(El Nacional/InfoCatólica) El prelado afirmó que si esos menores tienen la voluntad de cometer ese tipo de hechos, las autoridades judiciales no deben tratar el caso según criterios de edad, y dijo que constituye una realidad muy penosa y vergonzosa que un menor preso por asesinato, después de conocer su sentencia, expresara en tono de burla que eso no significa nada, “porque en corto tiempo ya estará en la calle”.
El cardenal López Rodríguez enfatizó en que el problema hay que comenzar a resolverlo con el “saneamiento de la familia”, pero mientras tanto a los menores de edad que cometen esos crímenes hay que controlarlos, “porque en lo que saneamos la familia obviamente vamos a tardar un rato y va a morir mucha gente”.
El primado de la Iglesia en Santo Domingo formuló dichas consideraciones tras oficiar una misa por el Día de Las Mercedes, celebrada en la Catedral, en la que estuvieron presentes unos 70 internos de diferentes cárceles del país. El cardenal se preguntó dónde están las familias de esos menores, si es que existen, e instó a preguntarse por qué crecen en esas condiciones tan deplorables.
El prelado aseguró no estar de acuerdo en dar un trato especial a los menores que están asesinando personas, ya que si lo hacen, entonces no son menores porque saben lo que están haciendo. Para el cardenal, los menores que asesinaron a siete taxistas son “aparentes monstruos humanos”, sobre todo en vista de las carcajadas de uno de ellos cuando se leyó la sentencia que lo condenaba a tres y cinco años.