(RV/InfoCatólica) El Santo Padre en primer lugar, ha renovado su cordial felicitación de paz y de alegría en la luz de la Pascua que celebramos en esta semana, en este lunes después del Domingo de Resurrección denominado tradicionalmente como “lunes del Ángel”.
“Naturalmente, ha manifestado Benedicto XVI, el pensamiento se dirige de inmediato a los relatos evangélicos de la resurrección de Jesús, en el que aparece la figura de un mensajero del Señor”. Y en este punto el Papa ha aludido a los cuatro evangelistas:
“Todos los Evangelistas, además, precisan que, cuando las mujeres se acercan al sepulcro lo encuentran abierto y vacío, fue un ángel a anunciarles que Jesús había resucitado”.
Mateo dice: “De pronto, se produjo un gran temblor de tierra: el Ángel del Señor bajó del cielo, hizo rodar la piedra del sepulcro y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago y sus vestiduras eran blancas como la nieve” (Mt 28,2-3). Este mensajero del Señor les dice: “No teman, yo sé que ustedes buscan a Jesús, el Crucificado. No está aquí, porque ha resucitado como lo había dicho (Mt 28,5-6); les enseña la tumba vacía y les encarga de llevar el anuncio a los discípulos”.
En Marcos, ha proseguido diciendo el Papa, el ángel es descrito como "un joven, vestido con una túnica blanca”, que da a las mujeres el mismo mensaje (cfr Mc 16,5-6) y Lucas habla de “dos hombres con vestiduras deslumbrantes”, que recuerdan a las mujeres como Jesús había preanunciado mucho antes su muerte y resurrección (cfr Lc 24,4-7). San Juan habla de “dos ángeles vestidos de blanco”; es María de Magdala la que les ve mientras lloraba junto al sepulcro, y le dijeron: "Mujer, ¿por qué lloras?".(Jn 20,11-13).
“Pero el Ángel de la resurrección tiene también otro significado. Es menester recordar, en efecto, que el término `ángel´ además de definir a los Ángeles, criaturas espirituales con inteligencia y voluntad, servidores y mensajeros de Dios, digo que la palabra ángeles, es también uno de los títulos más antiguos al mismo Jesús”.
El oficio de los ángeles, compartido por los bautizados y los sacerdotes
A este respecto el Papa ha aludido a Tertuliano, antiguo escritor cristiano, que manifiesta que Cristo ha sido llamado también “ángel del consejo”, es decir anunciador, que es un término que denota un oficio, no la naturaleza. Y volviendo al evangelista Juan, Benedicto XVI ha recordado lo que Jesús resucitado dijo a los Apóstoles: “Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes” (Jn 20,21); y les comunicó su Santo Espíritu.
“Esto significa que, como Jesús ha sido anunciador del amor de Dios Padre, también nosotros debemos ser de la caridad de Cristo: somos mensajeros de la resurrección, de su victoria sobre el mal y sobre la muerte, portadores de su divino amor. Ciertamente permanecemos por naturaleza hombres y mujeres, pero recibimos la misión de ángeles, mensajeros de Cristo: viene dada a todos en el Bautismo y en la Confirmación. De manera especial, por medio del Sacramento del Orden, la reciben los sacerdotes, ministros de Cristo; me gusta subrayarlo en este Año Sacerdotal”.
Rezo del Regina Caeli
Junto a los cientos de files congregados en el patio del palacio apostólico de Castel Gandolfo, Benedicto XVI se ha dirigido a la Virgen María, invocándola como Regina Caeli, Reina del Cielo, para que nos ayude a acoger en plenitud la gracia del misterio pascual y a convertirnos en mensajeros valientes y alegres de la resurrección de Cristo.
Tras el rezo del Regina Caeli, Benedicto XVI ha saludado en varias lenguas. Estas han sido sus palabras en español:
“Dirijo mi cordial saludo a los peregrinos de lengua española que participan en esta oración mariana. Que el triunfo de Cristo sobre el pecado y la muerte llene vuestra vida de alegría y paz, y os ayude siempre a ser consecuentes con vuestra condición de cristianos. No tengáis miedo. Cristo ha resucitado y vive entre nosotros. Su presencia amorosa acompaña el camino de la Iglesia y la sostiene en medio de las dificultades. Con esta certeza en vuestro corazón, ofreced al mundo un testimonio sereno y valiente de la vida nueva que brota del Evangelio. Feliz Pascua de Resurrección a todos”.