(AVAN/InfoCatólica) Mons. Osoro recordó que «Dios está presente en la vida de los hombres» y aseguró que «cuando los hombres quieren retirarle cometen el mayor suicidio de la Humanidad».
Además, el titular de la archidiócesis valenciana alertó sobre el “riesgo que vive hoy el mundo porque queremos hacer las cosas desde nosotros mismos; a Dios le ponemos a un lado, le escondemos y en un mundo así, el ser humano se pone en situación de morir el mismo y los demás”.
Por el contrario, dijo, “si ponemos a Dios en el centro de la historia y de nuestra vida, toda la humanidad podrá comer, porque todo lo mío será para otros”. En este sentido don Carlos recordó que ayer se celebraba también el Día Nacional de la Caridad, y subrayó que, por eso, “la caridad máxima que podemos aplicar en nuestra vida es poner a Dios en el centro”.
Meditando sobre el evangelio de la multiplicación de los panes y los peces, el arzobispo resaltó también la importancia de “poner las cosas en manos de Dios”, porque “nos hace el corazón tan grande que lo nuestro, no es nuestro sino para los demás”.
Autoridades presentes y saludo del arzobispo a los fieles a la salida del templo
En la misa del Corpus Christi, que concelebraron el arzobispo con sus obispos auxiliares, monseñores Esteban Escudero y Enrique Benavent, y con el cabildo de la Catedral, intervino la Coral Catedralicia, bajo la dirección de su titular, José Climent.
Asistieron, entre otras autoridades, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, acompañada por su equipo de gobierno; el vicepresidente tercero del Consell, Juan Cotino, el presidente del TSJ de la Comunidad Valenciana, Juan Luis de la Rúa; el rector de la Universidad Católica de Valencia, José Alfredo Peris, y representantes de la Asociación de Amics del Corpus.
Al término de la eucaristía, tras impartir la solemne bendición, el arzobispo se dirigió a la Puerta de los Hierros de la Catedral, donde fue saludando personalmente a los cientos de fieles que habían participado en la misa.