(Notimex/CNA/InfoCatólica) La víspera, el abogado William McMurry anunció que tres de sus defendidos, quienes sufrieron abusos sexuales de parte de miembros del clero local, decidieron renunciar al juicio, iniciado en 2004 contra la Santa Sede. McMurry había sido el representante legal de las 243 víctimas de abuso que ganaron un pleito a la Archidiócesis de LouisVille en el año 2003 por 25,3 millones de dólares.
En el caso se intentaba implicar a los funcionarios del Vaticano, y potencialmente incluso hasta al Papa, por pretender ignorar o encubrir los errores cometidos en el tratamiento por los obispos norteamericanos de los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.
La justicia con las víctimas y la protección de los menores, objetivo prioritario
El padre Lombardi consideró positivo que en el caso O’Bryan vs. Santa Sede por presunta complicidad del Vaticano en el ocultamiento de los abusos, que tuvo “fuerte impacto negativo” en la opinión pública, se haya demostrado infundada la demanda. “La justicia con las víctimas de los abusos sexuales y la protección de los menores sigue siendo nuestro principal objetivo”, añadió el padre Lombardi
Para el abogado de la Santa Sede en Estados Unidos, Jeffrey Lena, la decisión demuestra que “nunca existió una política de la Santa Sede que exigiera el ocultamiento de los abusos”. “Que el caso intentado contra la Santa Sede haya estado siempre errado en su objeto no significa que las víctimas no hayan sufrido a causa de los abusos. Pero este proceso sólo distrajo la atención del importante objetivo de proteger a los niños”, agregó Lena en un comunicado.
Ya habían llegado a un acuerdo de indemnización con las diócesis
Por su parte el abogado McMurry recordó que muchas víctimas en el pasado alcanzaron acuerdos con las diócesis donde se verificaron los abusos y, por lo tanto, no pueden ahora demandar al Vaticano. Hasta el momento el juez que preside la causa en Kentucky no la ha archivado, pero ambas parten consideran cerrado el procedimiento.
La demanda retirada era una de tres de alto nivel presentadas contra el Vaticano en los tribunales estadunidenses; hace unos meses en Wisconsin víctimas acusaron a altos prelados (incluyendo al Papa) por los abusos sufridos en un colegio de sordomudos.
El otro caso fue presentado en las cortes de Oregon y acusa a la Sede Apostólica de aprobar el traslado de un sacerdote pederasta, Andrew Ronan, de Irlanda a Estados Unidos, primero a la diócesis de Chicago y después a Portland, donde abusó de menores.