaleza, sino que sería mera construcción cultural según los roles y estereotipos que en cada sociedad se asigna a los sexos. El ser humano nace sexualmente neutro, posteriormente es socializado como hombre o mujer y cada uno puede escoger su orientación sexual. No hay ningún criterio discriminante entre lo lícito y lo ilícito, lo normal y lo anormal, siendo, por tanto, permisibles y moralmente iguales todas las relaciones sexuales voluntarias. La permisividad absoluta, el rechazo de toda moral que no identifique bien con placer es el denominador común de esta corriente. Da igual ser homo que heterosexual, juntarse por una temporada que casarse definitivamente, tener hijos que no tenerlos, aceptarlos que destruirlos antes de que nazcan. Cada uno es dueño absoluto de su vida.

La Semana del Orgullo LGTBI nos indica de qué lado están nuestras autoridades, la mayoría de la clase política y buena parte, ¿por qué no decirlo?, de nuestros profesores y educadores. Ante este panorama hace unos años el Papa Francisco elogiaba a un matrimonio que le había dicho que cuando los hijos volvían de clase les preguntaban qué les habían enseñado, por si tenían que hacer una contracatequesis. Se nos está metiendo una Religión de Estado que intenta destruir las dos instituciones que le hacen frente: la Familia y la Iglesia.

¿Por qué destruir la Familia? Porque es una creación de Dios al servicio del amor y resuelve uno de los grandes problemas del hombre: su necesidad de afecto. La familia es la base de la sociedad y la mejor estructura para asegurar a los seres humanos la estabilidad y el confort afectivo y psicológico necesario para su desarrollo. Pero si logramos destruirla, le quitamos al ser humano uno de sus grandes puntos de apoyo y le hacemos más fácilmente manipulable

Está claro que detrás de esta ideología están los poderosos del mundo. Todos sabemos que una de las primeras visitas que recibió Sánchez fue Soros, uno de los grandes patrocinadores de esta concepción. Como bien dijo el cardenal Bergoglio hablando del matrimonio homosexual que querían implantar en Argentina: «detrás de esta Ley está el Demonio», y si nos fijamos qué defiende esta ideología vemos que son los principios de la Moral Católica, pero vueltos del revés. Es decir la Moral del Diablo.

Por ello los tres últimos Papas han condenado claramente la ideología de género. El Papa Francisco, en su Exhortación «Amoris Laetitia» habla de ella nada menos que en seis números.

Cuando pienso en las chicas de las que he hablado al principio no puedo verlas sino como víctimas de una corrupción ocasionada por unas personas de las que en principio tendrían el derecho y hasta el deber de fiarse, pero por el camino de la negación de Dios y de la no existencia de normas morales, están llevando a nuestros adolescentes y jóvenes por la senda que lleva a la infelicidad, como lo prueba el hecho que el suicidio es en ellos la primera causa de mortalidad, incluso por encima de los accidentes.

 

Pedro Trevijano

 

18 comentarios

Alejandra
Nunca entendí de qué manera destruiría "la familia" el hecho que dos personas no interesadas para nada en hacer una familia se junten en una cama. En qué afecta eso a "la familia"?

"La familia" seguirá existiendo, en aquellos que estén interesados en formar una "familia" y listo.

Negar que haya homosexuales no va a hacer que esos homosexuales dejen de existir y que de repente se casen por iglesia con parejas heterosexuales. En el peor de los casos empujan a un homosexual a tener que casarse por iglesia con una pareja heterosexual por conveniencia, cosa que sí destruye a "la familia".
4/07/20 9:53 PM
María Teresa Gallegos
Terrible que se esté envenenando a nuestros niños, adolescentes y jóvenes con esta agenda de género tan destructiva, y que a algunos padres que carecen de sentido común y que quieren ser como dicen progres no les preocupa el futuro de sus hijos, porque no solo caen en el suicidio, sino también en la droga y el alcohol, y después se preguntan en que fallaron; pues fallaron en la falta de orientación y de valores morales en sus hijos, a mí me dicen que es lo correctamente político estar de acuerdo con esto, yo les contesto a mi eso no me importa y si no me aceptan, pues me vale, porque lo malo será siempre malo. Creo que no debemos tener miedo de defender nuestros valores cristianos, yo creo que la gente quiere escuchar algo diferente de lo que escuchan .Maria Teresa. México.
5/07/20 6:54 AM
mercedes
muy bueno
5/07/20 7:00 AM
Juan Mariner
Hay que desprogramar o contraprogramar a los hijos hoy en día. Bueno, se hace y ya está.

Los rojos, cuando regresaban su hijos de la escuela franquista, les decían que todo era mentira (alguno incluso les decía que los pantanos no eran reales); y digo "los rojos" porque al resto de izquierdistas la mayoría de valores de la escuela franquista, de inspiración católica, ya les parecían bien para su hijos: el respeto a los ancianos y discapacitados, el respeto a la autoridad de los padres, la ayuda al tercer mundo, el noviazgo y el matrimonio para toda la vida, el trabajo, el esfuerzo, el ahorro y la previsión del futuro, la higiene y las vacunas, el vestir con decoro, etc
5/07/20 1:38 PM
José
y detrás de esta ideología hay intereses poderosísimos, que han decidido poner en práctica una ingeniería que a través del Estado busca imponer un modelo de sociedad y una forma de vivir muy diferente y distorsionada. Medios de Comunicación y escuela están empeñados en cambiar las mentes desde temprana edad, con cambios en el lenguaje y desvirtuando el verdadero sentido de la biología ... hay una colonización de las mentes
5/07/20 9:31 PM
Leonardo
Alejandra: ¿Porqué no haces el esfuerzo de leer y entender el artículo antes de opinar? Tu entrecomillado continuo de "la familia" es suficiente para saber que eres una de las que la desprecia y busca su destrucción, quizás por envidiarla.
6/07/20 2:54 AM
Ines
No recuerdo haber leído la palabra amor en todo el texto. Una familia son personas que se quieren, que se cuidan y se protegen. Nunca entendí por qué la iglesia le da tanta importancia a la sexualidad. De dónde les viene la fascinación. Dedíquense al amor y a los más frágiles en todos los sentidos. El amor va a ganar
6/07/20 7:02 AM
Juan Mariner
Inés: por qué le dicen "amor" cuando quieren decir "sexo"...
6/07/20 9:24 AM
Oscar Alejandro Campillay Paz
Muy querido Padre Pedro: gracias por su incansable lucha. Nunca se rinda. Ha elegido una lucha contra el mal en dos frentes tremendos: la ideología de género y el confesionario. El diablo debe odiarle mucho, pero como usted ya sabe, Dios le ama mucho más. Cuente con mis pobres oraciones.
Bendiciones!
6/07/20 10:00 AM
Alvar
Así es. Pero no hay que olvidar que desde una concepción atea del mundo todo es valorable, excepto lo que tiene valor para los cristianos.
Porque el fin último de toda acción anticristiana es acabar con el cristianismo (no liberar a los supuestos oprimidos, que es lo que se hace creer a la masa).
Alejandra, la Iglesia no obliga a nada, pero tampoco puede esconder la verdad ni dejar de decir lo que sabe que es bueno. Luego cada cual puede dar más o menos crédito a la Iglesia y dárselo a otros, allá usted.
6/07/20 4:23 PM
Héctor R
Inés, amor se le puede tener hasta al dinero y así pecar y condenarse. Lo que suelen llamar amor es fornicacion, adulterio, relaciones homosexuales y todos lo que cometen esas obras por Buenos que se crean si no cambian de vida al Cielo con Cristo no podrán entra ya lo dijo el mismo, la Iglesia se encarga de recordarnoslo
6/07/20 7:44 PM
mercedes
Ines,con cariño te digo que opino que la ideologia de genero y amor,van en direccion opuesta,ya que esta ideologia es una imposicion.No permiten las terapias de reconversion,no respetan los idearios de las instituciones y no respetan a los mismisimos homosexuales,que cuando se expresan al respecto son fuertemente y grupalmente descalificados.Estapagina es catolica y los catolicos ya sabes como pensamos.Con respecto al amor,es verdad,tenemos que amar y dar testimonio del Amor,que es Cristo.hay muuuuchos que ya lograron amar y mucho.
8/07/20 1:11 AM
Cristián Yáñez Durán
Una persona que siquiera acepte marginalmente la sodomía/lesbianismo está intelectualmente depravada. Niega en la práctica el principio de contradicción.
Es inútil argumentarles, porque niegan el fundamento del argumento, la realidad.
8/07/20 2:53 AM
Cristián Yáñez Durán
Amor es una palabra equívoca. Si no se precisa el sentido, es vacía.
El amor, en cuanto acto elícito, es simplemente la apetencia de un bien, y como pasión la concupiscencia hacia un bien. Ahora, ese bien puede ser moralmente conveniente o no, dependiendo si es conforme a la recta razón. Por consiguiente, todo amor no es necesariamente bueno en el orden moral, depende si es ordenado o no.
Como dice el profesor José Luis Widow: "Amar a la mujer del prójimo está bien, pero en cuanto mujer del prójimo".
8/07/20 3:42 AM
Rafaelus
¿ Se condena el humano por amor al dinero ? No parece ...
8/07/20 3:58 AM
Rafaelus
Al final, la ideología de género no es tan perjudicial para la familia porque, por combatir esa ideología de género, se ha revalorado la sexualidad heterosexual y el matrimonio entre hombre y mujer, de modo que ya no se denuncia el pecado que cometería un hombre al ver con deseo a una mujer, porque se reconoce como lo normal en las personas: El deseo por personas del sexo opuesto.

Ha sido por miedo a normalizar el deseo entre personas del mismo sexo que se ha indultado al natural y normal deseo entre personas de sexo opuesto.

Dicen que Dios escribe recto con líneas torcidas, aunque no sé qué base doctrinal tiene tal idea.

Bendición a todos.
8/07/20 4:08 AM
Jorge Cantu
Ines

"No recuerdo haber leído la palabra amor en todo el texto. Una familia son personas que se quieren, que se cuidan y se protegen."

Si tu comprensión de "amor" es equivalente a "placer sexual" o afecto enfermizo por personas del mismo sexo, ajeno o contrario al uso natural del mismo en el matrimonio monógamo y heterosexual, ahora entiendo porqué quieres disfrazar de "amor" lo que es mera lujuria o atracción libidinosa anti-natural, con el pretexto o fachada de la convivencia y cuidado mutuo.

"Nunca entendí por qué la iglesia le da tanta importancia a la sexualidad. De dónde les viene la fascinación."

Resulta que del uso, responsable y correcto, o abusivo y perverso, que demos a la sexualidad dependen un muchas cosas importantes para la salud física y psíquica de cada ser humano y de toda la sociedad, que implican la necesidad natural de nacer, vivir y crecer en el seno de una familia sana (matrimonio heterosexual y naturalmente complementario). Si eso se te hace poco fascinante...

"Dedíquense al amor y a los más frágiles en todos los sentidos. El amor va a ganar."

El amor verdadero sí va a ganar, pero no por el egoísmo de los que se burlan de la ley de Dios para satisfacer sus deseos, sino por voluntad del que lo creó: Dios mismo, por medio del matrimonio genuino de los que a pesar de todo permanecen fieles a su cónyuge y a su Creador y Redentor.
8/07/20 7:20 AM
Javi
Alejandra:

Si dos personas se juntan en la misma cama sin ninguna intención de formar una familia, quizá se quieren pero su expresión sexual del amor se desea sin procreación. Esto, a una pareja joven puede que le parezca normal, pero el paso de los años se va imponiendo para mostrar que la obtención de placer mutuo y la buena convivencia no son suficientes a los ojos de Dios. Hemos sido creados a su imagen y semejanza y a Dios le gusta que las personas que se aman no pongan trabas a la descendencia. Una pareja que se impone la vigilancia fija de no tener hijos se comporta de manera egoísta.
Parejas sin hijos por motivos comprensibles para Dios también existen, claro. Pero son excepciones.
9/07/20 1:26 AM

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